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Martes, 19 de marzo de 2024

Diferencia entre revisiones de «Studia Limensia Capítulo III: Las murallas de la Ciudad de los Reyes, y su relación con los Arcángeles Arcabuceros»

De Enciclopedia Católica

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3) Los Arcángeles combaten a los enemigos del Reino de Dios: Los demonios, los secuaces del Falso Profeta, y los observantes de la Ley Mosaica. Los Arcángeles Arcabuceros combaten a los enemigos del Reino del Perú, que no son otros que los enemigos del Reino de Dios. La Sagrada Eucaristía es la savia vital de la Urbe, y del cristiano.
 
3) Los Arcángeles combaten a los enemigos del Reino de Dios: Los demonios, los secuaces del Falso Profeta, y los observantes de la Ley Mosaica. Los Arcángeles Arcabuceros combaten a los enemigos del Reino del Perú, que no son otros que los enemigos del Reino de Dios. La Sagrada Eucaristía es la savia vital de la Urbe, y del cristiano.
  
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Revisión de 00:51 30 jul 2020

El capítulo II termina diciendo que Lima, sus murallas, sus habitantes y la Fe quedarán incólumes. Comenzaremos el capítulo III, explicando el protagonismo de las Jerarquías angélicas en el logro de esta <<triumphante incolumidad>>. Que es Corporativa, social y personal, General y particular. Tanto en el plano personal, como el plano colectivo, veremos plasmada la idea de la defensa del castillo interior [1], conformado por murallas concéntricas. Este concepto es válido tanto para lo hercotectónico alegórico [2] - que veremos en este capítulo-, como para la experiencia mística. El hombre goza de la compañía, consejo y protección del Santo Ángel de la Guarda. Esto es una verdad de Fe. Las Naciones, gozan, igualmente, de la protección de un Ángel tutelar. Esta es otra verdad de Fe. Sabido esto, es fácil comprender el protagonismo de los Santos Ángeles en la Historia de la Salvación. Además, explica el origen del afecto, y la gratitud general frente a estos auxilios sobrenaturales. En el presente capítulo, explicaremos la vinculación de los Arcángeles Arcabuceros en la defensa de la Ciudad. Dejaremos para un capítulo posterior[3] , el afecto particular de la ciudad, a los Santos Ángeles [4]. Por coherencia, y correspondencia iconográfica, podemos afirmar, rotundamente, que existe trabazón lógica entre el tema de los Santos Arcángeles Arcabuceros y la defensa de la ciudad de Los Reyes. También, con otros temas de la iconografía religiosa virreinal. La Ciudad de los Reyes, es Nueva Sión. Es Nueva Damasco, Es Ciudad de Dios: No es <<Ciudad Santa>>, pero es Ciudad de Santos. Sin embargo, por ser <<Ciudad de Dios>>, es Ciudad Santa “in fieri” (en devenir): Urbe con vocación de santidad. Otros marcadores no menos importantes, sobre este asunto, son: La planta de la fortaleza de los Caballeros Hospitalarios [5], y los diseños Urbanos de Eximenix [6]. Estos marcadores nos permitirán desarrollar, en su momento, los conceptos de Ciudad Baluarte [7] de la Fe, Puerto de Salvación, e Iglesias-baluarte. Dicho de una manera breve, Lima entendida como una Christianopolis y Uranopolis. La pedagogía de este capítulo se basa en estas ideas 1) La Cristianópolis tiene como centro, como Castillo interior, al Sagrado Corazón Eucarístico, que Reina desde la Iglesia del Sagrario. San Miguel Arcángel es el Capital General de esa Fortaleza. 2) El asiento del alma del cristiano es su corazón. Es su castillo interior, en el que mora Cristo-Eucaristía, merced a la manducación del Santísimo Sacramento. El Santo Ángel de la Guarda, es el custodio de este castillo personal. 3) Los Arcángeles combaten a los enemigos del Reino de Dios: Los demonios, los secuaces del Falso Profeta, y los observantes de la Ley Mosaica. Los Arcángeles Arcabuceros combaten a los enemigos del Reino del Perú, que no son otros que los enemigos del Reino de Dios. La Sagrada Eucaristía es la savia vital de la Urbe, y del cristiano.

