Teología Moral
De Enciclopedia Católica
La Teología moral, es una rama de la teología, la ciencia de Dios y cosas divinas. La distinción entre teología natural y sobrenatural queda en una sólida fundación. Teología natural es la ciencia de Dios mismo, tan lejos como la mente humana puede por sus propios esfuerzos alcanzar una conclusión definitiva acerca de Dios y su naturaleza, esto es siempre designado por el adjetivo natural. Teología, sin ninguna modificación adicional es invariablemente entendida para significar teología sobrenatural, que es la ciencia de Dios y cosas divinas, tan lejos como esta basado en la revelación sobrenatural. Este materia asunto embaraza no solo a Dios y su esencia, pero también sus acciones y sus trabajos de salvación y la guía con la que estamos guíados a Dios, nuestro fin sobrenatural. Consecuentemente extiende mas lejos que la teología natural, para que importa los últimos informes nuestros de la esencia de Dios y sus atributos, ahora puede decirnos nada acerca de su libre trabajo de salvación. El conocimiento de estas verdades es necesariamente para cada hombre, al menos en los bastos esbozos y adquisición de la fe cristiana. Pero esto no es ciencia. Lo profundizado, expandido y fortalecido de artículos de fe es entendible y defendido por sus razones y es siempre con sus conclusiones, arreglado sistemáticamente.
El campo entero de la teología propiamente esta dividida en teología dogmática y moral, que difieren en materia asunto y en método. Teología dogmática tiene teología moral y preceptos de la moral. Los preceptos de cristianos morales son también parte de las doctrinas de la fe, para ellos fueron anunciados o confirmados por la revelación divina. La materia asunto de teología dogmática es esas doctrinas que sirven para enriquecer el conocimiento necesario o conveniente para el hombre, cuyo destino es sobrenatural. Teología moral de la otra mano esta limitada a esas doctrinas que discuten las relaciones del hombre y sus acciones libres para Dios y su fin supernatural y propone el significado instituido por Dios para el logro del fin. Consecuentemente teologías dogmática y moral son dos cercanas partes relacionadas de teología universal. Considerando como un numero considerable de doctrinas individuales puede ser llamada por otras disciplinas, ninguna línea aguda de demarcación puede ser dibujada entre la materia asunto de dogma y moral. En la practica actual sin embargo, una división y limitación debe ser hecha en acuerdo con necesidades practicas. De una naturaleza similar entre teología moral y ética. El sujeto materia de moral natural o etica, como contenido en el Decálogo, ha sido incluido en positivo, Divina revelación y así paso en teología moral. No obstante los procesos argumentativos difieren en dos ciencias, y para esta razón una porción larga del asunto no es visto en teología moral y refiere a la ética. Por instancia, el rechazo de los sistemas falsos de éticos modernos es generalmente tratado bajo éticos, especialmente porque estos sistemas son rechazados por argumentos dibujados no mucho para fe como para razón. Solo tan lejos como la teología moral requiere defensa y revela doctrinas, concierne ella misma con falsos sistemas. Sin embargo debe discutir los requerimientos variados de la ley natural, no solo porque esta ley ha sido confirmada y definida por revelación positiva, pero también porque cada violación de los vínculos de disturbio del orden moral sobrenatural, el tratamiento del cual es una parte esencial de la teología moral.
El campo de la teología moral, sus contenidos y sus términos que separan de las materias de parentesco, puede ser brevemente indicado como sigue, teología moral incluye cada cosa relacionada a las acciones libres del hombre y el último o supremo fin a ser alcanzado a través de ellos, tan lejos como nosotros sabemos por la misma revelación divina. En otras palabras, incluye el fin sobrenatural, la regla o norma, de orden moral, acciones humanas como su armonía o desarmonía con las leyes de orden moral, sus consecuencias, las divinas ayudas por su verdadero cumplimiento.
Un tratamiento detallado de estas materias puede ser encontrado en la segunda parte de Santo Tomas, Suma teológica, como trabajo aun sin igual, como el tratado de teología moral.
La posición de teología moral en teología universal es brevemente esbozada por San Agustín en la Suma Teológica, I Q i, a. 7 y Q ii en el premio y en el prólogo de I II, como por Fr. Suárez en el premio de sus comentarios en I, II de Santo Tomas, la Materia asunto de la segunda parte entera de la Suma teológica, es hombre como agente libre. Hombre fue hecho después de la imagen de Dios por su intelecto, su libre deseo y un cierto poder de actuar por su propio acuerdo. Así, después nosotros hemos hablado de un patrón, frente a Dios y esos cosas que proceden de su Divino poder, de acuerdo con su deseo, nosotros ahora volteamos nuestra atención a su imagen, eso es, considerado hombre, como también es el principio o sus acciones en virtud de esa libertad deseada y su poder sobre nuestras acciones. Incluye todo esto en teología, no solo porque es visto como el objeto de la positiva divina revelación ( I, Q. I, a 3) pero también porque Dios siempre es el principal objeto para tratados de teología todas las cosas en su relación con Dios, también como tan lejos ellos son Dios el mismo o son dirigidos hacia Dios, como su origen o ultimo fin ( I , Q, i, a. 7) Desde que es el jefe dirige la teología hacia comunicar el conocimiento de Dios no solo como el es en el mismo pero también como el comienzo y el fin de todas las cosas y particularmente de las criaturas racionales..., nosotros debemos hablar primero de Dios, segundamente de la tendencia a la criatura racional hacia Dios, etc ( I, Q, ii, proem) Estas palabras apuntan hacia el espacio y la materia asunto de la moral parte de la teología. Suárez, quien embarazadamente llama este espectáculo que hay no es contradicción en designar el hombre creado después de la imagen de Dios, dotada con razón y libertad de deseo y ejercitando estas facultades como el objeto de moral teológica y Dios como el objeto de teología “ Si nosotros somos preguntados del hombre del próximo objeto de la moral teológica, nosotros deberíamos indudablemente decir eso es hombre como libre agente, quien ve su felicidad por sus libres acciones, pero si nosotros somos preguntados en lo que respecta a eso, este objeto debe ser tratado principalmente nosotros debemos contestar esto, debe ser hecho con respecto a Dios como su ultimo fin.
Una cuenta detallada del amplio rango de teología moral debe ser encontrado en el índice analítico de Pares segunda de Santo Tomas “Suma Teológica” Nosotros debemos confinarnos nosotros mismos a un sumario breve. La primera cuestión, trata del fin ultimo del hombre, felicidad eterna. Su naturaleza y posesión, entonces sigue un examen de los actos humanos en ellos mismos y sus subdivisiones variadas, de actos voluntarios e involuntarios, de la moral justicia o malicia de ambos actos interiores o exteriores y sus consecuencias. Las pasíones en general y en particular, los hábitos o cualidades permanentes del alma humana y preguntas generales sobre virtudes, vicios y pecados, Bajo este ultimo titulo mientras preguntando las causas del pecado, el autor envuelve la doctrina en pecado original y sus consecuencias. Esta porción puede sin embargo ser con igual derecho asígnada a teología dogmática en el sentido estricto de la palabra. A pesar de eso Santo Tomar mira el pecado principalmente como una trasgresión de la ley y en particular de “ley eterna” ( Q ii. A. 6) Aun el coloca los capítulos sobre las leyes después de la sección sobre pecado, porque pecado, un hombre humano actúa como un ser humano actúa, es primero discutido del punto de partida de sus principios subjetivos, ejemplo, conocimientos, deseos y la tendencia del deseo. Solo después están las acciones humanas vistas con mirada hacia objetivo o principios exteriores y el principio exterior, por lo cual las acciones humanas son juzgadas no meramente como humanas pero como acciones morales, también moralmente bueno o moralmente mala es la ley. Desde que la moralidad es concebida por el como moralidad sobrenatural, que excede la naturaleza y las facultades del hombre, Divina gracia, el otro principio exterior de la moralidad del hombre, buenas acciones, es discutido después de la ley. En el exordio a Q, xc Santo Tomas instituye una breve división como sigue. “El principio exterior que nos mueve a buenas acciones es Dios. El nos instruye como su ley y nos ayuda con su gracia. He aquí que nosotros deberíamos hablar primero de la ley y después de la gracia.
Los siguientes volúmenes están totalmente dedicados a preguntas especiales, en el orden dado por Santo Tomas en el prologo “ Después de la precipitada mirada de las virtudes, vicios, y los principios morales en general, es obligatorio en nosotros considerar los puntos variados en detalle. Discusiones morales, si satisfechas con generalidades, son de pequeño valor porque tocan acciones particulares, cosas individuales. Cuando hay preguntas de moral, nosotros podemos considerar acciones individuales en dos caminos, uno por examinar el asunto, i. E., discutiendo las diferentes virtudes y vicios. Otro inquiriendo en avocaciones variadas de individuos y sus estados desde ambos estos puntos de vista. Primero, el cercano escudriño de virtudes varias cuidando en vista de ayudas divinas y los pecados y vicios opuestos de las respectivas virtudes. El examina primero las tres virtudes divinas como son totalmente sobrenaturales y abrazan el basto campo de la caridad y su practica actual, entonces el pasa a las virtudes cardinales con su auxiliar y virtudes aliadas. El volumen concluye con una discusión de los estados particulares de vida en la Iglesia de Dios, incluyendo esos que suponen un extraordinario, guía divina.
Esta ultima parte de ahí, discusiones de materias que específicamente pertenecen a la teología mística o ascética, como una profecía y modos extraordinarios de rezos, pero sobre todo la vida activa y contemplativa, perfección cristiana y estado religioso en la iglesia. Los contenidos de un trabajo moderno sobre teología moral, como por instancia, eso de Slater (Londres 1909) son actos humanos, conciencia, ley, pecado, virtudes de fe, esperanza, caridad, los preceptos del decálogo, incluyendo un tratado especial de justicia, los mandamientos de la iglesia, deberes ligados en particular a estados u oficios, los sacramentos no tan lejos como su administración y recepción están con un significado de reforma moral y rectitud, leyes eclesiásticas y penalidades, solo tan lejos como ellas afectan la conciencia, estas leyes formando propiamente la materia asunto de la ley canónica, y así tan lejos como ellos gobiernan y regulan la iglesia como una organización, su membresía, ministros, relaciones entre la jerarquía, clérigos, ordenes religiosas, laicidad o autoridad espiritual y temporal.
