De la Casa de Demonios a la Catequesis Eucarística-Pasionista en una Jerusalén local
De Enciclopedia Católica
La extraña Casa que se encuentra en el poblado de San Luis Tehuiloyocan, hoy Centro cultural comunitario “Amoxcalli”, ha suscitado interés en propios y extraños. Su técnica de decoración y su iconografía ha dado diversas interpretaciones como ser el centro de ritos esotéricos-agrícolas, cultos demoniacos tras la implantación de cristianismo en la zona o la casa de una cabecera de gobierno indígena.
Su ubicación dentro la comunidad en tiempos coloniales, es bastante llamativa para pasar desapercibidas por las autoridades religiosas que como celadores de la fe, custodiaban la pureza de la religión en la vida cotidiana, en una época donde las trasgresiones a la ortodoxia católica eran denunciadas anónimamente al máximo órgano: el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, aunque ésta no procesaba a los indígenas, si censuraba cualquier manifestación religiosa heterodoxa que alterara el dogma, la moral y las costumbres cristianas (Costeño Chilaca, 2021) . Durante el periodo virreinal, los caciques indígenas junto con los frailes evangelizadores y posteriormente con los clérigos [1] serán los vehículos de la presencia de la Iglesia y su misión evangelizadora en las comunidades autóctonas, así como educadores y gestores entre el resto del pueblo y las altas autoridades virreinales. El mismo obispo angelopolitano Juan de Palafox y Mendoza en sus cartas dirigidas a su clero, da testimonio de la piedad de los indígenas: "ellos lo sustentan a todos y tributan desde el cetro al cayado, desde el magistrado al plebeyo. Y cuanto a nuestro intento, ¿las administraciones quién las conserva? Las Iglesias ¿quién las hace? El Culto Divino ¿quién lo promueve? Ellos son los bienhechores universales de la Iglesia de América; de ellos se forman las capillas para la música, y más rezan ellos que nosotros, ellos hacen los templos, ellos los reparan, y a los Beneficiados sola sus obvenciones [2] les lucen, su trabajo todo lo socorre, su sudor todo lo beneficia, sus manos todo lo sustentan..." (Palafox y M. 1762)
Las artes gráficas serán fundamentales como herramientas pedagógicas de la evangelización a través de las obras patrocinadas por los caciques a la vez que justificaban y demostraban a los españoles no solo ser los aliados idóneos, sino ejemplares “heraldos de obediencia y cristiandad” (Rodríguez López, 2018). Se agregaban muchas veces en estas obras la heráldica y elementos simbólicos del poder, nobleza y lealtad a la Corona, evidenciando así su presencia y cacicazgo entre los de su raza; así mismo eran miembros de las cofradías religiosas donde patrocinaban estas obras que perpetuaba su recuerdo en la memoria del pueblo, a la vez que usaban las insignias de éstas corporaciones civiles y religiosas en las decoraciones de sus espacios domésticos. Los nobles indígenas, tenían la tendencia de incorporarse a las cofradías del Santísimo Sacramento y las dotaron de vastos recursos (Rodríguez López, 2019), de este modo, tenemos dos claros ejemplos en San Luis Tehuiloyocan: una pintura al óleo del siglo XVIII ubicada en el presbiterio de la vieja parroquia que representa una Alegoría Eucarística con el retrato del donante indígena Pedro Juan y su esposa; y la iconografía de la actual Casa “Amoxcalli”.
La Casa de San Luis Tehuiloyocan en cuanto a su composición iconográfica, es una verdadera síntesis catequética de la pasión de Cristo y la Eucaristía, como centro del misterio de la Redención. Los edificios religiosos del pueblo evocan a otra “Jerusalén local” representado así los sitios claves de la Pasión de Cristo (Juárez H. 2021); otras comunidades virreinales que adoptarán esta idea de ciudad mística o Nueva Sión, donde se recrea un viacrucis gráfico y físico de acuerdo a la tradición católica, teniendo como ejemplos a la cercana ciudad de Puebla, la ciudad de México o la lejana Lima peruana según el parecer de José Gálvez Krüger.[3]
En éstas nuevas “ciudades santas jerosolimitanas”, la participación de los edificios públicos y las autoridades civiles se alternaban con las religiosas en la representaciones de la pasión del Redentor cuyo objetivo era dar mayor realismo a las escenas pasionistas, con estas intenciones pedagógicas motivaban de la piedad de los lugareños. Por tanto, el muro de la actual Casa “Amoxcalli” con su iconografía representan en combinación esos discursos pasionistas, eucarísticos y heráldica de nobleza.