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Presentaremos pruebas confirmatorias de Sermonarios, de la Poesía Histórica, la Poesía Heroica, los Emblemas Heroicos, la Música de Capilla de la Ciudad de los Reyes y de la Ciudad de México, y los devocionarios que ponen de relieve la gratitud del orbe cristiano a San Miguel Arcángel, a las Milicias Celestiales, y en especial al Santo Ángel de la Guarda. A demás, veremos que la alusión bélica mana de las Sagradas Escrituras, tanto para Dios Todopoderoso [8] , las Legiones de Ángeles [9], la Legión de demonios , y la Virgen Gloriosa y Bendita. Todo lo mencionado aquí da sustento a la lo que afirmamos: La Ciudad de los Reyes es Nueva Sión, que resultará victoriosa sobre sus enemigos. Será elevada a los cielos con los ciudadanos redimidos en el día postrero. Lima se ajusta a los parámetros modélicos de la Jerusalén celeste, que es guardada por centinelas celestiales y defendida por turbas angélicas, que obedecen a María Belona [10] , Reina de los Ángeles. También sirve de argumento a los villancicos de batalla peruanos y novohispanos [11].


Los Ángeles-centinelas aparecen en los grabados de la Jerusalén celeste . Este el fundamento emblemático, junto con otros, de la existencia de los Arcángeles Arcabuceros. El asunto del los <<Arcángeles Arcabuceros>> ha sido la incógnita dominante, de la interpretación pictórica del Arte Barroco, desde finales del siglo XX. Sobre asunto, se han publicado muchos libros, presentado incontables tesis, y pronunciado conferencias por todo el mundo. No es cierto que los Ángeles Arcabuceros sean exclusivos del Virreinato del Perú. También se les encuentra en España, en la localidad de Chera . No es cierto que sea una apropiación y manifestación sincrética de los Arcabuceros del Tercio de Flandes, grabados por Jacobo de Gheyn . No es así: El modelo y la aplicación deben ser entendidos como cañones paralelos de la misma escopeta. Es decir, una moraleja para asuntos Temporales, y una catequesis para asuntos Eternos. Al abstraer a los Santos Arcángeles Arcabuceros de su contexto barroco -que no es otro que el de la lucha contra el Islam - de inmediato se les enmudeció, porque se quebró el binomio <<imagen y palabra>>, propio de la pedagogía pictórica barroca. Esta mudez no desalentó a los intérpretes, y buscaron hacerlos hablar, pero por mala boca: las huacas inmundas, y los testimonios de los cronistas. Se abrió entonces el Ánfora de Pandora: Se sumaron <<Las Jerarquías angélicas de San Dionisio Aeropagita>>, los <<Ángeles de los escritos apócrifos>> , por mencionar solo a aquellas fuentes que parecían ser idóneas. Se creyó, simplemente, que el problema estaba resuelto identificando las imágenes con las jerarquías angélicas; con decir qué nombres eran canónicos, y cuáles no. Para explicar la presencia de arcabuces se usó la puerta falsa del escape; es decir el Sincretismo. De ahí en adelante, los Santos Ángeles de Dios, espíritus gloriosos, quedaron reducidos a la mera antropomorfización del rayo, del trueno y del relámpago. Propondremos aquí, una visión panorámica desde la óptica del Barroco, a la luz de los acontecimientos “actuales” de entonces, y de su conmemoración para perpetua memoria. La serie de <<Arcángeles Arcabuceros>> forma parte de la panoplia iconográfica conmemorativa de la Victoria sobre el Gran Turco, en Lepanto. Lo que se deduce de la iconografía se puede probar bibliográficamente. El empleo de voces tales como <<Milicia Christiana>>, <<Capitan General>>, <<Turcos>>, <<Batalla Naval>> y <<Lepanto>> puede encontrarse en numerosos sermonarios barrocos. Basta con consultar las tablas de materias. No se puede negar que éste, fue un asunto predicable: <<Celebran en el Cielo el Nacimiento de esta Gran Reina (Virgen María. Baxaron el Nombre de María en unas tarjetas sobre sus pechos. Son Exércitos celestiales. Fueron vistos vestidos de blanco y con espada, peleando contra los Turcos en la Batalla Naval. Son innumerables . Batalla: La que dio en el Mar de Lepanto la Liga Católica contra la Armada del Turco. La que dio el Pontífice León contra los Moros y les venció con el patrocinio de la Virgen del Rosario. Capuchinos: Iban treinta en las Galeras del Pontífice por Capellanes en la Batalla Naval contra los Turcos. Las Cruz es el Árbol de la Nave de la Iglesia. Demonios: Huyen cuando invocamos a la Virgen María. Tres son las principales armas con la es vencido el demonio: Oración, temor de Dios, y dolor de los pecados. Misericordia de Dios.


