Herramientas personales
En la EC encontrarás artículos autorizados
sobre la fe católica
Sábado, 23 de noviembre de 2024

Justo Lipsio

De Enciclopedia Católica

Saltar a: navegación, buscar

(JOSSE LIPS) Filólogo y humanista de los Países Bajos, nacido en Overyssche, el 18 oct., 1547; m. en Lovaina, 23 marzo, 1606. Descendiente de una ilustre familia, estudió en Ath y después en el colegio de los Jesuitas de Colonia. Quiso entrar en la Compañía de Jesús el 29 de septiembre de 1562 y se hizo novicio, lo que no gustó a su padre que le reclamó y lo envío a estudiar leyes y literatura a Lovaina, donde Pedro Nannius (Nanninck) había fundado en el colegio Trilingüe un estupendo seminario de filología, dirigido entonces por Valerius (Corneille Wouters).

Allí encontró Lipsius compañeros como Louis Carrion, Jean Dousa, Martin Del Rio, y Andre Schott. Se tomó en serio las enmiendas y exámenes críticos de los textos latinos, especialmente de Cicerón, Propercio y Varrón y ya en 1566 había reunido tres libros de la “"Variae Lectiones", que se publicaron en 1569 en Amberes, dedicados al cardenal Granvela, que estaba en Roma y le nombró su secretario latino (1569-70). Lipsius volvió a Lovaina pero la volvió a abandonar en 1571, alarmado por el gobierno del duque de Alba. Prolongó más o menos su estancia en Lieja, Dole, Viena y Jena, donde se hizo luterano y a lo largo de todos los cambios constantes de confesiones de fe y tendencias religiosas, el fue muy cuidadoso de estar siempre son los maestro del momento. En una visita a Colonia conoció a una viuda, natural de Lovaina y se casó con ella aunque era mayor que él (1573). Ella no quiso acompañarle a Jena y él renuncio a su puesto de profesor en febrero de 1574. Se estableció en Colonia y supervisó al publicación de su “Tácito” (Amberes 1574(. Fue el primero en diferenciar los “Anales” de la “Historia” y aunque no tuvo acceso a los principales manuscritos – los dos de los Médicis –introdujo en su texto más de 450 enmiendas, aceptadas por los editores posteriores.

Mucho más tarde, en la cuarta edición (1605) conoció aquellos manuscritos en la edición Pichena (1600). Merece ser alabado por es uso de inscripciones en la explicación de sus textos. Al mismo tiempo aparecieron las "Antiquae lectiones" (Amberes, 1575), crítica miscelánea dirigida sobre todo a Plauto a las obras fragmentarias de los autores arcaicos o a Propercio.

Lipsius enseñó en Lovaina los años siguientes (1576-77), pero la Victoria de D. Juan de Austria le obligó a pasar a Leyden donde enseñó en la nueva universidad (1578-91). Durante este período publicó la colección de sus cartas, nuevas conjeturas, disertaciones de anticuario y dos nuevas ediciones de Tácito con un comentario histórico.

Aparte de las obras filológicas compuso tratados sobre política y ética; de éstos, el de la constancia (De Constantia, Amberes, 1584) es el mejor conocido y ha tenido treinta y dos ediciones sin incluir las traducciones. Sin embargo Leyden no era buena para su salud y junto con su esposa echaban de menos su ciudad natal. Había ya intentado ir en 1586., peo los Estados de la ciudad hicieron lo imposible para retenerle. En 1590 Dirk Coornhert le exigió públicamente que entrara en las controversias religiosas. Lipsius contesto evasivamente tratando de inhibirse. Finalmente dejó la ciudad y se reconcilio con el catolicismo en la capital jesuita de Maguncia (abril 1591). Viajó a España en busca de salud y durante una estancia en Lieja preparó nuevas obras, sacó de un psalterio del siglo noveno glosas francas de gran interés y por fin se le perdono por haber estado en un país herético rebelde al rey de España.

Desde ese momento comenzó un nuevo período en la vida de Lipsius. Al principio fue recibido fríamente por algunos de sus compatriotas, pero animado por unos pocos admiradores, fue nombrado profesor de historia y latín en el Colegio Trilingüe de Lovaina (1592) y después historiógrafo del rey de España (1595) y después miembro honorario del Consejo de Estado (1605). Para dar una prueba de su piedad, escribió "De Cruce" (1593), en el que la confusión entre patibulum y crux hace que sus conclusiones sean discutibles.

