Baco y Sergio
De Enciclopedia Católica
Eran funcionarios de tropas en la frontera, siendo Sergio primicerius, y Baco secundarius. Según la leyenda, Cesar Maximiano les tenía una elevada estima a causa de su valentía, pero este favor se convirtió en odio cuando ellos reconocieron su fe cristiana. Como parte de su tortura fueron golpeados con correas tan severamente que Baco murió bajo los golpes. Sergio, sin embargo, tuvo que soportar mucho más sufrimiento; entre otras torturas, como relata la leyenda, tenía que correr dieciocho millas en zapatos cuyas plantas estaban cubiertas con uñas afiladas y puntiagudas que le atravesaron los pies. Finalmente fue decapitado.
El lugar donde fueron enterrados Sergio y Baco estaba en uno de los extremos de la ciudad de Resaph. En honor de Sergio el Emperador Justiniano también construyó iglesias en Constantinopla y Acre; la de Constantinopla, ahora mezquita, es un gran trabajo de arte bizantino. En el Este, Sergio y Baco eran universalmente honrados. Desde el siglo VII tienen una célebre iglesia en Roma. El arte cristiano representa a los dos santos como soldados en vestidos de ejército con ramas de palma en sus manos. Su fiesta se celebra el 7 de octubre. El calendario de la Iglesia ubica a los santos Marcelo y Apuleio en el mismo día que Sergio y Baco. Se dice que ellos se convirtieron al cristianismo por los milagros de San Pedro. Según el "Martyrologium Romanum" ellos sufrieron martirio poco después de las muertes de San Pedro y San Pablo y fueron enterrados cerca de Roma. Sus Actas existentes no son genuinas y están de acuerdo en gran parte con aquéllos de San Nereus y San Achilleus. La veneración de los dos santos es muy antigua. Una misa se les asigna en el "Sacramentarium" del Papa Gelasio.
Analecta Bollandiana, XIV (1895), 373-395; Acta SS., Octubre, III, 833-83; Bibliotheca hagiographica latina (Bruselas, 1898-1900), 1102; Bibliotheca hagiographica graeca (2da ed., Brussels, 1909), 229-30; cf. Marcelo y Apuleio: Acta SS., Octubre, III, 826-32; Bibliotheca hagiogr. lat., 780.
KLEMENS LÖFFLER Transcrito por Ferruccio Germani Traducido por Armando Llaza Corrales
Selección de imágenes: José Gálvez Krüger