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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Leyendas Literarias or Profanas

De Enciclopedia Católica

Revisión de 15:17 17 may 2009 por Perofe (Discusión | contribuciones) (Página nueva: <span style="color:#000066"> En el período de los orígenes nacionales, la historia y la leyenda están inextricablemente mezcladas. En el curso de la transmisión oral la narrati...)

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En el período de los orígenes nacionales, la historia y la leyenda están inextricablemente mezcladas. En el curso de la transmisión oral la narrativa histórica se hace necesariamente más y más legendaria. Se enfatizan o exageran los detalles, se atribuyen diferentes motivos a las acciones; hay hechos que suprimen u olvida, se confunden los datos cronológicos o geográficos y se añaden rasgos y motivos de leyendas anteriores. Esta tradición, pasando de boca en boca va gradualmente tomando una forma más definitiva y un perfil más distinto pasando finalmente a la literatura y recibiendo una forma permanente y fija.

Rara vez somos capacees de relatar claramente el origen y desarrollos de una saga o leyenda. En la mayoría de los casos las fuentes de conocimiento de las que dependemos son de una fecha comparativamente tardía y hasta las más antiguas presentan la leyenda en un estado avanzado de evolución. De las fases precedentes podemos formarnos una opinión solo a través de una comparación y análisis críticos de las fuentes. En este proceso de reconstrucción queda mucho campo para la conjetura, prevalece necesariamente la incertidumbre y las diferencias de opinión son inevitables

Trataremos aquí de las siguientes leyendas:

• Saga heroica alemana.

• Leyendas de Carlomagno

• Roldán.

• Genoveva de Brabante.

• Arturo (Artus).

• Tristán e Isolda.

• Lohengrin, el caballero del Cisne.

• Tannhäuser.

• Robert el diablo.

• El judío errante.

• El holandés errante (o volador).

• Guillermo Tell.

• Fausto.

Saga heroica alemana

Baste una breve noticia. El método euhemerístico de interpretación, que intenta explicar las sagas sobre una base puramente histórica ha perdido prestigio. Se piensa que en la formación de las sagas es necesaria una mezcla de elementos históricos y míticos, pero el punto de vista, aceptado hasta hace poco, que interpreta los rasgos míticos como debidos a la personificación y simbolización de fenómenos naturales, ha sido criticado con buenas razones. Sin duda que el simbolismo de la naturaleza juega un importante papel en la mitología misma, pero parece que tiene poco que ver en el desarrollo de los primitivos relatos de héroes. Sus raíces están más bien en los cuentos de hadas. Así, la más grande y más antigua de las sagas alemanas, la de Sigfrido, parece venir de un núcleo Bajo Alemán de avaricia, asesinato y venganza cruel, ampliado con motifs como los de la lucha contra el dragón y la bella durmiente. Sigfrido, que posee un tesoro, es asesinado por Hagen, su envidioso cuñado. Crimilda (Kriemhild), la viuda de Sigfrido, se casa con otro rey que había actuando con avaricia asesina a Hagen. Crimilda en venganza asesina a su segundo marido. Esto parece ser el núcleo del antiguo relato que se combinó con una nueva saga histórica, que se puede seguir hasta la destrucción de los borgoñones por los hunos en 437 y la repentina muerte del gran líder huno Atila, después de su matrimonio con la princesa germana Ildico (es decir Hilde) en 452. Una vez fundidas las dos sagas, Ildico es concebida como una princesa borgoñona que asesinó a Atila en venganza de sus familiares.

Los extensos cambios en la acción y los motivos de la historia fueron una consecuencia necesaria de la fusión La versión Nórdica ("Edda", "Volsungasaga") y la versión alemana de Los Nibelungos ("Nibelungenlied"), ambas hablan de la venganza de Crimilda, pero en la primera ella mata a su marido, asesino de su hermano, como en la forma antigua de la leyenda, y en la versión posterior ella mata a sus hermanos, en venganza por el asesinato de su marido (ver ALEMANIA, subtitulo Literatura, III). Mientras que Sigfrido es una figura mítica, Dietrich de Berna es histórico. Es el famoso rey de los godos del este, Teodorico, que gobernó en Italia (493-526). Dietrich y Berna son las formas alemanas de Teodorico y de Verona: la figura heroica del rey se convirtió en el centro de una gran masa de tradición gótica y un círculo completo de sagas rodeó su nombre. Muchas leyendas locales fueron introducidas en este círculo. Los hechos históricos básicos fueron completamente distorsionados en el proceso de la formación legendaria y cuando la gran saga de Dietrich apareció en la literatura, en el antiguo Alto Alemán "Hildebrandslied", en numerosos relatos épicos Medio Alto Alemanes (ver ALEMANIA sub-titulo Literatura, III), y en la "Thidrekssaga" (aunque escrita en nórdico hacia 1250, se basa en la tradición Bajo Alemana) quedando poco de lo histórico.

Mito e historia también se combinaron en la saga de Beowulf que forma el tema de la épica inglesa más antigua. Beowulf, un Príncipe de Geátas, llega para ayudar al rey danés Hrothgar, contra Grendel, un monstruo cruel que devasta el reino danés. En dos poderosos combates mata a Grendel y a su madres. Al volver se convierte en rey de su pueblo sobre el que reina felizmente durante cincuenta años. Pero el envejecido héroe vuelve a la lucha contra un dragón que arroja fuego que arruina la tierra. Mata al monstruo, pero muere de las heridas recibidas en la lucha. Se cree que la saga de Beowulf es de origen escandinavo. Pero no se ha concluido si este relato épico surgió en Escandinavia o en Inglaterra.


Leyendas de Carlomagno


Era inevitable que Carlomagno se convirtiera en héroe de romances y leyendas. Sus éxitos reales fueron engrandecidos y se inventaron otros adicionales o fueron transferidos desde otros héroes populares, especialmente de los reyes francos del mismo nombre como Carlos Martel y Carlos el Calvo. La formación de leyendas sobre Carlomagno comenzó durante su vida. En el libro del llamado Monachus Sangallensis, escrito después de 883 basándose en tradiciones orales, ya aparece como una figura legendaria. Entre las narraciones están las de Carlos de Hierro entrando a Pavía, donde el rey longobardo Desiderio y Otker el franco esperan su llegada y éste último se desmaya a la vista del emperador en cota de malla; o el gigante Eishere quien en la batalla contra los Slays, atraviesa de siete a nueve paganos, como ranas, en la punta de su lanza; o de la cruel matanza de los sajones capturados cuya estatura excedía la altura de la espada del emperador. Al contrario que en las sagas heroicas, las leyendas de Carlomagno desde el principio muestran un toque eclesiástico. En este contexto podemos recordar la canonización Carlos por el antipapa Pascual II en 1165, que, naturalmente nunca tuvo validez.

Cuando los francos perdieron su carácter germánico su héroe se identifico con la nacionalidad francesa. Las historias que llevan su nombre eran corrientes en varias partes de Alemania. Se decía que no había muerto sino que residía en Odenberg, Hessia, o en los Untersberg (cerca de Salzburgo), desde donde volvería para llevar al imperio a la cima. También su justicia fue proverbial, como manifiesta la historia, relatada en las crónicas germanas, de la serpiente que tocaba la campana que Carlomagno había colocado en la entrada de su palacio para que los quisieran manifestar una queja. Pero nunca sobresalió en la literatura alemana, mientras que en Francia se convirtió en el mismo centro de las epopeyas heroicas nacionales. Los hechos legendarios y los de sus paladines fueron celebrados en numerosas "Chansons de Geste" ("Chanson de Roland", "Pèlerinage", "Aspremont", "Fierabras", "Ogier", Renaud de Montauban", etc.).Al principio estos poemas estaban poco relacionados entre sí; más tarde se intentó una unificación cíclica que dieron como resultado compilaciones como el “Carlomagno” de Girard d'Amiens (c. 1300), el alemán "Karimeinet", el noruego "Karlamagnússaga" y romance italiano en prosa "Reali di Francia" de Andrea de' Magnabotti. También se puede encontrar mucho material legendario en las crónicas, como las del monje de S. Gall arriba mencionado , del monje de Saintonge, de Alberico de Trois Fontaines (c. 1250), de Philippe Mousket (c. 1241), y en la crónica alemana de Enenkel.