Del Glorioso san Miguel Arcángel, solo suele decirse que es el Príncipe de las Milicias Celestiales. Sin embargo, en tiempos barrocos, fue muy amado, y se le compusieron elogios que sin duda causarán sorpresa. Se le dispensan dictados tan gloriosos que solo ceden paso a aquellos con que la Iglesia obsequia a la Virgen Gloriosa y Bendita. En estos Elogios, se le moteja: Alférez de Cristo. Presidente del Paraíso. Príncipe tres veces Santo. Príncipe Gloriosísimo. Príncipe Potentísimo. Príncipe de la Iglesia Triumphante [sic]. Príncipe de la Iglesia Militante. Príncipe de los Príncipes Celestiales. Príncipe de las Jerarquías Angélicas. Sumo Ministro de la Santísima Trinidad. Sumo Sacerdote de la Divina Majestad. Espejo clarísimo de la Divinidad. Ejemplar admirable de la humildad. Fulminador del Capitán de la Soberbia. Fulminador Glorioso del Anticristo. Espíritu de la Boca del Señor. Espíritu de los Labios del Salvador. Confortador del Angustiado Redentor [18]. Ángel de Paz. Ángel de Victoria. Custodio de los Ángeles. Custodio de los Fieles. Distribuidor de los Ángeles Custodios. Patrón Protector de la Iglesia. Patrón Protector de la Naturaleza Humana. Secretario del Altísimo. Vice Dios dignísimo. Mayordomo de Dios fidelísimo. Gran Capitán de los Ejércitos de Dios. Máximo Defensor de los Ejércitos Cristianos. Máximo Defensor de la Fe Católica. Promulgador de la Ley Escrita. Propagador de la Ley de Gracia, y Naturaleza. Primogénito de todos los Dones de Gracia y Naturaleza. Clarísima Estrella de la Angélica Belleza. Padre de la República Celestial. Lumbrera del Orbe. Ilustrador de los Santos. Fiador de los Pecador. Juez y recibidor de las Almas. Cabeza de los Ángeles. Emperador de los Arcángeles, Virtud de las Virtudes. Potencia de las Potestades. Príncipe de los Principados. Señor de las Dominaciones. Majestad de los Tronos. Primado de los Querubines. Primado de los Serafines. Corifeo de todos los Espíritus infernales [19]-. El Jesuita Juan Eusebio