Una circunstancia no debe ser sobrevista. Teología moral considera acciones humanas libres, solo en su relación al supremo orden y al ultimo y alto fin, no en su relación a los próximos fines cuyo hombre puede y debe perseguir, como por instancia política, social, económica. Economía, política y ciencias sociales son campos separados de la ciencia, no subdivisiones de la ciencia moral. Sin embargo estas ciencias especiales deben también ser guíadas por la moral y deben subordinarse a los principios específicos de esta moral teológica, al menos tan lejos como para no chocar con lo moderno. El hombre es un ser y todas sus acciones deben finalmente permitirle su ultimo y alto fin. De ahí variados próximos fines deben guíarlo hacia el fin, pero debe ser hecho subsirviendolo hacia su logro. He ahí la moral teológica deslinda toda relación individual del hombre y pasa juicios sobre las preguntas políticas, económicas y sociales, no mirando su situación en política y economía, pero con la mirada a su influencia sobre la vida moral. Esto es también la razón que hay fuertemente otra ciencia que toca otras esferas tan cercanas como hace la moral teológica y porque esa esfera es más extensa en eso y cualquier otro. Esta es verdad considerando como teología moral tiene la eminencia practica de la esfera de instrucción y formación espiritual de directores y confesores, quienes deben ser familiares con las condiciones humanas en su relación de la ley moral y aconsejar personas en cada estado y situación.
La forma en la que la teología moral trata esta materia asunto, debe ser como teología general, principalmente positiva, eso es dibujando desde la revelación y fuentes teológicas. Empezando desde la fundación positiva, razón también viene en juego casí extensivamente, especialmente desde toda la materia asunto de ética natural, ha sido promovida hasta el grado de moral sobrenatural. Esta razón verdadera debe ser iluminada por fe sobrenatural, pero cuando ilumino esta obligación es para explicar, probar y defender la mayoría de los principios de teología moral.
Desde lo que ha sido dicho es manifiesto que la fuente principal de la moral teológica es escritura sagrada y tradición juntas que enseña la iglesia.
Sin embargo, los siguientes puntos deben ser observados mirando el antiguo testamento.
No todos los preceptos contienen en ellos que son universalmente validos, como muchos pertenecen al ritual y especialmente ley de los judíos. Estos estatutos nunca obligaron al mundo no judío y tiene simplemente han sido abrogados por el nuevo pacto, así ahora las observancias rituales propiamente son ilícitas. El Decálogo sin embargo con el exclusivo cambio en la ley juntando la celebración del Sabath, ha pasado al nuevo pacto una positiva confirmación divina de la ley natural y ahora constituye el principal sujeto materia de la moralidad cristiana. Sin embargo nosotros debemos recordar el viejo pacto no pone en grado de alta moral lo que Cristo elevo al nuevo pacto. Jesús el mismo menciona cosas que permitieron a los judíos “una cuenta de fortaleza a sus corazones”.pero contra lo cual el solicita nuevamente la ley al principio impuesta por Dios. He aquí que no siempre fue tolerado en el viejo testamento y sus escritos, es tolerado ahora, en el contrario, muchos de los usos aprobados y establecidos serian contados a la perfección cristiana como aconsejada por Cristo. Con estas limitaciones, los escritos del viejo testamento son fuentes de moral teológica, conteniendo ejemplos y exhortaciones de virtudes heroicas, desde lo cual los moralistas cristianos siguen la huella de Cristo y sus apóstoles, pueden bien dibujar modelos superbos de santidad.
Aparte de la Sagrada escritura, la iglesia reconoce también la tradición como una fuente de verdades reveladas, e ahí, morales cristianas. Asume una figura principalmente en los escritos de los Padres. Además, las decisiones de la iglesia son vistas como una fuente, desde que fueron basadas en la Biblia y Tradición, ellas son aproximadamente fuente de moral teológica, porque ellas contienen el juicio final acerca del significado de las Sagradas escrituras, tan bien como las enseñanzas de los padres. Estas incluyen una larga lista de proposiciones condenadas, que deben ser consideradas como señales de peligro entre los términos entre lo permitido e ilícito, no solo cuando la condenación ha sido pronunciada por virtud de la alta autoridad apostólica, pero también cuando la congregación instituyo por el Papa fue en general, decisión doctrinal en preguntas apoyadas en moral. Lo que Pio IX escribió concerniendo a los encuentros de escolares en Munich en el año 1863 puede también ser aplicado aquí. “ Desde que hay una pregunta de ese sometimiento al que se atan los católicos en conciencia quien desea avanzar los intereses de la iglesia por devoción de ellos mismos a las ciencias especulativas. Deja a los miembros de esta asamblea volver a llamar que no es suficiente para los católicos escolares aceptar y estimar lo arriba mencionado de dogmas, pero eso ellos están también obligados a someter a las decisiones de las congregaciones papales tan bien como a esas enseñanzas que son, por el constante y universal consentimiento de católicos, a llevar como verdades teológicas y conclusiones ciertas que la opinión opuesta aun cuando no herética, aun merece alguna censura teológica. Si esto es cierto de las doctrinas dogmáticas en el estricto sentido de la palabra, podría decir eso es aun mas verdad de preguntas morales porque de ellas no solo absoluta e infalibilidad cierta, pero también moralidad, cierta decisión debe ser contada como norma obligatoria.
Las palabras de Pio IX, casí citada, apunta otra fuente de doctrinas teológicas, he ahí, de morales, a saber, las enseñanzas universales de las escuelas católicas. Para estas son los canales, para los cuales las doctrinas católicas sobre fe y moral deben ser transmitidas sin error y lo cual tiene consecuentemente la naturaleza de la fuente. Desde la inanimada doctrina de las escuelas católicas sigue naturalmente la convicción de la iglesia universal. Pero desde que es un principio dogmático, eso, toda la iglesia no puede desviarse en asuntos de fe y moral, el consentimiento de varias escuelas católicas debe ofrecer la garantía de infalibilidad en estas preguntas.
La moral teológica, para ser completa en cada respeto, debe realizar preguntas morales que la teología dogmática hace en preguntas perteneciente al dogma. Lo ultimo fue explicado claramente, las verdades fe y prueba ellas ser semejantes, también debe tan lejos como posible, enseñar su acuerdo con la razón, defenderlas contra objeciones, trazar su conexión con otras verdades y por significados de argumentación teológica deduce mas allá verdades. La teología moral debe seguir el mismo proceso de preguntas de moral. Es evidente que esto no puede ser hecho en todas las ramas de la moral teológica en cuyo camino tan exhausto la materia exceptúa por una serie de monografías. Tomaría volúmenes de esbozo pero lo bello y lo armónico de las disposiciones de Dios, que trascienden la ley natural, pero cuando Dios efectúa una orden para elevar al hombre al plano alto y conducirlo al fin sobrenatural en la futura vida, y ahora todo esto abraza en la materia de moral sobrenatural. Ni la teología moral confinada a la exposición de estos deberes y virtudes que no pueden ser evitados si el hombre desea para conseguir su ultimo fin, incluye todas las virtudes, aun esas que marcan la elevación de la perfección cristiana y su practica, no solo en grado ordinario, pero también en vida ascética y mística. He ahí, esto enteramente correcto para designar el asceticismo y misticismo, como partes de la teología moral cristiana, a pesar de que ellas son tratadas ordinariamente como ciencias distintas.
La tarea de la teología moral es por no significado completo cuando ha explicado las preguntas indicadas. La teología moral, en mas que uno, respeta, es esencialmente una ciencia practica. Sus instrucciones deben ser extendidas a carácter moral, comportamiento moral, el complemento y éxito de aspiraciones morales, así que puede ofrecer una norma definitiva para situaciones complejas de la vida humana. Para este propósito debe examinar los casos individuales que crecen y determinan los limites y la gravedad de la obligación en cada uno. Particularmente esos cuyo oficio y posición en la iglesia demanda el culto de la ciencia teológica y que son llamados a ser maestros y consejeros, pero encuentran en la guía practica. Como la jurisprudencia debe ser permitida al juez futuro y abogado administrar justicia en casos individuales, así la teología moral debe permitir al director espiritual o confesor decidir asuntos de conciencia en casos variados de la vida diaria. Para pesar las violaciones de la ley natural en el balance de la justicia divina, debe permitir la guía espiritual distinguir correctamente o advertir a otros como que es pecado y que no, que es aconsejado y que no, que es bueno y que es mejor, debe proveer un entr3enamiento científico para el pastor del rebaño que pueda dirigir todo a la vida de deberes y virtudes, advirtiéndoles contra el pecado y peligro, guiando desde bueno a mejor, esos que son dotados con luz necesaria y poder moral, creciendo fuertemente esos que caen desde el grado moral. Muchas de estas tareas son asignadas a ciencia colateral de teología pastoral, pero esto también trata una especial parte de deberes de moral teológica y pierde, de ahí, entre la esfera de la moral teológica en su sentido amplio. La teorética pura y especulativa, tratado de cuestiones morales debe ser suplementada por la casuística. De ahí debería ser hecha separadamente, eso es cuando la materia asunto debería tomar casusticamente antes o después el tratamiento teorético o cuando el método debería ser al mismo tiempo ambos, teorético y casuístico, no es importante para la materia misma, la posibilidad practica decidirá este punto mientras para trabajos escritos de teología moral en especial apunta el autor determinarlo. Sin embargo, el que enseña o escribe teología moral para el entrenamiento de padres católicos, no debería hacer justicia completa al final al que guía, si el no une la casuística y la teorética y elemento especulativo.
