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Sábado, 21 de diciembre de 2024

Adoración perpetua

De Enciclopedia Católica

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Expresión usada generalmente para designar la adoración prácticamente sin interrupción del Santísimo Sacramento. El término es utilizado en un verdadero sentido literal, por ejemplo para indicar que la adoración es físicamente perpetua; y más a menudo, en un sentido moral, cuando se interrumpe solamente por un corto espacio de tiempo, o por razones imperativas, o por circunstancias fuera de control, para reanudarse sin embargo, apenas sea posible, o también puede indicar una adoración ininterrumpida por un período más largo o más corto, de un día o unos cuantos días, tal como sucede en la devoción de las cuarenta horas. Puede indicar asimismo una adoración ininterrumpida en una iglesia en particular o en diferentes iglesias en una localidad, diócesis, país, o en el mundo entero.

En los registros de la Iglesia primitiva no se encuentran rastros de la existencia de un culto similar, al Santísimo Sacramento de carácter extra-litúrgico. De hecho, Christian Lupus señala que en los tiempos de San Ambrosio y San Agustín era costumbre que los neófitos adoraran al Santísimo Sacramento expuesto, por ocho días a continuación de su bautismo, pero no se presenta prueba sólida al respecto. Aparece por primera vez a finales de la Edad Media, aproximadamente al comienzo del siglo XIII. Podrían hacerse conjeturas que dicha adoración estaba relacionada con el hecho de la reserva en la Iglesia primitiva, especialmente en vista del deseo evidente de que la Eucaristía representara la unidad y continuidad de la Iglesia, ya que es improbable que no existiera algún tipo de continuidad en la adoración evidentemente manifestada a la Hostia en la Synaxis. Pero no puede insistirse en tal conjetura en base a lo siguiente:

  • en vista de que es muy interesante que no existan rastros de este tipo de adoración en las vidas de los santos que se han destacado por su devoción al Santísimo Sacramento en la Santa Comunión. Por eso llama la atención que San Ignacio en “Los Ejercicios Espirituales”, no diga una sola palabra acerca del Santísimo Sacramento cuando dirige la atención a la invariable presencia de Dios como motivación para despertar el amor en sus criaturas.
  • debido a la práctica de la Iglesia Griega que aún en nuestros días, a pesar de creer explícitamente en la transubstanciación, no ha considerado nunca a Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento, como “nuestro compañero y refugio así como nuestro alimento” (Thurston).

La lentitud con que se ha puesto en boga la exposición del Santísimo Sacramento así como el también lento desarrollo de la costumbre de hacer visitas al Santísimo Sacramento (El Padre Bridgett afirma no haber encontrado un solo ejemplo claro en Inglaterra de una visita al Santísimo Sacramento en la época anterior a la Reforma (Thurston, ib)}, pone de manifiesto lo difícil que es afirmar la existencia de la adoración, ya sea perpetua o temporal, fuera del ámbito de la Misa y de la Santa Comunión, dado que estas formas de devoción están íntimamente ligadas. La mayoría de los expertos en liturgia, con toda justicia atribuyen la exposición del Santísimo Sacramento y su adoración especial, al establecimiento de la Fiesta de Corpus Christi. Sin embargo, cabe destacar que la primera instancia de adoración perpetua de la que hay constancia, es anterior a Corpus Christi y ocurrió en Aviñón. El 11 de septiembre de 1226, en cumplimiento del deseo de Luis VII, quien acababa de obtener la victoria sobre los albigenses, en acción de gracias, se expuso el Santísimo Sacramento cubierto con un velo, en la Capilla de la Santa Cruz. Fue tan grande la muchedumbre, que el obispo, Pierre de Corbie estimó convenientecontinuar la adoración por la noche así como de día, propuesta que posteriormente quedó ratificada mediante la aprobación de la Santa Sede. Esta verdadera adoración perpetua fue interrumpida en 1792 y se reanudó en 1829, gracias a los esfuerzos de la“Confraternidad de los Penitentes-Gris” (Anales del Santo Sacramento, III, 90). Se dice que en la Catedral de Lugo, España ha habido adoración perpetua por más de mil años en expiación de la herejía Prisciliana. (El Cardenal Vaughan hace referencia a esto en una carta oficial al Cardenal Primado de España, 1895).