Lo que se cuenta de Carlomagno en estas Fuentes es una mezcla de hechos y de ficción. La historia de sus padres Pipino el Breve y Berta (en "Berte aux grands pieds"), es el tema familiar de la virtud difamada pero al fin reivindicada. Para escapar de la persecución de sus hermanos bastardos, Carlos se refugia en Toledo con el rey pagano Galalfre, con cuya hija, Galina, se casa después de haber castigado a sus malvados hermanos y recuperado el reino de su padre ("Charlemagne", "Karlmeinet", "Karleto", "Crónica general"). Posiblemente esto refleje los hechos históricos del periodo de Carlos Martel , que era hijo ilegítimo y tuvo dificultades para acceder al trono. En todo caso, Pipino y Berta son personajes históricos.

Completamente fabulosa es la historia del peregrinaje del emperador y sus Pares a Tierra Santa de donde se traen las reliquias de la Pasión que depositan en la iglesia de S. Denis. Probablemente la leyenda surgió por estas reliquias que fueron en verdad un regalo del patriarca de Jerusalén alrededor del año 800.

En los poemas y romances que tratan de las guerras de Carlomagno en España (778) ( Chanson de Roland" e Italia [(773) "Ogler", "Fierabras", "Aspremont") el papel de protagonista no le es asignado a Carlomagno sino a sus paladines (Roland, Olivier, Turpin) o vasallos (hijos de Aimon, Ogier). Las guerras sajonas han dejado pocas huellas en la poesía francesa [Bodel, "Saisnes" (c. 1200), y un más antiguo "Guitalin", conocido solamente por la versión nórdica en el "Karlamagnússaga"].

En Alemania su memoria se conserva en muchas leyendas que tratan del heroico Widukind o Wittekind. En las versiones francesas, la conversión del jefe sajón se presenta como insincera y de poca duración; en la leyenda alemana, por el contrario, es glorificada por un milagro. Mientras Widukin, disfrazado de mendigo, asiste a las celebraciones de Pascua en el campo franco, ve la imagen de Cristo-niño en el momento de la elevación de la sagrada forma, en la misa y su conversión es el resultado (Grimm, "Deutsche Sagen", 448). En una narración de la vida de la emperatriz Matilde (974) Widukin lucha en combate singular con Carlos y al ser derrotado se convierte en cristiano, la versión francesa también reconoce este combate pero en ella Guiteclin muere. El nombre de Frankfort (el vado de los Francos) lo explica una leyenda alemana que relata que los Francos en peligro son guiados por una cierva que les muestra el lugar por el que pueden cruzar el río Meno (Main) y salvarse (Grimm, op. cit., 449). En obras épicas más antiguas, dedicadas a glorificar a la realeza, Carlomagno es representado como la encarnación de la majestad, del valor y la justicia, y campeón de la Iglesia de Dios contra el infiel. En épocas posteriores, en las llamadas epopeyas feudales ("Ogier", "Renaudde Montauban", "Doonde Mayence", etc.), que reflejan las luchas históricas de la monarquía contra los turbulentos vasallos, el gran emperador aparece bajo una luz distinta, como un tirano vengativo y un opresor injusto. Y tampoco sale bien parado en las vanas leyendas sobre sus asuntos amorosos, entre las que está la bien conocida leyenda alemana de su afecto por una mujer muerta debido al poder mágico de una joya oculta en su boca. Esta leyenda se localiza en Aquisgrán. Un cortesano que había conseguido el talismán lo arroja en una fuente de agua caliente. En adelante el emperador sintió por este lugar un amor irresistible e hizo que Aquisgrán se construyera allí. A través de la mediación francesa los romances carolingios llegaron a otras naciones. En Inglaterra, Caxton publicó "The Lyfe of Charles the Grete" (1485) y "The four sonnes of Aymon" (1486). Lord Berners tradujo "Huon de Bordeaux" en 1534. En Alemania el "Rolandslied" de Konrad der Pfaffe el poema de Stricker (siglo trece), el "karlmeinet" (siglo catorce), y los libros baratos, populares (chap-books) del siglo quince, en Escandinavia el "Karlamagnússaga" (c. 1300), en los Países Bajos numerosas traducciones como "Carel ende Elegast" muestran la extensión de la leyenda de Carlomagno. En Italia tenían muy buena acogida e inspiraron la épica franco- italiana y el copioso romance de Magnabotti, culminando el las famosas obras épicas de Boiardo y Ariosto.


Roldán.


De todos los paladines, generalmente 12, con los que la leyenda rodea a Carlomagno, el más famoso es Roldán, cuya muerte heroica constituye el tema de la "Chanson de Roland" (c. 1080), que relata como la retaguardia del ejército francés , volviendo de una victoriosa campaña contra los sarracenos en España, es sorprendido traicioneramente por el enemigo en Roncesvalles y cómo Roldán, Olivier y Turpin después de increíbles gestas valerosas mueren antes de que llegue la ayuda del emperador. Los hechos narrados tienen una base histórica: la batalla de Roncesvalles, en 778, que sin embargo dista mucho de ser unánimemente interpretada por los historiadores. Según Einhard (Vita Caroli Magni, IX) la retaguardia de los Hruodlandus, perfecto de la Marca de Bretaña. En el poema se culpa de la derrota a la traición de Ganelon. Se narra vívidamente la venganza del emperador sobre el enemigo y el castigo del traidor. La leyenda presenta a Roldán como sobrino de Carlomagno, hijo de Berta, la hermana del emperador y duque de Mil, de Aglant. La historia de su amor romántico, de su lucha contra el emperador y de su final reconciliación está presente de forma notable en las versiones italianas ("Reali di Francia"). Roldán es el parangón de la virtud caballeresca, que desde su Juventus se distingue en las guerras contra los sarracenos en Italia ("Aspremont") y contra los sajones, salvando en ambas campañas a su tío de un desastre amenazador.

En la literatura italiana Roldán se convierte en el principal héroe de la epopeya caballeresca que está mejor representada por el "Morgante maggiore" (1482) de Pulci el "Orlando innamorato" de Boiardo (1486), y el "Orlando Furioso" de Ariosto (1516). En España las tradiciones sufren un cambio completo; la derrota de los francos se consideró una victoria española y el verdadero héroe de Roncesvalles el campeón nacional Bernardo del Carpio, el oponente de Roldán. El poema alemán de Konrad der Pfaffe ya ha sido mencionado arriba.


Genoveva de Brabante.


Es leyenda puede relacionarse con el ciclo carolingio en cuanto que los hechos resaltados se ponen generalmente en el siglo octavo en el perdido de las guerras de Carlos Martel contra los sarracenos. El tema narra la historia familiar de la inocencia perseguida y por ello está muy cercano a las leyendas de Griselda, Hildegarda, Hirlanda, condesa de Bretaña y otras heroínas sufrientes. Según la versión más común Genoveva es la esposa del conde palatino Sigfrido, que reside en la región de Tréveris. Cuando tiene que ausentarse por una campaña contra los infieles, confía a su esposa y la defensa de su castillo a su mayordomo Golo, que siente una ardiente pasión pecaminosa por Genoveva e intenta conseguirla. Pero al ser rechazado la acusa falsamente de adulterio a su señor ausente. El conde envía un mensaje para que den muerte a la condesa y al recién nacido niño y Golo ordena a dos sirvientes que ejecuten la orden. Pero movidos a la piedad , la dejan ir y ella se refugia en una cueva en las Ardenas, junto con su hijo que milagrosamente amamantado por una corza. Seis años después el conde Sigfrido, que mientras tanto se ha arrepentido de su precipitada decisión es guiado a la curva por un corzo al que persigue y como resultado se da una feliz reunión. Golo muere como un traidor, desmembrado por cuatro bueyes. La leyenda añade que se construyó un acapilla dedicada a Nuestra Señora en el lugar de la cueva, y es la capilla de Frauenkirchen, cerca de Laach, donde se dice que fue enterrada Genoveva.

