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Domingo, 22 de diciembre de 2024

Hugo Capet

De Enciclopedia Católica

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Hugo Capeto, Rey de Francia, fundador de la dinastía Capeta, nacido a mediados del siglo diez y muerto alrededor de 996, probablemente el 24 de octubre. Era el segundo hijo de Hugo el Grande, conde de París, y de Eduvigis, hermana de Otón I, emperador germánico. Tenía diez años cuando heredó de su padre el condado de París y el ducado de Francia. Hacia el 970 casó con Adelaida de Aquitania y hacia el 985, escribía el famoso Gerberto” Lo carolingio Lotario gobierna Francia solamente de nombre. El rey de Francia es Hugo.”

Cuando el 21 de mayo de 987 murió Luis V, Hugo fue elegido con la ayuda de Adalberon, arzobispo de Reims y de Gerberto. La asamblea electora en Senlis escuchó el discurso de Adalberon: “Coronad al duque”, dijo, es más ilustre por sus hechos, su nobleza, sus fuerzas. El trono no se adquiere por derecho hereditario, nadie debiera ascender a él que se distinga no sólo por la nobleza del nacimiento, sino por la bondad de su alma”. Un voto unánime ratificó el discurso y Hugo Capeto fue coronado en Noyon el 3 de julio de 987. Así, pues, como dice M. Luchaire, su acceso al trono no fue “un éxito eclesiástico”.

Hugo poseía ciudades y territorios en las cercanías de Paris, Orleáns y en los distritos de Senlis Chartres Touraine y Anjou, pero en todas eran dominios restringidos, puestos que sus vasallos a la orilla del Sena y del Loira objetaban su autoridad. Su poder militar era mediocre y con frecuencia tenía que buscar alianzas militares con Normandía. Pero tenía poder moral e influencia política que alcanzaba las partes más remotas del reino y que era sentida hasta por los extranjeros. Su principal preocupación era mantener una autoridad continua, inmediata incontestada sobre la archidiócesis de Reims, cuya jurisdicción comprendía caso todo el norte de Francia. La archidiócesis de Reims `poseía una importancia doble, primero porque el arzobispo tenía el derecho de elegir y coronar a los reyes de Francia y después por su situación geográfica entre Francia y Alemania. La muerte de Adalberón, según demostró M. Lot, tuvo lugar el 23 de enero de 989, lo que preocupó al rey y Arnoul, a quién el aceptó como sucesor de Adalberón trató de volver a restaurar a los Carolingios (sept., 989), y durante un tiempo Carlos de Lorena, su heredero, fue el dueño de Reims y Laon. Arnoul rehusó presentarse Ante el Consejo de Senlis (principios del 990) pero el encarcelamiento de Carlos de Lorena y de Arnoul (29 de marzo 991) y la deposición de Arnoul pronunciada en el concilio de Saint-Basle de Verzy fechado por M Lote el 17 y 18 de junio de 991 (y no de 993) aseguró que la dinastía capeta siguiera en el trono. Gerberto fue nombrado arzobispo de Reims (21 junio 991.

Esta revolución ejecutada por un concilio fue recibida con reserves por el papa. Cuando Hugo Capeto requirió de la Santa Sede que legitimara la acción del concilio, Juan XVI permaneció en silencia; más tarde, bajo la influencia de Alemania, el papa rehusó formalmente reconocer la elección de Gerberto. Entonces comenzaron las dificultades que llevaron a ciertos obispos, partidarios de Hugo, a profesar ciertos “principios galicanos”. Sin embargo no puede decir que Hugo quisiera fundar una iglesia estatal, lo que él quería era tener la archidiócesis de Reims bajo el dominio de Francia y apartarla de la influencia de los emperadores germanos. Su actitud hacia el papado era a veces de sospecha, no por la teología galicana, sino porque pensaba que los papas de su tiempo eran demasiado complacientes con el emperador alemán, así que las relaciones con la Santa Sede fueron simplemente un episodio de su política general, destinada a terminar con la poderosa influencia que la dinastía sajona había ejercido sobre Francia durante el siglo décimo.

Su política doméstica fue muy favorable al desarrollo de la vida monástica y de la autonomía de los monasterios, defendiendo su propiedad contra la tiranía laica y tratando de sacarlo de la jurisdicción episcopal mientras que mantenía el derecho real de confirmar las elecciones de abades. Mantuvo todas las libertades de los monjes en el ejercicio de sus derechos electorales y renunció a la costumbre de distribuir las abadías como beneficios a los laicos. Debido a su importancia política quiso retener la dirección efectiva de la abadía de S. Martín de Tours, de manera que hasta bajo el reino del Enrique II Plantagenet los Capetos mantuvieron considerable influencia en Tours y en el Loira medio. A propósito de Hugo Capeto vale la pena notar que debido a que los duques de Francia tenían en su poder la famosa capa (cappa) de S. Martín, ciertos autores dan a Hugo el Grande y a su hijo el sobrenombre de Capeto, que en su territorio esta reservado exclusivamente al personaje de este artículo. Hubo Capero en su política religiosa aplicó y favoreció las ideas de reforma de los monjes de Cluny.

Bibliografía.


FERNAND LOT, Les derniers Carolingiens, Lothaire, Louis V, Charles de Lorraine (Paris, 1891); IDEM, Etudes sur le règne de Hugues Capet et la fin du dixième siècle (Paris, 1903); LUCHAIRE, Histoire des institutions monarchiques de la France sous les premiers Capétiens (2nd ed., 2 vols., Paris, 1891); JULIEN HAVET, Préface à l'édition des Lettres de Gerbert (Paris, 1889); MONOD, Etudes sur l'histoire de Hugues Capet in Revue Historique, XXVIII; KALCKSTEIN, Der Kampf der Robertiner und Karolinger (Leipzig, 1877).


GEORGES GOYAU.


Transcrito por WGKofron , Con agradecimiento a la iglesia de Sta Maria , Akron, Ohio.


Traducido por Pedro Royo