Lo que ha sido dicho mas lejos suficientemente fuera del concepto de moral teológica en el amplio sentido. Nuestra nueva tarea es seguir esta actual formación y desarrollo.
La teología moral correctamente entendida, significa la ciencia de moralidad sobrenaturalmente revelada. De ahí, ellos no pueden hablar de moral teológica quien rechaza la revelación sobrenatural, lo mas ellos pueden hacer es conversar sobre ética natural. Pero para distinguir entre teología moral y ética es pronto o tarde para admitir una ciencia de ética sin Dios y religión. Eso esto contiene una contradicción esencial, es pleno para cada quien analizar las ideas de rectitud moral y perversión moral o el concepto de un absoluto deber que forza a el mismo a una inflexible persistencia sobre todo quien tiene esperado el uso de la razón. Sin Dios, una obligación absoluta es inconcevible, porque no hay nadie que imponga obligación. Yo no puedo obligarme a mi mismo porque yo no puedo ser impropio superior, menos aun puedo yo obligar a toda la raza humana y ahora yo me siento yo mismo obligado a muchas cosas y no puedo, pero me siento yo mismo absolutamente obligado como hombre y de ahí que no puedo pero miro todos esos que comparten la naturaleza humana con migo como también obligados. Es igual entonces que esta obligación puede proceder de un algo ser que es superior a todos lo hombres, no solo para esos que viven el presente, pero para todos los que han sido y quieren ser, de ningún modo en un cierto sentido aun esos quienes son meramente posibles, este ser superior es Señor de todos, Dios. Es también igual eso a pesar este supremo dador de leyes puede ser conocido por razón natural, tampoco El sino su ley, puede ser suficientemente conocida sin una revelación de su parte. De ahí si es esta teología moral el estudio de esta ley divina es actualmente cultivada solo por esos quienes fidedignamente suenan a revelación divina y por las denominaciones que sirven su conexión con la iglesia, solo tan largo como ellos retienen la creencia en la revelación sobrenatural a través de Jesucristo.
Sin embargo el protestantismo ha tirado esta creencia al agua, ahí el estudio de la teología moral como ciencia ha sufrido un naufragio. Ahora podría ser meramente trabajo perdido mirar para un avance sobre el en la parte de la denominación no católica. En el siglo diecisiete y dieciocho, hay aun hombres para ser encontrados quienes hicieron un intento a eso. J. A. Dornes estatuye en Herzog, “Enciclopedia Real” IV, 364sqq (s.v. “Ética”) ese prominente escritores protestantes apoyándose en “teologías morales” han crecido muy escasamente desde el siglo dieciocho. Sin embargo esto no es ciertamente correcto. De esos quienes aun suenan a un protestantismo positivo, nosotros podemos llamar Martensen, quien recientemente entro las listas con profunda convicción de ¡Éticas cristianas” lo mismo, a través de su propia materia peculiar, es hecho por Lemme en su “Ética Cristiana” (1905) amos atribuyen a la esfera mas amplia y objetivamente otros entonces de ética natural. Unos pocos nombres desde el siglo diecisiete y dieciocho pueden aquí ser suficientes. Hugo Grotius ( d 1645) Oufendorf (d 1694) Christian Thomasius ( d 1728) todos ven la diferencia entre teología y moral natural en eso los formadores es también positivo i, e,, Divinamente revelada, pero con la misma materia asunto como la ultima. Esta ultima aserción pudo hacer volar solo de la vista protestante que ha expuesto esto todo sobre “FIDES fiducialis” pero puede fuertemente reconocer un rango de deberes extendidos por Cristo y el cristianismo. Otros escritores de la teología moral, basados en el “ FIDES fiduacialis” son Budeus, Chr. A. Crusius y Jerem. Fr. Reuss. Un resultado lógico de Kantianismo, fue la negación de cada posibilidad de moral teológica desde Kant ha hecho razón autónoma la sola fuente de obligación. En este punto Dorner dice (cita local) “ esto es verdad que la autonomía y la autocracia de la moral siendo morales separadas y religión” el hubiera estado cercano a la marca que dijo “ellos destruyen toda moral” generalmente hablando de liberales modernos protestantes fuertemente conocidos y otros tan morales autónomos, aun cuando ellos hablan de “religión” morales, ellos encuentran la ultima explicación en el hombre, religión y Dios o divina revelación siendo llevados en su modernístico sentido , eso es nociones subjetivas de cuyos valores objetivos no tenemos conocimiento ni certitud.
Siendo el caso, ahí queda solo una pregunta a ser discutida, Que ha sido el desarrollo actual y método de moral teológica en la iglesia? Y aquí nosotros debemos primero que todo recordar que la iglesia no es una institución educativa o escuela para el avance de las ciencias. Verdad, ella estima y promueve las ciencias, especialmente teología y escuelas científicas están encontradas por ella, pero esto no es lo único suyo, o aun su principal tarea, Ella es la institución autoritaria fundada por Cristo para la salvación de la forma humana, ella habla con poder y autoridad a toda la raza humana, a todas las naciones, a todas las clases de sociedad y toda edad, comunicándoles la doctrina de salvación no adulterada y les ofrece su ayuda. Es su misión urgir sobre educar y no educar a personas semejantes la aceptación de la verdad sin mirar al estudio científico y establecido. Después esto ha sido aceptado en fe, ella también promueve y urge, de acuerdo a los tiempos y circunstancias, la investigación científica de la verdad, pero ella retiene la supervisión sobre ella y esta sobre todas las aspiraciones y trabajos científicos. Como resultado, nosotros vemos que la materia asunto de moral teológica, a través de extender positivamente comunicar por la iglesia, trata diferentemente por escritores eclesiásticos de acuerdo a los requerimientos de los tiempos y circunstancias.
En los primeros años de la temprana iglesia, cuando la divinidad vio nutrida por la sangre de los mártires fue visto germinar en lugar de resfriadas escarchas de persecución, cuando la amenaza del mundo hostil, creció en un estudio de la doctrina cristiana. Ahí morales, fueron los primeros tratados en moral popular, preguntas, fueron en voga, a través del método podría consistir ahora en una exposición concisa, ahora en mas detallada discusión de virtudes individuales y deberes. Uno de los tempranos trabajos de tradición cristiana, no es la mas temprana después de la sagrada escritura, la “didache”, o “enseñanza de los apóstoles, es principalmente de una naturaleza moral teológica. Es fuertemente mas que un código de leyes, un alargamiento del decálogo que agrega los principales deberes crecientes de la institución divina de los significados de salvación y de instituciones apostólicas de un trabajo común, en este respecto validos para teología dogmática en su cercano sentido. El Pastor de Hermas compuesto un poco mas tarde, es de carácter moral, eso es contiene una exhortación ascética a la moralidad cristiana y penas serias, si uno ha recaído en el pecado.
Existe una larga seria de escritores ocasionales situando en teología moral, desde el primer periodo de la era cristiana. Su propósito fue también recomendar una cierta virtud o exhortar la fe en general para ciertos tiempos y circunstancias. Esto desde Tertuliano ( d. Acerca 240) nosotros tenemos “ de espectáculos” “ de idolatría” “ de militancia corona” “ de paciencia” “ de oración” “ de penitencia” “ ad uxorem” no tomar en consideración los trabajos que el escribió después de su abandono del montanismo y que esta dentro del interés de la historia de las morales cristianas, pero no puede servir como guía en el. Del origen ( d254) nosotros aun poseemos dos trabajos menores cuya conducción en nuestra pregunta a saber “ de martirio” entre paréntesis en carácter y “ de oración” moral y dogmática en contenido, los últimos encuentros de objeciones que son avanzadas o aun reiteradas aun hoy contra la eficacia de rezar.
Ocasionalmente escritos y monografías nos son ofrecidas en trabajos preciosos de San Cipriano (d. 258) entre los formadores pueden ser numerados “ De mortalidad” y “ de Martirio” en un cierto sentido también “ Delapsis” aunque conduce mas a un carácter disciplinario y judicial, a la ultima clase que pertenece “ de habito virginal” “ De oración” “ de opera y caridad” “ de buena paciencia” y “ de zelo et livore” Un titulo mas claro para ser clasificado entre teología moral, libros parecen pertenecer a un trabajo temprano de “ pedagogos” de Clemente de Alejandria (d acerca 217) Es una cuenta detallada de una vida diaria cristiana, en la que ordinaria y acciones diarias son medidas por el estandar de moralidad sobrenatural. El mismo autor toca sobre morales cristianas también en sus otros trabajos particularmente en el “Stromata” pero este trabajo es principalmente escrito desde el punto de vista apologético, desde que el fue intentado a sostener la doctrina cristiana entera, ambas, fe y morales, contra filosofías paganas y judías.
En los subsecuentes años, cuando las persecuciones cesaron y la literatura patrística empezó a florecer nosotros no encontramos solo escritores exegéticos y apologías escritas para defender la doctrina cristiana contra las diversas herejías, pero también numerosos trabajos de teología moral, principalmente sermones, homilías y monografías. Primero de estos son las oraciones de San Gregorio de Nazianzus (d 391) de San Gregorio de Nyssa ( d 395) o San Juan Crisóstomo ( d. 406), o San Agustín (d 430) y sobre todas las “Catequesis” de San Cirilo de Jerusalem ( d 386) o San Juan Crisóstomo tenemos “ El sacerdocio”, de San Agustín “confesiones” “ hablar en soledad” Soliloquia” “ De catequizar indoctos” “ De paciencia” “ De continencia” “ Del buen conyuge” “ De los conyuges adulteros” “ de la santa virginidad” “ del buen viudo” “del mendigo” “el cuidado con relación a la muerte” , así eso los títulos solos son suficientes para dar una intimidad de riqueza de temas discutidos con no menos unción que originalidad y profundidad de pensamiento. Un separado tratado de moral sobrenatural de cristianos fue esperado por San Ambrosio ( d 397) en su libro” de oficios” un trabajo que imitando “de officiis” de Cicerón, formo una contraparte cristiana de las puras naturales discusiones de los paganos. Un trajo de una estampa enteramente diferente y largas proporciones es la “exposición en Job, seu moralium lib. XXV” de Gregorio el Grande ( de 604) No es un arreglo sistemático de varios deberes cristianos, pero una colección de instrucciones morales y exhortaciones basadas en el libro de Job.
