San Willigis

Arzobispo de Mainz, murió el 23 de febrero de 1011. Su festividad se celebra el 23 de febrero o el 18 de abril. Aunque de origen humilde, recibió una buena educación, y por la influencia del Obispo Volkold de Meissen entró en el servicio de Otto I y más tarde en 971 figura como canciller de Alemania.

Otto II en 975 le hizo Arzobispo de Mainz y Archicanciller del Imperio, posición en la cual rindió valuables servicios al estado. Hauch (Kirchengesch. Deutschlands, III, Leipzig, 1906, 414) se refiere a él como a un Obispo ideal en el Siglo X. Al estar bien educado, demandó una buena educación de sus clérigos. Fue conocido como un buen y fluido orador. En marzo de 975 recibió el palium de Benedicto VII y fue nombrado Primado de Alemania.

Como tal, en la Navidad de 983, coronó a Otto III en Aachen, y en junio de 1002, coronó a Henry II en Mainz; presidió el Sínodo de Frankfort en 1007, en el cual veinticinco obispos firmaron la Bula de Juan XVIII para constituir la Diócesis de Bamberg.

Siempre mantuvo amistosas relaciones con Roma ("Katholik", 1911, 142). En 996 fue con Otto III en su viaje a Italia, asistió en la consagración de Gregorio V y en el sínodo que se realizó unos pocos días más tarde. En este sínodo Willigis fuertemente urgió por el retorno de San Adalberto a Praga, cuya diócesis era sufragante de Mainz. Willigis había probablemente consagrado al primer obispo, Thietmar (enero de 976), en Brumath en Alsacia (Hauch, III, 193), y había consagrado a San Adalberto. Este último no había sido capaz de soportar la oposición a sus actividades, y por ello había abandonado su diócesis y no fue sino luego de mucha correspondencia entre la Santa Sede y Willigis que se vio forzado a regresar.

En 997 Gregorio V envió los decretos de un sínodo de Pavia a Willigis, “su vicario”, a efecto de que fueran publicados. Estas amistosas relaciones fueron en alguna forma interferidas por la disputa de Willigis con el Obispo de Hildesheim acerca de la jurisdicción sobre el convento de Gundersheim.

El convento fue originalmente situado en Brunshausen en la Diócesis de Hildesheim, pero fue transferido a Gundersheim, dentro de los límites de Mainz. Ambos obispos reclamaron jurisdicción. Luego de mucha correspondencia y varios sínodos, el Papa Silvestre se declaró a favor de Hildesheim. Cuando esta sentencia iba a ser publicada en un sínodo en Pohlde (22 de junio de 1001), Willigis, quien estaba allí, dejó el evento a pesar de opiniones contrarias de los delegados; a partir de allí se sentirían sospechas acerca del arzobispo.

No se intentó una formal oposición por parte de Roma, pero si Willigis cometió una falta en el asunto, él públicamente la rectificó por la declaración de Gundersheim el 5 de enero de 1007, cuando renunció a las reclamaciones del Obispo de Hildesheim (Katholik, loc. cit., p. 145). En su diócesis trabajó en la construcción de puentes, carreteras y en pro del arte.

Fue en Mainz donde construyó una catedral y la consagró el 29 de agosto de 1009 en honor a San Martín, pero ese mismo día, fue destruida por fuego; ayudó luego en la reconstrucción de la vieja Iglesia de San Víctor y construyó la de San Esteban.

Construyó también una iglesia en Brunnen, en Nassau. Mostró gran solicitud en atender las actividades religiosas y en ayudar a los monasterios de Bleidenstadt, San Disibod, y Jechaburg en Thuringia. Fue sepultado en la Iglesia de San Esteban.

MANN, Lives of the Popes, IV (St. Louis, 1910), 372, 391, 399.

FRANCIS MERSHMAN

Transcripción de Thomas M. Barrett

Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes

Dedicado a San Willigis