El Arco del Puente de Piedra de la Ciudad de los Reyes
De Enciclopedia Católica
Los conceptos del Arco del Puente y una sugerencia de colores
Ya se han iniciado las obras de restitución del Arco jeroglífico delante del cual está tendido el puente de piedra. Hay dos maneras de leer este jeroglífico del Rímac hacia Lima Entrando) y de Lima hacia el Rímac (saliendo). La parte "bonita", la que contiene el jeroglífico está a la vista de quien sale. Hay varias consideraciones, que a lo largo del tiempo hemos ido anotando respecto de Arco del Puente de Lima.
La portada y el aparato barroco que la remata, no se apartan en nada del argumento urbano de la Ciudad de los Reyes, que es reflejo de "La Ciudad de San Agustín" y del "amor que edificó esta ciudad". Se accede a esta ciudadanía al morir y ser juzgados dignos de ella. Es por tanto Puerta del Cielo, que no es otra cosa que la Puerta de la Justicia. El aparato del arco "alcanzó su perfección" cuando se agregaron en tiempos de Amat, unas modificaciones. Entre las que estuvo la colación del reloj de arena.
El reloj de arena, alude que el tiempo huye irreparablemente y que el tiempo de santificarse y salvarse es ahora. Porque puede no haber "mañana". Como hacía énfasis el "Despertador Cristiano". En Roma, en una capilla que contiene reliquias de Santo Toribio de Mogrovejo, existe un emblema del reloj alado que reza: nationis limanae. Se entiende, entonces, que la muerte marca el momento de la naciente Lima Espiritual, que tendrá su lugar en la Jerusalén Celestial. A las que solo ingresan los Justos.
San Agustín se ocupa del Tiempo, de su transcurso y de la forma en que puede percibirse. Este mismo asunto se deduce de la presencia de Saturno, que en sus diversas representaciones EMBLEMÁTICAS MORALIZADA, señala el cumplimiento del tiempo. Entre ellos el de la siembra y la cosecha. Es decir el de la siega. Dentro de la ciudad amurallada del grabado, vemos los campos de cultivo asociados a las casas de recolección. Estaban éstas en los extremos de la ciudad, separadas por distancia respetable del núcleo urbano y de los afanes de su cotidianidad. Aquí buscaban la perfección espiritual los religiosos de mayor elevación espiritual, como fue el caso de San Juan Masías O.P. Abundan las publicaciones que directa o indirectamente hablan de la Agricultura y de la Arquitectura Espiritual: "Vosotros sois arquitectura y agricultura de Dios".
La devoción a San Isidro Labrador y las inmensas pinturas de los jardines universitarios labrados por los Doctores de la Iglesia, pertenecen al asunto que tratamos. Sin olvidar los jardines místicos en los que vemos a los Santos Limeños, juntos o separados. En la segunda mitad del siglo XIX, el lema original puente que rezaba "Dios y el Rey" (que correspondía al jeroglífico del aparato barroco anterior al terremoto de 1746) se cambiado por el que vemos en la fotografía: "Dios y la Patria", que se puede conciliar directamente con San Agustín. La Pintura peruana muestra a San Agustín siendo recibido como obispo que toma posesión de la Ciudad de los Reyes. Además, Hay pinturas que lo representan siendo sepultado en la Catedral del Cuzco. El Obispo es Rey y Padre de la diócesis.
Llamamos patria al suelo en el que están enterrados nuestros padres. ¿Por qué estas dos representaciones de San Agustín? Porque en el Tomo Primero de sus obras, dice. "Dios es la Patria del Alma", y que "no es de solo golpe, sino por grados que el alma purificada puede acceder a Dios. Así tendríamos explicado el progresivo angostamiento de los campanarios. En las campanas, tendríamos "la hora de la muerte". En el arco tendríamos el costado siempre abierto del Corazón Misericordioso de Cristo, y al Amparo de María (cuya iglesia fue demolida). Queda así, descrita la puerta franca al cielo, cuya llave pusieron en nuestras manos los arcabuceros. Llave o llaves que en el caso de Lima son el Santo Rosario y el Santísimo Sacramento.
José Gálvez Krüger
Sociedad Peruana de Historia