Alzog (libro de mano der patrologie 92) llamado un justamente repertorio completo de morales” Mas sistemático es este trabajo “ de cura pastoral” que fue intentado primariamente por el pastor y que es considerado aun hoy un trabajo clásico en la teología pastoral.
Teniendo extensamente delineado el progreso general de teología moral durante la era patrística propiamente, nosotros debemos suplementarla detallando el desarrollo de una muy especial rama de moral teológica y su aplicación practica. Para la teología moral debe necesariamente asumir una forma peculiar cuando su propósito es restrictivo a la administración del sacramento de penitencia. El principal resultado a ser obtenido fue una clara noción de varios pecados y sus especies, o sus dolores relativos e importancia y de su pena a ser impuesta por ellos .En orden a asegurar procedimiento uniforme, fue necesario para los superiores eclesiásticos sostener direcciones mas detalladas. Esto ellos hicieron tampoco de su propio acuerdo o en respuestas a preguntas. Escritos de este tipo son cartas canónicas o pastorales de San Cipriano, San Pedro de Alejandria, San Basilio de Capadocia y San Gregorio de Nyssa, las cartas decretos y sínodos de un numero de papas como Siricio, Inocente, Celestino, Leo I, etc. Canones de algunos concilios ecuménicos. Estos decretos fueron coleccionados en una temprana fecha y usados por obispos y padres como una norma en distinción de pecados y en imponer penitencias eclesiásticas a ellos.
La ascendencia de así llamados “libros penitenciales” son desde el siglo siete, cuando un cambio tuvo lugar en la practica de la penitencia eclesiástica.
Hasta entonces fue un tiempo de ley honorada en la iglesia que los tres crímenes capitales, apostasía, asesinato y adulterio fueron purgados por una fiel penitencia determinada, la cual fue publica al menos para los pecados públicos. Esta reconciliación que consistía principalmente en ayunos severos y públicos, practicas humillantes fueron acompañadas por varias ceremonias religiosas bajo la supervisión estricta de la iglesia. Incluye cuatro sanciones distintas o clases de penitencia y en los últimos tiempos desde quince a veinte años. En un temprano periodo, sin embargo, los pecados capitales mencionados arriba fueron divididos en secciones, de acuerdo como las circunstancias fueron también agravadas o atenuadas y correspondiendo en largos o cortos periodos de penitencia fueron imputables a ellos. Cuando en el curso de los siglos, naciones enteras, incivilizadas y dominadas por pasiones fieras, fueron recibidas en el seno de la iglesia, y cuando como resultado, malvados crímenes empezaron a multiplicar muchas ofensas, consanguíneos a esos mencionados arriba, fueron incluidos entre pecados que no fueron materia de penalidades canónicas, mientras que otros, especialmente para pecados secretos, los padres determinan la penitencia, esa duración y modo, por los canónes. El siglo siete, trajo con su relajación, no verdaderamente penitencia canónica, pero control eclesiástico. Sobre la otra mano, fue un crecimiento en numero de crímenes que pedían una penitencia fija, si la disciplina no se mantenía. Del otro lado, muchos derechos hereditarios de naturaleza particular, que dejaron una cierta mitigación de la norma universal o penitencia, tuvieron que tomar en consideración, substitutos y así llamadas redenciones, que consistían en donaciones pecuniarias a los pobres o utilidad publica, gradualmente ganada, entro y estuvo en voga. Todos estos necesitados la redacción de listas comprensivas de variados crímenes y de sus penitencias fueron impuestos por ellos, así una cierta uniformidad entre confesores puede ser alcanzada como tratamiento de penitencia y administración de sacramentos.
Aparecieron un numero de libros penitenciales. Algunos de ellos conduciendo la sanción de la iglesia, cercanamente seguida de los decretos canónicos antiguos de los papas y los concilios y aprobados estatutos de San Basilo, San Gregorio de Nyssa y otros, otros fueron meramente trabajos privados que recomendó por el renombre de sus autores, fundado en amplia circulación, otros nuevamente fueron mas lejos en sus decisiones y de aquí constreñidos a los superiores eclesiásticos, también reprender o condenarlos. Una mas detallada cuenta de estos trabajos encontrara en otro articulo.
Estos libros no fueron escritos por científicos, pero por propósitos prácticos jurídicos. Tampoco ellos marcaron en adelanto en la ciencia o moral teológica, pero mas detención de ningún modo aun en decadencia. Estos siglos de migraciones de trastornos, ofreció una manchita adaptada para el éxito de cultivo de las ciencias y sin embargo en el siglo nueve un atento fresco fue hecho para crecimiento de estudios científicos al alto nivel, aun el trabajo de los siglos subsecuentes consistió mas que en coleccionar y renovar tesoros de formar siglos que en agregarlos. Esta es verdad de preguntas de moral teológica, no menos que otras ramas científicas. De esta estancación teológica en general y moral teológica en particular creció nuevamente la nueva vida hacia el fin del doce y principio del siglo trece. Una nueva corriente de desarrollo saludable fue digna de atención en teología moral y esas en dos direcciones, una en el nuevo fuerte influido en practica de confesores, la otra renovada vigor dada a la porción especulativa.
Con el gradual fin de las penitencias publicas, los libros penitenciales, perdieron su importancia mas y mas. Los confesores crecen menos concernidos acerca de la medida exacta de penalidades que sobre objetos esenciales del sacramento, el cual es la reconciliación de los pecadores con Dios. De un lado, los libros penitenciales fueron por lejos tambiÉn defectuosos para enseñanza de confesores como para juzgar sobre los variados pecados, sus consecuencias y remedios. En orden a encontrar esta necesidad, San Raymundo de Penafort, escribió hacia el año 1235 la “Suma de penitencia y matrimonio” Como su famosa colección de decretos, es un repertorio de canones en varias materias, i. e. Pasajes importantes de los padres, concilios y decisiones papales. Mas inmediatamente adaptados por el uso actual fue la “Suma de casos de conciencia” que fue escrito alrededor de 1317 por un miembro desconocido de la Orden de San Francisco y Asti en la alta Italia, y el cual es, de ahí conocido como “Suma Astensana” o “Suma Astensis” Son ocho libros cubiertos de toda materia asunto de moral teológica y decretos canónicos, ambos indispensables para el pastor y confesor. Libro I, los mandamientos divinos, II, virtudes y vicios, III, contratos y deseos, IV-VI sacramentos, excepto matrimonio, VII censuras eclesiásticas. VIII Matrimonio.
Los siglos catorce y quince produjeron un numero de sumas similares para confesores, todo de ellos, sin embargo, descargado de arreglos en libros y capítulos y adoptado de orden alfabético. Su valor es desde luego, ampliamente diferente. Los siguientes son los mas importantes y mas populares entre ellos. La “ Suma confesional” de Dominican Johannes de Freiburg (d 1314) que fue publicado a pocos años previos de la “ Summa Astensis”, es alta reputación y amplia circulación, fue debido a su revisión por otro miembro de la orden dominicana, Bartolomeo de Pisa (d 1347) quien arreglo alfabéticamente y suplemento sus partes canónicas, es comúnmente conocido como la “Suma Pisana” Este trabajo sirvió como fundamento para la “Summa angelica” un claro y conciso tratado, compuesto de 1476 por el Franciscano Ángelus Cerletus, llamado “Ángelus a Clavasio” después de su nativa ciudad Chiavasso. Es de gran popularidad y atestiguado por el hecho que fue a través de al menos treinta y un ediciones desde 1476 hasta 1520. Como popularidad fue disfrutada por la “Summma casuum” del franciscano J. B. Trovamala, que apareció a pocos años después (1484) y después siendo revisada por el autor mismo en 1495, reconoció el titulo de “Summa Rosella” Uno de los últimos y mas renombrados de esas sumas fue probablemente la “ Summa Silvestrina” del dominico Silvestre Prierias ( d 1523) después de cuya moral teológica empezó con el tratado en diferente forma.
La suma aquí mencionada siendo exclusivamente escrita para el uso practico de confesores, no desdeña mas la forma elemental, pero representa los resultados a través de estudios científicos, que producen, no solo escritos de esta clase, pero también otros trabajos sistemáticos de becas profundas.
El siglo doce evidencio una ocupada actividad en teología especulativa, que centro acerca de la catedral y escuelas monásticas. Estos productivos hombres como Hugh y Ricardo de San Victor y especialmente el alumno de Hugh, Pedro el Lombardo, llamado Señor de las Oraciones, quien floreció en la catedral, escuela de Paris hacia mediados de siglo y cuyo “Libro De oraciones” sirvió para algunos siglos como el libro de texto estandar en el vestíbulo de lecturas teológicas. En esos días, sin embargo cuando herejías peligrosas contra los dogmas fundamentales y misterios de la fe cristiana empezaron a aparecer, la parte moral de la doctrina cristiana recibió tratamiento limitado. Pedro el Lombardo incidentalmente discutió unas pocas preguntas de moral, como ejemplo, acerca del pecado, mientras hablando de creación y estado original del hombre o mas en particular, cuando tratando el pecado original. Otras preguntas, ejemplo acerca de la libertad de nuestras acciones y la naturaleza de acciones humanas en general, son contestadas en la doctrina sobre Cristo, cuando el discutió el conocimiento y el deseo de Cristo. Aun el renovado comentador de las “ Oraciones”, Alejandro de Hales, O Min, no hizo aun seriamente entrada en las morales cristianas. El trabajo de construcción de teología moral como una ciencia especulativa fue al final llevado y completado por una gran luminaria de teología, Santo Tomas de Aquina, a cuya “Suma Teológica” fue referida anteriormente. A un lado de esta pieza maestra de cuya segunda parte y porciones de la tercera pertenecen a morales, hay algunos trabajos menores existentes que conducen a moral y carácter ascético, los últimos llamados rama, fueron cultivados con extraordinaria habilidad por San Buenaventura de la orden franciscana, a pesar de que el no hizo igual el sistemático genio de Santo Tomas.