En la Ciudad de los Reyes, Además de la Virgen Gloriosa, fueron manifiestamente ostensibles las efigies de San Miguel Arcángel y San Agustín. Quedan consignados los dictados con los que la Cristiandad saluda a San Miguel Arcángel. Del Santo Obispo de Hipona se dice: <<Capitán General de la Milicia Christiana. Defensor acérrimo de la Fe Catholica. Lumbrera grande de la Iglesia. Órgano y lengua de la Sabiduría Divina. La Cítara más armoniosa de la Trinidad Santísima. Sal y Sazón de las Ciencias. Armería espiritual contra el infierno. Fenix glorioso de la Africa. Camino seguro de la vida, y de la mayor santidad, norma, y pauta rectísima.>> Estos dictados, que son análogos de los que se predican de otros fundadores de Órdenes, lo elevan al rango de Padres Seráficos, tal como ocurre con San Francisco, San Ignacio de Loyola y Santo Domingo. Órdenes, cuyos predios, son en la Ciudad de los Reyes, lglesias-baluarte de la Iglesia del Sagrario.



Jenízaros del Demonio y los Santos Ángeles de Dios

El carácter pedagógico aglutinante y sintético del Barroco resume, en estas representaciones, la lucha contra el Mal. Dado el contexto, el Mal es sinónimo de Islam, Imperio Turco, Lutero, los herejes, y los apóstatas. Es decir, los instrumentos del demonio: el Falso Profeta, el que altera "la iota de la Escritura", el que niega la Divinidad de Cristo, y la Virginidad perpetua de María, Madre de Dios.

Entre los Ejércitos del Mal, el más rabioso, es el de los jenízaros . La Milicia Celeste más gloriosa, es la de los Santos Arcángeles. La primera adolece de la debilidad de los vicios, y la segunda goza de la fortaleza de todas las virtudes, y de todas las gracias que Dios concede a los que le aman. En el Arte Barroco, todo refiere a algo. Los Arcángeles Arcabuceros, remiten opuestamente a la Guardia Jenízara, de la que se tenían representaciones, pero asumen como modelo al arcabucero cristiano.

La moraleja es directa y concreta: La vida es guerra, y en esta batalla, los Ángeles son nuestros aliados, y nuestros más fieles y eficaces defensores. Es natural, dado el contexto bélico de aquel tiempo, que se les representara a la manera de las más eficaces fuerzas militares: Los Tercios de Flandes, armados de Picas y Arcabuces.

Estamos en presencia, propiamente, de una milicia celestial, pero alegorizada humanamente


Lo hemos dicho en otro lugar, y conviene recordarlo aquí: No hay soldado sin armadura, ni soldado que no pertenezca a un ejército, ni ejército sin escalafón, ni combate sin enemigo; ni asedio sin Plaza Fuerte, Real o Alcázar que se defienda. Como tampoco hay nave que maree sin vela y sin gobernalle, menos aún sin puerto para atracar y fondeadero para ancorar. La pintura, la música y la retórica del Barroco, se articulan en torno de estas ideas fuerza: El mílite cristiano revestido con la armadura de la fe; las Legiones de Ángeles que derrotan a las legiones infernales, el camino ancho y el angosto, la barca que navega en mar proceloso, que no naufraga porque en ella descansa el Salvador del Mundo; La Nave mística de la Iglesia Latina , el Puerto de Salvación y la Jerusalén celeste, la ciudad de Dios, la Ciudad de la Verdad etc. Tienen la oposición del Obrador del mal, la Legión de demonios, el camino ancho y espacioso, y el Infierno.

Los Ángeles Barrocos: Los siete príncipes de los Ángeles son validos del Rey del cielo. Misioneros, del cielo y protectores de las tierra, 1707 [21] Las pinturas de los Santos Ángeles proponen a nuestra imaginación elementos visuales conocidos desde siempre, para aproximarnos al Misterio angélico y su relación con nuestra existencia terrestre. La devoción a los Santos Ángeles tal como la conocemos, se propagó en el contexto de las luchas de Religión en el siglo XVI. De hecho, la devoción a los Ángeles tal como la conocemos hoy, surgió del Concilio de Trento. Estaba tan generalizada, que el Papa Clemente X la impuso a la Iglesia Universal. A los Ángeles se les ha encomendado un ministerio salvíficio, respecto de los hombres [22]. Los Ángeles dominan la Historia. Bajo la providencia de Dios Creador y Señor, gobiernan el mundo [23], es decir lo orientan hacia su fin, Cristo Jesús. [24]