En la parte superior del muro encontramos una decoración caracterizada a base de festones, formas vegetales y arabescos, denotando la poca formación artística de sus creadores como el resto del muro, pero resultando una simpática e ingenua composición, inspirado en alguna ornamentación de algún grabado común de la época, representando un dosel [4] fingido y sirviendo al mismo tiempo de marco.
La puerta se ve más claramente los emblemas de la heráldica noble, sobre ella aparece el águila bicéfala, símbolo de la corona española y emblema de la dinastía de los Habsburgo que reinaban en España y sus dominios hasta la muerte de Carlos II en 1700. Con el cambio dinástico de la familia real a los Borbones, el emblema del águila bicéfala se siguió utilizando como símbolo de lealtad a la casa reinante tanto en edificios civiles y religiosos, basta verlo en la portada de la Parroquia de San Luis Tehuiloyocan o en la fachada del cercano templo de Santa María Acuexcomac. Además el águila es una representación de la resurrección y la Eucaristía siendo en la iconografía cristiana un símbolo de la rapidez y la agilidad del Evangelio. A los lados están representados querubines y estrellas que también simbolizan a las huestes angélicas [5], y a los lados unas linternas que refuerzan el papel de los ángeles que custodian la entrada de la casa, simbolizan a la Vigilancia aludiendo a la puerta del paraíso del Edén custodiado por un ángel referido en libro del Génesis. También a los lados hay palmas, iconográficamente es representación de la victoria, relacionados concretamente a la Resurrección de Jesús, la Asunción de la Virgen María y a los mártires [6]. También aparecen un par de mitras [7], con seguridad representan al santo patrono del pueblo San Luis Obispo de Tolosa.
Es de notar que aparecen ánforas o floreros que llevan pasifloras, la referencia es clara son las “flores de la Pasión”. A los lados de la puerta, que como un escudo de armas aparecen dos leones rapantes coronados, a pesar de la poca calidad artística y no ser un animal propio del continente, están representados de una manera poco acertada, pero se pueden identificar por la posición y las coronas sobre su cabeza, propio de la heráldica, representado así el valor y la fuerza de la sangre noble. Un rasgo importante de los leones heráldicos y que parece en el muro del “Amoxcalli”, son representados con el sexo descubierto, si no fuese así, sería un escudo de armas o emblema denigrado por el monarca cuyos dueños hubieran incurrido en casos de herejía, traición o sodomía (Cadenas y Vicent, 1954), este rasgo singular se comparte en las figuras de los leones que hay en la fachada de Templo de San Gregorio Zacapechpan, aunque pueden existir otros ejemplos locales.
En las ventanas aparecen los monogramas [8] de los santos nombre de Jesús, José y en la parte inferior se vuelven a repetir, aunque estos fueron hechos a partir de una reconstrucción pues por el paso del tiempo se había perdido siguiendo los modelos superiores, pero es muy probable que estuvieran los monogramas de los nombres de Joaquín y Ana, junto a la alabanza a la Virgen que hay del lado derecho de la puerta, con ello se evidencia una devoción muy importante: Los Cincos Señores [9] , es decir la veneración a la familia de Cristo que alcanzó un auge devocional en el siglo XVIII, lo que refuerza la importancia familiar de los dueños originales del inmueble. El culto a esta manifestación devocional conjuga los intereses espirituales, materiales, de linaje y su filiación cristiana de los devotos. (Gonzalbo A. 1997).
El muro entre ingenuos arabescos y roleos se aprecian de lado izquierdo una barca donde una figura apenas definida, portando la cruz en lo alto la protege y vigila a embarcación. Sin duda es Cristo que protege a este barco que podría ser la Iglesia tal como aparece en unos de los relieves de la fachada central que adornan la Catedral de México [10] , o también se traduciría como la Nave de la Paciencia Cristiana como la pintura que se halla en la Iglesia de San Diego en Huejotzingo [11] , en ambos casos el sacrificio redentor de Cristo guía a los fieles (representados por la embarcación), en medio de las tormentas que genera el mundo corrompido por el mal y el pecado.
