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Jueves, 21 de noviembre de 2024

Arquidiócesis de México

De Enciclopedia Católica

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(MEXICANA)

Erigida por Bula Sacri apostolatus ministerio del papa Clemente VII, del 2 de Septiembre de 1530. Cuenta con seminario mayor. Su titular es la Asunción de María; su sede, la Ciudad de México y su territorio 1479 kms cuadrados del Distrito Federal. Tiene seminario mayor y menor. Es sede metropolitana y primada del país (México).

Dentro de su territorio se encuentra la Basílica de Guadalupe, donde se venera la imagen de la Sma. Vírgen María de Guadalupe, aparecida al Beato Juan Diego. Se han celebrado 2 Congresos Eucarísticos Nacionales en la Arquidiócesis de México. El primero en 1924 y el segundo en el año 2000. En su territorio se encuentran las sedes de las Eparquías Maronita y Greco-Melquita de México y la Nunciatura Apostólica en México.

Actualmente hay en la Arquidiócesis de México alrededor de quince universidades de corte católico, casi todas administradas por órdenes religiosas, una por la prelatura del Opus Dei y una por la Arquidiócesis (La Universidad Pontificia de México); e innumerables escuelas, colegios e institutos de estudio de todos los niveles manejados por varias órdenes religiosas, tanto de varones como de mujeres. Entre las principales congregaciones que se dedican a la enseñanza en la Arquidiócesis se encuentran los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Lasallistas), la Sociedad de María (Maristas), la Legión de Cristo, diversas ramas de los y las franciscanos y varias más. Asimismo, la Arquidiócesis tiene el "Instituto de Liturgia, Música y Arte Sacro, Cardenal Miranda".

Existe una gran cantidad de conventos y casas de religiosas y religiosos. Varias de las congregaciones son de derecho diocesano. Existen varias agrupaciones laicas como el Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana y la Acción Católica Méxicana, ésta última tuvo una importante participación en la resistencia en la época de la persecución religiosa de Calles.

La Catedral

La Catedral de México ocupa un espacio rectangular y mide interiormente ciento nueve metros, noventa y seis centímetros de largo, por cincuenta y cuatro metros, cincuenta centímetros de ancho. Consta de cinco naves atravesadas por el crucero. La nave central, más alta, está techada con bóvedas de cañón con lunetos; las naves procesionales las presentan vaidas cuyos ornatos las hacen parecer de platillo. Las naves más exteriores forman siete capillas hornacinas de cada lado y a los lados del ábside se abren, del lado de la Epístola, la sacristía, y del Evangelio, la sala capitular. Las capillas están techadas, las más antiguas, con bóvedas de crucería, así como la sala capitular, la sacristía y los vestíbulos del lado del norte. El ábside ocupado por la capilla real, ofrece la forma de un rectángulo terminado por un trapecio. La nave central presenta una puerta al sur y otras dos las procesionales; éstas ofrecen también puertas del lado del norte con vestíbulos, como se ha dicho. Los brazos del crucero, que también están cubiertos con bóvedas de cañón con lunetos, tienen en sus extremidades sendas puertas, al oriente y al poniente; en el centro del crucero se forman cuatro pechinas que sostienen la airosa cúpula con su tambor.

Presenta, pues, nuestro edificio una forma piramidal, ascendiendo desde las partes más bajas, o sean las capillas, a las bóvedas de las naves procesionales; enseguida a las de las bóvedas de la nave central y del crucero y luego al cimborrio. En el esquema constructivo que publicamos puede verse la lógica de la construcción, que comenzó por las partes inferiores para llegar a poder edificar el cimborrio y después lo que resta del edificio hacia el sur para concluir con su fachada. La estructura viene a complementarse por los botareles que trasmiten los empujes de las bóvedas más altas sobre las más bajas, para ser nulificados por los sólidos muros que rematan el edificio. Las naves se encuentran separadas por gruesos machones que presentan cuatro medias muestras en sus caras y la misma disposición se ve en las separaciones de las capillas; en la parte alta los arcos formeros y torales están formados por la prolongación del fuste de cada media muestra hasta encontrar su correspondiente, sistema original que no se encuentra en otros edificios. La disposición de las naves permite iluminar perfectamente el templo con ciento setenta y cuatro ventanas. Ocupando dos espacios de la nave central se ve el coro, que se halla rodeado de muros en tres de sus lados. El trascoro está ocupado por el altar del Perdón, frente al cual quedan dos tramos de la nave central y corresponde a la puerta principal que también se llama del Perdón. Cierra el coro una hermosísima reja que da salida a una crujía que conduce al presbiterio, donde se alza un altar que ha sido llamado ciprés. En la parte exterior del coro se ve una riquísima tribuna, volada en que unos hermosos ángeles sostienen el ambulatorio y su balaustrada. Sobre los dos primeros espacios que ocupa el coro, se levantan órganos monumentales, de madera tallada y dorada.

