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Martes, 19 de marzo de 2024

Albany

De Enciclopedia Católica

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Diócesis que comprende los condados completes de Albany, Columbia, Delaware, Fulton, Greene, Montgomery, Otsego, Rensselaer, Saratoga, Schenectady, Schoharie, Warren, Washington, y la parte de los condados de Herkemer y Hamilton al sur de la línea norteña de los pueblos de Ohio y Russian, Benson y Hope, en el Estado de Nueva York. Cubre un territorio de 10,419 millas cuadradas (26,985 kilómetros cuadrados). Del total de 852,471 pobladores, 180,030 son Católicos. La mayoría son de origen irlandés, alemán o franco-canadiense, pero hay otras nacionalidades y razas representadas: italianos, polacos, rusos, turcos, griegos, astro-húngaros, eslavos, sirios y algunos afro americanos. PERÍODO COLONIAL Cualquier narrativa general de las primeras misiones dentro de los límites de la diócesis actual de Albany deben incluir, con mayor o menor detalle, las labores de los Jesuitas que llegaron desde Québec con credenciales, primero del arzobispo de Rouen (Francia) y luego del obispo del mismo Québec, ese anciano centro de vida católica. Desde este punto de vista, el territorio acogió en su seno una historia única de celo apostólico, valor a toda prueba, duras penalidades y privaciones soportadas, sangre derramada por la verdad y por muchos años una aparente lucha sin esperanza con las más astutas e ingeniosas tribus indias que vivían en las planicies del Valle de los Mohawk, y cuya cruel naturaleza fue finalmente atenuada por la gentileza y perseverancia de estos misioneros franceses. Su historia inicia con el tratado de Saint-Germaini des Prés (1632), cuando Inglaterra finalmente devuelve Canadá a Francia. El Cardenal Richelieu ofrece originalmente las misiones canadienses a los Capuchinos, que las rechazan y luego a los Jesuitas, que las aceptan. Québec y Montreal, fundadas en la primera mitad del siglo diecisiete, eran los dos focos de todo el ardor e iniciativas misioneras hasta la consagración del Obispo Carrol en 1790, no solo para Canadá y el Noroeste, sino también para todo el territorio adyacente a Canadá, incluyendo el norte y centro de Nueva Cork hasta las empalizadas del Fuerte Orange o Albania, que durante la época de la ocupación inglesa de 1664 estuvieron sujetas al vicariato apostólico de Londres. El misionero pionero en el distrito hoy conocido como una parte de la diócesis de Albany fue el Padre Isaac Jogues, que llegó a Ossernenon o Auriesville en el Condado de Montgomery el 14 de Agosto de 1642, como un prisionero de los crueles y traicioneros Mohawks. Mutilado y desmembrado, escapó gracias a la ayuda de los holandeses en Fuerte Orange y tomando pasaje en un barco que iba a Holanda, llegó a su propio país el día de Navidad. Su sucesor en la cautividad y tortura por la misma tribu fue el Padre Joseph Bressani, un Jesuita romano (1644). Ese mismo año el Padre Jogues regresó a Québec y fue enviado en Mayo de 1646 al territorio Mohawk, como un agente para ratificar la paz con esta tribu. En este viaje llegó al Lago George en la Fiesta de Corpus Christi, y lo bautizó como Lac St. Sacrament. Habiendo recibido promesas de buena voluntad retornó a Canadá, pero engañado y atraído por astutas actitudes de amistad, retornó inmediatamente para establecer una misión entre ellos. En Octubre de 1646 fue muerto con un tomahawk, decapitado y su cuerpo fue tirado al río Mohawk. Entre los que siguieron sus pasos e incluso algunos, sus sufrimientos, estaban los padres Joseph Poncet, Le Moyne y Jacques de Lamberville, que tuvieron la gloria de bautizan, el Domingo de Pascua de 1675 a Tegakouita, llamada Catarina en su acta