Historia

No fue sino hasta en el siglo XV que la exposición seguida de la adoración se convirtió en una práctica generalizada. Es curioso hacer notar que estas adoraciones eran generalmente por alguna razón especial, por ejemplo, para pedir la curación de un enfermo, o en la víspera de una ejecución, en la esperanza que el condenado tuviera una buena muerte. La orden de benedictinos reformados “Religioso bianchi del corpo di Gesú Christo,” se unieron en Citeaux en 1393, y fueron aprobadas más tarde como una comunidad separada, dedicándose a la adoración del Santísimo Sacramento. Felipe II de España fundó en el Escorial la Vigilia del Santísimo Sacramento, en la que religiosos en pares sucesivos permanecen constantemente día y noche, ante el Santísimo Sacramento. Pero prácticamente, la devoción de las Cuarenta Horas, iniciada en 1534, y establecida oficialmente en 1592, fue verdaderamente la que desarrolló en forma general la adoración perpetua, diseminando la adoración en una o varias iglesias de Roma hasta que gradualmente se extendió a todo el mundo, de forma que puede decirse en verdad que durante cada hora del año, el Santísimo Sacramento, expuesto solemnemente, es adorado por multitudes de fieles. En 1641 el Barón de Renty, famoso por su devoción al Santísimo Sacramento, fundó en la parroquia de San Pablo en París, una asociación de damas para la adoración perpetua. En 1648, en San Sulpicio se estableció la adoración perpetua, día y noche en reparación por los ultrajes cometidos por los ladrones contra la Sagrada Hostia. La adoración perpetua fue fundada en Lyons, en 1667, en la Iglesia de Hotel Dieu. Desde entonces se han hecho varias fundaciones en diversos sitios y por diferentes personas tanto religiosas como laicas, cuya historia puede seguirse en la valiosa obra titulada “Histoire du Sacrement de l’Eucharistie”, escrita por Jules Corblet (II, XVIII). El último acontecimiento que es importante anotar aquí, es la organización en Roma en 1882, de “La adoración perpetua de Naciones Católicas representadas en la Ciudad Eterna”. Su objetivo es ofrecer reparación a Dios, renovada diariamente por algunas de las naciones católicas representadas en Roma, en las iglesias en las cuales se celebran las Cuarenta Horas, de la siguiente manera:

  • El domingo, Portugal, Polonia, Irlanda y Lombardía;
  • El lunes, Alemania, Austria, Hungría y Grecia;
  • El martes, Italia
  • El miércoles América del Norte, América del Sur y Escocia;
  • El jueves, Francia
  • El viernes, las Misiones Católicas y Suiza;
  • El sábado, España, Inglaterra y Bélgica.

Esta organización tiene filiales en todo el mundo.

Es interesante destacar la propagación de la adoración perpetua en Francia durante los siglos XVII y XVIII, en todas las iglesias y capillas de ciertas diócesis. La referencia más antigua de estas prácticas es en 1658, cuando las iglesias de la Diócesis de Chartres abrían sus puertas con este propósito desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde y dondequiera que hubiesen comunidades religiosas con capilla, la adoración continuaba día y noche. De igual forma en Amiens (1658); en Lyons (1667); Evreux (1672); Rouen (1700); Boulogne (1753). En esta última diócesis, las parroquias estaban divididas en doce grupos, representando los doce meses del año, y cada grupo constaba de tantas parroquias como días en el mes representaban. A cada iglesia en cada grupo se asignaba un día para la adoración. En Baviera el trabajo de la adoración perpetua comenzó en 1674, cayó en desuso, pero se reestableció en 1802, y a mayor escala en 1873. La adoración perpetua se interrumpió en Francia por la Revolución, pero fue restaurada bajo Luis Felipe en algunas diócesis pero especialmente en 1848, por la influencia del famoso pianista Hermann Cohen, quien después vino a ser Carmelita Descalzo bajo el nombre de Pére Augustin del Santísimo Sacramento. En seis diócesis francesas, la adoración es estrictamente perpetua. También ha prosperado en Bélgica, en diversas diócesis de Alemania, en Italia, México, Brasil y otros países suramericanos, en los Estados Unidos y Canadá, y aun en Oceanía.

La adoración nocturna se lleva a cabo en muchos países y está a cargo de asociaciones de hombres. La primera confraternidad para la adoración nocturna se llamaba “Pia Unione di Adoratori del SS. Sagramento” y fue fundada en Roma en 1810. En París, antes de la aprobación de la Ley de Asociaciones, la adoración nocturna era practicada en más de 130 iglesias y capillas por más dos mil quinientos hombres. La adoración nocturna en Roma, fue fundada en 1851 y erigida en archiconfraternidad en 1858, y prácticamente completa la cadena de asociaciones que rinden adoración perpetua al Santísimo Sacramento, en el sentido estricto de la palabra. Sería imposible dar aquí cuenta exacta del enorme número de asociaciones Eucarísticas, laicas y religiosas, dedicadas a la obra de la adoración perpetua. Además de las comunidades y asociaciones arriba mencionadas, se enumeran a continuación las sociedades más importantes cuyo objetivo es la adoración perpetua. Una lista relativamente completa puede hallarse en Corblet (op. Cit., II, 444 sqq.).