La advocación de la santa iglesia Catedral debía ser la de la Asunción de la Virgen María, y agrega: "Asignamos por parroquianos de la dicha iglesia las casas, habitantes y moradores y vecinos, tanto los que dentro de la ciudad, como los que en los suburbios de ella habitan y moran de presente, y en lo futuro habitasen y morasen, hasta que en dicha ciudad se haga por Nos y por nuestros sucesores cómoda división de parroquias, a la cual también tengan obligación de pagar derechos de iglesia parroquial, diezmos, primicias y hacer oblaciones..."

El último apartado de la erección prescribe para el obispo y sus sucesores la facultad de establecer en lo sucesivo aquellas cosas que convinieron y termina con los párrafos necesarios para ratificar en todas sus partes la erección. La fecha dice: "Dada en Toledo en el año de la Natividad del Señor de 1534. "Regresó fray Juan a México a continuar su misión apostólica ayudado, ahora sí, por los funcionarios de la segunda Audiencia. La vida colonial seguía su marcha, sin más contratiempos que discusiones ociosas en aquellos tiempos en que la necesidad imponía prácticas que tenían por fuerza que apartarse de las costumbres aceptadas. Tal aconteció con la discusión acerca del bautismo de los indios, que, claramente se comprende, no podía constar de todas las ceremonias prescritas por la iglesia, puesto que muchas veces tenía que hacerse en forma colectiva. La discusión llegó a tal punto que hubo que acudir a una autoridad superior, y así se organizó una junta con la Audiencia, obispos y prelados de las Ordenes, que tampoco llegó a ningún acuerdo. Turnado el asunto a España, el Consejo de Indias y el arzobispo de Sevilla determinaron que se continuase en la forma que se había hecho, hasta consultar con Su Santidad. El Papa Paulo III expidió el primero de junio de 1537 la bula Altitudo divini consilii, que resolvía claramente este problema y otros muchos que se habían suscitado.

Con el transcurso del tiempo se fundaron nuevas diócesis en la Nueva España, de manera que la situación eclesiástica de México requería otra organización: era necesario que existiese una Metropolitana de la cual dependieran todas estas diócesis en calidad de sufragáneas, en vez de tener que depender de la catedral de Sevilla, mucho más lejana. "Por eso, en consistorio secreto de 11 de febrero de 1546, y a instancias del emperador, separó el señor Paulo III la iglesia de México erigiéndola en Metropolitana, y dándole por sufragáneas las de Oaxaca, Michoacán, Tlaxcala, Guatemala y Ciudad Real de Chiapas. Nombró por primer arzobispo al mismo señor Zumárraga y el 8 de julio de 1547 le envió la bula del Palio, que no llegó a recibir."

El Seminario

El 28 de noviembre de 1689 se funda el Seminario de acuerdo con las orientaciones del Concilio de Trento (de ahí el nombre de Conciliar), y el 18 de octubre de 1697 se erige e inaugura solemnemente sus actividades. Desde su fundación ha ocupado diferentes edificios. El Seminario Conciliar de México, ahora ubicado en dos casas una en Tlalpan y la otra en Huipulco, para mayor y menor respectivamente, cuenta con más de doscientos alumnos y más de 20 sacerdotes.

Límites

Los límites de la Diócesis de México al principio no se encontraban bien definidos. Cuando Cuba fue descubierta, se erigieron tres sedes, pero cuando los prelados llegaron, sus sedes episcopales habían sido destruidas y los habitantes habían huido. Para evitar tales problemas, la Santa Sede permitió a los reyes de España fijar los límites de las nuevas diócesis que se erigieran en el continente americano, aún considerado como parte de Asia. Desde 1500 hasta 1863, la Arquidiócesis de México se extendía del Atlántico al Pacífico, específicamente de Tampico a Acapulco. Actualmente su territorio ocupa únicamente el territorio del Distrito Federal o Ciudad de México.