El origen de la leyenda es completamente desconocido. La versión más antigua se halla en un manuscrito del siglo quinto, muchos de ellos procedentes de Laach. En 1472 Matías Emichius (Emmich) un fraile Carmelita, después obispo auxilias de Maguncia, escribió un relato y el muy sabio anticuario Marquard Freher puso como apéndice a su "Origines Palatinæ" (1613) una versión sacada de un manuscrito de Laach. La leyenda se cuenta en relación a al fundación de la Frauenkirchen. En todas estas versiones el tiempo de la acción es el del obispo Hildulf de Tréveris, pero tal obispo es desconocido. Y tampoco es posible identificar a Genoveva con un personaje histórico. Respecto a Sigfrido, hay varios condes con ese nombre pero nada se sabe sobre ellos que permita una identificación. No se ha encontrado ninguna base histórica para la leyenda. Los argumentos sobre un origen mítico son inútiles. Se ha opinado Seuffert) que la leyenda es el invento de un monje del monasterio de Laach y que es del siglo catorce. La fama de la historia se debe al jesuita francés René de Cerisiers, por su libro titulado "L'Innocence reconnue ou Vie de Sainte Geneviève de Brabant", que enseguida se hizo muy popular. La edición más antigua que se puede datar es de 1638. Dos años después, esta historia junto con la de Juana de Arco y de Hirlanda fue vuelta a imprimir en "Les trois états de l'innocence affligée", etc. En la versión de Cerisiers, la leyenda ha sido considerablemente ampliada, el carácter piadoso es enfatizado, especialmente por la introducción de copioso milagros.

El niño recibe el nombre bíblico de Benoni (Benjamín) (i.e. hijo de mi dolor, Genesis 35:18) de ahí el "Schmerzenreich" de la versión alemana. La referencia a Carlos Martel fijó la referencia de la acción en el siglo octavo La obra de Cerisiers inspire un cierto número de libros alemanes que tratan de esta leyenda aunque en todos ellos el material es tratado con más o menos libertad. Los autores de las dos primeras versiones alemanas son jesuitas; estas versiones fueron seguidas por las "Auserlesenes History-Buch" (Dillingen, 1687) del Padre Martin of Cochem (m. 1712), un fraile capuchino. Aquí se trata la leyenda de Santa Genoveva entre un número de leyendas piadosas y fue esta versión la que hizo popular la leyenda en Alemania, donde fue tratada en panfletos y libros de edición barata. Algunos de estos libros basan su narración en versiones holandesas la primera de las cuales había aparecido en 1645 y en las que la influencia protestante es innegable. Los milagros, ya reducidos en la versión alemana, son completamente expurgados. Hay al menos dos versiones inglesas una de las cuales "The Triumphant Lady, or the Crowned Innocence" (Londres, 1654) es de Sir W. Lower.


Arturo (Artus).


Famoso y legendario rey de los británicos y figura central de un ciclo de romances medievales. Su corte es presentada como el modelo de cortes en las que se cultiva la virtud caballeresca. El mismo preside la famosa Tabla o Mesa Redonda alrededor de la que se reúnen un grupo de caballeros elegidos. Las aventuras de estos caballeros son la materia de los numerosos romances del ciclo artúrico.

La historia del origen y desarrollos de la leyenda artúrica, no está claro. Se dudado de la misma existencia de Arturo, intentando dejarlo en el reino del mito. Pero se sabe que fue una figura histórica, un jefe británico de finales del siglo quinto y principios del sexto d.C. que fue el campeón de la causa británica contra los invasores extranjeros, especialmente los anglos y los sajones.

Gildas, el más antiguo de los cronistas británicos, en su "De Excidio Britanniæ" (c. 540) conoce la gran Victoria de los británicos en el Monte Badon, pero no hace mención del Arturo. El primer dato se encuentra en la "Historia Brittonum" (escrita hacia 796), atribuida a Nennius. Aparece siempre una figura legendaria, campeón de la gente oprimida contra los crueles invasores a los que derrota en doce grandes batallas, la última la de Mons Badonis. Así pues a finales del siglo octavo la leyenda de un gran campeón era conocida entre la población celta de las Islas Británicas y Bretaña y esta leyenda fue desarrollada y ampliada añadiendo nuevos trazos legendarios.

Recibió forma literaria en la "Historia regum Brittanniæ", una crónica latina, escrita entre 1118 y 1135 por el monje galés Godfrey (Galfridus, Gruffydd) de Monmouth. Esta obra que intenta dar una historia de los reyes británicos desde el mítico Brutus hasta Cadwallo (689), es una curiosa mezcla de hechos y fábulas. Las aventuras de Arturo que relata son totalmente fabulosas. Su padre es Uther Pendragon (Uther cabeza de dragon) y su madre Igerna, esposa del duque de Cornualles. Merlin el Mago, con un conjuro logró que se para engendrarle. Arturo se convierte en gobernante a los quince años y enseguida entra en una carrera de victorias derrotando a los sajones. Casa con Guanhumara (Ginebra, Gwenhwyvar, Guinevere) y organiza un acorte cuya fama se extiende a lo lejos y a lo ancho. En una serie de guerras conquista Escocia, Irlanda, Noruega y Galia. Finalmente lucha contra Roma, pero, aunque sale victorioso, es obligado a regresar apara defender a su esposa y a su reino contra los planes de su malvado sobrino Mordred, que muere en la batalla de Camlan (Cambula),pero Arturo es herido mortalmente y llevado misteriosamente a la isla de Avalon, donde volverá a aparecer algún día, según las crónicas, para volver a dar el poder a su pueblo.

No se sabe con certeza qué fuentes uso Geofrey. Probablemente crónicas galesas y tradiciones orales preservadas por narradores británicos y también aportando su propia cosecha. La obra fue popular muy pronto y se convirtió en la base de otras varias crónicas rimadas, como "Brut" de Wace (o Gace) escrita hacia el 1157 y la de Layamon (c. 1200), primera obra inglesa en la que aparece la leyenda de Arturo. En la historia de Geofrey se menciona la corte de Arturo como muy conocida, pero la primera referencia explícita a la Mesa Redonda se halla en el "Brut" de Wace. De esta referencia se deduce claramente que esta institución legendaria era ya bien conocida en Britania cuando Wace escribió. En un periodo posterior, cuando la leyenda del grial se fundió con la de Arturo, la Mesa Redonda se identificó con la mesa del grial de José de Arimatea y entonces se dijo que Uther Pendragon la había encontrado con ayuda de Merlín (así en el romance del Grial de Robert Boron).

Hacia finales del siglo doce hace aparición en la literatura francesa la leyenda de Arturo en la épica de Chrestien de Troyes. Como se transmitió este material, la matière de Bretagne, es un asunto disputado y difícil en relación con la historia de la literatura medieval francesa. Se admite que Geofrey y los cronistas no pudieron ser las únicas fuentes: el tema de los romances es demasiado variado y señala a la influencia de la tradición popular. . Más aún, el material ha sido completamente transformado por la influencia de los ideales de los caballeros andantes y del amor cortesano. Estos hechos dominaron a los romances artúricos y les dieron un inmenso impulso en la sociedad medieval culta. Arturo juega un papel pasivo en todo ello; el principal papel recae en los caballeros de la Tabla redonda, entre los que Gawain (Gwalchmai, Gauvain) que ya ocupa un lugar prominente en la historia de Gofrey donde se le llama Walgannus. Parsifal, el Peredur los cuentos populares galeses y de Geofrey, se convierte en famoso sobre todo por la búsqueda del Grial. Originalmente esta leyenda, como la del Grial, era completamente independiente de la de Arturo. Otros famosos héroes son Lancelot y Tristán que también se unió a la compañía de la Mesa redonda y sus leyendas fueron incorporadas a las de Arturo, de manera que poco a poco comenzó a existir el gran ciclo de los romances sobre Arturo.