bautismal, y "el Lirio de los Mohawk" por la tradición católica. Dentro de asentamiento empalizado de Fuerte Orange otra corriente de la historia fluía más tranquilamente que en las sangrientas crónicas de los Mohawk. Sin forzar la veracidad de la historia, esa fundación llamada Fuerte Orange y apellidada Albany, merece el honor de ser el asentamiento europeo sobreviviente más antiguo en los Trece Estados originales. Siendo holandesa al principio, fue arrebatado de los holandeses en 1664 por Carlos II de Inglaterra, quien a pesar de sus reclamos otorgó a su hermano, el Duque de York y Albany, quien posteriormente se convirtió en Jaime II, toda la tierra entre los ríos Connecticut y Delaware. Antes de la transferencia había muy pocos católicos. Dos marinos portugueses en Fuerte Orange en 1626, una mujer portuguesa y un irlandés que estaba de paso y que conoció al Padre Jogues en 1643, eran todos. Después de la posesión inglesa hay evidencia creíble que varios católicos de los Países Bajos se asentaron en Albano en 1677, a los cuales atendía el Padre franciscano Hennepin. En 1682 llegó el Coronel Thomas Dongan como gobernador, el hijo de un baronet irlandés, y luego Conde de Limerick. El proyecto de separar la Cinco Naciones de los franceses, que las habían Ganado por la labor desinteresada de los misioneros, sugirió el plan de colonizarlos en Saratoga bajo la influencia de los jesuitas ingleses, para contrarrestar un proyecto similar de colonización en La Pairie bajo auspicio francés. Los Jesuitas Thomas Harvey, Henry Harrison, Charles Gage y dos hermanos laicos fueron quienes abrieron brecha bajo el nuevo régimen. PERÍODO AMERICANO En 1790 se consagró como Obispo de Baltimore a John Carroll, y se transfirió la jurisdicción de Albany desde los arzobispados de Rouen y Québec. Santa María, la primera iglesia de la diócesis y por muchos años la única iglesia católica entre San Pedro, en Barclay Street, Ciudad de Nueva York y Detroit, fue construida en 1797 durante el episcopado de John Carroll. Debido a su aislamiento, su piedra angular fue colocada por un miembro del consejo administrativo, Thomas Barry. Los primeros sacerdotes durante la época de Baltimore fueron los Padres Thayer, Whelan, O’Brien, D. Mahoney, James Buyshe y Hurley. Los laicos notables fueron James Roubinchaus, Lous Le Coulteaux, David McEvers, Thomas Barry, William Duffy y Daniel Cassidy. El mismo día del año 1808, Baltimore se elevó al rango de arquidiócesis y tres nuevas sedes fueron creadas: Nueva York, Filadelfia y Boston. El nuevo obispo de Nueva York asumió la jurisdicción sobre todo el Estado y Albany escuchó la voz del nuevo pastor. Desde este año hasta el año de su erección como diócesis (23 de abril de 1847) hubo un crecimiento constante de católicos, lento al principio y luego fluyendo con mayor volumen conforme nos aproximamos a los años de la hambruna irlandesas y la cima de la inmigración. Dentro de esta era de Nueva York notamos la fundación de las siguientes parroquias e iglesias: San Pedro, en Troy, 1826, sus sacerdotes pioneros fueron los Reverendos McGilligan, John Shanahan, y James Quinn. St. John’s, en Schenectady, 1830, organizado por el Rev. Charles Smith, de St. Mary's, Albany; su primer pastor el Rev. John Kelly, sucedido por el Rev. Patrick McCloskey. St. John's, Albany, 1837; su primer sacerdote el Rev. John Kelly, y sus sucesores los reverendos McDonough y Patrick McCloskey. St. Patrick’s, en Watervliet, 1840, el primer sacerdote fue el Rev. John Shanahan, luego pastor de St. Peter’s, en Troy. El Rev. James Quinn, asistente en St. Peter, se convirtió en el primer pastor de esta parroquia, sucedido por el Rev. Thomas Martin. Iglesia de la Asunción, en Little Falls, 1841, su primer pastor el