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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Sofistas

De Enciclopedia Católica

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Los sofistas fueron un grupo de maestros griegos que floreció a finales del siglo V a.C. Afirmaron ser proveedores de sabiduría —de ahí el nombre sophistai, que originalmente significaba alguien que posee sabiduría—, pero en realidad trataron de demostrar que toda verdadera certeza es inalcanzable y que la cultura y la preparación para los asuntos de la vida pública deben adquirirse, no mediante un pensamiento profundo, sino mediante la discusión y el debate. De acuerdo con este principio, reunieron a su alrededor a los jóvenes de Atenas y decidieron prepararlos para su carrera como ciudadanos y como hombres mediante la enseñanza del arte de hablar en público y la teoría y práctica de la argumentación. No pretendían enseñar cómo se alcanza la verdad; no les importaba si se podía alcanzar o no. Su objetivo era impartir a sus alumnos la capacidad de hacer que la mejor causa pareciera peor y cuanto peor, mejor. Si hemos de creer a sus oponentes, Platón y Aristóteles, afectaron todo tipo de refinamiento, en la vestimenta, el habla, los gestos, etc., y llevaron su amor por la argumentación hasta el punto en que cesó toda seriedad de propósitos y comenzaron las sutilezas y la sofistería.

Los principales sofistas fueron: Protágoras de Abdera, llamado el Individualista; Gorgias de Leontini, apodado el Nihilista; Hipias de Élide, el Polimatista; y Pródico de Ceos, el Moralista. Gorgias fue llamado el Nihilista por su doctrina "nada existe: aunque existiera algo, no podríamos saber nada al respecto, y aunque supiéramos algo de algo, no podríamos comunicar nuestro conocimiento". Hipias fue llamado el Polimatista porque pretendía tener conocimiento de muchos temas apartados, como la arqueología, y utilizó este conocimiento con el propósito sofístico de deslumbrar y avergonzar a su oponente en sus argumentos. Pródico era llamado el moralista porque en sus discursos, especialmente en el que tituló "Hércules en la Encrucijada", se esforzó por inculcar lecciones morales, aunque no intentó reducir la conducta a principios, sino que enseñó más bien por proverbio, epigrama e ilustración. El más importante de todos los sofistas fue Protágoras, el Individualista, llamado así porque sostenía que el individuo es la prueba de toda verdad. "El hombre es la medida de todas las cosas" es un dicho que él le atribuye Platón, que resume la doctrina de los sofistas sobre el valor del conocimiento.

Se puede decir que los sofistas fueron los primeros escépticos griegos. El materialismo de los atomistas, el idealismo de los eleáticos y la doctrina del cambio universal que era un principio de la Escuela de Heráclito, —todas estas tendencias dieron como resultado una condición de malestar, de la cual la filosofía no pudo avanzar a un estado más satisfactorio hasta que se hizo una investigación sobre el problema del valor del conocimiento. Los sofistas no emprendieron esa indagación, —tarea reservada a Sócrates— sin embargo, llamaron la atención sobre la existencia del problema, y de esa manera, y solo de esa manera, contribuyeron al progreso de la filosofía en Grecia.

Las absurdidades a las que los sofistas posteriores llevaron el método sofista se debieron en parte a los megarianos, que hicieron causa común con ellos y sustituyeron el método de descubrimiento socrático (método heurístico) por el método de disputa (método erístico). Era inevitable, por tanto, que el nombre sofista perdiera su significado primitivo y pasara a designar, no a un hombre de sabiduría, sino a un equivoquista y a uno que utiliza argumentos falaces. Los sofistas representan una fase del pensamiento griego que, si bien no tenía ningún valor constructivo, y es, de hecho, un paso hacia atrás y no hacia adelante, en el curso de la especulación griega es sin embargo de gran importancia históricamente, porque fue la influencia maligna de la sofistas la que inspiró a Sócrates con la idea de refutarlos mostrando las condiciones del verdadero conocimiento. Sin duda, fueron también sus métodos los que Aristóteles tenía en mente cuando escribió su tratado de las falacias, y lo tituló "De Sophisticis Elenchis".


Bibliografía: Para textos vea RITTER Y PRELLER, Historia Phil. Graecae (Gotha, 1888), 181 ss.; BAKEWELL, Source Book in Ancient Philosophy (Nueva York, 1907), 67 sq.; ZELLER, Pre-Socratic Philosophers, tr. ALLEYNE (Londres, 1881); II, 304 ss.; TURNER, History of Philosophy (Boston, 1903), 70 ss.

Fuente: Turner, William. "Sophists." The Catholic Encyclopedia. Vol. 14, págs. 145-146. New York: Robert Appleton Company, 1912. 26 oct. 2020 <http://www.newadvent.org/cathen/14145c.htm>.

Traducido por Luz María Hernández Medina