Notker

Entre los monjes de S. Gall que llevaron este nombre, los más importantes son los siguientes.

Beato Notker Balbulus (Balbuciente)

Monje y autor, nacido hacia el 840 en Jonswil, cantón de S. Gall (Suiza); m. 912. De familia distinguida se educó con Tuotilo, inventor de tropos, en S. Gall, y con Iso y el irlandés Moengall, maestros en la escuela del convento. Ingresó allí como monje y se le menciona como bibliotecario (890) y maestro de invitados (892-94). Fue sobre todo un maestro muy activo y mostró un gusto refinado como poeta y escritor. Completó la crónica de Erchanbert (816), reunió un martirologio y compuso una biografía mítica de S. Gall. Se acepta que es el “monje de S. Gall” (monachus Sangallensis), autor de las leyendas y anécdotas "Gesta Caroli Magni". El número de obras que se le atribuyen crece constantemente.

Introdujo en Alemania la secuencia, una especie de lírica religiosa. La costumbre hacía que se prolongara el Aleluya en la Misa, antes del Evangelio, modulándolo por medio de hábiles series de tonos armonizados. Notker aprendió a fijar las sílabas separadas de un texto latino a los tonos de este “jubilation”; este poema se llamó “la secuencia”, antes llamada “jubilation” (aunque no se sabe la razón de este nombre). Entre 881-887 Notker dedicó una colección de tales versos al obispo Liutward de Vercelli, pero no se sabe cuantos de ellos son suyos. Ekkehard IV, el historiógrafo de S. Gall, habla de cincuenta secuencias atribuibles a Notker. El himno “Media Vita” le fue atribuido erróneamente en el medievo. Ekkehard IV le alaba como “delicado de cuerpo pero no de mente, tartamudeante de lengua, pero no de intelecto, pionero que avanzaba atrevidamente en las cosas divinas, un bajel del Espíritu Santo sin igual en su tiempo. En 1512 fue beatificado

Notker Labeo

Monje de S. Gal y autor, nacido hacia 950 muerto en 1022. Descendía de una familia noble y era sobrino de Ekkehard I, el poeta de Waltharius. "Labeo" quiere decir de labios gruesos; más tarde fue llamado el “alemán” (Teutonicus) en reconocimiento a sus servicios al idioma. Llegó a S. Gall siendo un niño y allí adquirió un vastos y variados conocimientos como lector omnívoro Sus contemporáneos le admiraban como teólogo, filólogo, matemático y astrónomo, experto en música y poeta. Habla de sus estudios y de su obra literaria en una carta al obispo Hugo de Sitten (998-1017), pero se vio obligado a dejar el estudio de las artes liberales para dedicarse a la enseñanza. Emprendió apara beneficio de su s discípulos algo de lo que no se había oído hablar: traducciones del latín y del alemán. Menciona once de ellas, pero, lamentablemente, solo se han conservado cinco: (1) Boecio, "De consolatione philosophiae"; (2) Marcianus Capella, "De nuptiis Philologiae et Mercurii"; (3) Aristóteles, "De categoriis"; (4) Aristóteles, "De interpretatione"; (5) "El Psalterio” Entre las que se han perdido están : "El Libro de Job", en el que trabajó más de cinco años; "Disticha Catonis"; Virgilio "Bucolica"; y el "Andria" de Terenz. En la carta citada menciona entre sus obras una “Nueva Retórica” y un “Nuevo Computus" y algunas otras obras menores en latín. Aún existe la retórica, el Computus (un manual para calcular las fechas de las celebraciones eclesiásticas, especialmente la Pascua), el ensayo "De partibus logicae", y un ensayo alemán sobre música.

En opinión de Kögel Notker Labeo fue uno de los grandes estilistas de la literatura alemana. “Sus logros en este aspecto parecen casi maravillosos”. Su estilo se hace más brillante en la poesía; observa con sorprendente exactitud las leyes del lenguaje. Manejaba el latín y el alemán con similar maestría y afluencia y aunque no entendía griego, fue débil pretendiendo que si le hacía. Puso una enorme cantidad de erudición y saber en sus comentarios sobre sus traducciones. Se encuentra allí todo lo que era de interés para su tiempo, filosofía, historia universal y literaria, ciencia natural y astronomía. Cita con frecuencia a los clásicos y a los Padres de la Iglesia. Es característico de él a la hora de su muerte que se alimentara a los pobres y que fuera enterrado con el hábito que llevaba para que nadie pudiera ver la pesada cadena que tenía la costumbre de llevar para mortificar su cuerpo.

Notker Physicus

(de sobrenombre PIPERIS GRANUM). Médico y pintor. Recibió ese sobrenombre por su disciplina estricta. Sobre su vida apenas sabemos que en 956 o 957 se era “cellarius” y en 965 “hospitarius en S. Gall. Ekkehard IV alaba varias de sus pinturas y menciona algunas antífonas e himnos compuestos por él (por ejemplo el himno "Rector aeterni metuende secli"). Probablemente sea la misma persona que "Notker notarius", que fue muy considerado en la corte de Otón I por su habilidad en medicina y que Ekkehard alaba mucho por sus conocimientos de libros de medicina. En 940 este Notker escribió en Quedlinburg la confirmación de la inmunidad de S. Gall, lo que está de acuerdo con la simpatía que los Otones mostraron más tarde hacia el monje, por ejemplo cuando visitaron S. Gall en 972.

Notker, sobrino de Notker Physicus.

Muerto el 15 de diciembre de 975. No hay documentación sobre él hasta que fue nombrado abad de S. Gall (971). Las fuentes también guardan silencio sobre él excepto para llamarle "abba benignus" y alabar su sincera piedad.

Notker, preboste de S. Gall y después Obispo de Lieja.

Nacido en 940, muerto el 10 de abril de 1008. Este célebre monje no es mencionado por los por otra parte, prolijos historiadores de S. Gall. Probablemente perteneció a una familia noble suaba. En 969 fue nombrado capellán imperial en Italia, De 969 a 1008 fue obispo de Lieja. A través de él a influencia de S. Gal se amplió a más amplios círculos. Puso los fundamentos de la fama de las escuela s de Lieja a las que acudían jóvenes de toda la cristiandad. Al conseguir los servicios de León de Calabria haciendo así posible el estudio del griego, Notker amplió notablemente el curriculum de Lieja. Entre sus discípulos , que extendieron la influencia de las escuelas de Lieja a más amplios círculos, se puede menciona a Hubald, Gunther de Salzburgo, Ruthard y Erlwin de Cambrai, Heimo de Verdun, Hesselo de Toul, y Adalbald de Utrecht. Bajo su mandato surgió también una notable actividad arquitectónica

En opinión de Folcwin, los logros de Notker sobrepasan los de sus predecesores: entre los edificios erigidos por él hay que mencionar S. Juan de Lieja, según el modelo de la catedral de Aquisgrán., También son dignos de alabanza los servicios que prestó como político a Otón III y Enrique II. Se adhirió fielmente a la cause del romántico Otón al que acompañó a Roma. También fue él el que llevó consigo a Alemania el cadáver del joven emperador. La "Gesta episcoporum Leodiensium" se le han atribuido erróneamente, aun el meramente sugiere su composición. Y cedió a la obra su nombre para asegurarse de que se le diera más importancia.

Fuentes

(1) CHEVALIER Bio-bibl.; MEYER VON KNONAU en Realencyk fur prot. Theol. WERNER, Notker's Sequenzen (Aarau, 1901); BLUME, Analecta hymnica, LIII (Leipzig, 1911). (2) KELLE, Gesch. der deut. Lit. bis zur Mitte des 11, Jahrhunderts, I (Berlin, 1892), 232-63; KOGEL, Gesch der deut. Lit. bis zum Ausgang des Mittelalters, I, 2 (Strasburg, 1897), 598-626; PIPER, Die Schriften Notkers, I-III (Freiburg, 1882-3). (3) EKKEHART (IV), Casus Sancti Galli, ed. MEYER VON KNONAU en Mitteil. zur vaterland. Gesch. (St. Gall, 1877) cxxiii, cxlvii; BURGENER, Helvetia Sancta, II (Einsiedeln, 1860), ; 132 ss.; SIRET, Dict. des peintres etc. (nueva ed., Paris, 1874), 640; WATTENBACH, Deutschlands Geschichtsquellen, I (7ªh ed., Stuttgart, 1904), 354; RAHN, Gesch. der bildenden Kunste in der Schweiz (Zurich, 1876), 139 ss. (4) EKKEHART (IV), op. cit., cxxii; MABILLON, Acta SS. O.S.B., V (1685), 21. (5) WATTENBACH, Deutschlands Geschichtsquellen im Mittelalter, I (7ª ed., Stuttgart, 1904), 425 ss. A Vita Notkeri (12th cent.) en parte preservada por AEGIDIUS de ORVAL; cf. KURTH, Biogr. de l'eveque Notger au XII. S. en Bull. de la Comm. royale d'hist de Belgigue 4th series, XVII (1891), n. 4.; Biogr. de l'eveque N. au XII s. en revue benedictine VIII (1891), 309 ss.

Kampers, Franz y Löffler, Klemens. (1911).

Transcrito por Joseph E. O'Connor.

Traducido por Pedro Royo