Lipsius pensó escribir un tratado general sobre las antigüedades romanas (Fax historica) y como resultado de su estudios produjo un tratado sobre el ejército ("De militia romana", Amberes, 1595) y sobre al defensa y ataque de ciudades fortificadas ("Poliorceticon", Amberes, 1596), una especie de obra estadística sobre el Imperio Romano ("Admiranda," 1598), breves disertaciones sobre bibliotecas, sobre Vesta y la Vestales (1602). Sin embargo de vez en cuando sus aventuras religiosas volvían a ser recordadas por la gente. Logró producir la impresión de que uno de sus discursos anteriores de Jena, "De duplici concordia", publicado en Zurich en 1599, no era suyo.

El mismo provocó las risas y refutaciones de los protestantes al describir la veneración y los milagros de Nuestra Señora de Hal (1604), y de Nuestra Señora de Montaigu (1605). Sus correligionarios le respetaban y confiaban en él. En 1599 el archiduque Alberto y su esposa Isabel, de visita en Lovaina, expresaron su interés de que Lipsius preparara una oración e latín, lo que él hizo en dos horas, eligiendo como tema la grandeza de un príncipe, de un pasaje de Séneca (De Clementia, I, iii). Se han hecho muchas descripciones imaginarias de este discurso como que no mencionó el tema de la clemencia, que no interrumpió una de sus clases para pronunciarlo ante los príncipes…El discurso fue publicado en 1600, con el panegírico de Plinio a Trajano y un comentario sobre su obra. Pero las obras más importantes de Lipsius en este período tratan de Séneca y del estoicismo. Quiso explicar en detalla la filosofía estoica, que admiraba mucho, poniendo objeciones a su tolerancia del suicidio. Pero solo da una descripción general del sistema y del lugar que ocupa en la filosofía antigua ("Manuductionis ad stoicam philosophiam libri III", 1604), y un análisis de la teología, la física y la cosmología de los estoicos ("Physiologiae stoicorum libri III", 1604); no tuvo tiempo de escribir sobre la ética, Sin embargo esos dos libros son hasta hoy el más completo tratado escrito sobre el estoicismo en general. El “Séneca” se publicó en 1605 con una dedicatoria al papa Paulo V. Lamentablemente Lipsius se basaba en un pobre manuscrito que él creía excelente y el comentario trata solo sobre las cartas a Lucilius. Su última obra fue una historia de Lovaina (1605).

Antes de su muerte expresó solemnemente su fe. Sus manuscritos han estado en la universidad de Leyden desde 1722. Ha habido cuatro ediciones de sus obras completas (Lyon, 1613; Amberes 1614; Amberes 1637, muy buena; Wesel, 1675).

En religión, durante un largo tiempo, se mantuvo alejado de ambas parte. Su “Politica” (1489) fueron consideradas demasiado severas en Holanda y demasiado tolerantes en Roma. Se escapó de ser introducido en el Índice solo al aceptar la tortura como recurso legítimo para recuperar a los herejes (1593). Sin embargo él creía en las brujas, en embrujos y encantamientos y en el comercio de las brujas con los diablos, del que nacían niños (Phys. stoic., p. 61). Su trabajo filológico es brillante pero a veces superficial. Sabía poco griego pero era muy conocedor de la antigüedad romana. Su “Tácito” es una obra maestra de discernimiento y erudición. Su estilo latino es peculiar. Quiso imitar el estilo de Tácito y de Apuleyo lo que hizo que fuera objeto de las críticas de Henry Estienne (1595). Pero a pesar de sus imperfecciones, es con Scaliger, Causabon y Saumaise, uno de los más eminentes representantes de la filología clásica entre 1550 y 1650.


Fuentes

ROERSCH en Bibliogr. rationale publiee par l'Academie de Belgique, XII (Brussels, 1892), 239; VAN DER HAEGEN, Bibliogr. lipsienne in Bibl. belgica (Ghent, 1886-8); autobiografía de Lipsius en Epistolarum centuria miscella, III, 87; HALM en Allg. deutsche Biogr. XVIII, 741; NISARD, Le triumvirat litteraire du XVIe siecle, J. Lipse, J. Scaliger, et Casaubon (Paris, 1852); URLICHS, Gesch. der klass. Altertumswissenschaft in MULLER, Handbuch, I (2nd ed. Munch, 1891), 62; SANDYS, A history of classical scholarship, II, (Cambridge, 1908), 301.

Lejay, Paul (1910).


Traducido por Pedro Royo.