Este y los subsecuentes siglos producen un numero de teologos prominentes, algunos de los cuales contendieron varias doctrinas de Aquinas, como Duns, Scotus y sus adherentes, mientras otros siguieron en sus pasos y escribieron comentarios sobre sus trabajos como Egidius Romanus y Capreolus. Sin embargo puramente preguntas de moral teológica fueron raramente hechas en materia de controversia durante este tiempo. Una nueva época en el método de moral teológica no apunto hasta después del Concilio de Trento. Sin embargo hay dos escritores extremadamente fértiles del siglo quince quienes no solo ejercieron una poderosa influencia en el avance de la teología pero acrecentaron el estandar de vida practica. Ellos son Dionisio y Cartucio y San Antonio, Obispo de Florencia. El formador es bien conocido por sus trabajos ascéticos, mientras el ultimo devoto el mismo, a la practica de trabajo confesional y ordinario de pastor. Su Suma teológica” pertenece especialmente a nuestra materia. Fue a través de algunas ediciones y la revisión de A. Ballerini de ello, que apareció en 1740 en Florencia conteniendo nuestros folios. El tercer volumen trata principalmente de la ley eclesiástica, discute una gran extensión de la posición legal de la Iglesia y su código penal. Unos pocos capítulos del primer volumen son devotos del lado psicológico del hombre y sus acciones. El recuerdo de cuyo trabajo es un comentario del punto de vista meramente moral , en su segunda parte de Santo Tomas “ Suma Teológica “ a la que constantemente refiere. No es mera explicación teorética, pero es tan repleta con detalles jurídicos y casuísticos que puede ser llamada una fuente inexhaustible de manuales de casuística. Como altamente sapiencia practica de Antonio fue estimado durante su tiempo de vida y atestiguado por el sobrenombre “ Antonio Consiliorum “ Antonio el buen consejero dado a el en el Breviario Romano.
Una nueva vida fue alentada en la iglesia católica por el Concilio de Trento, Reformas de moral dieron ímpetus frescos a la ciencia teológica. Estos cayeron gradualmente del alto grado en que ellos crecieron en el tiempo de Santo Tomas, el deseo de avances sólidos han dado frecuentemente lugar a ver después de argumentaciones inteligentes sobre preguntas no importantes. El siglo dieciséis, testimonio un cambio completo. Aun antes del concilio convino, hay eminentes escolares de conversión seria de mente como Thomas de Vio (usualmente llamado Cayetano) Victoria y los dos Sotos, todos hombres cuyos conocimientos sólidos de teología probaron el inmenso beneficio del Concilio en el mismo. Sus ejemplos fueron seguidos por largas series de escolares excelentes, especialmente dominicanos y miembros de la nueva fundación de la Sociedad de Jesús. Fue arriba de todo el lado sistemático de moral teológica que fue ahora tomado con renovado entusiasmo. En los primeros siglos “las oraciones “ de Pedro el Lombardo fueron libro de texto universal y mas prominente trabajos teológicos y subsecuentemente profesados años a ser nada mas que comentarios sobre ellos. Desde ahí, sin embargo, la Suma Teológica “ de Santo Tomas fue seguida como guía en teología y un gran numero de los mejores trabajos teológicos, escritos después del Concilio de Trento fueron titulados “ Comentarios en Suma, Santo Tomas” El natural resultado fue un mas extenso tratado de preguntas morales desde estas constituyeron por lejos la mas amplia porción de Santo Tomas “ Summa” Entre los tempranos trabajos clásicos de este tipo es el “comentario teológico tomo quattuor” de Gregorio de Valencia. Es bien pensado en grandes actos cuidados, vols III y IV contienen la explicación de “Prima segunda” y de Segunda Secundaria” de Santo Tomas. Este trabajo fue exitoso y al fin del dieciséis y principios del siglo diecisiete por un numero similar de comentarios entre ellos, estuvo mas prominentemente esos de Gabriel Vazquez” Lessiurs Suárez, Becanus y los trabajos de Tomas Sánchez “ En decálogo” así tan bien como comentarios de Domingo Bañez, el cual apareció algún tiempo antes y esos de Medina ( ver Medina, Bartolomeo, Probabilismo)
Prominentes entre todos esos mencionados es Francisco Suárez, S. J, en cuyos voluminosos trabajos de preguntas de principios de la “Seounda” de Santo Tomas son desarrollados con gran cuidado y riqueza de conocimiento positivo. Casi cada pregunta es examinada buscándola y traída cerca de su solución final. Las mas variadas opiniones de teólogos formadores son extensivamente discutidas, sujetos a escrutinio cercano y a la decisión final es dada con gran circunspección, moderación y modestia. A grandes tratados folio las preguntas fundamentales de moral teológica en general.
1.- De fino y beatitud. 2.-. De voluntario e involuntario y de activo humano. 3.- De bueno y malos actos del hombre. 4.- de pasiones y vicios.
Otro volumen trata de “Leyes” algunas paginas de volúmenes son devotas a tratados los cuales verdaderamente pertenecen a moral, pero que son inseparablemente conectados con otras preguntas estrictamente dogmáticas acerca de Dios y sus atributos, como “j Gracia divina”, Hay hoy en todos lados asignados dogmas propios, una tercera serie dada la doctrina entera de sacramentos ( con excepción del matrimonio) de cuyo lado dogmático y moral No todas y varias virtudes son examinadas por Suárez, al lado del tratado en virtudes teológicas, nosotros ponemos solo eso en la virtud de religión. Pero si alguno de los trabajos de Suárez pudo ser llamado clásico, es el ultimo nombre, cuyas discusiones en cuatro volúmenes de toda materia “ De religión” Entre todo el rango de “religión” incluyendo las nociones y posiciones relativas, estos variados actos y practicas, como rezos, votos, juramentos etc, los pecados contra ellos, pueden fuertemente ser encontrados en preguntas dogmáticas o casuísticas que no han sido tampoco solucionadas o cuya solución no ha sido al menos sido intentada. De los dos últimos volúmenes uno trata de ordenes religiosas en general, el otro de “instituto” y la sociedad de Jesús.
En el curso del siglo diecisiete y dieciocho, aparecieron un numero similar, sin embargo concisos, trabajos cuyo tratado de preguntas moral teológicas como una parte de teología universal con el genuino espíritu de la ciencia Escolástica. Hay esos de Tanner, Coninck, Platel, Gotti, Billuart, y muchos otros, la mera enumeración de quienes nos guían tan lejos en el campo. Nosotros debemos sin embargo mencionar uno que nadie puede negar el honor de tener avances ambos especulativos y de teología práctica y especialmente morales practicas, Juan de Lugo. Dotado con no comunes, genio especulativo y claro, juez practico, el en muchas instancias señalo enteramente nuevas sendas hacia la solución de preguntas morales. Hablando de esta teología moral, San Alfonso estila el “ por todos desigualdad de conducción después de Santo Tomas “ Los trabajos que vinieron para nosotros son “ De FIDE” “ De encarnación” “ De justicia y jure” “ de sacramentos” a saber “ de los sacramentos en general” “ Del bautismo y eucaristía” y “ De penitencia” Es superior a todo el volumen “ De penitencia” que a través su disputa dieciséis, el vino al libro de mano clásico para moral teológica casuística y particularmente para la distinción especifica de pecados. En la misma materia pertenece el póstumo “ Responsabilidad moral” una colección de respuestas dadas por Lugo en complicados casos de conciencia. Esto no es el lugar para señalar su eminencia como dogmático, suficiente es decir que muchas lejanas alcanzadas preguntas reciben originales soluciones que a pesar de no ser universalmente aceptadas han ya sotechado considerable luz en esos temas.
El método que Lugo aplico a las preguntas de teología moral, puede ser bien llamado mixto, eso es, es de ambos especulativo y casuístico . Como trabajos de carácter mixto ahora crecen comúnmente, ellos tratan de toda materia asunto de teología moral, en tan lejos como su servicio para el confesor y el pastor en la forma mixto, asi ellos insisten mas en casuística que lo hizo Lugo. Un tipo de esta clase, es “ Teología moral” de Paul Laymann ( d 1635) en esta categoría puede también ser numerada como “ teología del decálogo” y “ Teología sacramental” de Sporer ( d 1683) la “Conferencia” de Elbel ( d 1756) y la Teología moral” de Reuter d 1762). Casi innumerables son los manuales para confesores escritos en casuística forma simple, así aun esos justifican sus conclusiones por razones internas después legitimadas de ellas por un llamado a la autoridad externa. Ellas no son frecuentemente fruto de completo, conocimiento especulativo y lecturas extensivas. Uno de los mas sólidos es probablemente el “Manual de confesión y penitencia” de Azpilcueta (1494-1586) el gran canonista comúnmente conocido como “ Doctor Navarro”, mas allá “ La instrucción sacerdotal” o “Suma casos de conciencia” de Cardinal Tolet (d 1596) que fue altamente recomendado por San Francisco de Sales, Otro trabajo, puede también ser mencionado a saber el llamado “Médula Teológica moral” de Hermann Busenbaum (d1688) que vino famoso, una cuenta de su uso muy extensivo (cuarenta ediciones en menos de veinte años durante el tiempo de vida del autor) y el numero de sus comentarios. Entre estos están incluidos Claude Lacroix, cuya teología moral es considerada como una de las mas validas del siglo dieciocho y San Alfonso Liguori, con el que sin embargo, una nueva época enteramente de moral teológica comienza.
