Alexandre-Antonin Taché
De Enciclopedia Católica
Primer arzobispo de San Bonifacio, Manitoba, misionero, prelado, estadista y escritor del occidente de Canadá. Nació en Fraserville, Provincia de Quebec, el 23 de julio de 1823; murió en San Bonifacio el 22 de junio de 1894. Por su padre, Charles Taché, pertenecía a una de las principales familias francocanadienses y por su madre, Louise Henriette de La Broquerie, era descendiente de Lavérendrye, el descubridor del país en el que pasaría 49 años de su vida. Realizó sus estudios clásicos en el College of St. Hyacinthe, de donde salió (el 1de septiembre de 1841) hacia el seminario de Montreal a estudiar para el sacerdocio. De ahí pasó al noviciado de los recién llegados Oblatos de María Inmaculada y, cuando el obispo Provencher obtuvo la cooperación de este Instituto para sus misiones distantes en el Río Rojo, el Hermano Taché, aunque todavía novicio, fue elegido para acompañar allí al Padre Pierre Aubert, O.M.I. Después de dos meses de viaje por territorio canadiense, Taché llegó a San Bonifacio el 25 de agosto de 1845. Al domingo siguiente fue ordenado diácono por el Obispo Provencher, y, el 12 de Octubre de ese año ascendió al sacerdocio, pronunciando sus votos finales como Oblato al día siguiente. Durante nueve meses estudió la lengua Saulteux; sin embargo, este conocimiento no le iba a servir sino hasta muchos años después, dado que en julio de 1846, fue enviado a Ile-à-la-Crosse, donde permaneció cuatro años aprendiendo la lengua de los Chippewayans, su nueva feligresía, con la que trabajó cambiando literalmente tanto la moral como la fe de los aborígenes del norte. Con zapatos para la nieve y en canoa, realizó largos viajes para beneficio de los Crees, Chippeways, Athabaskans, y Caribou-Eaters, hasta que, a la edad de 27 años, fue elegido coadyutor y futuro sucesor de Monseñor Provencher. En obediencia al fundador de su congregación, el Obispo de Mazenod, se trasladó a Marsella y fue consagrado Obispo titular de Arath el 23 de noviembre de 1851. regresó a San Bonifacio el 27 de junio de 1852, y el 10 de septiembre de ese mismo año llegó a Ile-à-la-Crosse. Continuó entonces su vida misionera que fue aún más útil en esa localidad puesto que los indios habían sentido su ausencia y le había resultado difícil entenderse con los sacerdotes que no conocían su lengua.
Taché estaba tan absorto en sus trabajos apostólicos que a la muerte del Obispo Provencher (el 7 de junio de 1853), no pensó que tenía la obligación de retornar de inmediato a San Bonifacio. Continuó con sus peregrinaciones entre los indios y los mestizos hasta que, en 1854, se dirigió al sur a tomar posesión oficial de su sede. El 5 de junio de 1855, regresó al norte y llegó hasta el lago Great Slave, donde estableció una misión para beneficio de otra tribu Dene. Cuando su diócesis se extendió tanto que ya no era posible que una sola persona la administrara, nombró coadyutor a uno de sus sacerdotes, el Padre Vital J. Grandin, O.M.I. Entre 1860 y 1861, Monseñor Taché reanudó sus viajes por los asentamientos nativos y, a nueve millas de Edmonton, eligió el sitio para una nueva misión que establecería el Padre Lacombe, bajo el nombre de San Alberto. Al regresar a San Bonifacio, se enteró de que su residencia y la catedral, cuyas campanas habían sido cantadas por el poeta cuáquero Whittier, y eran el orgullo del asentamiento, habían sido destruidas por un incendio el 14 de diciembre de 1860. Se trasladó entonces a Canadá, nombre que se daba entonces el este del presente Dominion, y mediante sus peticiones aseguró los medios para iniciar la construcción de una catedral nueva, más modesta. Viajó inclusive a Europa y logró que se construyera en el extremo más septentrional de su inmensa diócesis un nuevo vicariato apostólico que consignó al cuidado del Obispo Faraud.