Obispos

El primer obispo, fray Juan de Zumárraga O.F.M, llegó a México cuando Clemente VII apenas había sido liberado de la prisión en Castel Sant' Angelo, donde había sido recluido por Carlos V por varios meses después del saqueo de Roma por el ejército de los Borbón. Le fue permitido e incluso se le obligó ir a México únicamente con la nominación del emperador; gobernó la diócesis sin ningún nombramiento papal, y usaba título "Omnimoda potestate Antistes". Regresó a España, recibió sus Bulas y fue consagrado seis años después de la primera vez que llegó al continente americano. En su época, La Virgen María de Guadalupe se le apareció a Juan Diego y se convirtió en Patrona de América. Introdujo la primera imprenta en el Nuevo Mundo, publicó muchos libros, fundó muchas escuelas y colegios, y fue un hombre justo, fiel seguidor de San Francisco de Asís, a cuya orden pertenecía. Gobernó la diócesis, elevada al rango de arquidiócesis de 1528 a 1548.

Han habido cinco concilios provinciales en la ciudad de México. Los primeros dos bajo el segundo arzobispo, Alonso de Montúfar. El tercero fue presidido por el tercer arzobispo, Pedro Moya de Contreras. El vigésimo cuarto arzobispo, Francisco Antonio de Lorenzana organizó y presidió el cuarto concilio provincial en 1770. Próspero Alarcón, trigésimo segundo arzobispo presidió el quinto concilio provincial en 1896.

Los arzobispos Moya de Contreras, García Guerra, Palafox, Osorio, Ortega, Haro y Peralta, y Lizana y Beaumont fueron al mismo tiempo virreyes y capitanes generales de la Nueva España y fueron hábiles tanto para empuñar la espada, como para llevar el báculo. El arzobispo Labastida fue regente durante el efímero imperio de Maximiliano. Fue el último prelado investido con alguna autoridad política.

Francisco Antonio de Lorenzana, fue creado cardenal por Clemente XIV cuando fue transferido a Toledo.

Pocos años después de la conquista, a principios del siglo dieciséis, la Arquidiócesis de México ya tenía mas de cincuenta conventos de religiosas, la primera universidad en América, igual a aquella en Salamanca, varios colegios e infinidad de escuelas. El número continuó incrementándose, hasta que cualquier progreso religioso fue detenido por la Guerra de Independencia y las guerras de Reforma. Muchos bienes de la Iglesia fueron destruidos o arrebatados durante la época del Presidente Juárez. Con Porfirio Días la Iglesia recibió un mejor trato; pero durante la Revolución hubo mas retroceso y con el gobierno de Plutarco Elías Calles se inició una represión a la Iglesia y fueron martirizados muchos sacerdotes y laicos comprometidos, algunos de los cuales fueron canonizados por el Papa Juan Pablo II el 21 de Mayo del 2000. Durante el gobierno del Presidente Salinas de Gortari, se creó la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, dándole reconocimiento legal a la Iglesia y restableciendo relaciones diplomáticas con la Santa Sede después de mas de 100 años.

Los Arzobispos de México en el siglo XX fueron: Próspero María Alarcón y Sánchez de la Barquera (17 de diciembre de 1891 al 29 de marzo de 1908), José Mora y del Río (2 de diciembre de 1908 a 22 de abril de 1928), Pascual Díaz Barroso (25 de junio de 1929 a 29 de mayo de 1936), Luis María Martínez (20 de febrero de 1937 a 9 de febrero de 1956), Miguel Darío Miranda Gómez (28 de mayo de 1956 a 19 de julio de 1977), Ernesto Corripio Ahumada (del 19 de julio de 1977 al 29 de septiembre de 1994) y Norberto Rivera Carrera (desde el 13 de julio de 1995).

Tanto Mons. Miranda Gómez, como sus dos sucesores han sido elevados a la dignidad de cardenal.

