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Jueves, 21 de noviembre de 2024

Nuestra Señora de Lourdes

De Enciclopedia Católica

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Se enuentra en el condado de Hautes Pyrenées, Francia, muy famosa por las peregrinaciones que son el centro de eventos extraordinarios que han ocurrido y siguen ocurriendo ahí.

Historia

Las peregrinaciones a Lourdes comenzaron por las apariciones de la Bendita Virgen a una niña pobre de catorce años llamada Bernadette Soubiroux. La primera aparición ocurrió el 11 de Febrero de 1858. Hubo un total de dieciocho apariciones; y la última se llevó acabo el 16 de julio, del mismo año. Bernadette a menudo caía en transe. La visión misteriosa que ella veía en el hueco de la piedra Massabielle era aquella de una joven muy bella. "La más bella que jamás he visto", dijo la niña. Pero la niña era la única que tenia la visión, a pesar de que a veces muchos estaban junto a ella. Ahora y antes la Virgen le hablaba a ella que la veía y ella era la única que escuchaba su voz. Así, ella un día le dijo a la niña que tomara del agua de una fuente misteriosa, de la misma de la gruta. La existencia de la fuente era desconocida, y aunque no había rastro de ella, brotó inmediatamente. En otra ocasión la Virgen mandó a Bernadette a que le dijera a los sacerdotes que quería que le construyeran una capilla en ese lugar y que se realizaran procesiones en la gruta. Al principio el clero estaba incrédulo. Fue cuatro años después en 1862, que el obispo de la diócesis declaró a los creyentes: "justifiquen la creencia de la realidad de la aparición". Una basílica se construyó sobre la roca de Massabielle por M. Peyramale, el sacerdote de la parroquia. En 1873 los grandes "nacionales" peregrinajes franceses fueron inaugurados. Tres años después se consagró la basílica y la estatua fue coronada solemnemente. En 1883 la piedra de cimentación de otra iglesia se colocó, ya que la primera no era lo suficientemente grande. Fue construida al pie de la basílica y se consagró en 1901 y se llamó la Iglesia del Rosario. El Papa León XIII autorizó un oficio especial y una Misa, en conmemoración de la aparición; y en 1907, San Pio X extendió el acatamiento de esta festividad a toda la Iglesia, ahora se conmemora el 11 de Febrero.

Nunca antes un santuario ha atraído tales conglomeraciones. Al final del año de 1908, cuando se celebró la aparición número 50, aunque el registro de conteo se inició desde 1867, unos 5,297 peregrinos se habían registrado y estos habían traído 4,919,000 peregrinos. Peregrinos individuales son más numerosos por mucho a aquellos que venían en grupos. A ese número se le debe agregar los visitantes que no vienen como peregrinos, pero que fueron atraídos por un sentir religioso o en ocasiones por el deseo de conocer ese lugar tan famoso. La compañía de Chemins de Fer du Midi estima que la estación de Lourdes recibe más de un millón de viajeros por año. Cada nación en el mundo provee su contingente. Del total de los peregrinos que se mencionaron arriba, 464 vienen de países que no son Francia. Ellos son de Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Austria, Hungria, España, Portugal, Italia, Inglaterra, Irlanda, Canadá, Brasil, Bolivia, etc. Los obispos guían el camino. Al final del año del 50 aniversario, 2013 prelados, incluyendo 546 arzobispos, 10 primados, 19 patriarcas, 69 cardenales, habían hecho la peregrinación a Lourdes. Pero más increíble aún que la multitud de peregrinos con la serie de acontecimientos maravillosos que tomaron lugar bajo la protección del celebrado santuario. Además de las curas espirituales, que no deben pasar desapercibidas por la observancia humana, debemos tomar en cuenta las curaciones a enfermedades físicas. El escritor de este articulo ha registrado cada recuperación, ya sea parcial o total, y en la primera mitad del siglo de la existencia del Santuario ha contado 3,962. Así, llevando muy cuidadosamente estadísticas que datan de nombres y apellidos de los pacientes que se curaron, la fecha de la cura, el nombre del padecimiento, y generalmente las opiniones del médico que estaba a cargo del caso, existen casos inevitablemente dudosos o erróneos, atribuidos, como regla, debido al estado de figuraciones o imaginación del afectado de los cuales a corto plazo se descartaron. Pero es lo correcto anotar que: primero, que estos errores son inevitables en estos casos y se refieren solamente a casos secundarios que no han sido las bases para estudios especiales; también debe notarse que el número de casos se iguala o excede por curas actuales que no se registraron. Los afectados que se recuperaron no son obligados a presentarse o registrarse y la mitad de ellos no lo hacen, en el buró de Constancias Médicas en Lourdes, y es de ahí de donde se realiza la lista de curaciones.

Se estima que aproximadamente 4,000 curas se han obtenido en Lourdes dentro de los primeros cincuenta años de las peregrinaciones, y es sin duda un número considerablemente inferior que el número actual. El buró de Constancias está ubicado cerca del santuario, y ahí están registrados y constatados los certificados de curaciones; además es gratis para todos los médicos, cualquiera sea su nacionalidad o sus creencias religiosas. Consecuentemente, en promedio, entre doscientos y trescientos médicos visitan anualmente esta maravillosa clínica. Con respecto a la naturaleza de las enfermedades que han sido curadas, desórdenes nerviosos que tan frecuentemente se mencionan, no abarcan ni la catorceava parte de todas las curaciones. 78 han sido contadas, de un total de 3,962. El presente autor ha publicado el número de casos de cada enfermedad, entre ellas la tuberculosis, tumores, heridas, cáncer, sordera, ceguera, etc. Los anuarios de Ciencias de Medicina, una revista escéptica cuyo jefe de Edición es el Profesor Ch. Richet, de la facultad Médica en Paris, dijo en el transcurso de un artículo extenso, a propósito de este estudio creyente: "Al leerlo, las mentes sin prejuicios no pueden más que estar convencidos que los hechos que se mencionan son auténticos".

Sus Casos

No existen causas naturales capaces de producir las curaciones que se presenciaron en Lourdes, que dispensan a una mente sin prejuicios de rastrearlo de vuelta en dirección a Dios. Aquellos que se rehúsan en creer en una intervención milagrosa, buscan primero una explicación científica de tales casos en la composición química del agua de la gruta. Pero después fue declarado oficialmente por un eminente químico que se le asignó el de realizar análisis al agua, y sus conclusiones han sido corroboradas, que el agua no contiene propiedades curativas de carácter natural. Luego los incrédulos dijeron, que quizás funciona por medio de su temperatura, o que los resultados obtenidos en Lourdes se pueden llevar a cabo por medio de los baños en agua fría. Aun sin embargo, todo mundo sabe que la hidroterapia se practica en otros sitios que en Lourdes, y que no hace los milagros de curar todo tipo de enfermedad, desde cáncer a problemas que causan la ceguera. Aparte, muchos afectados han sido curados sin haber sigo inmersos en las tinas de la gruta, esto responde la pregunta. Por consiguiente, aquellos que niegan la intervención supernatural atribuyen los maravillosos resultados vistos en Lourdes a otras dos causas. La primera es autosugestión. A esto respondemos sin dudarlo que la autosugestión es radicalmente el no poder proveer a los que quieren una explicación. Omitiendo enfermedades nerviosas o funcionales, ya que están en la minoría de aquellas registradas que se curan en la Oficina Medica de la gruta, y el hecho que ahora estamos estableciendo no requiere que se tomen en cuenta, debemos enfocar nuestra atención a enfermedades orgánicas. Puede la autosugestión usarse en enfermedades de esta naturaleza? La más enseñada y atrevida de los escépticos de hoy en día, Bernheim, un judío, rector de la famosa escuela de Nancy, el más próspero rival del Ecole de la Salpétrière, responde en negativa a veinte pasajes del libro en el cual él ha registrado los resultados de sus observaciones: "Hipnotismo, Autosugestión, Psicoterapia" (Paris, 1903, 2a edición). Estudiando su trabajo, también encontramos que la autosugestión tiene cabida para tener éxito, como en ciertas enfermedades funcionales, requiere la cooperación del tiempo, lo cura lentamente y progresivamente, mientras que las curas completas en Lourdes son instantáneas. Por lo tanto curas de autosugestión no son una explicación válida. La autosugestión no opera en Lourdes; la causa que cura actúa diferente e infinitamente es más poderosa.

Existe un último recurso de tener una explicación a las leyes desconocidas en el decir, por ejemplo, "¿Cómo sabemos nosotros que algunas fuerzas naturales de las cuales todavía somos ignorantes no operan de forma maravillosa, las cuales son atribuidas directamente a Dios?" ¿Como sabemos? En primer lugar, si una ley de esta naturaleza existe, los peregrinos de Lourdes no serían conocedores de ello más que el resto de la humanidad; y tampoco conocerían cómo llevarlo a cabo. ¿Por qué esta ley operaría para ellos y no para otros? ¿Es porque ellos niegan su existencia y los otros sí creen en ello? Más aun, no solamente no existe, sino que no puede existir y por consecuencia nunca existirá, una ley natural que produce instantáneamente la regeneración de tejido lesionado, eso es por decir, la cura una enfermedad orgánica. ¿Por qué? Porque cualquier crecimiento y consecuentemente cualquier restauración del tejido de un organismo se logra -y esto es un hecho científico- por el incremento y crecimiento del protoplasma y células que componen cualquier cuerpo vivo. Todo existente protoplasma viene de algún otro o anterior protoplasma, y ese de algún otro anterior y así sucesivamente, desde el principio; esta regeneración (el hecho es evidente) son necesariamente sucesivos, esto es, que requieren de la cooperación del tiempo. Por lo tanto, para que una fuerza natural sea capaz de operar una repentina cura en una enfermedad orgánica, la base esencial de una vida como ésta en su presente creación debería de invalidarse; la naturaleza como la conocemos debería destruirse y otra creada en un plan diferente. Por lo tanto, la hipótesis de fuerzas desconocidas de la naturaleza no puede seguir adelante para explicar las curas instantáneas en Lourdes. Es lógicamente inaceptable. De hecho, no hay causa natural, conocida o desconocida, y es suficiente reconocer las curas maravillosas presenciadas al pie de la famosa roca donde la Inmaculada Virgen decidió aparecer. Sólo pueden provenir por la intervención de Dios.

LASSERRE, Notre-Dame de Lourdes; BOISSARIE, L'oeuvre de Lourdes; BERTRIN, Histoire critique des événements de Lourdes, apparitions et guérisons (Paris, 1909), tr. GIBBS; IDEM, Un miracle d'aujourd'hui avec une radiographie (Paris, 1909).

GEORGES BERTRIN Transcrito por Victoria Theresa Scarlett Dedicado a Lucille Chapman Jonas (1913-1995). Traducido por Lourdes Gómez