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Martes, 21 de mayo de 2024

Diferencia entre revisiones de «Nuestra Señora del Rosario: Tres imágenes y una sola devoción»

De Enciclopedia Católica

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(Nuestra Señora del Rosario de Plata del convento de Santo Domingo, Capital de Guatemala)
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== Nuestra Señora del Rosario de Plata del convento de Santo Domingo, Capital de Guatemala==
 
== Nuestra Señora del Rosario de Plata del convento de Santo Domingo, Capital de Guatemala==
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Esta bella imagen única en su género dentro de todas las joyas sacras que dispone Guatemala en la actualidad, es una imagen hecha de plata maciza, a diferencia de otras que sobretodo en el altiplano occidental de Guatemala están talladas en madera y forrados sus ropajes en este precioso mineral.
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Presenta rasgos manieristas, pero alterada en su originalidad debido a los terremotos que destruyeron Santiago de Guatemala, siendo restaurada por el platero Joseph Cornelio de Lara en 1,774, que recibió “machucada” del Padre Fray Juan Terrasa.
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Acerca de su origen como ya fue apuntado líneas arriba fue una Imagen fundida de plata, sobre otra de madera que llamaban “la Dómina” hoy desaparecida, fue hecha hacia 1,580 y según investigadores e historiadores estaba terminada para 1,592.
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El padre Remesal apunta su origen así: “Leyó el padre Fray Lope de Montoya muchos años teología en Guatemala. Fue el primer predicador general que se hizo por la casa de Sacapulas. Era hombre de mucha oración, y muy observante de todas las ceremonias regulares. Fue sobremanera (si en esto puede haber exceso) devoto de Nuestra Señora y de su Santísimo Rosario tanto grado, que cuando no leía o estudiaba siempre le andaba rezando. De aquí procedió el cometer una obra tan costosa y tan grandiosa como hacer la Imagen de Nuestra Señora del Rosario del Convento de Guatemala, de plata, y salir ella como hoy está. Personas de mucho crédito, me dijeron como cosa muy cierta y muy averiguada que todos estos servicios se los había pagado la Santísima Virgen no solo en favores secretos de consuelos espirituales y del alma, sino acá visiblemente hablándole por medio de la devota Imagen de Nuestra Señora de Chiantla, que está a las faldas de los Cuchumatanes”.
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Francisco de Bozarráez, Nicolás de Almayna y Lorenzo de Medina son los nombres de los tres excelentes plateros de Guatemala que en el siglo XVI tuvieron el acierto, las calidades artísticas y el honroso encargo de realizar en plata la Hermosa Imagen de Nuestra Señora del Rosario, venerada actualmente en su Basílica titular en la Capital de Guatemala.
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En el año 1,743, el 16 de diciembre, el obispado de Santiago de Guatemala, asciende a la categoría de Arquidiócesis, siendo su primer Arzobispo Metropolitano Mons. Fray Pedro Pardo de Figueroa; según el Doctor en Historia Luis Fernando Urquizú Gómez dentro de los planes de dicho arzobispo estaba el uniformar el culto de la nueva Arquidiócesis, para separarlo de la identidad de la Arquidiócesis de México, de la cual se separó; se inició entronización de Santos Patronos por medio de las Imágenes consideradas milagrosas y de gran prestigio para la población local, es por ello que dentro de este programa de estandarización del culto se exaltan las figuras del Santo Cristo de Esquipulas y Nuestra Señora del Rosario de Plata del Convento de Santo Domingo, realizándose importantes réplicas ya fuera en pintura o escultura, reproduciéndose para toda la arquidiócesis, con el objeto de fomentar la devoción.
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La población del “Espíritu Santo de Quesaltenango”, hoy Quetzaltenango, cabecera del departamento del mismo nombre era considerada por los cronistas coloniales (por ejemplo Fuentes y Guzmán y Domingo Juárros) la segunda más importante y comercial de todo el antiguo Reino de Guatemala, muy por sobre las capitales de las provincias que componían el Reino.

Revisión de 10:41 24 ago 2022

El presente artículo no pretende generar polémica, sino simplemente transmitir conocimientos documentales y aportes profesionales al estudio de las imágenes de la Santísima Virgen del Rosario. La orden de predicadores de Santo Domingo, más conocidos como dominicos inició la organización de sus conventos en el territorio del antiguo Reino de Guatemala a partir del año 1,529, las doctrinas franciscana, dominica y mercedaria, presentes en Guatemala desde el siglo XVI, importan de Europa devociones importantes y vigentes en el ideario social hasta el día de hoy.

La devoción y la evangelización por medio del Santo Rosario fue infundida en los territorios y habitantes de esta población, tanto indígenas como españoles, todos los cuales eran de población mayormente analfabeta.

El curso de la devoción a Nuestra Señora del Rosario, llamada originalmente Nuestra Señora de las Victorias, tomó un auge inaudito con la victoria de la batalla de Lepanto, organizada por el Papa San Pío V, dominico y profundamente devoto del Rosario. Esta victoria en el año de 1,571, marcó una decisiva situación mercante y económica de los reinos cristianos alrededor del Mar Mediterráneo. Lo que con su autoridad pastoral y devoto entusiasmo al Santo Rosario, se expandió pronto por toda la cristiandad, iniciándose así las representaciones de la Virgen del Rosario, como guerrera victoriosa contra las hordas turcas, consideradas infieles. Esta devoción no tardó muchos años en ingresar por las mentes maestras de los frailes evangelizadores en las últimas dos décadas del siglo XVI a la América recién descubierta y conquistada.

