San Odón
De Enciclopedia Católica
En la corte de Athelstan (925-940) se le tenía en alta estima, y el rey lo escogió para que acompañara al extranjero a su sobrino Lewis, a quién los nobles Francos habían elegido recientemente como su rey. En el 937 acompañó a Athelstan en la batalla de Brunanburh, donde ocurrió el incidente de la milagrosa recuperación, en un momento crítico, de la espada perdida del rey. La historia, contada por Eadmer, no es mencionada por el escritor anónimo anterior. Cuando el Arzobispo Wulfhelm murió en el 942, el Rey Eadmund le deseó éxito a Odón, sin embargo éste lo rechazó, dado que no había sido un monje como los arzobispos anteriores lo habían sido. Finalmente aceptó la elección, pero solamente después de haber obtenido el hábito Benedictino de parte del Abad de Fleury.
Uno de sus primeros actos como arzobispo fue el de reparar su catedral en Canterbury, y está registrado que durante los tres años que duró la obra, ninguna tormenta de lluvia o viento se sintió dentro del recinto. Las constituciones que publicó como arzobispo (Mansi, "Concil", XVIII; Migne, P.L., CXXXIII) se relacionan con las inmunidades de la iglesia (cap. i), las tareas de los príncipes seglares, los obispos, los sacerdotes, los clérigos, los monjes (ii-vi), la prohibición de los matrimonies ilegítimos, la preservación de la concordia, la práctica del ayuno, y el pago de los estipendios (vii-x). Una carta sinodal a sus obispos sufragan, y una introducción a la vida de San Wilfredo, escrita por él, han sido conservadas. A través del reino de Eadred (946-955) apoyó a San Dunstan, a quién consagró Obispo de Worcester, aclamándolo proféticamente como el próximo Arzobispo de Canterbury. A la muerte de Eadred coronó a Eadwig como rey. Tan solo un poco después el arzobispo insistió a Eadwig que disolviera su conexión incestuosa con Ælgifu y consiguió su exilio. En el 959 durante el reinado de Eadgar, a quién había consagrado rey, conciente de la proximidad de su muete, mandó llamar a su sobrino, San Osvaldo, posteriormente Obispo de York, pero murió antes de su llegada. Fue sucedido por el simonáico Ælfsige quien insultó su memoria y cuya rápida muerte fue considerada por el pueblo como juicio de Dios. El siguiente arzobispo, San Dunstan, tuvo una veneración especial por San Odón, si pasaba por su tumba, no dejaba de detenerse para orar frente a ella, y fue el primero que le dio el titulo de "El Bueno". La historia que representa a Odón al inició de su etapa como adulto el haber seguido la profesión de las armas solo se encuentra en escritores posteriores como William de Malmesbury. Aunque fuera verdad que Odón haya servido a Edward el Anciano bajo las armas, no existe razón para suponer, con el escritor en el "Diccionario de Biografía Nacional", que lo haya hecho después de convertirse en clérigo. Dios atestiguo su santidad por medio de milagros durante su vida y aun desúés de su muerte.
EADMER, Vita Sancti Odonis (the earliest extant life) en WHARTON, Anglia Sacra, II, 78-87, también en MABILLON, Acta SS. O.S.B., 1685, y en el Acta SS. De los BOLANDISTS, quienes lo atribuyen a Osburne(Julio 11), pero esto fue corregido en su Bibliotheca Hagiographica Latina (Brussels, 1901), donde la adscripción a Eadmer es aceptada. Se encontrarán avisos contemporaneos en Vita S. Oswaldi en Historians of the Church of York (Rolls Series, 1879-94); Anglo-Saxon Chronicle, Ann. 958, 981 (R. S. 1861); STUBBS, Memorial of St. Dunstan (R. S. 1874); GERVASE OF CANTERBURY, Historical Works (R. S., 1879-80); WILLIAM OF MALMESBURY, De Gestis Pontificum Anglorum (R. S., 1870); y De Gestis Regnum Anglorum (R. S., 1887-89); WHARTON, Anglia Sacra (London, 1691); CHALLONER, Britannia Sancta (London, 1754), 4 July; KEMBLE, Codex Diplomaticus oevi Saxonici (London, 1839-48); HARDY, Descriptive Catalogue (London, 1862-71); HOOK, Vidas de los Arzobispos de Canterbury (London, 1860-84); STANTON, Menology (London, 1892), 2 June; BIRCH, Cartularium Saxonicum (London, 1885-93); SEARLE, Anglo-Saxon Bishops, Kings, y Nobles (Cambridge, 1899); CAPGRAVE, Nova Legenda Angliæ, ed. HORSTMAN (Oxford, 1901).
EDWIN BURTON Transcrito por M. Donahue Traducido por Félix Carrera Franco