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Lunes, 23 de diciembre de 2024

Claude Ferdinand Gaillard

De Enciclopedia Católica

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Grabador y pintor francés y pintor; nación en París el 7 de enero de 1834; murió en la misma ciudad el 27 de enero de 1887. Sus primeros estudios probablemente los realizó con Hopwood y Lecouturier; pero su maestro principal fue Cogniet con quien él empezó grabando en 1850. Alrededor de ese año, entró en la Ecole des Beaux-artes.

Al principio tenía que grabar figurines para hacerse de dinero a fin de sobrevivir, pero su dedicación le hizo merecer el Premio de Roma por su trabajo de grabado en 1856. En su primera exhibición pública en 1860, sus impresiones fueron llamadas laboriosas en un estilo suave y flácido, aproximándose a ser grabaciones de punto seco. Producto de ello le aconsejaron que se adhiriera a las reglas establecidas de su arte.

Gaillard ya había escogido un nuevo método, y su trabajo fue dejo a muchos impresionados, dado que era un estilo que se apartaba de las tradiciones del trabajo de ese entonces. Él era un innovador que en 1863 se encontraba entre los “rechazados”, pero en una de sus exhibiciones, su retrato de Bellini fue considerado una obra maestra, “algo que se grabó con cuidado religioso y mostró un notable talento clásico."

La manera de grabado de Gaillard se basaba en líneas suaves, delicadas, dibujadas estrechamente juntas pero no cruzándose, así daba delicadeza vaporosa a cada pliegue, arrugue, o marca en la piel con el cuidado de Van Eyck. De aquí en adelante Gaillard tuvo representaciones de sus grabados y pinturas en cada Salón. Él es mejor conocido como "L'Homme à l'Oeillet", lo que le produjo solamente $100. Esta obra maestra se completó en ocho días – el rostro en uno sólo.

Sus admirables retratos de Pío IX y León XIII, amplió los efectos generales, trabajados con celo microscópico y gran realismo, creado por "el estudioso insubordinado", el grabador más famoso en sus tiempos. Otra gran obra es la de San Sebastián, modelada con toques delicados, mostrando contornos estudiados, claroscuro delicado, y un maravilloso alivio.

"Mi objetivo" dijo "es no encantar, sino representar la verdad, mi arte para decirlo todo”. Su maravilloso trabajo llevó a muchos a sospechar él tenía algún proceso confidencial o misterioso "tour de main", pero era su mente penetrante y su ojo observador, lo que captaba el alma debajo del rostro humano. Gaillard fue condecorado en 1876 y se hizo miembro de la "Légion d´Honneur" y Presidente de la Sociedad de Grabadores en Burin, en 1886. Poco antes de su muerte, el gobierno le había encomendado poner en grabado la “Ultima Cena” de Leonardo da Vinci, y la “Mona Lisa”.

Como pintor, Gaillard era exacto, minucioso y a consciencia; todavía sus pequeños cuadros son eficaces, en cuanto a mostrar gran poder de caracterización, y grandeza en el ensamble. Pintó la cara humana como grabándola, con la precisión y exactitud de las obras iniciales de Fleming. Sus grabados catalogados son 80; su "Virgen" después de Bellini merece mención especial.

LEIGH HUNT Transcripción de Gerald M. Knight Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes