Diferencia entre revisiones de «Vino del altar»
De Enciclopedia Católica
(Página creada con 'El vino es uno de los dos elementos absolutamente necesarios para el sacrificio de la Eucaristía. Para una consagración válida y lícita debe usars…') |
|||
Línea 1: | Línea 1: | ||
− | El vino es uno de los dos elementos absolutamente [[necesidad|necesarios]] para el [[sacrificio]] de la [[Eucaristía]]. Para una [[consagración]] válida y lícita debe usarse vinum de vite, esto es, zumo puro de la uva fermentado natural y adecuadamente. El vino sacado de la uva, siempre que por su color y sabor pueda juzgarse que sea puro, puede usarse (Collect. S.C. de Prop. Fide, n. 705). Puede ser blanco o tinto, fuerte o flojo, dulce o seco. Puesto que la validez del Santo Sacrificio, y la licitud de su celebración, requiere absolutamente un vino genuino, procurarse sólo vinos puros se convierte en una seria [[obligación]] del celebrante. Y puesto que los vinos se adulteran con tanta frecuencia como para escapar a un minucioso análisis químico, puede darse por garantizado que la forma más segura de procurarse un vino puro es no comprarlo de segunda mano, sino directamente de un fabricante que comprenda y respete concienzudamente la gran responsabilidad que implica la celebración del [[Sacrificio de la Misa|Santo Sacrificio]]. Si el vino se avinagra, o se vuelve pútrido o se corrompe, si se prensó a partir de uva no totalmente madura, o si está mezclado con tal clase de agua que apenas puede llamársele vino, su utilización está prohibida (Missale Rom., De Defectibus, tit. IV, 1). Si el vino empieza a avinagrarse, o a volverse pútrido, o es el zumo no fermentado de la uva exprimida, sería una grave ofensa usarlo, pero se considera [[materia]] válida (Ibíd., 2). Para conservar vinos flojos y débiles, para preservarlos de que se agrien o se estropeen durante el transporte, se le puede añadir una pequeña cantidad de espíritu de vino (brandy o alcohol de uva), siempre que se observen las siguientes [[condición|condiciones]] (1) el espíritu (alcohol) añadido debe haber sido destilado de la uva (ex genimine vitis); (2) la cantidad de alcohol añadido, junto con la que el vino contenía naturalmente tras la fermentación, no debe exceder del dieciocho por ciento del conjunto; (3) la añadidura debe hacerse durante el proceso de fermentación (S. Romana et Univ. Inquis., 5 de agosto de 1896). | + | [[Archivo:1176222 547329488650193 1876117046 n.jpg|300px|thumb|left|]][[Archivo:1234881 547328898650252 650060804 n.jpg|300px|thumb|left|]]El vino es uno de los dos elementos absolutamente [[necesidad|necesarios]] para el [[sacrificio]] de la [[Eucaristía]]. Para una [[consagración]] válida y lícita debe usarse vinum de vite, esto es, zumo puro de la uva fermentado natural y adecuadamente. El vino sacado de la uva, siempre que por su color y sabor pueda juzgarse que sea puro, puede usarse (Collect. S.C. de Prop. Fide, n. 705). Puede ser blanco o tinto, fuerte o flojo, dulce o seco. Puesto que la validez del Santo Sacrificio, y la licitud de su celebración, requiere absolutamente un vino genuino, procurarse sólo vinos puros se convierte en una seria [[obligación]] del celebrante. Y puesto que los vinos se adulteran con tanta frecuencia como para escapar a un minucioso análisis químico, puede darse por garantizado que la forma más segura de procurarse un vino puro es no comprarlo de segunda mano, sino directamente de un fabricante que comprenda y respete concienzudamente la gran responsabilidad que implica la celebración del [[Sacrificio de la Misa|Santo Sacrificio]]. Si el vino se avinagra, o se vuelve pútrido o se corrompe, si se prensó a partir de uva no totalmente madura, o si está mezclado con tal clase de agua que apenas puede llamársele vino, su utilización está prohibida (Missale Rom., De Defectibus, tit. IV, 1). Si el vino empieza a avinagrarse, o a volverse pútrido, o es el zumo no fermentado de la uva exprimida, sería una grave ofensa usarlo, pero se considera [[materia]] válida (Ibíd., 2). Para conservar vinos flojos y débiles, para preservarlos de que se agrien o se estropeen durante el transporte, se le puede añadir una pequeña cantidad de espíritu de vino (brandy o alcohol de uva), siempre que se observen las siguientes [[condición|condiciones]] (1) el espíritu (alcohol) añadido debe haber sido destilado de la uva (ex genimine vitis); (2) la cantidad de alcohol añadido, junto con la que el vino contenía naturalmente tras la fermentación, no debe exceder del dieciocho por ciento del conjunto; (3) la añadidura debe hacerse durante el proceso de fermentación (S. Romana et Univ. Inquis., 5 de agosto de 1896). |
Revisión de 13:10 26 may 2015
El vino es uno de los dos elementos absolutamente necesarios para el sacrificio de la Eucaristía. Para una consagración válida y lícita debe usarse vinum de vite, esto es, zumo puro de la uva fermentado natural y adecuadamente. El vino sacado de la uva, siempre que por su color y sabor pueda juzgarse que sea puro, puede usarse (Collect. S.C. de Prop. Fide, n. 705). Puede ser blanco o tinto, fuerte o flojo, dulce o seco. Puesto que la validez del Santo Sacrificio, y la licitud de su celebración, requiere absolutamente un vino genuino, procurarse sólo vinos puros se convierte en una seria obligación del celebrante. Y puesto que los vinos se adulteran con tanta frecuencia como para escapar a un minucioso análisis químico, puede darse por garantizado que la forma más segura de procurarse un vino puro es no comprarlo de segunda mano, sino directamente de un fabricante que comprenda y respete concienzudamente la gran responsabilidad que implica la celebración del Santo Sacrificio. Si el vino se avinagra, o se vuelve pútrido o se corrompe, si se prensó a partir de uva no totalmente madura, o si está mezclado con tal clase de agua que apenas puede llamársele vino, su utilización está prohibida (Missale Rom., De Defectibus, tit. IV, 1). Si el vino empieza a avinagrarse, o a volverse pútrido, o es el zumo no fermentado de la uva exprimida, sería una grave ofensa usarlo, pero se considera materia válida (Ibíd., 2). Para conservar vinos flojos y débiles, para preservarlos de que se agrien o se estropeen durante el transporte, se le puede añadir una pequeña cantidad de espíritu de vino (brandy o alcohol de uva), siempre que se observen las siguientes condiciones (1) el espíritu (alcohol) añadido debe haber sido destilado de la uva (ex genimine vitis); (2) la cantidad de alcohol añadido, junto con la que el vino contenía naturalmente tras la fermentación, no debe exceder del dieciocho por ciento del conjunto; (3) la añadidura debe hacerse durante el proceso de fermentación (S. Romana et Univ. Inquis., 5 de agosto de 1896).
Fuente: Schulte, Augustin Joseph. "Altar Wine." The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01358a.htm>.
Traducido por Francisco Vázquez