  • La Sociedad de Picpus, fue fundada en 1594, teniendo como objeto honrar la vida oculta de Cristo, por medio de la adoración perpetua del Santísimo Sacramento.
  • En 1868 el Papa Pío IX otorgó el privilegio de la adoración perpetua a las Hermanas de la Segunda Orden de Santo Domingo en el monasterio de Quellins, cerca de Lyons, Francia. Esta orden fue fundada por el propio Santo Domingo en 1206, y sus constituciones están basadas en la Regla de San Agustín. El privilegio de la adoración perpetua fue extendido a unos pocos monasterios, tales como los de Newark, New Jersey, Hunt’s Point, y la Ciudad de New York, que fueron fundados por Quellins, pero no a los otros conventos de esa orden.
  • En 1647 las Bernardinas de Port Royal se asociaron al Instituto de la adoración perpetua del Santísimo Sacramento, y se unieron al nombre original de las Hijas del Santísimo Sacramento.
  • Por medio de Mére Matilde quien era benedictina, Ana de Austria fundó en 1654, la primera comunidad de Benedictinas de la adoración perpetua del Santísimo Sacramento, que es un instituto que se difundió ampliamente en toda la Europa continental. Sus miembros hacen un voto solemne de adoración perpetua. Durante la Misa conventual uno de los miembros de la comunidad se arrodilla en medio del coro, generalmente con una cuerda alrededor del cuello y sosteniendo una antorcha encendida en reparación a los frecuentes insultos en contra de la Sagrada Eucaristía. La palabra clave para ellas es “Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar”. Este es su saludo en todas sus cartas y visitas, la dicen al comienzo de su oficio, es la primera palabra que pronuncian al despertarse y la última al acostarse.
  • La Orden de Religiosos de San Norberto fue fundada en 1767 en Coire, (Suiza), se dedican a la adoración perpetua del Santísimo Sacramento, entonando himnos en alemán.
  • Las Adoradoras Perpetuas del Santísimo Sacramento, conocidas comúnmente como las Sacramentinas, fueron fundadas en Roma por una hermana franciscana y su orden fue aprobada por el Papa Pío VII en 1807. Durante la adoración nocturna, el Santísimo Sacramento permanece en el tabernáculo.
  • Las Hermanas de la Adoración Perpetua en Quimper fueron fundadas en 1835. Además de la Adoración perpetua, se dedican a educar a jóvenes para el trabajo doméstico o les enseñan un oficio.
  • Existe una Congregación de Religiosas de la Adoración Perpetua que fue fundada en 1845 en Eisiedeln, Suiza. Las hermanas llevan un pequeño ostensorio sobre el pecho, para indicar su función especial de adoradoras perpetuas.
  • La Congregación de las Hermanas de la Adoración perpetua y de las Iglesias Pobres, fue fundada originalmente en Bélgica y tienen casas en todo el mundo. Por un decreto especial de la Congregación de las Indulgencias, la sede de esta archiconfraternidad fue transferida a Roma en 1879, donde absorbió a la archiconfraternidad del mismo nombre que ya existía allí. Su obra, no obstante, no está estrictamente dedicada a la Adoración perpetua.
  • La Sociedad del Santísimo Sacramento, fundada en 1857 por el Pére Eymard, es quizás la más conocida de todas. Sus miembros se dividen en tres clases: (a) los religiosos contemplativos, consagrados a la adoración perpetua; (b) los religiosos tanto contemplativos como activos, dedicados al ministerio sagrado; (c) la Tercera Orden, sacerdotes o laicos, quienes siguen sólo una parte de la regla. Esta sociedad mantiene una publicación Eucarística mensual titulada “Le Trés Saint Sacrement” (“El Santísimo Sacramento”). Tienen también una sociedad auxiliar de religiosas, y tienen casas en todo el mundo. Sus casas de Montreal, Canadá y de la ciudad de Nueva York son muy conocidas.
  • La Liga Eucarística de Sacerdotes, a través de su publicación mensual “Emmanuel”, prácticamente mantiene la adoración perpetua entre sus sacerdotes miembros.

Sería imposible enumerar las indulgencias especiales que corresponden a estas diferentes Asociaciones.


Fuente: McMahon, Joseph. "Perpetual Adoration." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01152a.htm>.

Traducido por Julia A. Jarquín