Escapulario de Nuestra Señora del Monte Carmelo
De Enciclopedia Católica
También conocido como el Escapulario Marrón, es el más conocido, célebre y difundido de los pequeños escapularios. Al referirse al “Escapulario”, y a la “fiesta del Escapulario” se habla de Nuestra Señora del Carmen o del Monte Carmelo celebrada el 16 de julio. Es probablemente el escapulario más antiguo y sirvió como prototipo de los otros. De acuerdo a una tradición piadosa la Santísima Virgen se le apareció a San Simón Stock en Cambridge, Inglaterra, el domingo 16 de julio de 1251. En respuesta a su petición de ayuda para su oprimida orden, se le apareció con un escapulario en sus manos y le dijo: “Toma amado hijo este escapulario de vuestra orden como símbolo de mi confraternidad y especial signo de gracia para vos y todos los Carmelitas; quienquiera que muera en este prenda, no sufrirá el fuego eterno. Es el signo de salvación, defensor en los peligros, prenda de la paz y de esta alianza". Sin embargo, esta tradición aparece de forma muy precisa desde el principio, en 1642, cuando las palabras de la Santísima Virgen fueron difundidas por San Simón Stock. Se dice que él se las dictó a su secretario y confesor, Peter Swanyngton. Si bien se sabe que este testimonio no puede ser corroborado por documentos históricos, su contenido general se mantiene como una confiable tradición piadosa; en otras palabras, es creíble que San Simón Stock fue manifestado de manera sobrenatural la protección especial de la Santísima Virgen para toda su orden y para todos aquellos que usasen el hábito carmelita; que la Santísima Virgen le prometió un auxilio especial, especialmente en el momento de la muerte, a aquellos que en santa fidelidad usaran este hábito en honor a ella a lo largo de su vida, para ser preservados del infierno. Y aunque no existe una referencia directa a los miembros de la confraternidad del escapulario la promesa está también indirectamente extendida a todos los devotos de la Madre de Dios que usaran el hábito o la insignia, como verdaderos cristianos, hasta la muerte, y estar así de alguna manera afiliados a la Orden Carmelita.
Hasta ahora no se ha descubierto ningún testimonio autorizado que pruebe que el pequeño escapulario es conocido desde la segunda mitad del siglo XIII y que fue entregado a los miembros de la Confraternidad de Nuestra Señora del Carmen (o del Monte Carmelo). Por el contrario existen muchas razones para creer que el pequeño escapulario, tal como lo conocemos hoy y la forma que tenía desde el siglo XVI, tiene un origen bastante posterior. Zimmerman (Mon.hist.Carmelit.) y Saltet dan muchos argumentos razonables que apoyan esta teoría. En todo caso, el escapulario fue muy difundido en los países europeos a fines del siglo XVI, como se hace evidente en "La crónica Carmelitana" del carmelita Joseph Falcone (Piacenza, 1595). En 1600 apareció en Palermo el "Giardino Carmelitano" del carmelita Egidio Leoindelicato da Sciacca (la aprobación data de 1592). Hacia el final, luego de las fórmulas de bendición para los Fratelli and Sorelle della Compagnia della Madonna del Carmine (quienes reciben el hábito completo de la orden), el autor da la fórmula para la bendición del escapulario para los Devoti della Compagnia Carrnelitana (pp. 239 ss.). Esta es la forma más antigua de bendición para el pequeño escapulario de la que tenemos conocimiento. Es también importante agregar que la fórmula de las hermanas no contiene ninguna referencia al escapulario, mientras que la de los hermanos tiene una bendición especial para el escapulario.
Sin embargo, aunque debemos admitir que el pequeño escapulario de Nuestra Señora del Carmen se originó a principios del siglo XVI, la promesa --que es el primer privilegio del Escapulario Carmelita-- permanece incólume. Debido a que este privilegio no exige nada más que todos aquellos que fuera de la verdadera veneración y amor por la Santísima Virgen usen constantemente el escapulario en un espíritu de fidelidad y fe, luego de haber sido ubicadas por la propia Iglesia junto a este hábito o insignia bajo la protección especial de la Madre de Dios, deben gozar de esta protección en el asunto o crisis que sea más determinante para su vida en el tiempo y en la eternidad. Por lo tanto, quienquiera, aunque sea un pecador, que use la insignia de la Madre de Dios a lo largo de su vida como siervo fiel, no confiando presuntuosamente en el escapulario como amuleto milagroso, sino con confianza en el poder y la bondad de María, puede esperar que María velará, a través de su poderosa y maternal intercesión, por otorgarle las gracias para una verdadera conversión y perseverancia en el bien. Tal es el significado e importancia del primer privilegio del Escapulario Carmelita, que usualmente se expresa de la siguiente manera: “Quienquiera que use el escapulario hasta la muerte, será preservado del infierno”. El segundo privilegio del escapulario, también conocido como el privilegio Sabatino, significa que la asistencia maternal de María por sus siervos en la Confraternidad del Escapulario continuará luego de la muerte, y tendrá efecto especialmente el sábado (día consagrado en su honor), teniendo en cuenta que los miembros cumplan fielmente las no tan simples condiciones necesarias para obtener este privilegio (vea PRIVILEGIO SABATINO).
En cuanto a la forma exterior del escapulario, debe consistir de dos pedazos de lana marrón, aunque el negro también es permitido. Este escapulario lleva usualmente por un lado una imagen de Nuestra Señora del Carmen, pero ni esta ni cualquier otra imagen es imprescindible. La auténtica lista de privilegios, indulgencias e indultos de la Confraternidad del Escapulario del Carmen (o del Monte Carmelo) fue aprobada el 4 de julio de 1908, por la Congregación de Indulgencias. Es importante decir que este resumen no dice nada del segundo privilegio antes mencionado, lo que dice del privilegio Sabatino está explicado en el artículo bajo tal título. En cuanto a la protección frecuentemente milagrosa que María le ha concedido a su insignia y otorgado a los miembros piadosos de la Confraternidad del Escapulario en grandes peligros del alma y el cuerpo, existen muchos registros e informes confiables (algunos recientes), ante los cuales es imposible dudar. Como el rosario, este escapulario se ha convertido en la insignia del devoto católico y el verdadero siervo de María.
JOSEPH HILGERS Transcrito por Michael C. Tinkler En memoria de Gloverdale Tarver Baker Traducido por Armando Llaza Corrales