Rev. Joseph M. Bourke. St. Joseph’s, en Albany, 1842: Fundada por el Rev. Joseph Shneller, luego en St. Mary’s, Albany donde fue sucedido por los reverendos Newell y P. Hogan. El Rev. John J. Conroy, luego Obispo de Albany, fue su primer pastor. St. Mary’s, en Sandy Hill, 1833 (aunque se menciona por primera vez en el Directorio en 1842), su primer pastor fue el Rev. Padre Guerdet. St. Mary’s, en Troy, fue construido en 1843 por el Rev. Peter Havermans. St. Augustine’s, en Lansingburg, 1844, tuvo como primer pastor al Rev. F. Coyle. Los más prominentes laicos de esa época fueron Peter Morange, Thomas Austen, James Mahar, William Hawe, Patrick McQuade, Peter Cagger, John Stuart, Thomas Geough, Thomas Mattimore, John Tracey, Dr. O’Callaghan, de Albany, John Keenan, de Glens Falls, Keating Rawson, Thomas Sausse y Philip Quinn, de Troy. OBISPOS DE ALBANY (1) El Reverendo John McCloskey, D.D. (después Cardenal), consagrado obispo coadjutor de Nueva York el 10 de Marzo de 1844, transferido a Albany como su primer obispo el 21 de Mayo de 1847. Originalmente seleccionó la venerable Iglesia de Santa María como su catedral y sede episcopal aunque luego, por ser esta no adecuada, inició la erección de la catedral de la Inmaculada Concepción, cuya primera piedra fue colocada el 2 de Julio de 1848 por el Arzobispo Hughes. El edificio, completado con la excepción de una de sus torres gemelas, fue dedicado el 21 de noviembre de 1852. Es muy sugerente que la iglesia fuera bautizada antes de que la Inmaculada Concepción fuera declarada un artículo de fe. Él convocó el primer sínodo diocesano el 7 de Octubre de 1855. Para proveer para la afluencia de inmigrantes irlandeses fundó muchas parroquias, fomentó la construcción de muchas iglesias y aumentó el número de sus sacerdotes. Cuando se vio que el clero secular era insuficiente, invitó a los jesuitas a colaborar, y les encomendó la vasta parroquia de St. Joseph’s, en Troy. Era incansable en sus visitas a cada porción de su extensa diócesis, que comprendía todo el territorio que actualmente esta incluido en las diócesis de Albany, Syracuse y Ogdensburg. Realizó provisiones para la educación católica al instalar Religiosos del Sagrado Corazón en Albany y a los Hermanos Cristianos en Troy. Desarmó prejuicios anti-católicos y anti-irlandeses por medio de su carismática personalidad y las atractivas gracias de su consumada oratoria. (2) El Reverendo John Joseph Conroy, D.D., consagrado el 15 de octubre de 1865. Construyó la hermosa Iglesia de San José en la ciudad de Albany y estableció un hogar para ancianos a cargo de las Pequeñas Hermanas de los Pobres y orfanatos bajo el cuidado de las Hermanas de la Caridad y los Hermanos Cristianos en la misma ciudad. Ya que el clero secular seguía siendo aún inadecuado para cubrir las crecientes e insistentes necesidades del ministerio, animó a los Padres agustinos y a los Conventuales menores a instalarse en su diócesis. Aseguró el futuro de las escuelas católicas estableciendo el celebrado convento de Sagrado Corazón en Kenwook, y solicitando y dando la bienvenida a las fundaciones de las Hermanas de San José, de Carondelet, Mo., las Hermanas de la Misericordia y las Hermanas de los Nombres Sagrados. El segundo sínodo diocesano se llevo a cabo durante su episcopado. (3) El Reverendo Francis McNeirny, D.D., consagrado el 21 de abril de 1872. Compró la rectoría para el clero de la catedral en 12 Madison Place, la chancillería en 125 Eagle Street y la histórica mansión Schuyler como un asilo adicional. Los Terciarios Dominicos, las Hermanas del Buen Pastor y los Padres redentoristas establecieron fundaciones invitados por él. Sistematizó el trabajo de la cancillería, formuló programas de reportes anuales completos