Además de haber separado a los Santos Ángeles de su contexto pedagógico Barroco, se incurrió en un nuevo error al momento de catalogar a los Santos Ángeles cuzqueños: Separándolos entre "Los Arcabuceros" y los "Virtuosos". Al hacer esta distinción lo que de facto se hizo, fue ¡desarmar a los Ángeles! Las Armas de todos los Ángeles son Las Virtudes. Cuanto más sirven a Dios más virtuosos son; y por tanto, más poderosos, más sabios, más fieles y más fuertes. En sentido opuesto, cuando los ángeles caídos decidieron no servir a Dios, se malignizaron cada vez más, cayeron de un abismo de maldades a otros más profundos, en un proceso sin término. Perdieron su luz y su gloria[25] .


El recurso a los Ángeles de la tradición apócrifa, no es sincretismo como se ha dicho, sino una manera de expresarse bellamente, según cánones literarios de venerable antigüedad y de gran sencillez. Tal como se hace, con frecuencia, al recurrir a las alegorías clásicas depuradas y puestas al servicio de Jesucristo. La literatura inglesa nos brinda un ejemplo de esta afirmación en el Poema <<El Paraíso Perdido>> [26]. Los 7 Ángeles, además de dar cuenta de su virtud personal, aluden a los 7 Sabios de Grecia. Los Sabios de Grecia, remiten a los 7 Grandes Santos de la Cristiandad, que fueron iluminados por los Padres Griegos: San Ignacio de Loyola, San Agustín, San Ambrosio, Santo Tomás de Aquino, Francisco Suárez, Gabriel Vasquez, Juan Duns Scoto, como se colige de <<Clarissimorum majorum imagines sive septem viri sapientes Graecensis>> [27]. Las Virtudes Heroicas han merecido numerosas representaciones alegóricas que en poco difieren de los atributos de las pinturas materia de comentario. Se hizo su encomio desde diversas ópticas. Dígase de paso que la estulticia del pecado también mereció vituperio. De la Virgen María, Reina de los Ángeles, se dice en la Escritura [*] <<Terrible como un ejército en orden de batalla[28] , <<Refugio de la Ciudad>> [29] y <<Urbs Fortitudinis [30] >>; . Cristo menciona <<legiones de ángeles>> . Es un ejército, ¡qué duda cabe! El poder de este Ejército radica en el Amor, el Servicio a Dios, la Obediencia a Dios, la Adoración a Dios Todopoderoso. En sentido opuesto, la debilidad de las milicias infernales, y de todo pecador en general, radica en el egoísmo, en no servir, no obedecer y no amar. El Soberbio Luzbel, es figurado como el Soberbio Turco[31] , en los relatos poéticos, en la Música y el la retórica general.

Los afectos divinos se representan ígnea y lumínicamente, como recuerdo de la zarza ardiente y de la Gloria Tabórica. Los que aman a Dios, están contemplando su Hermoso Rostro. Los que están en estado de purgatorio se abrasan de amor por verle, en un fuego de Amor purificador, tal como en el crisol se separa el oro de las escorias. Los que Le odian, se calcinan en su odio, se abrasan en sus pecados dominantes, en un fuego de eterno tormento. Mientras que el Sagrado Corazón es Horno de Caridad Ardiente, que vino a incendiar el mundo con el Fuego de Su Amor[32] ,que purifica, refrigera y restaura los corazones heridos [33]. El fuego que vomita el demonio abrasa los corazones en la combustión de sus pasiones, vilezas y pecados. El fuego satánico maligniza, calcina y degenera al corazón impenitente[34] . Las antiguas representaciones de Sagitarios divinos incendiando el mundo con el fuego del amor, lo mismo que los sagitarios diabólicos, serán, de ahora en adelante, arcabuceros. Habrá cambiado el armamento, pero la pedagogía sigue siendo la misma. Los Ángeles, convierten en munición y metralla el Fuego del Amor divino. Así, vencen al maligno y encienden a los corazones más fríos. El Villancico de Batalla <<Al Campo sale María>>, Terrible como ejército en orden de batalla, describe la función de estos ángeles: ¡Al arma, al arma! ¡Guerra, guerra! Ya suena el atambor y ya el clarín publica por la tierra: ¡Al arma, al arma! ¡Guerra, guerra! Y al estruendo y al combate, brama el bronce, gime el parche, ¡Avanza, avanza! ¡Cierra, cierra! ¡Al arma, al arma! ¡Guerra, guerra! Queda claro que es la Milicia celeste la que entra en batalla, para reforzar y sostener a la milicia terrestre que vacila y flaquea. El toque de clarín y tambores, tocados conjuntamente anunciaba la presencia de los reyes en los campos de batalla. En el uso bélico, el clarín anuncia el zafarrancho de combate, y transmite las órdenes, en tanto que el tambor marco el ritmo de las maniobras. Queda claro, entonces que María entra en combate.


