Acanthus, bot.
De Enciclopedia Católica
Planta nativa de la parte central de Europa, sus hojas han sido utilizadas en todas las edades como ormamento. Hay dos variedades, una silvestre y espinosa, y una con ramas suaves sin espinas. El Acanthus aparece por primera vez en las artes, en la antigua Grecia. Fue elegido con propósitos decorativos debido a la belleza de sus hojas, así como por su abundancia en el suelo Griego. Al principio fue tomado directamente de la naturaleza. La escultura griega le rinde honor, no importando si se trata de la variedad suave o la espinosa, mostrando fielmente su carácter, su textura y el modelo de la hoja. Durante el siglo quinto antes de Cristo, el Acanthus tomo un importante papel en la arquitectura y fue el principal adorno de la capital Corintia. El Acanthus que hoy se encuentra en el arte oriental data de la conquista de Alejandro en el este.
Traducción: Andrea Torres-Barragán