El actual Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, nació en La Purísima, Tepehuanes, Durango en 1942, estudió la Licenciatura en Teología Dogmática en la Universidad Gregoriana en Roma y fue ordenado por S.S. Paulo VI el 3 de julio de 1966 en la Basílica de San Pero en Roma; ocupó los cargos de Vicario Cooperador en Río Grande, Zacatecas; Catedrático de Teología Dogmática y de Sagrada Escritura en el Seminario y luego Prefecto de Disciplina; Canónigo Lectoral de la Catedral de Durango; Profesor de Eclesiología en la Universidad Pontificia de México; Fundador y Asistente del Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana; Asistente Diocesano de la A.C.J.M.(Acción Católica Juvenil Mexicana) y del M.F.C(Movimiento Familiar Cristiano); Capellán del Templo de San Martín de Porres; Secretario Diocesano de la Comisión de Pastoral; Miembro del Consejo Diocesano de Gobierno y Consultor Diocesano; Director de Comunicaciones Sociales de la Arquidiócesis de Durango; en 1985 fue nombrado segundo obispo de Tehuacan; Presidente de la Comisión Episcopal para la Familia (por dos períodos); Miembro del Consejo Superior de la Universidad Pontificia de México; Presidente de la Sección Familia de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano; Perito Consultor en la Sagrada Congregación para el Clero. El 13 de junio de 1995 fue nombrado Arzobispo Primado de México por S.S. Juan Pablo II en sustitución del Cardenal Arnesto Corripio Ahumada y tomó posesión el 26 de julio de 1995, la Imposición del Palio Arzobispal fue el 29 de junio del mismo año. Participó en el Sínodo de Obispos para América que se realizó en la Ciudad del Vaticano del 16 de noviembre al 12 de diciembre de 1997. Fue creado y publicado Cardenal de la Santa Iglesia el 16 de enero de 1998 y le imponen el birrete cardenalicio en el Consistorio del 21 de febrero de 1998 por Su Santidad Juan Pablo II, dándole como Titulo en Roma la Parroquia de San Francisco de Asís.

Actualmente, en la Arquidiócesis de México existen el Arzobispo titular, Cardenal Norberto Rivera Carrera, 6 Obispos Auxiliares: Monseñor Abelardo Alvarado Alcántara, Monseñor Marcelino Hernández Rodríguez, Monseñor José de Jesús Martínez Zepeda, Monseñor Luis Fletes Santana,Monseñor Rodrigo Guillermo Ortiz Mondragón, Monseñor Felipe Tejeda García, M. Sp. S.; un Arzobispo Emérito, Cardenal Ernesto Corripio Ahumada y 2 Obispos Auxiliarez Eméritos: Monseñor Francisco María Aguilera González y Monseñor Luis Mena Arroyo.

Las vicarías episcopales

El Arzobispo, Cardenal Miranda Gómez, creó 8 zonas pastorales o vicarías episcopales: de Santa María de Guadalupe, cuyo vicario actual es Mons. Daniel Velasco Roa; de Cristo Rey, cuyo vicario es el R. P. Nicolás Gómez Sánchez, O.S.A; de San Felipe de Jesús, cuyo vicario es el obispo auxiliar S.E. Mons. Felipe Tejeda García, M. Sp. S.; de San Miguel Arcángel, cuyo vicario es el obispo auxiliar S.E. Mons. Luis Fletes Santana; de San Pedro Apóstol cuyo vicario es el Pbro. Diego Monroy Ponce; de San José, cuyo vicario es el Pbro. Dr. Enrique Glennie Graue; de San Pablo, cuyo vicario es el obispo auxiliar S. E. Mons. Marcelino Hernández Rodríguez ; y de San Juan Bautista, cuyo vicario es el Pbro. Lic. Pedro Tapia Rossete. A partir de la renuncia del Abad de la Basílica de Guadalupe, Mons. Guillermo Schulemburg, la administración de la I. y N. Basílica de Guadalupe está a cargo de la Arquidiócesis y se creó una vicaría especial cuyo titular es Mons. Antonio Macedo Tenllado. Fue vicario de la vicaría de San Felipe de Jesús y obispo auxiliar de México, el actual presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, el Arzobispo-Obispo Emérito de Zacatecas, Mons. Javier Lozano Barragán.

Con motivo del Gran Jubileo de la Encarnación del año 2000, se lleva a cabo en la Arquidiócesis de México, la Misión 2000, para acercar mas al pueblo al conocimiento de la verdad y para continuar con la nueva evangelización.

Enciclopedia de México, Tomo 9; Sitio web de la Arquidiócesis Primada de México, www.arzobispadomexico.org.mx ; Sitio web de la Conferencia del Episcopado Mexicano, www.iglesia.org.mx ; J. Montes de Oca y Obregón; M. Anne McCay.

Traducido y actualizado por Antonio Hernández Baca