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Viernes, 3 de mayo de 2024

Diferencia entre revisiones de «Apostolado de la Piedad Popular: Flores de confianza y amor»

De Enciclopedia Católica

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¡Con tal que me dejara obrar! El amor no necesita de nada; sólo quiere que no haya resistencia, y ordinariamente lo que busco ¡en un alma para hacer de ella una santa, es que me deje obrar... Las imperfecciones de un alma, cuando no se complace en ellas, no me desagradan, sino que atraen mi compasión: ¡Amo tanto a las almas! . . .
 
¡Con tal que me dejara obrar! El amor no necesita de nada; sólo quiere que no haya resistencia, y ordinariamente lo que busco ¡en un alma para hacer de ella una santa, es que me deje obrar... Las imperfecciones de un alma, cuando no se complace en ellas, no me desagradan, sino que atraen mi compasión: ¡Amo tanto a las almas! . . .
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Las imperfecciones deben servir al alma como de escalones para subir hacia Mí, por medio de la humildad, de la confianza y del amor. Yo me inclino hacia el alma que se humilla y me llego hasta su nada para unirla a Mí'' “Como el fuego se mantiene con combustibles, así mi Misericordia se mantiene consumiendo las miserias, y mientras más encuentra qué consumir, más se acrecienta, exactamente como el fuego que crece más a medida que se arroja en él mayor material, ¡Oh Benigna mía! si pudiesen comprender los hombres lo que goza mi Corazón cuando creen en mi amor! ¡Pero creen tan poco en él!  creen tan poco, tan poco! . . .
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“Todo contribuye a formar y perfeccionar un alma, todo; hasta sus defectos, son en mis manos divinas como otras tantas piedras preciosas, porque Yo los cambio en actos de humildad que inspiro al alma ... Si los que levantan edificios, pudieran cambiar las ruinas y escombros en otros tantos materiales de construcción ¡qué contentos estarían! Pues bien, esto puede hacer el alma fiel con mi divino socorro, y las faltas, aún las más graves y vergonzosas, se con-vierten en piedras fundamentales del edificio de su perfección" “Ten presente, tú y todas las almas, que, si quieren obtener una virtud sólida, hay que esperarla del Corazón de Jesús. El que quiera recibirla salvación, que venga a refugiarse en esta Arca bendita: desde ahí contemplará la tempestad sin sufrir mal alguno, sin correr siquiera peligro.

Revisión de 18:32 26 ago 2022

Tomadas de la vida de Sor Benigna Consollata Perrero, religiosa corista del Monasterio de la Visitación de Santa María de Como (Italia) fallecida en oler de santidad el primer viernes de septiembre de 1916.


Con aprobación Eclesiástica

Tip. Sánchez & de Guise

Guatemala, 10 de junio de 1926.



PALABRAS DE NUESTRO SEÑOR A SOR BENIGNA CONSOLATA.


“Yo preparo la obra de mi Misericordia. Yo quiero una nueva resurrección de la sociedad, y quiero que sea la obra del Amor." “La confianza es la llave que abre los tesoros de mi infinita misericordia."


“Tú no puedes comprender el placer que tengo de hacer el oficio de Salvador: es todo mi contento, y mis más bellas obras maestras son precisamente esas almas que he levantado de más bajo, que estaban más sumidas en el fango. Una vez que los pecados han sido perdonados, se convierten, para el alma que los ha cometido, en manantiales de gracias, porque son una fuente perpetua de humildad." ¿Sabes cuál es el camino que conduce directamente al Paraíso? . . .

Es la esperanza en mis méritos y la fidelidad a la gracia" ^^Es cierto que cien pecados me ofenden más quien uno solo; pero si ese único pecado es de desconfianza en Mí, me ofende más que los otros cientos, porque la desconfianza hiere mi Corazón en lo más íntimo: ¡Amo tanto a los hombres!" “Se tiene una idea muy mezquina de la bondad de Dios, de su Misericordia, de su Amor a las criaturas: se mide a Dios por la criatura; pero Dios no es limitado, por eso su bondad es sin límites; ¡Ah! ¡poder gozar de Dios, poder usufructuar de su bondad y no hacerlo! . . .