Antes de entrar sobre la nueva fase, déjenos mirar al desarrollo del así llamado sistema de moral y las controversias que surgen entre católicos escolares, como también el método casuístico de tratado de moral teológica en general. Para esto es preciso la casuística de teología moral alrededor de esos centros de controversia y que ha experimentado severos ataques en nuestros propios días. Estos ataques fueron para la mayor parte confinados a Alemania. Los campeones de los adversarios son J. B. Hirscher ( d 1865) Dollinger, Reusch, y un grupo de católicos escolares quien en los años 1901 y 1902, pidieron una reforma de la teología moral” a pesar todos fueron no movidos por el mismo espíritu. En Hirscher fue el celo por una supuesta buena causa, así el fue implicado en errores teológicos. Dollinger y Reusch, intentaron cubrir su defecto de la iglesia y ellos rechazaron el reconocimiento de la infalibilidad papal, llevando al ridículo de las condiciones eclesiásticas del mundo y negocios que ellos militaban en contra de esa infalibilidad. La ultima frase de esta oposición es principalmente el resultado de un mal entendido. En orden a elucidar las acusaciones traídas por la casuística, nosotros usamos completamente el criticismo injustificable que Hirscher lanzo contra la teología escolástica en general en su trabajo de 1832. “En la relacion entre el el evangelio y la teología escolástica” es citada aprobadamente por Dollinger y Reusch, (Moralstreitigkeiten, 13 sqq) S En lugar de penetrar en el espíritu que hace virtud que es y verdad fundamental de toda cosa es buena en este mundo, en otras palabras, en lugar de empezar con una naturaleza indivisible de todas las bondades, ellos empiezan con lo material de varios preceptos morales y prohibiciones sin advertir a los que los originaron, en esa fundación ellos quedan y que es su principio de dar vida” esto significa que los escolásticos y casuísticos conocen solo las cosas individuales, no ven nada universal y uniforme en las virtudes y deberes.
2.- En lugar de derivar estos preceptos y prohibiciones de uno, esencia individual de todas las bondades y de ahí crear ciertamente en los juicios morales de su audiencia, ellos no aceptan principios, encuerdan cada uno con cada uno para proveerlos con innumerables estatutos y cláusulas, confundiendo y oprimiendo al que escucha por lo rebasado de medidas y deberes, medios deberes y no obligaciones. En otras palabras los escolásticos oprimen y confunden por una multiplicación no necesaria de deberes y no deberes.
3.- Es mas en acuerdo con el espíritu del Mosaísmo que con eso de la cristiandad cuando moralidad cristiana es tratada, menos como doctrina de virtudes que de leyes y deberes, y cuando agregando mandamiento a mandamientos, prohibición a prohibición, nos da un lleno y sacudida medida de reglas morales en lugar de construir en el espíritu cristiano, derivando todo de ello y señalando todas las particulares virtudes e su luz” o brevemente promotores casuísticos santurronería exterior sin el interior del espíritu.
4.- Esos quienes tratan moral desde el punto de vista de la casuística, asignan una parte importante para la distinción entre grave y leyes luminosas, grave y clara obligación, seria y leve trasgresión mortal y pecados veniales... Ahora la distinción entre pecados graves y veniales no es sin una sólida fundación y es principalmente basado en las diferentes cualidades del deseo y si a un lado los variados grados de bondad y malicia son medidos por la presencia, ejemplo, de puramente bueno a fuerte deseo, y uno menos puro y menos fuerte, de un débil, inerte, impuro, malicioso, pervertido deseo, entonces nadie alcanzara su voz contra el. Pero si totalmente diferente cuando la distinción entre mortal y pecado venial es tomado objetivamente y basado en la gravedad y claridad de los mandamientos... Como una distinción entre pecados mortales y veniales, fundada en la diferencia material de mandamientos y prohibiciones, es una fuente de tormenta y ansiedad para muchos ..... Verdad moralidad no puede ser avanzada a través como una ansiedad... La masa de la gente derivara entonces este único provecho de cómo un método, muchos refrenaran de que es prohibido bajo pena de pecado mortal y hará que es mandado sobre la misma pena, pero ellos cuidaran poco por que es mandado o prohibido bajo pena de pecado venial solo, en el contrario ellos verán una compensación el ultimo para que ellos sacrifiquen a los mandamientos graves. Pero puede llamarnos las vidas como hombres cristianos ¿ en otras palabras casuística falsifica las conciencias distinguiendo objetivamente entre pecados mortal y venial, guíando a contenido de mas tarde y rendir genuinamente a la vida cristiana imposible.
No es difícil refutar todas estas acusaciones. Una mirada a la “ Suma Teológica “ de Santo Tomas probara cuan incorrecto es el primer cargo que el Escolasticismo y la casuística conocen solo actos buenos individuales y virtudes individuales, sin preguntarse en la fundación común de todas las virtudes. Antes tratando las virtudes individuales y los deberes individuales, Santo Tomas nos da un volumen todo de discusiones de naturaleza general de los cuales nosotros podríamos notar la profundidad de especulaciones y el ultimo fin de bondades y malicia humana en las acciones, la ley eterna, la segunda acusación que la escolástica casuística confunde la mente por sus masas de deberes y no deberes puede solo significar que la escolástica casuística fija estos arbitrariamente y contraria a la verdad. La queja puede solo referir a esos trabajos y lecturas que guían a la instrucción de clérigos, pastores y confesores. Los lectores y escuchas que son confundidos u oprimidos por esta “ Masa de deberes etc” muestran por este cada hecho eso el no tiene el talento necesario para el oficio de confesor o guía espiritual, que debería de ahí buscar otra vocación.
El tercer cargo dirigido contra la hipocresía judía que negligé criando de la vida interior, es rechazada por cada trabajo en casuística, sin embargo pobre para cada una de ellas expone mas enfáticamente que sin la exposición de gracia y buena intención, todos los trabajos externos, no son asunto, como dificultad y heroicidad, son sin valor en la vista de Dios. Puede la necesidad del espíritu interno ser traído mas claramente? Y aun si en algunos casos, el cumplimiento de cierto trabajo es sostenido como el mínimo demandado por Dios o la iglesia, sin lo cual el cristiano podría incurrir en condenación eterna, si esto no es desterrando el espíritu interno pero designando el cumplimiento externo.
Últimamente, el cuarto cargo nace de un error teológico muy grave. Ahí puede ser sin duda que la atrocidad en juzgar el pecado y en discutir entre pecado mortal y venial, el elemento subjetivo debe ser llevado a consideración, sin embargo, cada compendio de teología moral, no asunto como casuística, encuentra este requerimiento. Cada manual distingue pecados que crecen de ignorancia, debilidad, malicia, sin embargo, rotularlos todos pecados de debilidad o pecados veniales, o todos pecados de malicia como pecados mortales, por ahí, son seguramente menores de malicia que no pueden ser dichos la causa de muerte del alma. Cada manual también toma conocimiento de pecados que son cometidos sin suficiente deliberación, conocimiento o libertad, todos estos aun a pesar de la materia son graves, son contados como pecados veniales. De la otra mano, cada manual reconoce veniales y graves pecados que son como por la gravedad del asunto, solos. O quien abstraería de cada cosa, poner en mentira jocosa en un par con la negación de fe? Pero aun en estos pecados mortales o veniales de acuerdo a su objeto, los casuistas fijan estrés en las disposiciones personales en que el pecado fue cometido actualmente. De ahí, su principio universal, el resultado de conciencia errónea subjetiva podría ser que una acción que es en ella misma solo venial, se vuelva pecado mortal y viceversa, que en la acción que es en ella misma pecaminosa, eso es constituye una violación grave de la ley moral, podría ser solo pecado venial. Sin embargo, todos los teólogos, también casuistas consideran una conciencia correcta un gran regalo, y ahí esfuerzo, por sus decisiones casuísticas, a contribuir hacia la formación de conciencias correctas, así que la materia estimada de la moralidad de ciertas acciones podría coincidir tan lejos como posible con la norma objetiva de moralidad.
Cuando últimamente, varios oponentes del método casuístico, objeto que los moralistas ocupaban ellos mismos exclusivamente con pecados y su análisis, con el lado fuerte” de la vida humana, dejémoslos recordar que es físicamente imposible decir cada cosa en un aliento, que solo como en muchas otras artes y ciencias, una división de trabajo podría también ser ventajosa para la ciencia y la moral teológica, que el propósito particular de manuales y lecturas podrían ser limitadas a la educación de hábiles confesores y que el propósito podría muy bien ser realizado por centrar la atención en el lado oscuro de la vida humana. Sin embargo puede ser garantizado que esto no puede ser el único propósito de la moral teológica, una perfecta discusión de todas las virtudes cristianas y el significado de adquiriendo ellas es indispensable. Si en cierto tiempo esta parte de la moral teológica podría ser empujada al ultimo termino, teología moral podría volverse de un lado y podría necesitar una revisión, no cortando a la casuística, pero por devoción mas tiempo y energía a la doctrina de virtudes y su corte ético y aspecto ascético.
