Hacia una Doctrina de Restauración de Edificios Patrimoniales Católicos
De Enciclopedia Católica
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Presentación
Contexto limeño
Ha transcurrido una década desde el inicio de la gestión del Arquitecto Luis Martín Bogdanovich Mendoza como gerente de Pro Lima. Él es miembro de la Enciclopedia Católica desde el año 2014. En XXXX asumió la gerencia de prolima, cuyos fine son XYZ.
Desde entonces se han ido sentando las bases y los fundamentos de lo que sin duda será una doctrina especial llamada a regir la recuperación, restauración y conservación del patrimonio cultural barroco hispanoamericano, lo mismo que su enseñanza sistemática y divulgación.
Una lectura sagaz de los documentos e informaciones relacionadas con las obras - de todo tipo - recuperadas y devueltas a la Cultura Peruana hace evidente que lo hecho trasciende la mera Memoria Administrativa. Según nuestro entender, a lo largo de estos años se ha ido pergeñando lo que a todas luces será considerando un procedimiento imprescindible no solo para las obras de restauración propiamente tales, sino también para su cabal comprensión e interpretación.
La idea central es la siguiente: a diferencia de otra clase de edificaciones patrimoniales que pueden ser falsificadas con añadidos o agregados arbitrarios, (debido a que se desconoce su argumento) no ocurre lo mismo con las edificaciones de culto divino y vida consagrada. No solo se sabe - por canon y por regla - que dicen, si no que además TIENEN que volver a decirlo, para poder ser consideradas PROPIAMENTE RESTAURASDAS.
En el el edificio católico, lo inacabado (por ignorancia o por escrúpulo unesquino-normativo, equivale a mutilación o desfiguración. Especialmente cuando abundan los medios, los argumentos y los modelos para llevar a cabo una restitución adecuada y conveniente; es decir acertada. Como se ha demostrado secuencialmente en Lima. Porque se han retomado los criterios rectores de la arquitectura y del arte barrocos, formulados cuando menos cuatro siglos a las normas que hoy se consideran inmutables y cuasi sagradas. No hay nada en asuntos barrocos que no pueda ser conocido. Pero no todos pueden hacerlo. El refugio de la incapacidad y de la ignorancia es el llamado "faso histórico" o la denuncia del "desconocimiento de las normas". Hay que poner fin al aberrante dominio que ejerce el procedimiento de conservación y recuperación material sobre el universo espiritual e intelectual. Así, la colaboración recíproca que en Lima se han prestado las normas barrocas, y los procedimientos científicos modernos, sabiamente dispuesta por los responsables, ha tenido como resultado logros extra-ordinarios en el espectro del rescate de la visión panorámica e integral (COMPLETA) de la ciudad barroca. Desde hace una década, Lima ha empezado a hablar de sí misma a partir de sus evidencias, de sus documentos, de sus mobiliarios, de sus pinacotecas, de sus bibliotecas, y hasta de sus catástrofes naturales. Ahora prima la PRUEBA y no el arbitrio o el iluminado parecer de tal o cual opinante.