El Ángel es un enviado. Es un Mílite celeste que acude en auxilio del Mílite terrestre. Esta afirmación nace de la comparación de los atributos iconográficos de ambos. Tal como la armadura se adecua a los contornos del cuerpo del “mílite cristiano”, la muralla de la Ciudad de los Reyes debe adecuarse al objeto que es materia de protección y custodia: el Sagrado Corazón Eucarístico, que reina desde la Iglesia del Sagrario. El limeño, bien puede ser considerado un Cristícola.

No hay soldado sin armadura, ni soldado que no pertenezca a un ejército, ni combate sin enemigo; ni asedio sin Plaza Fuerte, Real o Alcázar que se defienda; como tampoco hay nave que maree sin vela y sin gobernalle, menos aún sin puerto para atracar y fondeadero para ancorar." La guerra es de por vida en los hombres, porque es guerra la vida, y vivir y militar es una misma cosa", decía Francisco de Quevedo, siguiendo a Job, devorado por gusanos. Por eso decimos que es la Iglesia es militante. La victoria sobre los Moros en Lepanto[35] , y a las puertas de Viena dejaron una huella ostensible en la Pintura virreinal, dando una renovada atención a Santiago Matamoros y al tema pictórico de la Nave Mística de la Iglesia latina. El tema del atraque de la Nave de la Iglesia en puerto seguro es visto místicamente, siglos después por san Juan Bosco, que la ve atracando entre las columnas hercúleas e inconmovibles de la Sagrada Eucaristía y de la Inmaculada Concepción, que como sabemos, eran los afanes defensivos del Alcázar Místico limano.

La pintura, la música y la retórica del barroco, se articulan en torno de estas ideas fuerza: El mílite cristiano revestido con la armadura de la fe, coaligado con las legiones de ángeles, derrota y arroja al abismo a las legiones infernales. Los ángeles suelen estar representados o bien vestidos con túnicas, o bien revestidos con armadura de estilo romano imperial.

Por lo general, las prendas militares los revisten cuando el Demonio Maldito, ataca con el mayor furor, “con osado ardor protervo” como diría Roque Ceruti en el villancico de batalla "Al Campo sale María". En este trance, los Santos ángeles, y quienes pertenecen a Cristo, se revisten con la armadura de la fe, cuyo yelmo es la Gracia de Dios, la loriga es la Justicia, es escudo la Fe, el cíngulo la verdad y las calzas indican que se transitan los senderos de justicia que preparan la paz evangélica. La emblemática muestra dos tipos de ostentación triunfal: la ostentación de las armas vencedoras (virtudes, fortaleza) y la ostensión de los despojos de los vencidos (vicio, debilidad). Lima, en la portada de las Maravillas hace ostensión de armas.

