Carlo Maratta

Pintor italiano nacido en Camerino, en Ancona, el 13 de mayo de 1625; murió en Roma el 15 de diciembre de 1713. Desde los primeros años, Maratta demostró tener extraordinarias habilidades para el diseño, y fue enviado por sus promotores a estudiar a Roma, bajo la guía de Andrea Sacchi. Esa condición de estudio la mantuvo por muchos años, por el resto de su vida ellos tuvieron una buena amistad, Sacchi fue su amigo y benefactor.

Luego de un tiempo regresó a su tierra en Italia, y luego en 1650, en compañía del Gobernador de Ancona, el Cardenal Albrizio, que había admirado mucho su talento, llegó de nuevo a Roma y fue presentado ante Alejandro VII. Este último le dio varias comisiones y eventualmente a requerimiento de Sacchi, se le asignó una pintura de Constantino destruyendo los ídolos del Baptisterio de Luterano.

Este fue uno de sus grande trabajos, e incrementó su popularidad en el Vaticano. En 1704 fue hecho caballero por Clemente XI, y se le concedió la Orden de Cristo; ese mismo año fue pintor de Luis XIV de Francia, quien había admirado el cuadro de Daphne y lo admiraba mucho.

Fue durante su residencia en Roma que Maratta estilizó a la manera de Maratti, a los romanos y su nombre fue muy conocido. Fue miembro de la Academia de San Lucas en Roma, y no sólo fue un hábil artista, sino que también fue un buen restaurador y reparador de frescos. Fue empleado por Clemente XI para llevar a cabo tal trabajo en los frescos de Rafael en el Vaticano. Fue un artista que utilizó mucho su espíritu de libertad y soberanía.

Sus pinturas son numerosas. Hay varias de ellas en el Louvre, y también en Berlín, en Munich, Viena, Bruselas, Roma, Florencia, San Petesburgo y en la Galería Nacional, así como en la Hampton Court, y en la Casa Devonshire en Inglaterra. Como pintor de retratos, tuvo un lugar prominente. Fue también un arquitecto muy competente y responsable del diseño de varios edificios.

Sus pinturas religiosas fueron hechas con base en fortalezas y espíritu noble, entremezcladas con gran armonía. Fue muy cuidadoso con los detalles y con los accesorios, esto en ocasiones pudo haber causado que se quebrara el espíritu general de algunas de sus pinturas; sin embargo esta característica es menos visible en sus pinturas religiosas incluyendo aquellas donde está representada la Virgen.

VASARI, Le Vite dei Pittori (Milanese ed., Florence, 1878, 1885); Allgemeines Kunstler-Lexizon (Frankfort, 1898); LANZI, Storia Pittorica della Italia (Bassano, 1806); DOMINICI, Vite dei Pittori (Naples, 1742); CONCA, Descrizione Odeporica della Spagna (Palma, 1793); PALOMINO DE CASTRO Y VELASCO, El Museo Pictorico y Escala (Madrid, 1715).

GEORGE CHARLES WILLIAMSON Transcribed by Joseph P. Thomas Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes