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Jueves, 9 de mayo de 2024

Diferencia entre revisiones de «Studia Limensia Anexo XII: Simbolismo del sol en las portadas de las iglesias de la Ciudad de los Reyes»

De Enciclopedia Católica

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En segundo lugar, se emplea el sol emblemático para identificar  a los  
 
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a los fundadores de órdenes religiosas, y a los doctores de la iglesia. En el período Barroco, la mención de fundadores y doctores, y la dedicación que se les hace de iglesias, conventos, hospitales, colegios y universidades, tiene un sentido apologético, apoteósico y triunfal. En estricta justicia son monumento del Concilio de Trento.
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a los fundadores de órdenes religiosas, y a los doctores de la iglesia. En el período Barroco, la mención de fundadores y doctores, y la dedicación que se les hace de iglesias, conventos, hospitales, colegios y universidades, tiene un sentido apologético, apoteósico y triunfal. En estricta justicia son monumento del Concilio de Trento. <<El Hijo de Dios y redentor del género humano, nuestro Señor Jesucristo, prometió, estando pronto a retornar a su Padre celestial, que estaría con su Iglesia militante sobre la tierra todos los días hasta el fin del mundo [1]. De aquí que nunca en momento alguno ha dejado de
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acompañar a su amada esposa, asistiéndola cuando enseña, bendiciéndola en sus labores y trayéndole auxilio cuando está en peligro. Ahora esta providencia salvadora aparece claramente en innumerables beneficios, pero es especialmente manifiesta en los frutos que han sido asegurados al mundo cristiano por los concilios ecuménicos, de entre los cuales el
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Concilio de Trento merece especial mención, celebrados aunque fuese en malos tiempos. De allí vino una más cercana definición y una más fructífera exposición de los santos dogmas de la religión y la condenación y represión de errores; de allí también, la restauración y vigoroso fortalecimiento de la disciplina eclesiástica, el avance del clero en el celo por el saber y la piedad, la fundación de colegios para la educación de los jóvenes a la sagrada milicia; y finalmente la renovación de la vida moral del pueblo cristiano a través de una instrucción más precisa de los fieles y una más frecuente recepción de los sacramentos. Además, de allí también vino una mayor comunión de los miembros con la cabeza visible, y un mayor vigor en todo el cuerpo místico de Cristo. De allí vino la multiplicación de las familias religiosas y otros institutos de piedad cristiana; así también ese decidido y constante ardor por la expansión del reino de Cristo por todo el mundo, incluso hasta el derramamiento de la propia sangre.>>

Revisión de 15:58 27 dic 2023

El avance constante de los trabajos de restauración y recuperación de la Cultura religiosa católica de Lima, Ciudad de los Reyes, ha impuesto la obligación de recuperar los elementos distintivos de su personalidad. Aunque las personas instruidas sabían que, en el pasado, las iglesias de Lima ostentaban soles emblemáticos en lo alto de sus fachadas, fue necesario su restitución para percibir y comprender el impacto visual que tuvieron en la sociedad para la que fueron ofrecidos.

Dejaremos apuntadas aquí, algunas notas que que permitirán, iniciar por buen camino, y con buen pie, investigaciones sobre este asunto concreto.

Al presente sabemos con certeza que las iglesias de la Soledad, de San Francisco, de San Agustín, y de la Buena Muerte tuvieron en el pasado un sol resplandeciente en lo alto, y que en no mucho tiempo lo volverán a tener. Así lo contempla el Plan Maestro del Centro Histórico de Lima, actualmente en ejecución.

¿Qué se puede decir con certeza de este asunto?.

En primer lugar, uno de los usos del emblema solar permite identificar y señalar a Cristo, Sol Invicto, Sol de Justicia, e indicar su Presencia en el Sol eucarístico.

En el caso del Perú, por la identificación de los gobernantes de su antigua gentilidad con el sol idolátrico, el tema solar estuvo sujeto a una pedagogía específica y muy detallada, tal como ya hemos visto en Studia Limensia: Anexo I El Niño-Dios del Cuzco y sus diferentes atributos pictóricos en el contexto de la Cardiomorfosis.

¿Por qué se colocaron en ese lugar? ¿Cuál es el fundamento?

Esa ubicación, a la vista de todos, en lo alto de un pórtico, remite a la Sagrada Escritura. En primer lugar alude al ofrecimiento sin intermisión del Augusto Sacrificio del Altar, "desde donde sale el sol hasta el ocaso". El sol emblemático, por tanto ilumina el camino al Altar. Es inevitable pensar en el Profeta Ezequiel, cuando dice "Y he aquí, a la entrada del templo del Señor, entre el pórtico y el altar, unos veinticinco hombres de espaldas al templo del Señor y de cara al oriente, y se postraban hacia el oriente, hacia el sol. []

El templo, en tanto que habitación del Santísimo Sacramento, es lo que lo que el Salmista llama "tienda levantada para el sol", [ ].

Se comprende que esto conviene a la idea de la Ciudad Limana-Hierosolomitana, la Sion indiana amurallada. Pero como la finalidad de su fundación es escatológica, es una <<Nueva Jerusalén>>. Sabido esto, es fácil deducir el significado exacto de esos soles que comentamos: Dios será para Lima, Luz y Gloria. [ ] Dios, que es <<sol y escudo>>, que da gracia y gloria, y que nada niega a quien anda en sus caminos.

Esos soles dicen a todos que la Ciudad de los Reyes hará resplandecer la Justicia de Dios como la luz, y su Ley como el mediodía []

En segundo lugar, se emplea el sol emblemático para identificar a los a los fundadores de órdenes religiosas, y a los doctores de la iglesia. En el período Barroco, la mención de fundadores y doctores, y la dedicación que se les hace de iglesias, conventos, hospitales, colegios y universidades, tiene un sentido apologético, apoteósico y triunfal. En estricta justicia son monumento del Concilio de Trento. <<El Hijo de Dios y redentor del género humano, nuestro Señor Jesucristo, prometió, estando pronto a retornar a su Padre celestial, que estaría con su Iglesia militante sobre la tierra todos los días hasta el fin del mundo [1]. De aquí que nunca en momento alguno ha dejado de acompañar a su amada esposa, asistiéndola cuando enseña, bendiciéndola en sus labores y trayéndole auxilio cuando está en peligro. Ahora esta providencia salvadora aparece claramente en innumerables beneficios, pero es especialmente manifiesta en los frutos que han sido asegurados al mundo cristiano por los concilios ecuménicos, de entre los cuales el Concilio de Trento merece especial mención, celebrados aunque fuese en malos tiempos. De allí vino una más cercana definición y una más fructífera exposición de los santos dogmas de la religión y la condenación y represión de errores; de allí también, la restauración y vigoroso fortalecimiento de la disciplina eclesiástica, el avance del clero en el celo por el saber y la piedad, la fundación de colegios para la educación de los jóvenes a la sagrada milicia; y finalmente la renovación de la vida moral del pueblo cristiano a través de una instrucción más precisa de los fieles y una más frecuente recepción de los sacramentos. Además, de allí también vino una mayor comunión de los miembros con la cabeza visible, y un mayor vigor en todo el cuerpo místico de Cristo. De allí vino la multiplicación de las familias religiosas y otros institutos de piedad cristiana; así también ese decidido y constante ardor por la expansión del reino de Cristo por todo el mundo, incluso hasta el derramamiento de la propia sangre.>>