La mediación francesa extendió estos romances por toda Europa. En Alemania inspiraron la épica cortesana (ver Alemania subtítulo Literatura III) En Inglaterra Sir Thomas Malory los reunió y los utilizó para su famoso romance "Morte Arthure" (terminado en 1470, impreso por Caxton, 1485). La popularidad de la leyenda de Arturo en Inglaterra se debe a Malory, cuya influencia se siente en el "Faerie Queene" de Spenser y en Milton, quien como es bien sabido quiso escribir en inglés Arturiada Inglesa. En tiempos posteriores Tennyson revivió la leyenda en su "Idylls of the King".


Tristán e Isolda.


Entre los caballeros de Arturo aparece Tristán cuyo amor por Isolda y su trágico fin son el tema de algunos de los más famosos romances literarios. Aquí tenemos también una leyenda independiente de origen celta, peor elaborada por poetas franceses y convertida en un romance de amor. Los nombres de Tristán y Mark señalan una saga de origen celta como raíz de la narración. Drust o Drustan como un nombre de origen picto se puede seguir retrocediendo hasta el siglo octavo. El nombre Morholt es probablemente germano y también lo es Isold (i.e. Iswalda) o Iselt (i.e. Ishilt). Estos elementos germánicos datan del periodo de gobierno vikingo en Dublín durante los siglos nueve y diez. La leyenda, sin duda, tomó forma en Britania, y experimentó modificaciones durante su desarrollo. Se añaden nuevos motivos como el de la poción de amor, la historia del cortejo amoroso por sustitución y el truco por el que Isolda logra pasar la ordalía. Todos ellos son familiares en la historia de la literatura. Otros motivos, como el del barco con las velas negras, se pueden seguir hasta su origen antiguo, en este caso la leyenda de Teseo. Hacia mediados del siglo doce ya existía una leyenda completamente desarrollada de Tristán, pero las versiones literarias que poseemos son posteriores. Se sabe que Chrestien de Troyes escribió un poema sobre Mark e Isolda, pero se ha perdido. Las versiones francesas que han sobrevivido son las de Bérol un juglar Breton, y la de Thomas, un trovador anglo-normando que escribió entre 1160 y 1170. La versión de Bérol, de fecha discutida, es la base del Tristán alemán de Eilhard von Oberg, mientras que Gottfried de Estrasburgo siguió a Thomas. Ambas versiones están de acuerdo en los principales trazos de la leyenda, aunque difieran mucho en los detalles.


Lohengrin, el Caballero del Cisne.


En el "Parzival" Wolfram, al final del cual se da una breve descripción de la historia de Lohengrin, la leyenda aparece como parte del ciclo del Grial y por ello del de Arturo. Pero originalmente era completamente independiente de ambos. En las versiones literarias más antiguas, los poemas franceses del “caballero del cisne”, "Chevalier au cygne" (las primeras fechas a principio del siglo trece), las historias del caballero del cisne están relacionadas con Godofredo de Bouillon, y los poemas franceses mismos son parte de una ciclo épico que trata de las Cruzadas. No se sabe como se llegar a relacionar. Pero a finales del siglo doce era bien conocido como prueba una alusión en la historia de las Cruzadas escrita por el obispo Guillermo de Tiro (m. hacia 1184). El propósito era ensalzar a la casa de Bouillon atribuyéndole un origen sobrenatural La historia, tal como la relatan los poemas franceses as la siguiente: La duquesa de Bouillon se presenta ante el emperador Otón que celebra cortes en Nimega para acusar al duque sajón Renier de haber vertido graves acusaciones contra ella. Ella no puede encontrar un campeón que pruebe su inocencia en singular combate, cuando de repente aparece un caballero desconocido en un esquife arrastrado por un cisne. Derrota al oponente y se casa con su hija Beatriz. Pero impone como condición que su esposa nunca debe preguntar por su nombre o su linaje Cuando ella rompe este juramento, después de siete años de matrimonio, el caballero la abandona. De su unión ha quedado una hija llamada Ida, que casa con el conde Eustaquio de Boulogne y se convierte en la madre de Godofredo de Bouillon.

Lo esencial de esta leyenda parece ser un antiguo mito genealógico como el que cuenta Scyld en "Beowulf". Un misterios extranjero llega en un barco sin timón y se convierte en el rey y ancestro de la casa reinante. Cuando le llega el día vuelve a marcharse tan misteriosamente como llegó. Este mito era común entre las tribus germánicas que habitaban la costa. Posiblemente el misterioso extranjero fue en principio una deidad solar y e cisne un símbolo de la nube. La historia tenía la intención de mostrar la ascendencia divina de la dinastía reinante. No está claro si el origen es celta o germano. El tema de la leyenda de Lohengrin, la unión entre un ser sobrenatural y un mortal, se repite en la mitología y el folklore.

Con el tema del caballero-cisne se combina un cuento de hadas germano de unos niños que son convertidos en cisnes por las males artes de su madrastra. Solo la niña pequeña escapa y se convierte en el medio de rescatar a sus hermanos. Esta historia resulta familiar a los lectores de los cuentos de hadas de Grimm. En los poemas franceses sobre este tema, los niños son los hijos de una unión entre un rey y un hada y la madre del rey representa el papel de la mala. Su transformación en cisne es el resultado quitarles los lazos que llevaban en el cuello al nacer. Cuando se les vuelven a colocar, todos recuperan la forma humana, excepto uno que ha perdido su lazo y permanece como cisne y se encarga de llevar el esquife de su hermano, que es por ello llamado el Caballero del Cisne. Está claro que esta narración se añade para explicar el misterioso origen del héroe, Los primeros restos literarios aparecen en el romance latino "Dolopathos", una colección de historias, la mayoría de origen oriental , escritos por Jean de Hauteseille (Johannes de Alta Silva) a principios del siglo trece. Los personajes aquí aún no tienen nombre. En el poema francés conocido como "Elioxe" (finales del siglo doce), el héroe es un rey llamado Lotario, el hada se llama Elioxe (Eliouse). En las versiones del “"Chevalier au cygne" el rey se llama Oriant, su esposa Beatriz, su madre Matabrune. Por medio de Francia, la leyenda pasa a otras tierras. En Inglaterra tenemos el poema del "Chevalere Assigne" y el romance en prosa de "Helyas, Knight of the Swan" (editado por Thoms en "Early English Prose Romances"). En España la leyenda se incorporó a la "Gran Conquista de Ultramar" (xlvii ss.). También hay versiones en Italia e Islandia y es especial interés es el desarrollo que tiene en Alemania.

En las versiones francesas, el caballero-cisne se llama Helias (Elie). En el épico "Der Schwanritter" (c. 1260) de Konrad von Würzburg aun no tiene nombre. La Dama en peligro es la duquesa de Brabante y el emperador, Carlomagno. El caballero del cisne no es un antepasado de Godofredo de Bouillon, sino de los duques de Cleves. La versión de Konrad se basa en una fuente francesa desconocida. Y también el breve resumen que da Wolfram al final de su "Parzival". Allí la leyenda está relacionada con el Grial porque el héroe es hijo de Parsifal, el rey-grial. También se le llama Loherangrin (i.e. Loherenc Garin, Garin el Lotharingio). La duquesa es Elsa de Brabante. No se puede saber si los cambios en los nombres son una cosa de Wofgang o ya venían en la fuente francesa.

