Enrico Dandolo
De Enciclopedia Católica
Duque de Venecia de 1192 a 1205. Murió aproximadamente a la edad de cien años en 1205. Perteneció a una de las familias electorales las cuales se señala que son descendientes de las doce tribus, de las que el primer Duque habría sido electo en 697.
Durante el siglo XII uno de sus familiares fue el Patriarca de Grado, quien actuó como tal, durante 50 años (Mon. Germ. Hist.: Script., XIV, 71). De su vida se conoce el papel que jugó en la historia, pero al parecer fue un hombre de una fuerza física y mental poco común. A la edad de 100 años, tomó la cruz y dirigió una expedición contra Constantinopla. Fue un caballero valiente y el primero en haber escalado los muros de la ciudad. También se distinguió como diplomático y su influencia parece haber sido muy relevante en la Cuarta Cruzada.
Se le menciona como el primero en haber tomado porte en la guerra entre Venecia y el Emperador Manuel Comnenus en 1171. Los venecianos, diseminados por la plaga, se encontraban en Chios, y Dandolo fue enviado a Constantinopla a fin de establecer un tratado de paz. De conformidad con la tradición mencionada en las “Crónicas de Novgrod”, el emperador le quemó los ojos.
Andrea Dandolo (1307-1354) un descendiente de la misma familia, indicó que Enrico fue parcialmente privado de su visión (pro salute patriae constanter resistens, visu aliqualiter obtenebratus est, “Chronic.”, ed. Muratori, xii, 298). Parece ser evidente que, a pesar de la tortura que sufrió, no perdió completamente la vista (véase Luchaire en “Journal des Savants”, 1907, p. 110). En 1172 fue a una misión relacionada con Guillermo II de Sicilia, luego fue una vez más a Constantinopla.
En 1178 Dandolo fue uno de los cuarenta electores que fueron comisionados por primera vez para elegir al Duque. El en si mismo fue electo Duque (1 de junio de 1192). A pesar de su avanzada edad desplegó gran actividad, puso fin a los problemas comerciales con Verona, declaró guerra contra los habitantes de Zara dada la unificación de la ciudad de estos con Hungría y contra los Pisanos, quienes habían tratado de establecerse en Istria. En 1198 concluyó un tratado y alianza con el Emperador Alejandro III de Constantinopla, pero debido a diferencias con Alejandro, se rompió el acuerdo y se concedieron privilegios a los genoveses y pisanos.
Ya para marzo de 1201, los líderes de la Cuarta Cruzada llegaron a negociar a Venecia a fin de lograr el transporte de tropas al oriente. Dandolo por si mismo tomó la cruz y participó junto con otros nobles. Por consecuencia de condiciones no totalmente explicadas, la cruzada originalmente dirigida contra Egipto, fue dirigida contra Zara y Constantinopla. Streit (Venedig und die Wendung des vierten Kreuzzuges, 1877) atribuye a Enrico Dandolo el papel principal en las intrigas que precedieron esos eventos.
Riant (Revue des question historiques, XXIII, 109) ha señalado que la iniciativa del duque fue estrictamente limitada por la Constitución de Venecia. Si Dandolo dirigió las negociaciones, lo hizo de acuerdo con los Consejos de Venecia. Con estas reservas, puede ser admitido que Dandolo tomó parte dirigente en las negociaciones que terminaron con la captura de Constantinopla. De hecho fue parte de los intereses de Venecia, establecer seguridad y orden en el Imperio Bizantino.
Dandolo propuso a los cruzados una expedición contra Zara (octubre de 1212). Eso sería una forma de pagar su deuda a Venecia. En el consejo de guerra que se tuvo luego de la captura de Zara, de acuerdo con el testimonio de Robert de Clare, Dandolo fue el primero en sugerir que la ocupación preliminar de Grecia podría facilitar grandemente la conquista de la Tierra Santa.
Por tanto, durante toda la expedición, su influencia sobre los líderes de los cruzados se acentuó día a día. El presidió el consejo de guerra que se tuvo en la Abadía de San Estefano, el 23 de junio de 1203 y dio su sabio consejo a los barones. No obstante su edad, tomó parte activa en las operaciones de sitio de Constantinopla. Mientras los barones atacaban los muros de Blachernae, Dandolo dirigió el asalto por parte de los venecianos y tomó control del galeón de San Marcos.
Una vez capturada la ciudad, trató de hacer que Alexis IV mantuviera su promesa hecha a los cruzados. Dado el rechazo que se tuvo, Dandolo lo desafío y aconsejó a los barones a llevar a cabo un segundo sitio de la ciudad. En el consejo de guerra, el 1 de mayo de 1204, Dandolo firmó con ellos el tratado dividiendo el imperio entre Venecia y los cruzados.
Luego de la captura de la ciudad, Bonifacio de Monserrat fue lanzado fuera del imperio. Los barones le ofrecieron la corona imperial, pero Dandolo la rechazó dado que si la aceptaba, se violaba la Constitución de Viena. El nuevo Emperador Baldwin le confirió el título de “Déspota”, y lo estableció en Constantinopla. En 1205 tomó parte en la desastrosa expedición contra los Búlgaros. Murió poco después y fue enterrado en Santa Sofía. Dandolo con base en su fuerza y su ingenio, estableció el poder político y comercial de Venecia en el oriente.
Para bibliografía, véase Cruzadas.
Louis Brehier Transcrito por Isabel T. Montoya Traducido por Giovanni E. Reyes.