de cada parroquia e inició la práctica de convocar sínodos del clero, administrar confirmaciones y visitar canónicamente cada iglesia en su diócesis cada tres años. Conferencias clericales, conducidas metódica y regularmente, fueron su creación y él coronó su episcopado y su vida con su mayor logro: la ampliación y finalización de la catedral añadiendo un arco y la erección de nuevas sacristías y una torre. (4) El Reverendo Thomas M.A. Burke, D.D., consagrado el 1o. de julio de 1894. Erigió la escuela y rectoría de la parroquia de St. Joseph’s, en Albany, mientras fue su rector y evidencio una gran capacidad administrativa en el manejo de sus asuntos. Como obispo amplió el Asilo para Niños en Albany, canceló las deudas de la catedral, la amueblo y renovó y la consagró con una solemne ceremonia el 16 de noviembre de 1902. Con su característica exactitud para todos los procesos canónicos y requerimientos en el tema de los sínodos, visitaciones, erección de parroquias, escuelas, casas de industria y caridad y el mantenimiento de las propiedades de la iglesia, es infatigable y continua con las mejores tradiciones y labores de sus predecesores. CAUSAS DE SU CRECIMIENTO El crecimiento de esta sede se explica enteramente por la inmigración. Los incentivos para esta eran predominantemente industriales. La agricultura tuvo solamente una moderada contribución y como regla general, la tierra fue una opción secundaria. En los primeros años del último siglo el Estado de Nueva York se embarcó en un vasto plan de mejoras internas: la unión de los grandes lagos con el océano mediante un sistema de canales. Ya que Albany era el beneficiario principal de la iniciativa, se convirtió en el principal centro de distribución para el ejército de trabajadores que llegaron en busca de empleo. El trabajo en el Canal de Erie inició en 1817 y fue completado en 1825. El desarrollo del completo sistema de vías acuáticas artificiales se realizó simultáneamente. Estas abrieron un vasto territorio sin habitar para el cultivo, colonización y manufactura. Desde 1831 hasta 1852 se realizó la construcción del ferrocarril y como desde Irlanda estaba llegando a este país una inundación de fugitivos de la hambruna, estos encontraron trabajo remunerado inmediatamente. Las ganancias de estos trabajadores fueron la principal contribución para la erección de las iglesias contemporáneas. Al finalizarse la construcción de canales y vías férreas, algunos de estos extranjeros compraron tierra e iniciaron una vida de agricultura, la mayoría de ellos se unieron a los nuevos asentamientos que surgían desordenadamente a través de las nuevas rutas de viaje, o buscaron residencia en localidades especiales debido a sus prósperas industrias. Albany atrajo multitudes debido a sus florecientes actividades madereras, Ballston debido a sus curtidurías; Choes por su industria de hachas y plantas de algodón y lana; Troy por la manufactura de estufas, clavos, hierro para rieles y collares; Schangticoke y Amsterdam por sus industrias textiles. Durante estos años las facilidades de comunicación hicieron el acceso a la mayoría de la diócesis relativamente simple, y la gente fue atendida por un creciente ministerio. Las secciones del norte y la parte baja del oeste permanecieron aisladas y accesibles solo con grandes dificultades por muchos años, y allí hubo muchas fugas de la Fe. La intolerancia era abundante en las esquinas remotas, y se enfrentó a la profesión de fe y practica católica con difamaciones y desaires, aunque sin violencia. Todo esto se ha superado actualmente con estándares de medida más justos. BENEFACTORES NOTABLES El Rev. John J. Conroy, el Rev. Monseñor McDermott y el Rev. P. McCloskey dejaron legados para la educación. El