Basándose en el esquema de Wofgang pero ampliando y expandido con la introducción de una materia completamente extraña, surgió, entre 1253 y 1290 la abultada epopeya Por el resumen de germana "Lohengrin", obra, al parecer de dos autores diferentes, pero desconocidos. La historia de Lohengrin es aquí un mero episodio de la legendaria competición de juglares del castillo de Warburg y se pone en boca del mismo Wolfgang. El acusador es el conde Friedrich Telramund, el emperador es Enrique I el Pajarero y una duquesa de Cleves instiga a Elsa a que haga la pregunta prohibida. Se ve que en las versiones alemanas Cleves figura en la leyenda; de hecho en algunas crónicas la escena de la acción se pone allí mismo (Grimm, "Deutsche Sagen", 4ª ed., ed. Steig, Berlin, 1905, no. 535), y se da la fecha de 711. Se puede encontrar una continuación fantástica en el poema llamado "Der jüngere Titurel" (c. 1260) y en la copiosa narración versificada de Ulrich Füetrer "Buch der Abenteue" (escrito hacia 1490). Según lo que allí se narra Lohengrin parte una segunda vez y llega a Lyzabori (Luxemburgo) donde casa con la princesa Belaye. Sus celoso parientes atentan contra su vida y aunque son rechazados, Lohengrin sucumbe por una herida recibidas en la lucha y su esposa muere de pena.


Tannhäuser.


Esta leyenda se relata en canciones populares alemanas del siglo quince y dieciséis y sus variantes en bajo alemán, holandés y danés es como sigue: Tannhäuser, un caballero juglar entra en la montaña de Venus, una especie da paraíso subterráneo donde la diosa pagana tiene su voluptuosa corte y durante un año se zambulle en sus placeres. Pero un deseo de volver a la tierra va surgiendo en él y cuando con la ayuda de María, a la que invoca, ve realizado su deseo, se apresura a ir a Roma a implorar el perdón del papa Urbano IV, que rehúsa concedérselo. Tannhäuser solo se salvará cuando el cayado que lleva el papa en su mano de hojas verdes. Desesperado, el caballero vuelve al monte de Venus y se le vuelve a ver nunca más. Poco después el cayado papal florece. Se envía un mensajero al buscar al caballero, pero es demasiado tarde.

Sin duda es esta una narración de origen pagano después cristianizada. El tema es la historia familiar de la seducción de un ser humano por un elfo o un hada. Pero todos los placeres del reino de las hadas no le pueden hacer olvidar su hogar, que echa de menos. Se le concede su deseo pero no es feliz y al final vuelve a la tierra de las hadas. Este motivo es un lugar común en la literatura popular. En la leyenda alemana el hada seductora se identifica con la antigua diosa del amor, Venus y se da a la historia un tinte religioso por la introducción del peregrinaje a Roma del pecador arrepentido. El tema del cayado seco que produce verdes hojas tiene muchos paralelos en la leyenda sacra y es evidente una adición posterior. No podemos sino conjeturar como se formó este conjunto descrito. De los poemas con este tema ninguno es anterior a mediados del siglo quince. El famoso Volkslied que ofrece la versión descrita arriba es del siglo dieciséis. Hay un pasaje en el poema de Hermann von Sachsenheim, "Die Mörin" que demuestra que la leyenda, con todos sus elementos esenciales, ya era conocida en 1453, cundo se escribió el poema. Allí, Tannhäuser es el marido de Venus. Pero el Tannhäuser histórico era un juglar, un Minnesinger del siglo trece que parece haber llevado una vida itinerante en el curso de la que experimenta muchos cambios de fortuna. Su muy movida vida se refleja en sus poemas, que muestran una extraña mezcla de presunción disoluta y sentimiento piadoso. En un poema que se le atribuye, el arrepentimiento se expresa por su vida estúpida y pecaminosa vida y se supone que este poema es el responsable de que apareciera en la leyenda en el papel de caballero penitente. Pero esto es una pura conjetura. De hecho la única relación entre el legendario e histórico Tannhäuser es que tiene el mismo nombre.

Es digno de tenerse en cuenta que una extraña leyenda similar a la de Tannhäuser se relaciona en Italia con el Monte della Sibilla cerca de Norcia. Antoine* de La Sale lo relata detalladamente en su "Salade", escrito entre 1438 y 1442. El visitó la cueva de la sibila en 1420 y oyó la historia de la gente de la región. Una referencia anterior se hala en el famoso romance "Guerino il meschino" de Andrea dei Magnabotti (1391). La versión italiana sabe que el caballero que entra en la cueva es alemán, pero no menciona su nombre; la reina del paraíso subterráneo es la Sibila, de antigua fama profética, transformada en diosa del placer. En vista de estos paralelismos que anteceden a la aparición de la leyenda en la literatura alemana, Gaston Paris no está de acuerdo con el origen germano de la leyenda de Tannhäuser, sino que es italiano. La fuente más remota la encuentra en el folklore celta, pero esto no se puede probar puesto que la más antigua historia de la leyenda no esta atestiguada en ningún monumento literario existente ni en Italia ni en Alemania. Hay que tener en cuenta que en la versión alemana hay un claro tono de hostilidad hacia el papa, que está completamente ausente en las italianas. De hecho el milagro del florecimiento del cayado apunta a un reprocha a la severidad papal. resto se puede explicar realmente si la leyenda se desarrolló en Alemania, donde los sentimientos antipapales eran fuertes desde los días de los Hohenstaufen. La idea dominante en la leyenda es la alabanza a Dios por la infinita misericordia con los pecadores. Pero este espíritu se presenta de manera poco amistosa respecto a la Iglesia. La actitud que se atribuye al papa en el Volkslied contradice la doctrina católica.


Roberto el Diablo.


La gracia sin límite de Dios para con los pecadores es también el tema de la leyenda que se presenta en los romances franceses. Roberto es hijo del mismo diablo puesto que su madre, desesperada de conseguir ayuda del cielo para tener un hijo, invocó al diablo. Desde el momento de su nacimiento, el niño muestra sus viciosos instintos, que le llevan, cuando llega a la madurez a una carrera de crímenes monstruosos. Por fin, el terror que inspira por todas partes le hacer reflexionar y habiendo averiguado el horrible secreto de su nacimiento, se apresura a ir a Roma para confesarse con el papa. Se somete a la penitencia más rigurosa, viviendo disfrazado un bufón en la corte del emperador en Roma. Por tres veces libra a la ciudad del asalto de los sarracenos y rehusando todo premio, muere piadosamente con ermitaño. Según otra versión, se casa con la hija del emperador, cuyo amor se ha ganado en su humilde disfraz y le sucede en el trono.

La narración más Antigua conocida de esta leyenda es un texto latino escrito por un fraile dominico, Etienne de Bourbon (c. 1250). Después aparece en un romance métrico francés del siglo trece, también en un dit algo posterior y en una obra de milagros del siglo catorce. Una versión francesa en prosa se unió juntó antes de la vieja "Croniques de Normandie" (probablemente del siglo trece). Pero la leyenda debe su popularidad a los libros de cuentos, de los que el más antiguo apareció en Lyon en 1496 y en París en 1497, con el título "La vie du terrible Robert le dyable". Desde el siglo dieciséis se imprimió frecuentemente junto con la de Richard sans Peur (sin Miedo); fue publicada de forma totalmente refundida en 1769 con el título de "Histoire de Robert le Diable, duc de Normandie, et de Richard Sans Peur, son fils." De Francia la leyenda pasa a España donde se hace muy popular. En Inglaterra es tema es tratado en el romance métrico” sir Gowther", obra de un juglar desconocido del siglo quince. Una traducción inglesa del almanaque o libro de cordel francés fue hecha por Wynkyn de Worde, asistente de Caxton, y fue publicada sin fecha con el título de "Robert deuyll" (rimpresa por en "Early English Prose Romances", Thoms, Londres y Nueva York, 1907). Otra versión que no se basa en la anterior es la de Thomas Lodge en su libro sobre "Robin the Divell" (Londres, 1591). En los Países Bajos el romance de Robrecht den Duyvel fue metido en el índice de libros prohibidos por el obispo de Amberes (1621). En Alemania la leyenda nunca tuvo demasiado éxito hasta que en el siglo diecinueve entró en los Volksbücher, introducida por Görres. Tratada de forma épica por Victor von Strauss (1854), y dramática por Raupach (1835). La opera de Meyerbeer "Robert le Diable" (1831) tuvo mucho éxito en su día. El libreto, escrito por Scribe y Delavigne, tiene poco que ver con la leyenda excepto en el nombre del héroe.