Entre la puerta y la ventana derecha aparece una interesante inscripción que reza: “pues concebida fest [12] sin manha Ave María llena gras, A/O DE 1776”, cuya idea es: pues concebida Él hizo sin mancha, Ave María llena de gracia, Año de 1776; acompañado de un escudo con un león rapante y otra águila bicéfala símbolos de lealtad a la monarquía y aparecen letras que posiblemente se refieran a los dueños la casa. Esta alabanza hecha a la Virgen en su Inmaculada Concepción es consecuencia del gran fervor que la España católica y sus dominios en la defensa de este privilegio mariano. En 1760, el rey Carlos III logra el papa Clemente XIII la proclamación de la Inmaculada Concepción de María como patrona de todos los Reinos de España e Indias mediante la bula “Quantum Ornamenti”, ya desde siglos anteriores y con mayor énfasis tras esta proclamación no faltaron juras por parte de la nobleza, autoridades civiles, religiosas y universitarias por defender exaltar y difundir el privilegio inmaculista, iglesias, colegios, edificios públicos y domésticos dejaban inscripciones a la vista de toda la sociedad, haciendo patente este fervor que a la vez era también una forma gráfica para expresar la lealtad a la autoridad real. En la Introducción de La Inmaculada Concepción y la Monarquía Hispánica" de José Javier Ruíz Ibáñez y Gaetano Sabatini, los autores nos expresan:” La Virgen al ser pura y al ser la patrona de España, purificaba a todos -no por supuesto del pecado pero si de los límites de poder llegar a ser un ser humano pleno- y, al hacerlo derribaba los muros que limitaban las posibilidades de integración social…” por tanto, la devoción a la Virgen inmaculada ponía al mismo nivel espiritual al rey que a los indios, esclavos, pobres y ricos, a los sabios y sencillos. Esta expresión mariana en el muro de la extraña casa de Tehuiloyocan sintetiza la piedad inmaculista de sus moradores.
En la parte inferior aparecen ocho figuras antropomórficos que como se mencionó tuvo una inacertada reconstrucción en 1983. Representan a diversos personajes en la vida cotidiana vestidos a la española que bien pudieran ser indígenas o mestizos que con su vestimenta justificaban su rango social sobre la comunidad (Costeño Chilaca, 2021). Todos ellos parecieran forman una devota procesión que portando sus enseres de la vida cotidiana, esta es solo pasajera y que es sostenida en su curso por la fe hacia el Redentor. Llama la atención dos personajes: un tlachiquero [13] y un tochacatero [14] , el primero según el parecer del profesor Krüger y del Maestro Costeño representa a la embriaguez espiritual que supone la fe y la contemplación del misterio de la salvación; el segundo por su parte es un personaje que aún subsiste en los templos y con su peculiar sonido anuncia las celebraciones cuaresmales y la semana santa, es decir un llamado a la penitencia y al duelo. Frente al tochacatero aparecen dos insignias, pendones o estandartes, propias de las cofradías religiosas y que se ostentaban en las ceremonias importantes, lo que refuerza la idea de una procesión con el resto de los personajes inferiores.
En el resto del muro aparecen en diversos puntos las “Armas Christi” o los Instrumentos de la Pasión de Jesucristo, es decir, los símbolos heráldicos del Redentor; no solo como despojos del vencido, sino se muestran como Trofeos del Vencedor del pecado, la muerte y el demonio. La representación de estas insignias son recursos mnemotécnicos de los relatos evangélicos sobre los diferentes episodios de la Pasión y muerte del Hijo de Dios, y fue en la Edad Media que empezó la devoción a la Armas Christi ya sea en conjunto o por separado, tal como se puede ver en los muros del claustro superior del cercano Convento Franciscano de San Gabriel Arcángel donde se representa la Misa de San Gregorio. Así vemos en el muro de la Casa Amoxcalli, los diferentes instrumentos pasionarios: la bolsa de las 30 monedas de plata como pago de la traición de Judas, otra vez aparece la linterna que usaron los soldados para identificar al Mesías en el huerto de Getsemaní, el dogal o soga con el que fue atado, hay dos figuras humanas que podrían ser Malco el sirviente del Sumo Sacerdote que le fue cortado la oreja por San Pedro en huerto y otro sirviente que golpeó a Cristo en el rostro durante su aparición ante el Sanedrín judío, el gallo que cantó a Pedro cuando lo negó tres veces, la columna de la flagelación con las varas y flagelos, la corona de espinas que con la caña simboliza la coronación como “Rey de Burlas”, el paño o velo de la Verónica con la Santa Faz, un recipiente de la hiel y el vinagre con la esponja para apagar la sed del crucificado, los dados con los que se jugaron la ropas del condenado, el sol y la luna en cuarto menguante con estrellas dentro de ella que representa el momento de la expiración del Señor y que produjo una oscuridad en la bóveda celeste, la lanza utilizada para atravesar el costado del Salvador, las tenazas que extrajeron los clavos en el descendimiento del cuerpo de Cristo en la cruz. Es de notar la representación de una figura animal, que pareciera una cierva o venado con su cría donde se concentran los instrumentos de la Pasión, con mucha probabilidad aluda al Salmo 42 que reza: "Como jadea la cierva, tras las corrientes de agua, así jadea mi alma, en pos de ti, mi Dios. "Tiene mi alma sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo podré ir a ver la faz de Dios?"; por tanto, la cierva representación de ser humano busca en la Pasión de Jesucristo la fuente de su salvación, que junto con el tlachiquero es referente de la embriaguez espiritual expresada en el salterio.