Al parecer nadie ha notado, hasta el momento, la similitud entre los atributos iconográficos de San Miguel Arcángel y el esforzado y valiente Fundador de Lima, don Francisco Pizarro. Ambos <<enviados>>: ambos llevan a cabo una misión providencial; ambos son capitanes generales. Por tanto sus representaciones, forzosamente tienen que ser parecidas. Como se ha visto los arcángeles arcabuceros forman parte del discurso emblemático del grave de Echave y Asu, porque por atribución iconográfica están relacionados con los Ángeles custodios de la Jerusalén Celeste, de los Tercios de Flandes, de Francisco Pizarro y del Mílite cristiano. En todos hay el común denominador del <<envío>>, la <<misión>>, la <<pugna>> y la <<victoria>> y el <<triunfo>> sobrenaturales.

José Gálvez Krüger

Sociedad Peruana de Historia

Notas

 [1] 
  [2] Pedro de Peralta, presenta la idea de una Lima inexpugnable, en lo material. Gracias a sus fortificaciones, sus armerías, sus polvorines, sus maestranzas, sus soldados y su armamento. Por coherencia barroca, se sigue que Lima espiritual es inexpugnable por que la defiende la Iglesia militante, y la Guarda el Ejército celestial.
 [3] XXXXXX
 [4] Salduerdo S.J., Francisco Xavier. Los siete ángeles del Apocalypsis en siete sermones de los siete miércoles de Quaresma. En la Iglesia Catedral de Lima, 1695.
 [5][ Castillo Hospitalario de Belvoir, pocas millas al sur del Lago Tiberíades (Mar de Galilea). Primer Castillo concéntrico, construido poco después de 1168. Las fortificaciones interiores servían no solo como fortificaciones, sino como monasterio de clausura.
 [6] Antelo Iglesias, Antonio. La ciudad ideal según fray Francesc Eiximenis y  Rodrigo Sánchez de Arévalo. En La <<Ciudad Hispánica>>, Madrid, Editorial de la Universidad Complutense, 1985.
 Capítulo V



[8] Dios de los Ejércitos: 2 Re 6, 17. Jos 5, 13-15. I Sam 17-45. I Re 22, 19. Is 34, 2. Ap. 9, 16.

[9] Mt 26, 53. <<¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y El pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles?>>

[10] Mc 5, 9, <<Mi nombre es Legión, porque somos muchos.>>

[11] Murcia, Fr. Juan Bautista de. Clarin Evangelico Panegyrico en una centuria de semones paara todas las festividades colendas de Cristo, de María Santísima, de los Santos y otras de devoción . < <El Triunfo Mayor que ha ocupado de los Anales la pluma, de las Prensas el Bronce, y de la Fama la lengua, tenemos hoy presente. El Triunfo y victoria, digo de María Señora Nuestra, que consiguió con su Santísimo Rosario, contra el Poder Otomanos, por los años 1571, en el primer Domingo de Octubre. En ocasión, que en solemnes procesiones llevaban los fieles la imagen de la Emperatriz de los Ciello, y tierra, festejando los Misterios de su Santísimo Rosario, invocándola con afectuosas deprecaciones, para que con su poder, y amparo, quedasen vencidos los enemigos de la Cristiandad. Y tienese por cierto asintió María a estos ruegos, peleando como divina Belona, con valiente denuedo, contra los Turcos, Moros, Agarenos, Sarracenos, dejando sumergida su Armada Naval en el Mar de Lepanto. Pág.164

[12] Nos apoyamos plenamente en el Villancico de Batalla <<Al Campo sale María>>. De Roque Ceruti, Maestro de Capilla, que fue, de la Catedral de Lima. Para el cotejo y comparación de giros literarios, recomendamos <<Angélicas Milicias >> y <<A las armas>>, ambos novohispanos.

[13] Martin de Vos

[14] Cfr. Cuadernos de Arte e iconografía. Madrid, Tomo XXIII, Nº 46 – 2º Semestre de 2014.

[15] Instrucciones del uso del mosquete (Grabados, 1607).

[16]

[17] A este gran número alude la expresión de Cristo: <<Legiones de Ángeles>>.

