Las líneas maestras de la plaza mayor de la Ciudad de los Reyes

Charla II las líneas maestras de la Plaza mayor de Los Reyes.

Todos conocemos esta pintura, mal llamada paisajística o costumbrista.

Técnicamente hablando, es un mamarracho. Estoy convencido de dos cosas 1) El fin de esta obra no es el de las Bellas Artes. 2) Lo que tenemos a la vista es un testimonio de fidelidad al hypogrammon de la emblemática urbana. Es Architectura Dei, es adecuación a la Ciudad Santa, a la Jerusalén Celeste, vista por San Juan, y es Ciudad de Dios, según San Agustín. Vemos que en el centro de la ciudad, sus ciudadanos realizan con paz, tranquilidad y concordia sus actividades cotidianas. Se puede adivinar prosperidad. Todo esto simbolizado en el el clarinero que remata la fuente, Según el tipo argumentación retórica se le llamará Fama, o Mercurio, o San Miguel. Lo veremos por separado. En la charla anterior vimos el simbolismo de la columna: Firmeza para todo lo referido a la perseverancia en la fe, y como pedestal de exaltación del alma de quien muere en amistad con Dios. Lo que se dice de una persona, se puede decir de la población, sumatoria de personas. La retórica barroca se refiere a Lima mediante alegorías Bíblicas y Hierosolimitanas. No solo la Ciudad de David, sino además la Jerusalén celestial que vio San Juan.

Si reducimos la estructura de esta pintura al emblema veremos los siguiente: Lima, es bien sabido, se inspira en los emblemas hierosolimitanos.

La incolumidad de una ciudad, y la seguridad de lo que es sagrado y precioso dependen, depende de la resistencia de sus defensas. En la lucha contra las fuerzas del infierno, el cristiano se reviste con la armadura de la Fe. La Fe individual y colectiva, es la Fe Eucarística. He ahí, que si superponemos el emblema con la pintura, coinciden, de arriba abajo: El corazón con el escudo de la Ciudad. La columna con la torre del sagrario, y el escudo redondo con el Trono Eucarístico

Se puede decir, entonces, con el apoyo de la emblemática adecuada, que la pintura muestra una población, que al tener a Jesús Eucaristía en el corazón de la ciudad, pueden llevar vida de gracia cotidiana, que la encamina a la gloria, después de la muerte. La forma trapezoidal, creo yo, es para que se sepa que prima el emblema, para indicar que es <<jardín de delicias>> donde Cristo mismo reparte el Pan supersubstancial. Es el jardín paradisíaco de la Nueva Creación. Es el jardín cerrado donde florece la Rosa de Lima, y sonde fructifica la pasiflora.

La arquería de <<Botoneros>> y de <<Escribanos>>, al igual que el emblema indican que es plaza mayor o principal. Simbolizan la belleza y la armonía, porque “todo están en su lugar”. Prolongando lícitamente la interpretación, esa perfección, puede aludir – en tanto que corazón de la ciudad – a Jerusalén. Dice el salmista: Alégreme cuando me dijeron: “Vamos a la casa de Yahvé.” Estuvieron nuestros pies en tus puertas, ¡oh Jerusalén! Jerusalén, edificada como ciudad, bien unida y compacta;' adonde suben las tribus, las tribus de Yahvé, según la norma (dada) a Israel para celebrar el nombre de Yahvé. Allí se alzan los tronos del juicio, los tronos de la casa de David. ¡Rogad por la paz de Jerusalén! ¡Vivan en paz los que te aman! ¡Reine la seguridad dentro de tus muros, la tranquilidad en tus torres. Por amor de mis hermanos y compañeros diré: “¡La paz contigo!” Por amor de la casa de Yahvé, nuestro Dios, te deseo todo bien.