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Jueves, 21 de noviembre de 2024

Secuencia pedagógica que vincula la Arquitectura de las iglesias de la Buena Muerte, Trinitarias, Nazarenas y San Francisco

De Enciclopedia Católica

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Diseño del Arquitecto Diego Zevallos

Nosotros hemos sido los primeros y los únicos en señalar el significado de las pinturas murales encontradas por Pro Lima en los muros de las iglesias que han sido y son objeto de restauración en la Lima, la Ciudad de los Reyes. Los trampantojos encontrados en el imafronte de la iglesia de San Miguel de las Trinitarias, no son "decorativos", ni tampoco resultado de una corriente decorativa o moda estética.

Los diseños geométricos de diferentes formas y tamaños que se han encontrado casi en su totalidad, corresponden a los diseños de los cortes facetados de las gemas y piedras preciosas. De la forma y el color, de esos trazos, depende el acierto de la atribución simbólica que pretendemos lograr, y por tanto la interpretación irrebatible de los otros espacios urbanos.

Aunque el muro y la portada lateral siguen en proceso de restauración, ya estamos en condición de proponer un esquema lo suficiente sólido, que se apoya en los datos descubiertos, las obras de arte y de arquitectura que serán restituidas. Sin embargo, sólo apuntaremos aquí lo que puede ser probado. Salvo mejor parecer o prueba en contrario, no puede discutirse que la Virgen María define el argumento del lenguaje arquitectónico, En forma escultórica: su gloriosa Asunción (fachada). En forma pictórica en su advocación del Carmen (atrio), Y en advocación de los Remedios en el interior del templo. Esta iglesia conventual está frente a la plazuela del convento, hospital e iglesia de la Buena Muerte. Cuya fachada, exhibe otra forma de representación lapídea. Las iglesias de ambos conjuntos conventuales sirven de escenografía y telón de fondo a las Postrimerías del Hombre (Buena Muerte) y la retribución de los Justos, y Gloria Eterna (Coronación de la Virgen y la estatua de San Miguel Arcángel de la portada lateral. Habla, pues de la Iglesia Triunfante.

La pintura de la Virgen de Carmen del atrio de la iglesia de las Trinitarias remite a la Iglesia Sufriente en Estado de Purgatorio.

Y el Señor Cautivo, las rejillas de una capillita votiva, alude a la Iglesia Militante. Que mediante el ejemplo de Cristo Paciente espera perseverante el momento de la muerte, para ser liberado de las cadenas que lo atan a este mundo. Es decir, propiamente la Redención. El Señor Cautivo de Trinitarias, vestido con hábito nazareno está coordinado – secuencialmente – con otros espacios sagrados de la ciudad. E n su Cautividad, Cristo Nazareno fu víctima de mil ultrajes, burlas e injusticias y fue atrozmente torturado y flagelado antes de ser enviado al patíbulo de la Cruz.

Hay una continuidad narrativa que une los edificios de culto. Lo que en el atrio de Trinitarias es piedad y devoción, en el Santuario de las monjas nazarenas carmelitas adquiere formas de culto y adoración a Cristo en Pasión que se deduce a partir de su pinacoteca, su estatuaria y su vestimenta.

La arquitectura de este Santuario Nazareno sólo puede trabarse narrativamente con un solo lugar, que sea Vía Crucis para Cristo y Vía Dolorosa para la Virgen Gloriosa y Bendita.

Después de ser reducido a escombros el conjunto conventual franciscano primitiva, a causa de un terremoto, el Guardián de Francisco, supo percibir el dolor de Lima por la Pasión de Cristo –de la que se reconoce culpable – y de su espíritu penitencial y reparador. Fray Luis Zervela ideó esta vía Sacra para el ejercicio del Vía Crucis, especialmente en Semana Santa. He hizo que sirviera de pauta para todo el lenguaje arquitectónico de la iglesia y convento reedificados. No hay nada en este conjunto conventual que no contenga un jeroglífico de la dolorosa Pasión de Cristo, de su Muerte y Resurrección gloriosa. Lo que en este muro pretil se ve como jeroglíficos y permite practicar la devoción que distingue a la Orden Franciscana, en el muro pretil dominico se vuelve meditación de los Misterios de nuestra Redención en el rosario arquitectónico que cierra el atrio de la Basílica de la Basílica del Rosario y de la Veracruz, mediante un Cruz exenta muy elevada, que sirve de enlace con el muro pretil franciscano. Siguiendo la pedagogía iconográfica que pone al pie de la Cruz a Santo Domingo y a San Francisco, unidos en un abrazo. Además se corresponde con la iconografía de Santa Rosa de Lima vestida combinando el hábito de terciaria de ambas órdenes.

José Gálvez Krüger

Sociedad Peruana de Historia