[18] Los dictados más importantes de esta cita, se verifican en la piedad urbana, Ciudad de los Reyes, y en el Arte Virreinal, como se verá en el Capítulo: Las Calles de Lima, convertidas en Vía Dolorosa

[19] Elogios al Señor San Miguel Archangel

[20] Roncal, Fr. Basilio Iturri de . Eco Harmonioso de el Clarin Evangelico, con duplicados sermones, o Platicas de assumptos Pangyricos, Mysticos, y Morales, para las fiestas solemnes de Christo. Pág.

[21]Serrano S.J., Andrés. Los siete principes de los Angeles: validos del Rey del cielo. Misioneros, y protectores de la tierra. Bruselas, 1707.

[22] Cfr. Hb 1, 14.

[23] Dn 10, 13-21.


[24] Margerie S.J., Bertrand de. En la Enciclopedia Católica online. Ángeles: el Misterio de los ángeles y nuestra vida terrestre.

[25] Lucifer se convierte en Noctifer. Noche pesada y vergonza, dice el Villancico: <<Albricias Mortales>> de Manuel de Sumaya (1680-1755).

[26] Milton, J. El paraiso perdido: Poema inglés, Volumen 1. Madrid, 1814. Una constante mención a Uriel. Págs:124, 128, 136, 159, 160, 248

[27] Bernardi S.I., Petrum. Clarissimorum majorum imagines sive septem viri sapientes Graecensis Theologiae Patris.

[28] Castrorum acies ordinata. Cnt. 6, 10.

[29] Nm 35, 6-34. Dt 4, 41-43. Dt 19, 1-13, Jos. 2º, 2-9. Civitas Refugii.

[30]Is 26. Urbs Fortitudinis.

[31] Murcia, Fr. Juan Bautista de. Clarin Evangelico Panegyrico en una centuria de semones paara todas las festividades colendas de Cristo, de María Santísima, de los Santos y otras de devoción . < < Guerra fomentó el bárbaro Turco contra la Iglesia de Dios; y siendo efecto de su barbaridad, quedño castigado en su arrogancia. Rara vez el atrevimiento alcanzó vanagloria de dichoso; pues casi siempre tubo debida pena en las diligencias con que su ambición solicitaba su mayor dicha. In feliz acierto se promete, quien emprende diligencias arduas, sin mirar el término de su arrojo. De ordinario fue malogro de lo que quietamente se goza, lo que altivamente se intenta. Al Poner Luzbel el pie en la misma vanidad, se deslizó de presumido y se deslució maltratado. Y al intentar Ícaro fiar en las alas de su presunción el vuelo, se anegó de puro altivo, y se sumergió de abrasado. Intentó el bárbaro Turco ser dueño de la Cristiandad, destruyendo y aniquilando la Iglesia de Dios; venía por estos mares tan ufano, y soberbio, en busca de la Armada de los Cristianos, que al que le llevó la noticia de estar ya en el mar de Lepanto, le dio en albricias una aljuba de Damasco, que traía vestida; pero en esas diligencias altivas, quedó sumergido de soberbio: y el que codiciaba mayores poderíos, vino a perder lo que en tranquilidad poseía. Deshízose su fantasía al poder de los Fieles Católicos, y Cantóse la victoria por Esto; que nunca Dios desampara a los suyos: Dissipa gentes, quae bella volunt. Pág 171.

[32] Lc. 12, 49. <<He venido a traer fuego a la tierra, y ¡cómo quisiera que ya estuviera ardiendo!>>

[33] <<Tú eres nuestro Consolador,

don de Dios Altísimo,

fuente viva, fuego, caridad

y espiritual unción.>>


[34] Esta idea va a ser reiterada y reforzada a lo largo del libro.

[35] El tema turco perduró mucho tiempo en la Música. Se objeto de burla y ludibrio. Baste mencionar las composiciones bufas de Jean Baptiste Lully, Wolfgang Amadeus Mozart y Beethoven.