Intrepretación alegórica del Aria Mariposa de José de Orejón y Aparacicio
De Enciclopedia Católica
El sol misterioso aludido aquí, es Cristo mismo que se nos presenta escondido en accidente de Pan para desafiar y poner a prueba la fe más recia mediante el Misterio de la Presencia Real de Cristo en la Sagrada Eucaristía.
El creyene debe elevarse al misterio con las del corazón porque es sólo con los ojos de corazón que se puede ver el Sagrado Corazón Eucarístico de Cristo, expuesto en la Custodia del Santísimo Sacramento del Altar, hecha en metales que refulgen con los haces de luces del cerco de rayos gemados.
En clara alusión a Santo Tomás de Aquino, que prefirió la fe a los sentidos, no enseña que sólo mediante las luces del cielo se puede columbrar al Dios Altísimo que reyna en trono de poder y majestad, tal como nos inspira la preciosura y el lujo de las custodias y ostensorios.
La mariposa es figuración del alma pecadora. Debido a la herida del pecado se ha vuelto frágil y débil; pero cuando se encuentra en estado de gracia, empieza a recuperar su hermosura, y vuelve a tender a la Belleza a la que está llamada a alcanzar.
La mariposa es un insecto, cuya autonomía de vuelto es muy limitada, ya que parece estar más a merced de la fuerza de los vientos, que de la fuerza de sus alas.
Por eso, el aria aconseja al alma que no agote sus escazas fuerzas sino en frecuentar con fervor al Santísimo Sacramento, llamado aquí, “esfera prodigiosa”.
Pero esta aproximación ha de ser impulsada, no por el entendimiento sino por la fe, que no es otra cosa que la firme creencia en lo que no vemos y la certeza de lo que esperamos.
Le advierte, también, al alma, que por más que esté acongojada por las tristezas del mundo, se acerque con redoblado vigor y confianza a adorar y a nutrirse de Cristo-Eucaristía
Esta aria forma parte del Corpus musical barroco Quezada Macchiavello, que ejecuta la Camerata Lima Triumphante bajo la dirección el Maestro José Quezada Macchiavello con el solo de la Soprano Maestra Lola Márquez.
Las piezas de Orejón y Aparicio puede ser escudas en el Corpus musical barroco Quezada Macchiavello
Director de la Enciclopedia Católica