El Judío Errante.

Esta leyenda ha sido muy popular desde su aparición en un folleto alemán de 1602. Se cuenta de la siguiente manera: Cuando Jesús llevaba la cruz al calvario, pasó por la casa de un zapatero remendón llamado Ahasuero, que había sido uno de la multitud que gritaron “Crucifícale”. Hundido bajo el peso Jesús paró a descansar ante la puerta del remendón, pero fue echado con estas palabras “Vete a donde perteneces”. Entonces el Señor miró duramente a Ahasuero y dijo:”Me quedaré aquí y descansará, pero tu vagarás hasta el último día”. Y desde entonces el judío ha estado vagando sin descanso por toda la tierra.

El primer testigo literario del caminante condenado se halla en la crónica "Flores Historiarum", de Roger of Wendover, monje de S. Albans (m. 1237).El relato fue incorporado con ligeras ampliaciones en la "Historia Major" de Matthew Paris (m. 1259). La historia se cuenta recurriendo a la autoridad de un obispo armenio que visitó Inglaterra en 1228 y que había conocido personalmente al condenado. Según esta versión, Cartafilo, un portero de la casa de Pilato vio a Jesús cuando iba camino de la cruz y le golpeó con desprecio, gritando al mismo tiempo: ¡Ve Jesús, ve más deprisa!, ¿por qué holgazaneas? A lo que Jesús replicó: “Yo voy, pero tú esperarás hasta que yo vuelva”. Así que el ofensor no ha podido morir y aún espera la llagada de Cristo”. Lleva una visa santa y tranquila. Cada vez que llega a la edad de cien años es milagrosamente devuelto a la de treinta. Desde su conversión al cristianismo so nombre es José. Una versión similar. Que también dice apoyarse en la autoridad de un obispo armenio, la relata el cronista flamenco Philippe Mousket, obispo de Tournai (c. 1243). Sin dada esta versión es la utilizada en los almanaques populares.

Pero la leyenda sin duda no es un invento del obispo armenio, como se ha dicho a veces. Era conocida en Italia en el siglo trece y debe haber exitismo mucho antes. Según el astrólogo Guido Bonatti, que es mencionado por Dante (Inf., xx, 118), el judío errante pasó por Forli en 1267. Felipe de Novara, un jurista famoso, en su "Livre de Forme de Plait" (c. 1250), se refiera a un tal Jehan Boute Dieu como uno que llevaba un vida proverbialmente larga. Pero Felipe residió mucho tiempo en Jerusalén y Chipre; esto, junto con el hecho de que las crónicas inglesas también localizan a Cartafilo en Armenia, parece apuntar a un origen oriental de esta leyenda Probablemente era parte de un ciclo local que surgió en Jerusalén en relación con la Pasión y fue llevado a Europa por los cruzados o por los peregrinos. Una leyenda de un testigo de la Crucifixión que haría sobrevivido y que se representa como la víctima de una maldición, era ciertamente corriente en Jerusalén y se refieren a ella repetidamente en los viajes a Tierra Santa. El nombre del caminante maldito suele ser Juan Buttadeus. en italiano Bottadio, que evidentemente significa castigado por Dios. Una antigua leyenda italiana habla de un castigo similar impuesto al soldado que golpeo a Cristo ante el Sumo Sacerdote (Juan 18:22), y más tarde este soldado fue identificado como Malco cuya oreja cortó Pedro. Los nombres Juan y Cartafilo (karta philos "muy amado"), que se le da al errante, da algo de color a esta historia.

Sea cual fuere el origen, la fama se la debe al calendario o libro de cordel alemán mencionado arriba que apareció anónimamente en 1602 con el título: "Kurtze Beschreibung und Erzehlung von einem Juden mit Namen Ahasverus", etc. Allí la historia se relata basándose en la autoridad de un clérigo luterano, Paulus von Eitzen (m. 1598), que afirmaba haber conocido al judío errante en persona en Hamburgo en 1542 y haber oído la historia de los labios del mismísimo Ahasuerus. En una edición posterior, de 1603"Wunderbarlicher Bericht von Einem Juden Ahasver", etc. donde el anónimo autor asume el nombre de pluma de Chrysostomus Dudulæus Westphalus, el encuentro se data en 1457 y en un apéndice se hace una exhortación al lector cristiano con el tema del destino del judío. La leyenda enseguida obtuvo el favor popular y se repitieron las ediciones. Desde Alemania se extendió a Suecia Dinamarca y los Países Bajos y especialmente a Francia, donde ha tenido mucha popularidad hasta nuestros días. La versión francesa más conocida es la "Histoire admirable d'un Juif Errant" del siglo diecisiete. El toque trágico se pone en el recital de los peligros que correrá el judío en el vano intento de esperar que su miseria termine con la muerte. Los relatos de la aparición del judío comenzaron a ser comunes y muchos de ellos, sin duda, atribuibles a impostores que hacían el papel de Judío con mucho éxito. Hay un documento autenticado en Italia en 1415, sobre uno de esos farsantes.

El judío errante recibe diferentes nombres por países. Las crónicas inglesas le llaman Catafilo. La forma italiana es Bottadio y en esto es igual que el Boudedeo de Britania y Bedeus en la Transilvania sajona. En Bélgica se le conoce como Isaac Laquedem, que probablemente era un nombre originalmente judío. En España sufre un significativo cambio a Juan Espera-en-Dios. No está claro por qué la versión original alemana le llama Ahasverus. este nombre aparece en el Antiguo Testamento (Ester 1:1) como sobrenombre de un monarca persa (escrito Asuero en la versión católica). Conviene notar que el primer caminante errante no era necesariamente judío; Cartafilo , el portero de la mansión de Pilato debió ser un romano.

El holandés errante (o el holandés volador).


El tema se repite en esta leyenda del mar. La creencia supersticiosa en un barco fantasma se extendió entre los marinos. Pero la leyenda que surgió de allí nunca tuvo una forma concreta; las versiones varían considerablemente. La más común entre los marineros holandeses relata como un capitán llamado Vanderdecken o Vanderstraaten, del distrito Terneuse, mientras viajaba a la India se ve retrasado en el Cabo de Buena Esperanza por una calma o por una tormenta. Lleno de ira hace un juramento blasfemo que doblaría el cabo aunque tuviese que navegar hasta el día del juicio. Dios ofendido le tomó la palabra y está condenado a navegar por los mares para siempre, y es una señal de mala suerte para todos los marineros que avistan su barco.

La leyenda no aparece en la literatura entes del siglo diecinueve. Se hizo familiar a los lectores americanos del cuento de Washington Irving "The Stormship", que es un episodio de su "Bracebridge Hall" (1822). Pero se debió a Heine el que se hiciera popular. Probablemente lo captó en la tradición oral y lo contó "Reisebilder aus Norderney" (1826) y de nuevo en “Memoiren des Herrn von Schnabelewopski" (en su “Salon", 1834). Heine no menciona ni nombres ni lugares y en su segunda versión el ambiente de la historia es poco digno, si no vulgar. Sin embargo, se dio nueva profundidad a la leyenda introduciendo el motivo de la “redención”. Cada siete años el holandés puede bajar a tierra y buscar a una mujer cuyo sacrificado amor levantará la maldición. Por fin encuentra a una joven que le declara su amor, pero en el último momento él rehúsa aceptar su generoso sacrificio, se manifiesta ante ella y se va. Ella insiste heroicamente en mantener su promesa y se arroja al mar. Este noble acto de sacrificio logra quitar la maldición; el holandés y su barco se hunden bajo las olas.


