Herramientas personales
En la EC encontrarás artículos autorizados
sobre la fe católica
Jueves, 21 de noviembre de 2024

Apolinarianismo

De Enciclopedia Católica

Revisión de 20:04 13 ene 2008 por 80.58.205.49 (Discusión)

(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Saltar a: navegación, buscar

Teoría cristológica según la cual Cristo tenía un cuerpo humano y un alma sensitiva humana, pero no una lama racional humana, ya que el Logos había tomado el lugar de esta.

El autor de esta teoría, Apolinar (Apolinarios) el Joven es de la segunda mitad del siglo cuarto y fue muy estimado al principio por hombres como S. Atanasio, S, Basilio y S. Jerónimo por su cultura clásica, so conocimiento bíblico su defensa del cristianismo y su lealtad a la fe de Nicea. Asistió a su padre, Apolinar el Viejo en la reconstrucción de las Escrituras sobre modelos clásicos para compensar a los cristianos por la pérdida de la literatura griega de la que les había privado el edito de Juliano. S. Jerónimo les atribuye muchos volúmenes de les Escrituras, dos apologías del cristianismo, una contra Porfirio y otra contra Juliano, una refutación de Eunomio, un arriano radical etc., pero todas ellas se han perdido.

Respecto a los escritos de Apolinar que contiene la teoría de la que tratamos, hemos tenido más suerte, Un libro contemporáneo, anónimo Adversus fraudes Apollinaristarum, nos informa de que Apolinar, para conseguir que su error fuera admitido, escribió una serie de tratados bajo nombres como los de Gregorio Taumaturgo (He kata meros pistis, Exposición de Fe), Atanasio (Peri sarkoseos, Sobre la Encarnación), el papa Julio (Peri tes en Christo enotetos, Sobre al unidad en Cristo), etc.

Siguiendo esa pista, Lequien (1740), Caspari (1879) y Dräseke (1892), han mostrado de con toda probabilidad que son escritos de Apolinar. Más aún, Los Padres de la Iglesia que escribieron en defensa de la ortodoxia, como por ejemplo Atanasio, en dos libros contra Apolinar; Gregorio Nacianceno en varias cartas; Gregorio de Nisa Ens. Antirretikos; Teodoreto en su Haereticae Fabulae y Dialogues, etc., nos dan incidentalmente amplia información del sistema real del laodiceo.

No se sabe el momento exacto en el que Apolinar se hizo pública su herejía. Hay claramente dos períodos en la controversia apolinarista, Hasta 376 ya por su actitud oculta o por el respeto que se le tenía, el nombre de Apolinar nunca es mencionado por sus oponente, i.e., por individuos como Atanasio, el papa Dámaso o por concilios como el de Alejandría. (362), el de Roma (376).

La Guerra abierta parte de esta última fecha. Otros dos concilios romanos, de 377 y 381, y un algunos Padres, denuncian abiertamente y condenan como herética las doctrinas de Apolinar. No se quiso someter ni a la más solemne condena del concilio de Constantinopla de 381, cuyo primer canon incluyó el apolinarismo en la lista de herejías. Murió en su error, alrededor del 392. Sus seguidores, que una vez fueron numerosos en Constantinopla, Siria y Fenicia, apenas le sobrevivieron. Unos pocos discípulos como Vidal, Valentino, Filemón y Timoteo trataron de perpetuar el error del maestro y posiblemente son los responsables de las falsificaciones de las que hemos hablado. La secta se extinguió inmediatamente. Hacia 416 muchos volvieron a la madre –Iglesia mientras que el resto se deslizaron hacia el monofisismo.


TEORIA

Apolinar basaba su teoría en dos principios o supuestos, uno ontológico u objetivo y uno psicológico o subjetivo. Ontológicamente le parecía que la unión de Dios completo con el hombre completo no podías ser otra cosa que una yuxtaposición o colocación. Dos seres perfectos con todos sus atributos, argüía, no pueden ser uno. A lo más son un compuesto incongruente, algo como los monstruos de la mitología. Puesto que la fe de Nicea le prohibía decrecer al Logos, como había hecho Arrio, procedió directamente a mutilar la humanidad. De Cristo y quitarle sus atributos más nobles, con lo que, decía, en pro de la verdadera unidad y verdadera Encarnación.

