Anfilocio de Iconio

Obispo cristiano del siglo cuarto, hijo de una familia de distinguidos capadocios, nacido quizás en Cesarea, alrededor del 339 ó 340; muerto probablemente entre 394 y 403. Su padre era un abogado eminente y Livia, su madre, notable por su amabilidad y sabiduría. Era probablemente primo hermano de Gregorio Nacianceno y fue educado en una atmósfera religiosa de la aristocracia cristiana de su provincia nativa. Estudio leyes, practicó en Constantinopla pero pronto se retiró a la vida religiosa en las cercanías de su amigo y pariente el "teólogo" Nacianceno.

Pronto se vio en el círculo de la influencia de S. Basilio y parece que durante un tiempo fue miembro de la cristiana "ciudad de los Pobres " que Basilio había construido en Cesarea. A principios de 374 era obispo de la importante sede de Iconium, probablemente colocado allí por Basilio, al que continuó ayudando hasta su muerte (379), en los asuntos eclesiásticos de Capadocia. En adelante se relacionó frecuentemente con Gregorio Nacianceno al que acompañó al Sínodo de Constantinopla (381) donde se encontró y conversó con S. Jerónimo (De Vir. Ill., c. 133).

En la historia de la teología ocupa un lugar prominente por su defensa de la divinidad del Espíritu Santo contra los Macedonianos. S. Basilio le dedicó su libro "Sobre el Espíritu Santo". Escribió una obra similar, que se ha perdido. Sabemos, sin embargo, que la leyó a S. Jerónimo cuando se encontraron en Constantinopla. Su actitud hacia el Arrianismo está bien ilustrada por la anécdota sobre su audiencia con Teodosio y su hijo Arcadio. Cuando el emperador le echo en cara que ignorara la presencia de su hijo, le recordó que el Señor del Universo aborrece los que son ingratos con su Hijo, el Salvador y Benefactor.

Procedió enérgicamente contra los Mesalianos y contribuyó a la extirpación de esa herejía. Sus contemporáneos le tuvieron en gran estima como teólogo y escritor, por no hablar de sus admiradores y amigos ya mencionados. S. Jerónimo dice del trío capadocio (Basilio, Gregorio y Anfiloquio) que "llenan sus libros con las lecciones y sentencias de los filósofos de tal manera que no se sabe qué que admirar más en ellos, si las su erudición secular o su conocimiento espiritual. En la generación siguiente, Teodoreto le describe con términos muy halagadores (Historia de la Iglesia (Historia de la Iglesia IV.10 y V.16), y se le cita en los concilios hasta en 787. La única obra suya genuina conservada, según Bardenhewer (Patrologie, p. 249), la "Epístola Sinódica", una carta contra la herejía Macedoniana en nombre del los obispos de Lycaonia , probablemente dirigida a los obispos de Lycia (Goldhorn, S. Basil., Opp. Sel. Dogm., 630-635). El espurio “Yámbicos a Seleucio” ofrece un temprano e importante catálogo de los escritos canónicos; otros fragmentos falsamente atribuidos, y que circulan con su nombre, son discursos sobre la escritura, cartas dogmáticas o escritos polémicos (P.G., XXXIX, 13-130).

Fuentes

FESSLER-JUNGMANN, Instit. Patrolog., I, 600-604; LIGHTFOOT in Dict. of Christ. Biogr., I, 103-107. Shahan, Thomas. (1907).

Transcrito por Thomas J. Bress.

Traducido por Pedro Royo.