¿Y por qué? Porque en el mundo no se le conoce. Yo soy un tesoro infinito, puesto por mi Eterno Padre a la disposición de todos; mis criaturas me rechazan, y con qué detrimento para ellas, sólo lo comprenderán en la eternidad." “Yo no me canso si encuentro miserias, con tal que encuentre buena voluntad. Cuando ésta existe, realizo mi obra." “Mi Amor se mantiene con- sumiendo las miserias, y el alma que trae más, con tal que tenga un corazón contrito y humillado, es la que más me agrada, porque me da mayor ocasión de ejercitar mi oficio de Salvador. " . . . .

“Pero lo que quiero decirte ¡oh mi Benigna! y lo resumo en pocas palabras es esto: Que jamás el alma tenga miedo de Dios, pues Dios está siempre pronto a ejercitar con ella su misericordia, y el mayor placer que puede tener el Corazón de tu Jesús, es poder presentar a su Eterno Padre el mayor número posible de pecadores. Esas son mis glorias ¡oh mi Benigna! esas son mis joyas: ¡Amo tanto a los pobres pecadores! . . . .


Escúchame tú mi alegría, y escribe esto: ¿, Queréis darme un grande gozo? creed en mi Amor. ¿Queréis darme uno mayor"? creed más todavía ¿Queréis darme el mayor de todos los goces? No pongáis límites a esta fe en mi Amor. “Todo el secreto de la santidad está contenido en estas dos palabras: desconfiar y confiar. Desconfía siempre de ti misma; pero no te detengas ahí, sube en el acto, con la confianza, hacia Dios, porque si yo soy bueno con todos, soy particularmente bueno con las almas que confían en Mí. ¿Sabes cuáles son las almas que gozan más de mi bondad? Son las que confían más en Mí. Las almas confiadas arrebatan mis gracias. Escribe, pues, que es indecible el placer que me causa un alma confiada.

Publica ¡oh mi Benigna! apóstol de mi Misericordia, publica que mi más ardiente deseo es que sepan que YO SOY TODO AMOR, y que la mayor pena que pueden dar a mi Corazón, es dudar de mi bondad. Mi Corazón no solamente se conduele, sino que se regocija mientras más hay que reparar, con tal que no haya malicia ... Si supieras el trabajo que Yo haría en un alma, aunque estuviera llena de miserias.


¡Con tal que me dejara obrar! El amor no necesita de nada; sólo quiere que no haya resistencia, y ordinariamente lo que busco ¡en un alma para hacer de ella una santa, es que me deje obrar... Las imperfecciones de un alma, cuando no se complace en ellas, no me desagradan, sino que atraen mi compasión: ¡Amo tanto a las almas! . . .

Las imperfecciones deben servir al alma como de escalones para subir hacia Mí, por medio de la humildad, de la confianza y del amor. Yo me inclino hacia el alma que se humilla y me llego hasta su nada para unirla a Mí “Como el fuego se mantiene con combustibles, así mi Misericordia se mantiene consumiendo las miserias, y mientras más encuentra qué consumir, más se acrecienta, exactamente como el fuego que crece más a medida que se arroja en él mayor material, ¡Oh Benigna mía! si pudiesen comprender los hombres lo que goza mi Corazón cuando creen en mi amor! ¡Pero creen tan poco en él! creen tan poco, tan poco! . . .


“Todo contribuye a formar y perfeccionar un alma, todo; hasta sus defectos, son en mis manos divinas como otras tantas piedras preciosas, porque Yo los cambio en actos de humildad que inspiro al alma ... Si los que levantan edificios, pudieran cambiar las ruinas y escombros en otros tantos materiales de construcción ¡qué contentos estarían! Pues bien, esto puede hacer el alma fiel con mi divino socorro, y las faltas, aún las más graves y vergonzosas, se con-vierten en piedras fundamentales del edificio de su perfección" “Ten presente, tú y todas las almas, que, si quieren obtener una virtud sólida, hay que esperarla del Corazón de Jesús. El que quiera recibirla salvación, que venga a refugiarse en esta Arca bendita: desde ahí contemplará la tempestad sin sufrir mal alguno, sin correr siquiera peligro.