Guillermo Tell.


La historia de Guillermo Tell, relacionada con el comienzo de la confederación suiza pasó por histórica hasta no hace mucho pero hoy se reconoce su carácter de fábula. Tell, un pequeño terrateniente de Uri, famoso por su habilidad con la ballesta, habiéndose negado a saludar al sombrero, símbolo de la soberanía austriaca, que Gessler, el más cruel de los gobernadores, hizo que se pusiera sobre una viga en Altdorf. Llevado ante el gobernador se le ordena que muestre su habilidad con la ballesta disparando a una manzana colocada en la cabeza de su hijo. Lo hace con éxito y entonces le preguntan por qué había cogido dos flechas de su carcaj y dice que de haber herido a su hijo la hubiera empleado para atravesar al gobernador. Es llevado a bordo de un barco que le llevaría a Küssnacht, pero lugar huir durante una tormenta y con el tiempo libra a su país. Este es el resumen de la leyenda. Ya en 1607 se cuestionaba su veracidad porque no se había hallado prueba documental alguna de la existencia de Tell. El patriotismo suizo, sin embargo, silenció ese escepticismo durante mucho tiempo hasta que la obra de los historiadores separó la ficción de los hechos y dejó las aventuras de Tell en el reino de la fábula.

Fausto.


El origen y desarrollo de esta famosa leyenda está relativamente clara. El héroe es un personaje real, un hombre que vivió en Alemania durante el siglo dieciséis. Sin duda que muchas de las cosas que se dicen de él son fabulas hasta tal punto que muchos especialistas han llegado a dudar de la existencia de Fausto considerando la leyenda como puramente mítica. Pero hay testimonios explícitos de sus contemporáneos: Trithemius de Sponheim, Mutianus Rufus, Johann Gast, Agrippa von Nettesheim, y otros que dicen haber conocido a Fausto ya en persona ya por su reputación. Todos están de acuerdo en presentarle como un charlatán que recorrió el país usando nombres altisonantes, presumiendo de su habilidad para predecir el futuro y para la magia y aprovechándose de la credulidad de la ignorancia supersticiosa de la gente. Philip Begardi, un medico de Worms, autor de un "Index Sanitatis" (1539), conoció a ciertas personas engañadas por este fraudulento personaje. Menciona a Fausto como hombre muy conocido, pero del que nada se ha oído decir últimamente. Melanchthon (según Manlius, 1590) y Johann Weyer (m. 1588) nos dicen que Fausto había nacido en Kundlingen (i.e. Knittlingen) en Würtemberg y que estudió magia en Cracovia, también dicen que tuvo un fin violento, siendo encontrado una mañana con el cuelo roto.

La presunción de Fausto no parece tan absurda en una época en la que la creencia en la demonología y la magia era universal. ¿No era natural que sus poderes sobrenaturales se atribuyeran a la ayuda del demonio? Las historia de hombres seguidores del Maligno eran comunes desde el principio de la cristiandad. Zoroastro, Virgilio, Apolonio, Alberto Magno, los papas Silvestre II y Paulo II son alguno de los hombres eminentes de quienes se decían tales historias. Y son especialmente relevantes en este sentido las leyendas de Cipriano de Antioquía y Teófilo de Adana, en los que encontramos el tipo de perverso mago, que para conseguir sus ambiciones o por algún malvado propósito venden su alma al diablo. Así, cuando fausto halla una repentina y violenta muerte en circunstancias misteriosas, corría el rumor de que el diablo se lo había llevado y así surgió la historia de su pacto con Satán. Entonces las narraciones comunes de magos anteriores que habían tenido a tan malvado socio se repitieron aplicándolas a Fausto y gradualmente el oscuro charlatán que convirtió en el archi-mago alrededor del que se reunió una masa de fábulas sobre la magia negra. Y así tomo forma la leyenda de Fausto.

Su primera aparición en literatura data de 1587, cuando apareció el primer libro de Fausto, de autor anónimo, en Fráncfort del Meno, con el título "Historia von D. Johann Fausten dem weitbeschreyten Zauberer und Schwartzkunstler". El publicista, Johann Spies, nos dice en un prefacio que había conseguido el manuscrito de un “buen amigo de Espira”. Según la versión d este libro, Fausto estudia teología en Wittenberg pero siendo de una forma mental “tonta y arrogante” y deseoso de buscar “en todas las cosas del cielo y de la tierra”, recurre a la magia e invoca al diablo. Aparece un demonio llamado Mefistófeles con el que pacta que durante un tiempo (después se fija el tiempo en veinte años) se convierta en servidor de Fausto a cambio podrá reclamar el alma de Fausto. El pacto se sella con al sangre de Fausto. Durante un tiempo el mago vive una vida de poder y esplendor realizando maravillosas aventura y extraños sucesos. Pero al final del período pactado el diablo reclama su presa. Durante la noche se oye un extraño tumulto y al día siguiente el cuerpo mutilado de Fausto es hallado en un montón de basura El libro carece de todo mérito literario. Su propósito es exclusivamente didáctico; el terrible destino del mago se muestra como aviso solemne a todos los que tengan la tentación de recurrir a la magia negra.

La idea fundamental del relato es la maldad de la búsqueda de conocimiento por medios pecaminosos. El anónimo autor, a juzgar por el tono general del libro, era probablemente un pastor luterano que desaprueba enfáticamente el espíritu de libre investigación que caracteriza al período de grandes descubrimientos y de la reforma. De las ediciones posteriores, la de Widmnann (1599) parece haber sido la fuente de versiones posteriores, en las que aún se enfatiza más la tendencia inequívoca tendencia anticatólica de la primera edición. La caída de Fausto es atribuida directa mente al cuto de la Iglesia Católica.

Hay una serie de cambios, en general con una intención didáctica, y en detrimento de la calidad literaria del libro. También se añade un largo comentario. Una nueva edición de la versión de Widmann fue realizada por Pfitzer en 1674, y en 1725 se realizó una edición abreviada por uno que dice ser “hombre de sentimientos cristianos”. Pero la popularidad de la leyenda se debió no tanto a las ediciones baratas cuanto a las representaciones teatrales de grupos itinerantes. En estas representaciones jugaron una parte importante los actores ingleses. Una traducción inglesa de unos de esos libretos fue la base del conocido drama escrito por Christopher Marlowe (representado por primera vez en 1595) y este fue le texto que usaban en Alemania los actores ingleses. De las representaciones alemanas de Fausto sabemos poco: como en las del siglo dieciocho e éxito dependía la farsa grosera con mucho sensacionalismo y sal gorda.