Hay representaciones de edificios, tres de ellas parecieran ser iglesias concretamente de los templo de la comunidad, pero en este caso como se mencionó anteriormente los templos también eran escenarios para las representaciones pasionarias, es así que simbolizan los diferente lugares donde Cristo estuvo durante los últimas horas de su vida terrena: la Casa de Anás, el Sanedrín Judío, el Palacio de Pilatos con el “Lithostrotos” [15] donde Jesús fue sentenciado a muerte, además de que esta identificado por dos anagramas de palabras utilizados por las antiguas autoridades romanas: SPQR y VICTOR [16]. Por último aparece el Monte Calvario o Gólgota coronada por las cruces de Cristo y los dos ladrones, al pie del monte la entrada al Santo Sepulcro, donde se levantó la Basílica de la Anasthasis o de la Resurrección, esto último en concreto representa al barrio del Santo Entierro (Juárez H. 2021).
Como conclusión, el muro de la Casa Amoxcalli encierra una clara catequesis grafica de los valores religiosos y sociales de la segunda mitad del siglo XVIII, cuyos moradores usaron para expresar sus devociones al mismo tiempo su rol social dentro de la comunidad. Que esta lectura iconográfica motive más el interés de los lugareños y se intensifique nuevas y mejores investigaciones sobre el inmueble que como patrimonio del pasado sea un orgullo histórico de nuestra comunidad.
Anastacio Juarez Herrera
Cronista Municipal de San Andres Cholula
Miembro del Consejo de la Crónica del Estado de Puebla
Notas
[1] En la zona de Cholula como en el resto de la diócesis de Puebla-Tlaxcala, los clérigos o sacerdotes diocesanos sustituyeron a los frailes evangelizadores en la administración de los sacramentos y atención espiritual de los fieles, este proceso se le denominó como “secularización de las parroquias”, iniciándose en 1640 por el noveno obispo angelopolitano don Juan de Palafox y Mendoza, basando su acción pastoral en las disposiciones del Concilio de Trento de 1563.
[2] El cura beneficiado es el sacerdote que recibía las rentas y otras percepciones eclesiásticas (obvenciones), que generaba una parroquia. Muchas veces los beneficiados por razones de edad, cargos superiores, lejanía de la parroquia o desagrado del lugar, no estaban obligados a permanecer en la sede de su beneficio y era suplido por un vicario, con frecuencia estas situaciones ocasionaba abusos por parte de los presbíteros con tales cargos, pues iba en contra de la disciplina eclesiástica.
[3] Profesor de Emblemática barroca en Lima, Perú y Director del sitio y revista electrónica “Enciclopedia Católica on line” y “Studia Limensia”.
[4] Dosel, también llamado canopia, es una ornamentación que se pone sobre techos o parte superior de muros donde cuelgan cortinajes y elementos decorativos, cuya intención es realzar la dignidad de un objeto o una persona.
[5] La Biblia en el libro del Apocalipsis nos da bastantes referencias del simbolismo de la estrella para identificar a los ángeles buenos y malos, especialmente en el capítulo doce, así lo afirman la mayoría de apologistas cristianos.
[6] La palma es un símbolo descriptivo de la victoria cristiana en el arte religioso, representaciones de Cristo con la palma simboliza su victoria sobre la muerte, el pecado y el mundo, en la imágenes marianas sobre todo en la advocaciones de la Asunción que como consecuencia del privilegio de la Concepción inmaculada de la Virgen María sin mancha del pecado original y siendo este consecuencia de la muerte, la palma reafirma el privilegio Inmaculista, no es de extrañar que en la imágenes asuncionistas de la Virgen que hay en Cholula éste sea su símbolo iconográfico; en los mártires representa la victoria que con su muerte a semejanza de Cristo vencieron los vicios de la injusticia, la idolatría, el paganismo y la herejía.