En todas estas ramas de moral teológica, un gran avance fue notable para el tiempo del Concilio de Trento, que mas estrés que preso en casuística en particular, encuentra su explicación en el crecimiento frecuente de confesión sacramental. Esto es libremente concedido por nuestros adversarios. Dollinger y Reusch, dijeron (op cit. 19 sqq) “El hecho que casuística fue bajo un ulterior desarrollo después del siglo dieciséis, esta conectado con cambios ulteriores en la disciplina penitencial. De ese tiempo en la costumbre prevaleció el acercamiento a lo confesional mas frecuentemente, regularmente antes Comunión, de confesantes no solo graves pero también pecados veniales y de preguntar el consejo del confesor para todos los problemas de la vida espiritual, así que el confesor se vuelve mas y mas un padre espiritual y guía. “ El confesor necesita esta escolaridad y entrenamiento científico, que solo puede facilitarle dar correctas decisiones en casos complejos de la vida humana, a formar un estimado correcto de bondades morales o defectos, deberes o violación de deberes, virtudes o vicio. Ahora fue inevitable que el confesor podría encontrar casos donde la existencia o medida exacta de la obligación permaneció no oscuro aun después de un examen cuidadoso, donde el moralista fue desde entonces confrontado por la pregunta que la decisión final en estos casos debería ser, sin embargo, una fue obligada a considerar uno mismo limite cuando el deber fue oscuro y dudoso , o como uno podría remover esta duda y llegar a conclusión definitiva que fue no obligación estricta. Eso, el formador no podría ser el caso, pero que una obligación, al existir debe primero ser probado, fue siempre bien conocido y fue variadamente expresado en reglas practicas. “ In dubiis benigniora sequenda” “odiosa sunt restringenda” etc. El principio básico, sin embargo, para solucionar como dudosos casos y esperando la certitud necesaria para la moralidad de una acción que no siempre guardo claramente en vista. Para establecer el principio universal, que equivalente a establecer un sistema moral, y los varios sistemas fueron distinguidos por el principio al cual cada uno adhirió.
La historia del probabilismo es dada bajo el titulo, suficiente para decir aquí que de la mitad del siglo diecisiete, cuando la violenta discusión de estas preguntas empieza, el desarrollo de moral teológica coincide con eso de Probabilismo y de otros sistemas probabilísticos, a pesar de estos sistemas, toca solo una pequeña porción de la moral y verdades morales y nada es mas lejos de la verdad que la opinión, tan ampliamente extendida entre los adversarios de la moral católica, ese probabilismo dio una nueva forma y un nuevo espíritu a toda la moral teológica. El probabilismo y los otros sistemas de moral son concernidos solo acerca de casos que son objetivamente dudosos. Desde aquí, ellos enteramente abstractos de la amplia esfera de certitud, estableció verdades. Ahora la ultima clase es por mas la mas larga en moral teológica también, no fue así, la razón humana estaría en un lamentable apuro y la divina providencia habría otorgado pequeño cuidado en la mas noble de sus criaturas visibles y sus altos logros, aun en el orden sobrenatural, en el cual en completa medida de regalos y gracias fue mostrada sobre esos rescates en Cristo. La porción cierta e indudable incluye todas las preguntas fundamentales de morales cristianas, comprende esos principios de orden moral con cuyas relaciones de hombre hacia el mismo, hacia Dios, hacia sus vecinos y variadas comunidades están reguladas, abraza la doctrina del ultimo fin del hombre y del significado sobrenatural, esperando este fin. Ahí solo un pequeño numero comparativamente oscuro y dudosas leyes o deberes esas llamadas al probabilismo o antiprobabilismo para una decisión. Sin embargo como ha sido dicho desde mediados del siglo diecisiete, el Interés de moral teológica, se centro en preguntas acerca de probabilismo y antiprobabilismo.
Casi tan lejos desde la verdad es la segunda opinión de los adversarios del probabilismo, vix, que este sistema induce a la gente a evadir las leyes y endureció hacia la dureza. En lo contrario, suscito la pregunta de probabilismo de todo, pero el signo de severa conciencia del alma. El quien propuso la pregunta de todo conoce y confiesa por eso cada hecho. Primero, eso no es legal actuar con duda de conciencia, eso el quien ejecuta una acción sin estar firmemente convencido de su permitido ser, comete pecado en la vista de Dios, segundo, esa una ley sobre toda la ley divina, nos obliga a tomar conocimiento de el y eso de ahí, cuando las dudas surgen acerca de la probable existencia de una obligación nosotros debemos solicitar cuidado suficiente en orden a llegar a certidud, así esos frívolos descuidos, de dudas razonables es en ello mismo un pecado contra la sumisión al deber de Dios, En lugar de todo esto, podría pasar eso todo, nuestras quejas y demandas no nos guían, esas razones sólidas son encontradas ambas por y contra la existencia de una obligación, bajo estas circunstancias y hombre conciente desea naturalmente preguntar todo lo que debe considerar el mismo, deslindado por la ley o todo lo que el puede, por mas distantes reflexiones.. principios reflejos como son llamados.. vienen a la plena conclusión, eso no hay obligación tampoco de hacer u omitir el hecho en cuestión. Estuvimos obligados a considerar nosotros mismos confinados en cada dura, el resultado, obviamente, seria una intolerable severidad. Pero desde antes ejecutando una acción, el veredicto final de nuestra conciencia debe ser libre de la duda, la necesidad de remover en un sentido u otro como dudas, como habrían surgido en propia evidencia.
Al principio fue una carencia de claridad con mira al probabilismo y las preguntas conectadas con el. Conflicteando definiciones de opinión, probabilidad y certitud, no pudo pero causo confusión. Cuando los trabajos de moral teológica y manuales prácticos empezaron a multiplicar, fue inevitable que algunos individuos podrían tomar la palabra “probable” en también amplio o también débil sentido, a través de ello pudo ser sin duda eso en su mismo significado “ alguien aceptable a razón”, en otras palabras desde la razón no puede ser aceptado nada a menos que tenga apariencia de verdad “ algunas cosas basadas en razones que generalmente guían a la verdad” De ahí, es esas opiniones fueron actualmente avanzadas y llevadas como practicables, que fueron un pequeño acuerdo con las peticiones de la fe cristiana y que trajeron abajo sobre ellas la censura de la Santa Sede. Nosotros referimos particularmente a estas condenadas por Alejandro VII en 24 sept 1665 y 18 de marzo de 1666 y por Inocencio XI el 2 de marzo de 1679. No es el probabilismo eso debe ser hecho responsable por ellos por los caprichos de poco probabilistas.
Como resultado de estas condenaciones algunos teólogos, pensaban ellos obligados a oponer el sistema el mismo y estar del lado con el probabiliorismo. Previo a esta vuelta de negocios, los jansenistas tuvieron los mas pronunciados adversarios del probabilismo. Pero ellos también recibieron una contrariedad cuando Inocente X, condeno (31 de mayo 1653) en el “Agustinus” de Jansenio, entonces recientemente muerta la proposición “ Casi el hombre con fuerza ahora en su disposición no puede guardar ciertos mandamientos de Dios, aun si su deseo y esfuerzo para hacer así, de un lado ellos son sin la ayuda de la gracia que podría hacerlo posible para ellos” fue tomado del trabajo y rechazado como hereje y blasfemo. Ahora el probabilismo fue al menos reconciliable con estas tesis jansenistas, que podrían mantener lo mas fácil, lo estricto de las obligaciones morales fijadas sobre la conciencia del hombre fueron y los mas severos sistemas proclamados como fueron solitariamente justificados. Consecuentemente los adherentes de la doctrina Jansenistica se esforzaron a atacar el probabilismo, tirando sospechas en ello como una innovación a representar eso, aun como guiando al pecado. dieron una oportunidad a los jansenistas de atacar el sistema y pronto un numero de escolares, notables entre los dominicanos abandonaron el probabilismo que ellos habían defendido hasta entonces, atacado y detenido por probabiliorismo, algunos jesuitas también opuestos al probabilismo, Pero por lejos, la mayoría de los escritores jesuitas tan bien como un vasto numero de otras ordenes y clero secular, adhirieron al probabilismo. Un entero siglo fue tomado con esta controversia que probablemente no tuvo igual en la historia de la teología católica.
Afortunadamente los trabajos en ambos lados de esta controversia no fueron escritos populares. De ahí exageradas teorías causaron una brillante inigualdad y mucha confusión en la administración del sacramento de penitencia y en la guía de almas. Estas vistas siendo tenido el caso particular en Francia e Italia, Alemania probablemente sufrió menos del rigorismo. De ahí esto fue una bendición de la divina providencia que estos surgieron un hombre en la mitad del siglo dieciocho, quien nuevamente insistió en una benévola y benigna practica y quien debido a la eminente santidad que combino con aprendizaje sólido y que creció el pronto después de su muerte al honor del altar, recibió la aprobación eclesiástica de su doctrina, de ahí, definitivamente estableciendo la benévola practica en teología moral.
Este hombre es Alfonso Maria Liguori quien murió en 1787 a la edad de 92, que beatifico en 1816, canonizado en 1839 y declarado doctor de la iglesia en 1871. En su juventud Liguori estuvo siendo penetrado con principios estrictos de moral teológica, pero como el mismo confeso, la experiencia que una vida de misionero extendió sobre quince años le dio, un estudio cuidadoso, le trajo una realización de sus falsedades y malas consecuencias. Principalmente para los miembros jóvenes de la congregación religiosa que estuvo obligada su existencia a su ferviente entusiasmo, el trabajo un manual de moral teológica, basado en el amplio uso “Medula” de el jesuita Hermann Busenbaum, cuyas tesis el sujeto a través de los exámenes, confirmado por razones internas y autoridad externa, ilustrado por opiniones adversas y aquí y ahí modificadas. El trabajo enteramente probabilístico en sus principios, fue primero publicado en 1748. Recibido con aplauso universal y elogiado aun por Papas, fue a través de ella, su segunda edición en 1753, edición después de edición entonces seguida cercanamente cada una mostrando la revisión manual del autor. La ultima novena edición publicada durante el tiempo de vida del santo apareció en 1785. Después su beatificación y canonización, su “ Teología moral” fundada y con amplia circulación. No solo fue ediciones variadas arregladas, pero casi vistas como pensamiento mas allá crecido de teología moral podría ser restrictiva a la reiteración y revisiones del compendio de el trabajo de San Alfonso. Una edición critica excelente de la “ Teología moral de San Alfonso “ es esa de Leonardo Gaude,, C.SS:R: ( Roma, 1905) quien tuvo verificada todas las cuotas en el trabajo e ilustro con anotaciones escolares.
