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Domingo, 22 de diciembre de 2024

Acton Charles Januarius

De Enciclopedia Católica

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(Actus et Potentia) Una expresión técnica en terminología escolástica I. Los términos actus y potentia fueron utilizados por los escolásticos para traducir los vocablos energeia o entelecheia y dynamis, acuñados por Aristóteles. No hay una palabra única en inglés, ni tampoco en castellano, que sea una traducción exacta de cada uno de ellos. Acto, acción, actualidad, perfección, determinación, expresan los diversos significados de actus; potencia, potencialidad, poder, capacidad, los de potentia. En general, potentia significa una aptitud para cambiar, para actuar o para ser influido, para otorgar o recibir alguna determinación nueva. Actus significa el cumplimiento de tal capacidad. Por eso, potentia se refiere siempre a algo que actualmente existe sólo como un germen que debe ser desarrollado; actus denota la respectiva realidad realizada. En una palabra, potentia es el ser a determinar, actus el ser determinado. En consecuencia, el término actus tiene una extensión más amplia que acto u operación. Toda operación es un actus, porque es el complemento de un poder, pero todas las otras perfecciones y determinaciones, cualquiera sea su naturaleza, son también actus. Por otro lado, el ser en potentia no tiene que ser identificado con el ser posible. Este último pertenece al orden lógico, es una noción cuyos elementos no implican contradicción. El primero pertenece al orden real, existe en un sujeto que, aunque indeterminado, es capaz de determinación. Potentia es más que un mero estado de futuro, que hace referencia sólo al tiempo, ya que implica una aptitud positiva a ser realizada en el futuro. Sería un error identificar los términos escolásticos actus y potentia con la energía actual y potencial de la física. Estos últimos términos se aplican sólo a sustancias materiales, y son exclusivamente dinámicos, y significan la capacidad para hacer un trabajo o la ejecución actual de un trabajo. Los términos escolásticos se aplican a todo, incluidos los seres espirituales, y se refieren a cualquier realidad que ellos poseen o pueden adquirir. La "energía" (actus) aristotélica como tal, considerada como actualidad, nunca puede ser potencial, estos dos términos se oponen mutuamente. Actualidad y potencialidad son mutuamente excluyentes, dado que uno significa la presencia, y el otro la ausencia de la misma determinación. Más aún, en todos los seres, excepto Dios (ver ACTUS PURUS) hay una combinación de actualidad y potencialidad, ya que poseen algunas determinaciones y son capaces de adquirir otras. Inclusive, la misma realidad puede ser considerada como actualidad o potencialidad, según que tengamos un punto de vista retrospectivo o prospectivo. En el hombre, habilidad y ciencia son actualidades si las comparamos con la naturaleza humana que ellas presuponen. Pero si las comparamos con las acciones mismas, o con el recuerdo actual del conocimiento adquirido con la conciencia, ellas son poderes o potentiae. Si conservamos el mismo punto de vista, es imposible para la misma cosa ser al mismo tiempo in actu e in potentia con respecto a la misma determinación.

Aristóteles y santo Tomás explican esta teoría mediante muchas imágenes, una de las cuales será suficiente. La estatua existe potencialmente en el bloque de mármol, porque el mármol tiene una aptitud para recibir la forma de una estatua. Esta aptitud es algo real en el mármol, dado que muchas otras sustancias están privadas de ello. Es una potencialidad receptiva. Respecto a la estatua misma, el escultor tiene el poder, mediante su acción, de esculpir el mármol y darle la forma de una estatua. El suyo es un poder activo, una habilidad o capacidad real, que está ausente en muchas otras personas. En orden a tener la estatua actual (actus), es necesario para el escultor ejercitar (actus) su habilidad real (potentia) sobre una sustancia que todavía no es una estatua, pero que tiene una aptitud real (potentia) para convertirse en una de ellas. No puedo formar una idea de la potencialidad del mármol o de la habilidad del escultor, a menos que yo primero conozca lo que está significado por una estatua actual. De la misma manera, el hombre que nació ciego es incapaz de comprender lo que está significado por la facultad de la visión. En general, potentia no tiene sentido y no puede ser definida, si no es a través del actus respectivo.

II. La distinción entre potentia y actus está a la base de todo el sistema escolástico de filosofía y teología, y además lo completa. Cualquier cosa que es determinable es considerada como potencial respecto a la determinación actual. Género y especie, sujeto y predicado, cantidad y figura, niño y adulto, materia y forma de los sacramentos, etc., son ejemplos de potencialidad y actualidad. Aquí tenemos que limitarnos a las aplicaciones fundamentales en metafísica y en psicología (1). En metafísica, la distinción recorre las diez categorías aristotélicas. Todo ser, ya sea sustancia o accidente, es o in actu o in potentia. La esencia de las creaturas es una potencialidad con respecto a su existencia. Las sustancias materiales están compuestas de materia primera y forma sustancial (ver Materia y Forma), ser materia es una pura potencialidad, es decir, totalmente indeterminada, y ser forma es la primera determinación dada a la materia. La causa eficiente es entonces una aplicación de potencialidad y actualidad; la causa, cuando está en reposo, conserva la capacidad de ser. El cambio es un tránsito del estado de potencialidad al de actualidad. Generación, crecimiento y evolución supone una capacidad que se realiza (2). En psicología se pone un éfasis especial en la realidad de las potentiae o facultades, y en su distinción tanto del alma como de sus operaciones. Los sentidos externos están determinados por un estímulo externo (ver Especies), que les da la determinación necesaria al acto de percepción. Los sentidos internos (sensus communis, phantasia, memoria, aestimativa) dependen de las sensaciones externas para su ejercicio. La memoria y la imaginación preservan in potentia rastros de impresiones pasadas, y cuando las condiciones propias se verifican la imagen se hace actual. No tenemos ideas innatas, sino que al comienzo la inteligencia humana es simplemente un poder para adquirir ideas. Por su operación, el poder activo del intelecto (intellectus agens) forma las especies inteligibles o la determinación necesaria a la inteligencia (intellectus possibilis) para su acto cognitivo. Toda tendencia y deseo está actualizada por algún bien que uno se esfuerza en adquirir. En la psicología racional el hombre es concebido como un ser sustancial, compuesto de cuerpo y alma o de materia y forma, unidas como potentia y actus.

Hoy en día hay una tendencia en casi todas las ciencias hacia las teorías de "actualidad". Pero si se analiza cuidadosamente, tales teorías ocultarán necesariamente elementos potenciales. En todas las cosas encontramos capacidades para un desarrollo y una evolución ulterior, fuerzas y aptitudes que serán utilizadas poco a poco. En la terminología escolástica, éstas ahora son reales pero no actuales, ya que existen solamente como potentiae que para manifestarse ellas mismas, esperan su propia actualización.

C.A. DUBRAY Transcripto por Bob Knippenberg Traducción por José Arturo Quarracino