Nuestra Señora de Chiantla

De las imágenes más antiguas de devoción mariana, con rasgos manieristas, tallada como lo indican algunos investigadores e historiadores hacia 1,570. Tiempo en que no se había llevado a cabo la batalla de Lepanto y mucho menos la jubilosa notica de la dicha victoria, por ende se ve una virgen con túnica y mando a la usanza hebrea, del mismo tiempo son Nuestra Señora del Rosario de Cobán, Alta Verapaz, Nuestra Señora del Rosario de Mixco, entre otras. Ya que comparte los mismos rasgos solemnes propios de la época, tales como la seriedad y el alargamiento, según información de fuentes consultadas.

El cronista Antonio de Remesal, hacia 1,620 da cuenta de su origen con las siguientes palabras: “al pueblo de Chiantla, la orden del Convento de Santo Domingo de Guatemala, se llevó la devotísima Imagen de N. Señora que allí está y que fue hecha por el mismo oficial de la que llaman N. Señora la Antigua, a diferencia de la nueva que se hizo de plata de la misma advocación” (Esta última serviría de modelo, para fundir en plata la Virgen del Rosario de Santo Domingo.)

Según apunta el cronista dominico, al anotar datos biográficos de fray Lope de Montoya escribe: “quien de todos estos servicios los ha pagado la Santísima Virgen, no sólo en favores secretos de consuelos espirituales del alma, visiblemente hablando por medo de la devota Imagen de Nuestra Señora de Chiantla que está en las faldas de los montes Cuchumatanes”.

Apuntando en resumen que por medio de consuelos espirituales y apariciones marianas la Santísima Virgen le dio inspiración a Fray Lope de Montoya de realizar una imagen suya, según sus visiones inspiradoras y de plata. Por ende es la Imagen de Santo Domingo con el Niño dormido, la primera que marca el modelo de las réplicas en pintura y escultura que llenaron los recintos religiosos del antiguo Reino de Guatemala, entre las que destaca Nuestra Señora del Rosario de Quetzaltenango por ser la más acertada, hermosa y bien lograda réplica.

Con el paso de los años los dominicos cedieron la parroquia de Chiantla a los mercedarios, por ende la Imagen cambió también de advocación, de Nuestra Señora del Rosario original a Nuestra Señora de Candelaria de Chiantla.

Nuestra Señora del Rosario de Plata del convento de Santo Domingo, Capital de Guatemala

Esta bella imagen única en su género dentro de todas las joyas sacras que dispone Guatemala en la actualidad, es una imagen hecha de plata maciza, a diferencia de otras que sobretodo en el altiplano occidental de Guatemala están talladas en madera y forrados sus ropajes en este precioso mineral.

Presenta rasgos manieristas, pero alterada en su originalidad debido a los terremotos que destruyeron Santiago de Guatemala, siendo restaurada por el platero Joseph Cornelio de Lara en 1,774, que recibió “machucada” del Padre Fray Juan Terrasa.

Acerca de su origen como ya fue apuntado líneas arriba fue una Imagen fundida de plata, sobre otra de madera que llamaban “la Dómina” hoy desaparecida, fue hecha hacia 1,580 y según investigadores e historiadores estaba terminada para 1,592.

El padre Remesal apunta su origen así: “Leyó el padre Fray Lope de Montoya muchos años teología en Guatemala. Fue el primer predicador general que se hizo por la casa de Sacapulas. Era hombre de mucha oración, y muy observante de todas las ceremonias regulares. Fue sobremanera (si en esto puede haber exceso) devoto de Nuestra Señora y de su Santísimo Rosario tanto grado, que cuando no leía o estudiaba siempre le andaba rezando. De aquí procedió el cometer una obra tan costosa y tan grandiosa como hacer la Imagen de Nuestra Señora del Rosario del Convento de Guatemala, de plata, y salir ella como hoy está. Personas de mucho crédito, me dijeron como cosa muy cierta y muy averiguada que todos estos servicios se los había pagado la Santísima Virgen no solo en favores secretos de consuelos espirituales y del alma, sino acá visiblemente hablándole por medio de la devota Imagen de Nuestra Señora de Chiantla, que está a las faldas de los Cuchumatanes”.

Francisco de Bozarráez, Nicolás de Almayna y Lorenzo de Medina son los nombres de los tres excelentes plateros de Guatemala que en el siglo XVI tuvieron el acierto, las calidades artísticas y el honroso encargo de realizar en plata la Hermosa Imagen de Nuestra Señora del Rosario, venerada actualmente en su Basílica titular en la Capital de Guatemala.

En el año 1,743, el 16 de diciembre, el obispado de Santiago de Guatemala, asciende a la categoría de Arquidiócesis, siendo su primer Arzobispo Metropolitano Mons. Fray Pedro Pardo de Figueroa; según el Doctor en Historia Luis Fernando Urquizú Gómez dentro de los planes de dicho arzobispo estaba el uniformar el culto de la nueva Arquidiócesis, para separarlo de la identidad de la Arquidiócesis de México, de la cual se separó; se inició entronización de Santos Patronos por medio de las Imágenes consideradas milagrosas y de gran prestigio para la población local, es por ello que dentro de este programa de estandarización del culto se exaltan las figuras del Santo Cristo de Esquipulas y Nuestra Señora del Rosario de Plata del Convento de Santo Domingo, realizándose importantes réplicas ya fuera en pintura o escultura, reproduciéndose para toda la arquidiócesis, con el objeto de fomentar la devoción.

La población del “Espíritu Santo de Quesaltenango”, hoy Quetzaltenango, cabecera del departamento del mismo nombre era considerada por los cronistas coloniales (por ejemplo Fuentes y Guzmán y Domingo Juárros) la segunda más importante y comercial de todo el antiguo Reino de Guatemala, muy por sobre las capitales de las provincias que componían el Reino.