Tales obras desaparecieron de los escenarios cuando el clasicismo francés impuso su estilo. Pero las obras de Fausto sobrevivió representándose como títeres en las ferias para divertir a los jóvenes y gente sencilla y tales representaciones son las que dieron al joven Goethe la idea con al que escribió su obra maestra. Lessing ya había llamado la atención a las posibilidades dramáticas del tema, intentando un drama de Fausto del que había esquematizado una escena ( citada en la "Literaturbrief", número diecisiete, 1759) La Antigua leyenda de Fausto tal como se presentaba en los folletos y las obras de teatro popular es esencialmente una tragedia de pecado y condenación, un producto característico de la Reforma. En antiguas leyendas de grandes pecadores como Roberto el Diablo, se proclamaba la eficacia de la penitencia, y se enfatizaba el poder salvador de la Iglesia. Con la Reforma ésto cambió. La rígida teología ortodoxa negaba el poder redentor del la antigua iglesia y este duro espíritu se refleja en la leyenda. El pecador que se alía con el diablo está condenado irrevocablemente. Goethe, un humanitarista ilustrado no estaba de acuerdo con esta concepción. Para él Fausto no es un sensualista presuntuoso sino un buscador titánico de la verdad, un representante de las más nobles aspiraciones del hombre y a pesar de sus pecados y errores al final ha de salvarse. En el Fausto de Goethe la leyenda ha recibido su forma clásica. (ver ALEMANIA)


FUENTES

SAGA HEROICA ALEMANA. Ver SYMONS, Germanische Heldensage en PAUL, Grundriss der Germanischen Philologie (2ª ed., Strasburg, 1900), III, 606 ss.; también JIRICZEK, Die deutsche Heldensage (3ª ed., Leipzig, 1906). Para al Saga de los Nibelungos: BOER, Untersuchungen über den Ursprung und die Entwickelung der Nibelungensage (Halle, 1907). La presentación del génesis de las leyendas de las que se ha hablado arriba se basa en esta obra. Para la saga de Dietrich ver particularmente JIRICZEK, Deutsche Heldensagen (Strasburg, 1898). Para la saga de Beowuif ver SYMONS, op. cit., 644-651, donde se da bibliografía.

LEYENDASDE CARLOMAGNO: PARIS, Histoire poétique do Charlemagne (Paris, 1865; 2ª ed., 1905); LÉON GAUTIER, Les Epopées françaises, III (2ª ed., Paris, 1888-1897); GRÖBER in Grundriss der romanischen Philologie, II (Strasburg, 1902), 1, 461-469; 538-552; BECKER, Grundriss der altfranzösischen Literatur, I (Heidelberg, 1907), 62-92. Muchas de las leyendas, en particular las más corrientes en Alemania, se encuentran en GRIMM, Deutsche Sagen (4ª ed., Berlin, 1905), nos. 22, 26-28, 437-454. Ver también KÖGEL, Geschichte der deutschen Litteratur, I (Strasburg, 1894), pt. II, 220-230.

ROLDAN: PARIS, op. cit., 259-285, 406-414, 415; ver también su ensayo Roncevaux en Légendes du moyen âge (Paris, 1903), 1-63. GENOVEVA DE BRABANTE: SAUERBORN, Geschichte der Pfalzgräfin Genovefa und der Kapelle Frauenkirchen (Ratisbona, 1856); SEUFFERT, Die Legende von der Pfalzgräfin Genovefa (Würzburg, 1877); GOLZ, Pfalzgräfin Genovefa in der deutschen Dichtung (Leipzig, 1897).

REY ARTURO: Consultar la biografía del artículo el Santo Grial. Muchas de las obras citadas allí tratan también de la leyenda artúrica. Ver también ZIMMER, Nennius vindicatus (Berlin, 1893); RHYS, Studies in the Arthurian Legend (Oxford, 1891); NEWELL, King Arthur and the Table Round (Boston, 1897). Sobre la cuestion del origen de la "matière de Bretagne" ver VORETZSCH, Einführung in das Studium der altfranzösischen Literatur (Halle, 1905), 339-352, donde la literatura se da completa la literatura sobre el tema. También es útil MACCALLUM, Tennyson's Idylls of the King and Arthurian Story from the Sixteenth Century (Glasgow, 1894).

TRISTAN E ISOLDA: Para el contexto de la leyenda y su bibliografía, ver el artículo sobre GOTTFRIED VON STRASSBURG.

LOHENGRIN: GOLTHER e Romanische Forschungen (1890), V, 103-136; TODD, prefacio a La Naissance du Chevalier au Cygne in Publication of the Modern Language Association of America, IV Baltimore, 1889); MUNCKER, Die Dichtung des Lohengrin von Richard Wagner und ihre Quellen in Beilage zur Allgemeinen Zeitung (1891), no. 148; PANZER, Lohengrinstudien (Halle, 1894); BLÖTE in Zeitschrift für romanische Philologie, XXI (1897), 176 sq.; IDEM e Zeitschrift für deutsches Altertum, XLII (1898), 1 ss.

TANNHÄUSER: GRÄSSE, Der Tannhäuser und ewige Jude (Dresden, 1861); von SCHLEINITZ, Wagner's Tannhäuser und Sängerkrieg auf der Wartburg (Meran, 1891), especialmente 127-178; GOLTHER, Geschichte der Tannhäuser-Sage und Dichtung en Bayreuther Taschenkalender (1891), 829 ss; SCHMIDT, Tannhäuser in Sage und Dichtung e Nord und Süd (Nov., 1892); SÖDERHJELM, Antoine de La Sale et la légende de Tannhäuser en Memoires de la société néo-Philologique à Helsingfors. II (1897), 101-167; PARIS, Lépendes du Moyen Age (Paris 1903), 111-145; REUSCHEL, Die Tannhäusersage in Neue Jahrbücher für das Klassische Altertum, Geschichte und deutsche Literatur, XIII (Leipzig, 1904), 653-667.

ROBERTO EL DIABLO, MÉRIL, La légende de Robert le Diable en Etudes sur quelques points d'archéologie et d'histoire littéraire (1862), 272-317; introducción a BREUL, Sir Gowther (Oppeln, 1886).en este libro se aport una bibliografía completa. Ver también la Introducción a LÖSETH'S edición de Robert le Diable (Paris, 1903).

EL JUDIO ERRANTE: GRÄSSE, Der Tannhäuser und der ewige Jude (Dresde, 1861); CONWAY, The Wandering Jew (Londres y New York, 1881); SCHOEBEL, La Légende du Juif-Errant (Paris, 1877); MORPURGO, L'Ebreo Errante in Italia (Florencia, 1890); PARIS, Le Juif Errant in Légendes du Moyen Age (Paris, 1903), 149-186; 187-221; las discusión más exhaustiva sobre la leyenda está en ña pbra de NEUBAUR, Die Sage vom ewigen Juden (2ª ed., Leipzig, 1893). Para una historia de la leyenda en literatura , ver KAPSTEIN, Ahasverus in der Weltpoesie (Berlin, 1906).

EL HOLANDES ERRANTE: GRASSE, op. cit., 122, nota32; ver también los ensayos de PASQUÉ en Nord und Süd (1884), y de GOLTHER en Bühne und Welt (1901), III, 866 ss.

GUILLERMO TELL: RILLIET, Les Origines de la Confédération Suisse, Histoire et Légende (2ª ed., Gginebra, 1869); ROCHHOLZ, Tell und Gessler in Sage und Geschichte (Heilbronn, 1877); GISLER, Die Tellfrage (Berne, 1895); DANDLIKER, Geschichte der Schweiz, I (4ª ed., Zurich, 1900), 426-454, contiene una bibliografía completa, ver también la introducción a la edición de PALMER del Tell de Schiller (New York, 1900) 34-43.

FAUSTO: Una bibliografía muy completa sobre el tema hasta 1884 en ENGEL, Zusammenstellung der Faust-Schriften vom 16. Jahrhundert bis mitte 1884 (Oldenburg, 1885); ver también FISCHER, Goethes Faust in Goethe-Schriften (Heidelberg, 1901), I; SCHMIDT, Faust und das 16. Jahrhundert in Charakteristiken (2ªed., Berlin, 1902), I 1-36; WITKOWSKI, Der historische Faust in Deutsche Zeitschrift für Geschichtswissenschaft, VII (Freiburg im Br. y Liepzig, 1897), 298-350 (aquí se aducen y discuten todos los testomonio ssobre el Fausto histórico) ver también la introduccion a THOMAS, Goethe's Faust (Boston, 1899).


Remy, Arthur F.J. (1910).


Transcrito por Douglas J. Potter. Dedicado al Sagrado Corazó de Jesús.

Traducido por Pedro Royo