Infralapsarianos
De Enciclopedia Católica
(Del latín, infra lapsum , después de la caída)
Es el nombre que se ha adjudicado a una parte de los calvinistas holandeses en el Siglo XVII. Los integrantes de este grupo buscaron mitigar el rigor de la doctrina calvinista referente a la predestinación absoluta, tal y como se ha explicado (véase Calvinismo) como parte del sistema calvinista.
El principio fundamental a este respecto, era que todos los eventos en este mundo procedían de los decretos eternos de Dios, por tanto era imposible evitar la caída del hombre, y que no era meramente prevista y permitida, tal y como lo enseña la doctrina Católica, sino que fue positivamente decretada como necesaria como medios implicados en la creación del hombre, en tanto ocurría la manifestación del poder de Dios, en la condenación, pero también en su misericordia y en la salvación de las almas.
Uno de los corolarios del calvinismo, era que Dios había creado a algunos hombres con el propósito expreso de mostrar su poder, que en algunos casos se mostraban problemas, tal como sucedió con el arminiamismo. En sus controversias con otros grupos, ya sea dentro o fuera del calvinismo, los infralapsarianos tenían la ventaja, de poder dar uso y abuso de elementos con el propósito de argumentación, tanto respecto a los textos de las Escrituras, como con aquellos que elaboraron los Padres, especialmente en relación al dogma y al pecado original.
No obstante, por el hecho de seguir siendo calvinistas, estuvieron obligados a retener, aunque no insistían demasiado en ello, el principio de los decretos de Dios, los que no podían ser influenciados fuera de la Voluntad Divina. La diferencia entre este grupo y los más expuestos suprolapsarianos, consiste en tener matices interpretativos sobre el mismo misterio. El de que el alma está orientada en un inicio a la miseria eterna, sin previsiones y sin méritos personales. Eso contaba poco en función de una condenación que databa de la eternidad, o:
“Cinco mil años antes de su creación, y por medio de la causa de Adán”.-
Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes.