Saturnino, Santo
De Enciclopedia Católica
San Saturnino, llamado Tillemont, fue uno de los más ilustres mártires que Francia le ha dado a la Iglesia. Solo poseemos una Acta, la cual es bien antigua, y es la que fue utilizada por San Gregorio de Tours. Fue el primer obispo de Toulouse, con lo que llegó a ser el consulado de Decio y Grato (250). No se sabe si es que habían buenos cristianos en el pueblo o su predicación logro numerosas conversiones, pero de repente formó una pequeña iglesia. Para lograrlo tuvo que ambular por el capitolio donde antes había un templo, y según las Actas, los sacerdotes paganos atribuyeron a sus frecuentes paseos el silencio de sus oráculos. Un día lo apresaron y por encima de su inamovible negativa para hacer sacrificio a los ídolos lo condenaron a ser atado de los pies a un toro, él que lo arrastró por todo el pueblo hasta que se rompió la cuerda. Dos mujeres cristianas recogieron piadosamente sus restos y los enterraron en una zanja profunda, donde no puedan ser profanados por los paganos. Su sucesor, San Hilario y Exuperio, le dio el más honorable entierro. Una iglesia fue erigida en el lugar donde el toro se detuvo. La iglesia aún existe, y es llamada la iglesia del Taur ( el toro). El cuerpo del santo fue transferido muy tempranamente y aún esta preservado en la Iglesia de San Sernin (o Saturnino), una de las más antiguas y bellas del sur de Francia. Su fiesta fue incluida en el Martirologio Jeronimiano para el 29 de Noviembre, y su culto llegó hasta el exterior. La cuenta de su Acta fue enriquecida con varios detalles, y existen leyendas que involucran su nombre con el comienzo de las iglesias de Eauze, Auch, Pamplona y Amiens, pero éstas carecen de fundamentos históricos.
RUINART, Acta Martyrum (Ratisbon, 18569), 177-80; Gregorii Turonensis opera Hist. Francorum, ed. ARNDT AND KRUSCH, I (Hanover, 1884), xxxix; TILLEMONT, Hist. ecclesiastique, III (Paris, 1701), 297; LABAN, Vie de Saint Saturnin (Toulouse, 1864); DUCHESNE, Fastes épiscopaux de l ancienne Gaule (Paris, 1894), 25, 295.
ANTOINE DEGERT Trascrito por Michael C. Tinkler Traducido por Esteban Philipps