Santo Tarsicio

Mártir. La única información que se tiene concerniente a este mártir romano, se encuentra en el poema compuesto en su honor por el Papa Dámaso ("Damasi epigrammata", ed. Ihm, 14). En estas líneas Dámaso compara a Tarsicio con el protomártir Esteban: así como éste fue lapidado por el pueblo de Judea, así Tarsicio, portando el Santo Sacramento, fue atacado por una turba de paganos (v. paganismo) y prefirió sufrir la muerte antes que “entregar el Cuerpo Sagrado (de Jesucristo) a la jauría furiosa”. Esta tradición, tan positivamente afirmada por Dámaso, es histórica sin duda alguna. Nada definitivo se conoce en relación con la personalidad de este mártir de la Eucaristía. Puede haber sido un diácono, ya que Dámaso lo compara con Esteban. Una adición a la leyenda del siglo VI del martirio del Papa San Esteban, hace a Tarsicio, por razones desconocidas, un acólito, aunque esta adición esta basada en el poema de Dámaso. Es evidente que la muerte de este mártir ocurrió en una de las persecuciones que ocurrieron entre la mitad del siglo III e inicios del IV. Fue sepultado (v. entierro cristiano) en la Catacumba de San Calixto, y la inscripción por Dámaso fue colocada más tarde en su tumba. En el siglo VII sus restos descansaban en el mismo sepulcro que aquellos del Papa Ceferino; de acuerdo a Willpert, reposaban en la bóveda sepulcral sobre tierra (cella trichora), que se ubicaba hacia el oeste sobre la Catacumba de San Calixto. La festividad del santo (v. Comunión de los Santos) se celebra el 15 de agosto.

J.P. KIRSCH Transcrito por Christine J. Murray. Traducido por Claudio Blanco. Revisado y corregido por Luz María Hernández Medina