San Lázaro de Betania
De Enciclopedia Católica
Famoso primer Obispo de Marsella, murió en la segunda mitad del primer siglo. De acuerdo con una tradición, o mejor dicho una serie de tradiciones combinando diferentes épocas, los miembros de la familia de Betania, los amigos de Cristo, juntos con algunas santas mujeres y otros de sus discípulos, fueron puestos al mar por el hostigamiento de los judíos hacia el Cristianismo en naves sin marinos, remos, o timón, y después de un viaje milagroso desembarcaron en Provence en un lugar llamado ahora Sainte-Maries. Se narra que ellos se separaron ahí para ir a predicar el evangelio en diferentes partes del sureste de Gaul. Lázaro de quien solamente vamos a tratar aquí, fue a Marsella, y, habiendo convertido un número de sus habitantes al Cristianismo, fue su primer pastor. Durante la primera persecución bajo el mando de Nero él se escondió en una tumba, sobre la cual él celebre Abad de San Víctor fue construido en el quinto siglo. En esta misma sepultura él fue enterrado, cual él derramó su sangre a causa de su Fe. Durante la nueva persecución de Domitian él fue puesto en prisión y decapitado en un lugar que se cree era idéntico con una cueva debajo la prisión de San Lázaro. Su cuerpo fue posteriormente trasladado a Autun, y sepultado en la catedral de esa ciudad. Pero los pobladores de Marsella claman de estar en posesión de su cabeza la cual todavía veneran. Como las otras leyendas concernientes a los santos del grupo Palestino, esta tradición, que fue creída por varios siglos y que todavía encuentra algunos defensores, no tienen fundamento sólido. Es en un escrito, contenido en un manuscrito de los siglos undécimo, con algunos otros documentos relacionados con San Magdalena de Vézelay, que nosotros empezamos a leer de Lázaro en conexión con el viaje que trajo Magadalen a Gaul. Antes de la mitad del siglo undécimo no aparece haber la menor ligera evidencia de la tradición de acuerdo a la de los santos Palestinos que vinieron a Provence. Al principio del siglo duodécimo, tal vez a través de nombre confusos, se creía en Autun que la tumba de San Lázaro era de ser encontrada en la catedral dedicada a San Nazarius. Una búsqueda fue realizada y restos fueron descubiertos, los cuales fueron solemnemente trasladados y fueron considerados de ser aquellos de él que Cristo levanta de su muerte, pero no se pensó necesario investigar por qué fuesen encontrados en Francia.
La pregunta, sin embargo, merece ser examinada con cuidado, viendo que, de acuerdo con la tradicional Iglesia Griega, el cuerpo de San Lázaro hubo sido traído a Constantinopla, así como lo otros Santos del grupo de Palestina de quienes se dice murieron en Oriente, y habiendo sido sepultados, los trasladaron y honraron ahí. Es solamente en el siglo decimotercero que se cree que Lázaro habiendo venido a Gaul con sus dos hermanas y habiendo sido Obispo de Marsella se extendió en Provence. Es cierto que una carta es citada (su origen se ignora), escrita en 1040 por el Papa Benedicto IX en ocasión de la consagración de una nueva iglesia de San Víctor es mencionado. Pero en este texto el Papa habla solamente de reliquias de San Lázaro, simplemente llamándolo El santo que fue levantado otra vez a la vida. El no habla de él como si hubiese vivido en Provence, o como siendo Obispo de Marsella. El más antiguo texto demostrado aludiendo a su episcopado de San Lázaro es un pasaje en el “Otia imperialia” de Gervase de Tillbury (1212). Por consiguiente, el credo en su apostolado demostrado es de su última fecha, y sus seguidores pueden producirlo más antiguo y un documental con evidencia digna de confianza. En la cripta de San Víctor en Marseilles un epitafio del siglo quinto ha sido descubierto, que nos informa que un obispo llamado Lázaro fue sepultado ahí. En la opinión de los más competentes arqueógrafos, sin embargo, este personaje es Lázaro, Obispo de Aix, quien era consagrado en Marsella cerca del 407, y quien, habiendo tenido que abandonar su vista en 411, pasó algún tiempo en Palestina, cuando el regresó al final de sus días en Marsella. Es más o menos seguro que es el nombre de este obispo y su regreso a Palestina, que dio origen a la leyenda de la venida del Bíblico Lázaro de Provence, y su apostolado en la ciudad de Marsella.
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LION CLUGNET Transcrito por Paul T., Crowley En Memoria, Sr. Mary Leah, O.P. Traducido por Alma del Rosario Guerra