Rev. Maurice Sheehan, el Rev. William Cullinan y la Sra. De Peter Cagger fueron generosos patrocinadores del Hospital St. Peter’s en Albany. Por sus varias y grandes donaciones la diócesis está en deuda con John A. McCall, de Nueva York; Anthony N. Brady y Eugene D. Wood, de Albany; Thomas Breslin de Waterford; Edward Murphy Jr.; James O’Neil, Francis J. Molloy, Edmund Fitzgerald, Peter McCarthy y Daniel E. Conway, de Troy. En el campo de caridad y utilidad católica, donde la fidelidad a los intereses católicos era y es un principio dominante de conducta, los nombres de Nicholas Hussey, John H. Farrel, Charles Tracey, Peter Cassidy, John W. McNamara, James F. Tracey, John P. McDonough, Edward F. Hussey de Albany y Edward Kelly, P.P Connolly, Cornelius F. Burns y Stephen Duffy, de Troy, merecen una mención especial. EVENTOS IMPORTANTES Dentro de los eventos notables de la historia diocesana esta la erección de la Catedral de la Inmaculada Concepción (1848-52) y su consagración, el 16 de noviembre de 1902; la fenomenal y fructífera carrera del Seminario Provincial de St. Joseph, en Troy, desde 1865 hasta 1896, cuando fue transferido a Dunwoodie, Yonkers, N.Y.; la compra y consagración del Cementerio de St. Agnes, en Albany en 1867; la formación de la Diócesis de Ogdensburg en 1872 y de Syracuse en 1886; ambas previamente incluidas dentro de la Diócesis de Albany, la llegada de las Hermanas de la Caridad (1840), los jesuitas (1849-1900), los Hermanos Cristianos (1851), Señoritas del Sagrado Corazón (1853), Padres agustinos (1858), Hermanas de San José (1860), Hermanas de los Sagrados Nombres (1865), Hermanas de la Misericordia (1865), Conventuales menores (1867), Hermanitas de los Pobres (1871), Terciarios dominicos de Santa Catarina de Ricci (1880), Hermanas del Buen Pastor (1884), redentoristas (1886). ESTADÍSTICAS El clero para el año 1906 era de 214, de los cuales 168 eran sacerdotes diocesanos y 49 regulares (franciscanos, agustinos, redentoristas y salesianos) Los hermanos que enseñaban son 55, incluyendo 44 Hermanos Cristianos. Las Hermanas, o religiosas, son 698; las parroquias con sacerdotes residentes, 105; misiones con iglesias, 49. Las escuelas parroquiales son 42, con 15,133 alumnos (7,107 hombres y 8,026 mujeres). Un seminario preparatorio (en Troy) tiene 59 alumnos. Hay dos colegios con 79 alumnos y 19 academias con 894 pupilos. Hay 11 asilos con 1,455 niños; 3 hospitales con una lista diaria de 197 pacientes; 2 Casas del Buen Pastor con 245 internos; 2 Casas de Hermanitas de los Pobres, con 328 internos, 2 Casas de Retiro, mantenidas por las Hermanas Dominicas, con 35 internos; 2 Casas para Mujeres, con 15 internas; y la Casa Seton para Niñas Trabajadoras, con 20 internas. Información de la Publicación Escrita por John Walsh. Transcrita por Joseph L. Soper. La Enciclopedia Católica, Volumen I. Publicado en 1907. Nueva York Robert Appleton Company. Nihil Obstat, Marzo 1, 1907. Remy Lafort, S.T.D., Censor. Imprimatur. +John Cardenal Falrley, Arzobispo de Nueva York. Bibliografía BRODHEAD, History of the State of New York (Nueva York, 1853-71); MARTIN, Life of Father Jogues, (Traducción al Inglés, Nueva New York, 1896); Dongan Reports in vol. III of Documents relating to the Colonial History of New York (Albany 1853); O'CALLAGHAN, Documentary History of the State of New York (Albany, 1849-51); FOLEY, Records of the English Province of the Society of Jesus (London, 1877-83); JOHN GILMARY SHEA, History of the Catholic Church in the United States (New York, 1886-92); HOWELL - TENNEY, History of Albany and Schenectady Counties (New York, 1886); WEISE, Troy's One Hundred Years (Troy, 1891); Albany Argus, 26 Jan. 1813; O'CALLAGHAN, History of New Netherland (New York, 1846-48).