Ningún futuro trabajo en moral teológica practica puede pasar sin amplias referencias de los escritos de San Alfonso. De ahí, seria imposible ganar una clara percepción en el estado presente de teología moral y su desarrollo sin ser mas o menos conversante con el sistema del santo, como narrado en el articulo probabilismo. La controversia que es aun sacudida sobre probabilismo y equiprobabilismo, no tiene significado solo el ultimo traspase de limites puestos por San Alfonso y unida al probabiliorismo. Sin embargo a través esta controversia no ha sido abandonada teoréticamente aun en cada practica diaria es dudosa y hay alguno que sigue otras reglas en decisión de casos dudosos que esos del probabilismo. Esta ascendencia de la escuela benigna en teología moral sobre lo mas riguroso ganado de nuevos ímpetus cuando Alfonso fue canonizado y cuando la iglesia señalo en particular que la divina providencia ha crecido en el como un baluarte contra los errores de jansenismo y que por sus numerosos escritos el hirió a mas confiables sendas que guían a las almas podría seguramente seguir en medio de las opiniones conflictivas, también tan débiles como tan estrictas. Durante su tiempo de vida el santo fue forzado a entrar en disputas literarias severas en cuenta de su trabajo en teología moral, sus principales adversarios fueron Concina y Patuzzi, ambos, de la orden dominica y campeones de probabiliorismo.
Las ultimas décadas del siglo dieciocho, pudieron bien ser llamadas un periodo de general decadencia , tan lejos como ciencias sagradas, teología moral incluida, son concernientes. El espíritu frívolo de los enciclopedistas franceses han infectado, como fue, a toda Europa. La revolución que fue su descendiente, choco la vida toda científica. Unas pocas palabras acerca del estado de teología moral durante este periodo pudo ser suficiente. Italia se volvió desunidamente por la disputa sobre rigorismo y una practica benigna. En Francia el rigorismo, recibió todos los derechos de ciudadano a través del movimiento jansenista y tomo por su propio cultivo tarde en el siglo diecinueve. Alemania fue inclinada por un espíritu de poca profundidad cuyos tratados desalojan morales cristianas por principios racionalísticos y naturales. El “seminario general” que Jose II estableció en los estados Austriacos, envolvió a profesores que no sonrojaron a avanzar doctrinas heréticas y excluir restringiendo a si mismo a los cristianos del catalogo de obligaciones morales. Otras instituciones alemanas también ofrecieron sus asientos de teología a profesores que embebían las ideas de la “ilustración” negligiendo para insistir en doctrinas católicas de fe y pusieron a un lado la vida sobrenatural, Murmurando el fin y guía de educación en una mera moralidad natural. Pero en la segunda década del siglo diecinueve la revolución francesa gasto ella misma, tranquilamente tuvo nuevamente seguimiento de tumultos, la restauración política de Europa ha sido empezada. Una restauración también del espíritu eclesiástico y aprendizaje fue también inaugurado y de crecimiento gradual de la moral teológica se volvió digna de atención. Una parte desde la ascética pura de ese lado hay tres divisiones en las cuales esta nueva vida fue plenamente visible, catecismo, instrucción popular y trabajo pastoral.
A pesar de que el propósito de la enseñanza catequística para instruir la fe en el entero rango de la religión cristiana, en las doctrinas de fe, no menos que en esas de moral, hoy, los formadores pueden también ser concebidos y discutidos con respecto a los deberes y el camino por el cual es hombre es destinado a obtener su ultimo fin. De aquí el tratamiento catequético de preguntas religiosas puede ser mirado como una porción de la moral teológica. Durante el periodo de “ la ilustración”, esta rama ha sido degradada por un somero moralizante entre líneas naturales. Pero eso creció nuevamente en el curso del pasado siglo a una explicación lucida de la suma total de doctrina cristiana, es certificada por numerosos excelentes trabajos, ambos catecismos y discusiones extensivas. A estos podrían ser agregados mas perfectos manuales de doctrina cristiana, intentados por altas escuelas,, en las que partes morales y apologéticas de instrucción religiosa son tratadas científicamente y adaptados a necesidades del tiempo. No han nada sin embargo que nos prevenga de colocar estos escritos en la segunda de las ya mencionadas clases, desde su guía es la instrucción de gente cristiana, principalmente seglares educados Es verdad estos trabajos pertenecen exclusivamente, aun menos que a lo catequístico a la teología moral desde su materia asunto abraza toda la doctrina cristiana, ahora las tendencias destructivas morales de ateismo y la nuevas preguntas morales trajeron adelante con las condiciones de nuestros tiempos impresionados sobre escritores la importancia de instrucción moral en manuales de fe católica. Las ultimas décadas en particular probo eso, este lado de teología ha sido bien llevada con cuidado de varias reconocidas preguntas en morales cristianas son extensivamente tratadas en monografías como la pregunta social, el significado del dinero, la doctrina de la iglesia en uso, preguntas de la mujer, etc. Para citar trabajos solos, o entrar en diferentes materias en detalle podría exceder los limites de este articulo.
La tercera línea entre los que notamos en avance fue llamada la pastoral, que es instrucción que tiene una especial guía de educación y ayuda de pastores y confesores. Esta es instrucción necesaria pero no exclusivamente casuística, pero mencionada ya. La escasez de padres, que fue vivamente sentida en muchos lugares,, ocasiono una carencia de tiempo necesario para todo entorno científico de educación de candidatos para sacerdotes. Esta circunstancia explica como manuales científicos de moral teológica, por décadas, fue meramente casuística, compendio, conteniendo dentro de la sustancia de investigaciones científicas, pero escaseando la argumentación científica. Lo correcto de la doctrina de la iglesia, ha sido asegurada y facilitada por la aprobación con que la iglesia distinguió los trabajos de San Alfonso, De ahí, muchos de estos compendios no son solo recapitulaciones de San Alfonso “ Teología Moral” o si siguiendo un plan de ellos mismos, traicionando en cada pagina que sus autores tienen siempre leídos y tomados. Dos trabajos pueden tener aquí mención que disfrutan una amplia circulación, que ningún otro libro de teología moral, y que son frecuentemente usados aun hoy. La “teología moral universal de Scanivi y el corto “Compendio teológico moral” de Jean Pierre Gury, juntos con las numerosas revisiones que aparecen en Francia, Alemania, Italia, España y Norteamérica.
No debemos sin embargo engañarnos nosotros mismos por concluir que debido a que la aprobación eclesiástica de San Alfonso en sus escritos morales, teología moral es ahora establecida por siempre así como hablada, cristalizada. No hace esta aprobación asegurarnos que todas las preguntas individuales han sido solucionadas correctamente y de ahí la discusión de ciertas preguntas morales recuerdan aun abiertas. La Sede Apostólica, ella misma, o mas aun la Penitencia Sagrada, cuando pregunto “ Cuando un profesor de teología moral puede lentamente seguir y enseñar las opiniones que San Alfonso Liguori enseño en su Teología Moral” dio dentro respuesta afirmativa en el 5 de julio de 1831, agrego sin embargo “ pero esos no deben ser reprendidos quienes defienden otras opiniones soportadas por autoridad o notables doctores” El que concluye la garantía de corrección absoluta de aprobación eclesiástica de los santos trabajos puede hacer la contradicción de la iglesia ella misma. Santo Tomas de Aquino fue al menos tan solemnemente aprobado por su campo teológico como San Alfonso por su teología moral. Ahora en la materia de la gracia eficaz que entra profundamente en moral Santo Tomas y San Alfonso defienden totalmente opiniones contradictorias, ambos no pueden estar bien y así muchos son libremente discutidos. Lo mismo puede ser dicho de otras preguntas. En nuestros propios días Antonio Ballerini sobre todo hace un simple uso de su libertad de discusión ,primero en sus anotaciones del “compendio” de Gury. Asi en su “obra teológica moral” que fue reformada y editada después de su muerto por Dominico Palmieri. Se vuelve un servicio eminente de casuística, para los que no aprueban de cada cosa, ya la autoridad de variadas opiniones han sido cuidadosamente escudriñadas y discutidas totalmente.
Mas tarde intentos han sido hechos para desarrollar la moral teológica a lo largo de otras líneas. Los reformadores sostienen que el método casuístico ha chocado con otros y que debe ser dado lugar a mas científico, tratamiento sistemático. Es evidente que meramente tratamiento casuístico no hace venir las preguntas de moral teológica y como materia de hecho durante las ultimas décadas, el elemento especulativo fue mas y mas insistido o aun en trabajos principalmente casuísticos.
Aunque uno u otro elemento debe prevalecer debe ser determinado de acuerdo a la próxima guía que el trabajo intenta satisfacer. Si hay pregunta de pura explicación científica de moral teológica que no intenta exceder limites de especulación, entonces el elemento casuístico es sin duda especulativo, discusión sistemática de preguntas pertenecientes a teología moral, casuística entonces sirve solo para ilustrar las explicaciones teoréticas. Pero si la pregunta de un manual que intenta para las necesidades practicas de un pastor y confesor y para su educación, entonces lo sólido, porción científica de teología moral general en preguntas debe ser complementado con una extensiva casuística. De ningún modo cuando tiempo y ocio están queriendo agregar amplia explicación teorética a un patrón casuístico extensivo, no podríamos criticarlo a quien quisiera bajo estas circunstancias insistir en lo ultimo del gasto y la formación, esto es mas necesario en la actual practica.
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AUG. LEMKUHL Transcrito por Douglas J. Potter. Dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Traducido por Patricia Reyes.