Esta división le permitió a Monseñor Taché prestar más atención a sus primeras misiones, al sur, y a las insipientes parroquias de lo que es hoy Manitoba. Este territorio, conocido entonces como Assiniboia, contaba con una población heterogénea bajo el dominio paternal de la Hudson Bay Company, con la ayuda de un cuerpo legislativo uno de cuyos miembros era el Obispo de San Bonifacio. Un insistente componente extranjero que provenía principalmente de Ontario, se esforzaba entonces por cambiar el régimen político por uno que fuera satisfactorio para todos los segmentos de la sociedad local, franceses e ingleses, católicos y protestantes. Cuando las provincias del este se unieron en una confederación, una de las primeras preocupaciones del nuevo poder, que fue el resultado de la Ley de 1867, fue obtener del Gobierno Imperial la transferencia de £300,000, de Assiniboia y las regiones circundantes que habían pertenecido anteriormente a la Hudson Bay Company. No sólo no se consultó a los habitantes de estos territorios sobre la conveniencia de dicha transferencia, sino que los emisarios de Ottawa en el Valle del Río Rojo actuaron con tanta precipitación y de manera tan dominante con los franceses y católicos de la población, en un momento en que las autoridades federales que representaban no tenían aún jurisdicción sobre el país, que el descontento que causaron culminó (el 11 de octubre de 1869) en un levantamiento armado dirigido por Louis Riel.
Las autoridades federales suplicaron a Taché, que asistía en ese momento al Concilio Ecuménico del Vaticano, que regresara e interviniera a favor de la paz. En su camino a casa, el prelado se entrevistó con el gobernador general y sus ministros quienes le aseguraron una plena amnistía para los alzados en armas a condición de que estos últimos enviaran delegados a Ottawa para analizar los puntos en discusión y de que no se opusieran al envío de una expedición militar al Río Rojo bajo el comando de Wolseley. Entretanto, el Gobierno Provisional legalmente constituido por representantes debidamente elegidos de los dos sectores de la población, había visto la necesidad de ordenar la ejecución de un personaje conflictivo de nombre Thomas Scott. La llegada del Arzobispo el 9 de marzo de 1870, cinco días después de dicha ejecución, fue muy oportuna dado que Riel había expresado su intención de oponerse al avance de las tropas anglocanadienses. Después de la intervención de Taché, que se basó en la promesa de amnistía que había recibido en Ottawa, los insurgentes ya no tenían razón para insistir en su política agresiva. Se enviaron delegados a la capital federal y de esos esfuerzos surgió la Ley de Manitoba.
Desgraciadamente, las autoridades tomaron la ejecución de Scott, un enardecido Orangeman, (nombre dado a los miembros de una sociedad protestante secreta del norte de Irlanda), como excusa para negarse a aceptar la amnistía a la que se habían comprometido solemnemente. Esto representó un gran golpe para el prestigio de Monseñor Taché entre sus seguidores. Durante años se esforzó por obtener de los líderes del movimiento de resistencia contra la injustificada agresión de los representantes de Ottawa esa reivindicación de justicia a la que pensaba que tenían derecho. Probablemente habría tenido más éxito si se hubiera mostrado menos confiado en cuanto a la honestidad de los políticos con quienes trataba y les hubiera exigido garantías escritas en un momento en que les hubiera resultado prácticamente imposible negárselas. Sólo a finales de octubre de 1874 fue proclamada una amnistía parcial, no sin que antes uno de los tenientes de Riel, A.D. Lépine, hubiera sido condenado a muerte, una sentencia que Monseñor Taché había conmutado por 18 meses de prisión. Taché