[7] La mitra es el tocado que usan los obispos en los oficios litúrgicos, símbolo de su consagración episcopal.
[8] Monograma es el conjunto de letras para expresar una idea o un nombre; en el arte religioso es recurrente su uso para referirse a Cristo, la Virgen y algunos santos, su sola traza en cualquier obra religiosa es una representación de ellos.
[9] Los Cincos Señores: Jesucristo, la Virgen María, san José, San Joaquín y Santa Ana, fue una devoción que empezó a partir de la mitad del siglo XVII y se popularizó en el XVIII. Tanto los clérigos como las órdenes religiosas especialmente la Compañía de Jesús difundieron culto en la Nueva España (Gonzalbo A. 1997). Las pinturas y los monogramas fueron los recursos gráficos para propagar la devoción, un ejemplo en Cholula es la pintura de Francisco Solano en el Templo de Jesús Tlatempa.
[10] Basado en el grabado “Triunfo de la Iglesia” hecho en Roma en 1602 por el artista Philippe Thomassin. Fuente: https://colonialart.org/artworks/1424A/artwork_zoom
[11] La Nave de la Paciencia Cristiana, es un grabado de origen alemán hecho a mitad del siglo XVII, hecho por el taller del grabador Gerhard Altzenbach. Fuente: https://colonialart.org/artworks/191A/artwork_zoom
[12] Fecit, vocablo latino del pretérito hacer en tercera persona, refiriéndose a la Divinidad que creó a la Virgen María. Entre los artistas, especialmente los pintores firmaban con esta palabra latina sus obras.
[13] El tlachiquero es el responsable de raspar los magueyes, creando así la producción el aguamiel, que después será succionado de un instrumento llamado ocote, y que una vez fermentado se convierte en pulque.
[14] Persona que toca el tochacate o clarín de duelo, es un instrumento musical de origen prehispánico pero que ha ido evolucionando a través del tiempo a ser una especie de trompeta cuyo sonido triste y melancólico invita a la reflexión. En Cholula como algunas otras zonas del centro de México, los tochacateros son visibles en las ceremonias religiosas desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de la Resurrección (Casco Centeno E. 2016).
[15] Lithostrotos es la traducción griega de la palabra aramea Gábatha que significa “elevación”, y hace referencia al juzgado donde se impartía justicia por parte de las autoridades romanas a los habitantes de Jerusalén. El Evangelio de San Juan capítulo 19, menciona la existencia de ese lugar: “…hizo salir a Jesús, y se sentó en el tribunal, en el lugar llamado Lithostrotos, en hebreo Gábata”.
[16] SPQR son las primera letra de la frase latina Senatus Populus Que Romanus y VICTOR alude a la victoria, por lo que se traduciría ambos anagramas como “El Senado y el Pueblo Romano, vencedores”.
Bibliografía:
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-Cabral Pérez I. 1195, Los Símbolos Cristianos. México: Editorial Trillas.
-Cadenas y Vicent, V, 1954. Diccionario Heráldico, términos, piezas y figuras usadas en la ciencia del blasón. Madrid. Ediciones Hidalguía.
-Casco Centeno, Emilio, 2016. La Trompeta Destemplada, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; Escuela de Artes. https://www.academia.edu/41489529/La_trompeta_destemplada
-Costeño Chilaca V. A, 2021. ¿Existió un adoratorio al demonio en el siglo XVIII? Estudio iconográfico de la casa misteriosa de San Luis Tehuiloyocan, Puebla. (Documento Inédito). Universidad Pontificia de México.
- Glockner, Julio. “¿De qué diablos estamos hablando?”, en Elementos. Revista trimestral de ciencia y cultura, vol. 91, n. 20, Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2013, pp. 43-48
-Gonzalbo Aizpuru, Pilar, “Las devociones marianas en la vieja provincia de la Compañía de Jesús”, en García Ayluardo, Clara y Ramos Medina, Manuel (eds.), Manifestaciones religiosas en el mundo colonial americano, México, 1997, pp. 253-265 https://pilargonzalbo.colmex.mx/pdfs/2/26.LAS%20DEVOCIONES%20MARIANAS.pdf -Juárez Herrera Anastacio. 2021. Conformación y organización de los tres barrios de San Luis Tehuiloyocan; un viacrucis devocional. En Copia del Manuscrito de Real Cédula de 1714, San Andrés Cholula; Documentos fundacionales de San Andrés Cholula y San Luis Tehuiloyocan, Coor. por Lidia E. Gómez Garcia (p.p 55-61)
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