Psicológicamente, Apolinar considerando que el alma racional o espíritu como esencialmente predispuesto al pecado y capaz, en su mejor momento, apenas de esfuerzos precarios, no vio forma de salvar la impecabilidad de Cristo y el infinito valor de la Redención, a no ser eliminando el espíritu humano de la humanidad de Cristo sustituyéndolo por el Logos divino. Para organizar su teoría Apolinar recurrió a la bien conocida división platónica de la naturaleza humana: cuerpo (sarx, soma), alma (psyche halogos), espíritu (nous, pneuma, psyche logike).

Christo, decía, asumió el cuerpo humano y el alma humana o principio de vida animal, pero no el espíritu humano. El Logos mismo es o se pone en lugar del espíritu humano, convirtiéndose así en el centro racional y espiritual, el asiento de la auto-consciencia y auto-determinación. Por este simple mecanismo el laodiceo pensó que Cristo estaba seguro, Su unidad sustancial asegurada, su inmutabilidad moral garantizada y el infinito valor de la Redención evidentemente manifestado y para confirmar lo todo, citaba a S. Juan. i, 14 "y el Verbo se hizo carne”; a S. Pablo, Phil., ii, 7, “…haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; t I Cor., xv, 47 El primer hombre, salido de la tierra, es terreno; el segundo, viene del cielo.


DOCTRINA DE LA IGLESIA

Se encuentra en el séptimo anatema del papa Dámaso en el concilio de Roma de 381: “Pronunciamos anatema contra los que dicen que el Verbo de Dios está en la carne humana en lugar del alma humana racional e intelectiva. Porque la Palabra de Dios es el Hijo mismo. Ni vino a la carne para remplazar sino más bien para asumir y preservar del pecado y salva al alma racional e intelectiva del hombre.

En contestación los principios básicos de Apolinar, los Padres simplemente negaron el segundo como maniqueo, Respecto al primero hay que recordar que el concilio de Éfeso y de Calcedonia aún no habían formulado la doctrina de la unión Hipostática. Por ello se entenderá que los Padres simplemente se conformaran con ofrecer argumentos en contra, como por ejemplo:

• Mantiene la Escritura que el Logos asumió todo lo que es humano – por consiguiente el Pneuma también – con la excepción del pecado; que Cristo experimentaba alegría y tristeza y ambas son propiedades del alma racional.

• Cristo no es hombre sin un alma racional; el compuesto incongruo imaginado por Apolinar no puede ser llamado ni Dios-hombre ni es el modelo para la vida Cristiana

• Lo que Cristo no ha asumido, no lo ha curado. Asi la parte más noble del hombre está excluida de la Redención.

También señalaron el significado correcto de los pasajes de la escritura aducidos por Apolinar, haciendo notar que la palabra sarx, en S. Juan, como en otras partes de la Escritura fue utilizada como sinécdoque para toda la naturaleza humana y que el verdadero significado de S. Pablo (Filipenses y I Corintios) estaba claramente determinado por sus enseñanzas de las Epístolas pastorales. Algunos de ellos, sin embargo, insistieron incautamente sobre las limitaciones del conocimiento de Cristo como prueba positiva de que su mente era verdaderamente humana. Pero cuando el heresiarca les llevó más adentro en el misterio de la unidad de Cristo tuvieron miedo de no reconocer su ignorancia y se rieron amablemente del espíritu matemático de Apolinar y la implícita dependencia de una mera especulación y razonar humano.

La controversia apolinarista, que hoy parece cosa infantil tuvo su importancia en la historia del dogma cristiano: las discusiones sobre la Trinidad se trasladan ahora al campo de la Cristología. Es más, abría una línea de debates cristo lógicos que dieron como resultado el símbolo de Calcedonia.


J.F. Sollier.


Transcrito por Michael C. Tinkler.

Traducido por Pedro Royo