ha sido nombrado Arzobispo de San Bonifacio el 22 de septiembre de 1871. Desde ese momento dedicó sus esfuerzos a atraer los inmigrantes católicos hacía la nueva provincia eclesiástica y a la fundación de nuevas parroquias dentro de su propia arquidiócesis. En el curso de esta actividad, tuvo lugar la rebelión de Saskatchewan, en 1885, liderada por el mismo L. Riel que había encabezado la rebelión legítima de 1869 (ver SASKATCHEWAN Y ALBERTA). El 7 de diciembre de 1885, Taché redactó un pequeño folleto titulado "La Situation", una obra maestra en su género, en el que deploraba la rebelión y sin embargo mantenía hasta el final su simpatía hacía su antiguo protegido. Este último pagó con su vida (el 16 de noviembre de 1885) los excesos resultantes de sus buenas intenciones en último término fueron infructuosas debido a las flaquezas de un cerebro agotado por el exceso de trabajo. Del 13 al 24 de julio de 1889 se realizaron en San Bonifacio las sesiones del primer Concejo Provincial. Sin embargo, poco después de este gozoso evento, las escuelas separadas, que habían quedado garantizadas por la Constitución provincial, fueron abolidas sin miramientos. El arzobispo realizó numerosos intentos por restaurar el equilibrio, y publicó varias cartas y folletos para demostrar la injusticia de la que había sido víctima su pueblo; también apeló ante los distintos tribunales pero los resultados fueron contradictorios y por lo tanto inútiles, hasta que el Comité Asesor del Imperio reconoció la validez de las quejas y, el 29 de enero de 1895, señaló al Parlamento Federal como la parte facultada para hacer justicia. Taché no vivió para presenciar esta justicia tardía. Las vicisitudes de los últimos años habían acentuado los estragos de un a enfermedad que lo consumió, para pesar tanto de sus amigos como de sus enemigos. Además de los respetuosos tributos de la prensa, unos 15.000 protestantes testimoniaron públicamente, después de su muerte, el reconocimiento a sus méritos.
En gran medida, el Arzobispo Taché había forjado el destino del oeste canadiense. Fue un escritor no despreciable. Sus producciones literarias tienen un halo de delicadeza y, a veces, una agudeza sosegada, que denotan al caballero de esmerada educación. Su francés es de una notable pureza, libre de cualquier elemento foráneo. Su primer libro "Vingt Années de Missions" (Montreal, 1866), vendió 15.000 copias y ahora es muy difícil de encontrar. Poco tiempo después publicó su "Esquisse sur le Nord-Ouest de l'Amerique", prácticamente un clásico en su género; además de una segunda edición, el libro fue traducido al inglés, lo que por ese entonces constituía un honor. El acoso de la persecución contra las escuelas, que comenzó en 1890, fue tema de varios documentos públicos escritos por el Arzobispo Taché, el más importante de los cuales es "A Page of the History of the Schools in Manitoba"; este documento se publicó tanto en francés como en inglés y se considera modelo de estricta dialéctica e irrefutable lógica.
DAVID, Monseigneur Alexandre-Antonin Taché (Montreal, 1883); HARGRAVE, Red River (Montreal, 1871); HILL, Manitoba (Toronto, s.d.); HULOT, De l'Atlantique au Pacifique (Paris, 1888); JONQUET, Monseigneur Grandin (Montreal, 1903); BENOIT, Vie de Mgr Taché (2 vols., Montreal, 1904); MORICE, Dict. historique des Canadiens et des Metis Francais de l'Ouest (Quebec, 1908); IDEM, Hist. of the Catholic Church in Western Canada (2 vols., Toronto, 1910); SAVAETE, Vers l'Abime, VII (Paris, 1910); ROUTHIER, De Quebec a Victoria (Quebec, 1893); LAMOTHE, Cinq mois chez les Francais d'Amerique (Paris, 1879).
A.G. MORICE Transcrito por Thomas M. Barrett Dedicado a las Pobres Almas del Purgatorio Traducido por Rosario Camacho-Koppel www.catholicmedia.net