Archivo Histórico de la Catedral de San Marcos
De Enciclopedia Católica
Contenido
Resumen
La ciudad de San Marcos, cuyos orígenes se hallan en las primeras décadas del período de dominación hispánica, ha conservado para la posteridad dos preciosas fuentes de información histórica y legado documental para la posteridad: el Archivo Histórico Municipal y el Catedralicio.
El Archivo Histórico de la Catedral de San Marcos, constituye una fuente primaria de información útil y precisa. Su primer libro data de 1,688 y su primer documento escrito de 1677, constituyendo el registro histórico y documental de la historia del municipio y departamento de San Marcos más antiguo en lo que al ámbito eclesiástico se refiere. Así mismo la variedad de sus registros, libros, informaciones, son de vital importancia para el memoria e investigación de la Historia, Antropología, Sociología, Teología y los estudios genealógicos.
Es muy posible que San Marcos posea el privilegio de contar con uno de los pocos archivos parroquiales íntegros y vigentes a lo largo y ancho de la actual República de Guatemala, pues se ha dado el caso que varios lugares se ha perdido por deterioro, saqueo o la ignorancia de la importancia de sus papeles haya llevado a sus mismos custodios a la destrucción de los mismos.
Así también, el caso que algunas parroquias han trasladado a sus antiguas sedes episcopales o arzobispales sus documentos antiguos y en otros casos, cuando las parroquias han estado a cargo de religiosos, estos han trasladado los documentos y registros antiguos a sus sedes conventuales en la ciudad de Guatemala, perdiendo su original sitio los documentos. Palabras clave: San Marcos, historia, archivo parroquial, catedral, investigación.
Introducción
El antiguo Barrio de San Marcos Sacatepéquez, ubicado en la región occidental de la antigua Provincia de Guatemala, dentro del Corregimiento de Quetzaltenango fue una población de personas no indígenas establecidas desde las primeras décadas del período de dominación hispánica en Guatemala y dentro de la conformación de la antigua Capitanía General de Guatemala.
Dentro del contexto e ideario político y cultural del período de dominación hispánica, la Iglesia Católica pasó a ser el centro del culto, devoción, enseñanza y aprendizaje, rectora de la conducta moral y promotora de la uniformidad ideológica y cultural que permitió al Rey de España y sus autoridades legítimamente constituidas bajo ese régimen, el control del dilatado imperio Hispano-Americano.
En ese orden de ideas, los documentos que se fueron generando a partir de ese contexto cultural, político y religioso son de grande importancia para el estudio de las ciencias sociales, tales como la antropología y la historia, pero también las ciencias jurídicas y políticas, al confluir en la Iglesia Católica la organización de archivos y registros sobre el nacimiento, defunción, estado, genealogía de las personas y demás datos que dentro de ese contexto fueron guardados acuciosamente por siglos desde el establecimiento de los primeros conventos, parroquias, curatos y ermitas en el antiguo Reino de Guatemala.
El Archivo Histórico de la Catedral de San Marcos, resguarda importantes documentos de la época hispánica y republicana de Guatemala, su documento más antiguo se encuentra fechado en el año de 1,677, algo que lo hace más antiguo al Archivo Histórico Municipal de San Marcos “Hugo Armando del Valle Rodríguez”; sin contar con el más reciente pues a la fecha se siguen generando certificaciones y asentamientos de bautismos, matrimonios y defunciones (misas pro defunctis), inventarios y actas de los grupos activos, lo que hace del mismo un archivo vivo, actual y en constante producción de documentos, datos e informaciones que servirán a futuro tanto a la feligresía que profesa la religión católica como para el estudio posterior de las ciencias sociales y las investigaciones sobre genealogía en general.
El fondo documental de la Catedral de San Marcos, dada su importancia histórica y antigüedad, no solo complementa la información del Archivo Histórico Municipal de San Marcos, sino la robustece y amplía, por lo cual se puede afirmar con toda propiedad que para el estudio de un tema en específico sobre San Marcos o algún incidente o personaje antiguo del mismo es de imperiosa valía el cotejamiento e investigación en ambos fondos documentales e históricos, de lo cual se obtendrá un resultado de investigación más completo y formal.
Los documentos contenidos en el Archivo Histórico de la Catedral de San Marcos, van desde registros personales ubicados en los libros sacramentales (Bautismos, confirmaciones, matrimonios y defunciones), como por correspondencias eclesiásticas, libros de cofradías y hermandades, tan importantes en el estudio de la historia del arte guatemalteco, pues en su interior se hallarán contratos y referencias a hechura de obras de imaginería, retablos y platería, así como una extensa y variada información de la legislación, acontecimientos destacados, usos y costumbres del período de dominación hispánica, el período posterior a la independencia y la fase de ideología conservadora y liberal que se desarrolló en la República de Guatemala durante el siglo XIX y XX.
El Antiguo Barrio de San Marcos, su formación y proceso
El antiguo Barrio de San Marcos Sacatepéquez, dentro del Corregimiento de Quetzaltenango, en el área lingüística mam de Guatemala, fue según Fuentes y Guzmán y otros muchos cronistas y documentos coloniales, población de gente ladina, es decir no indígenas, entre los que podemos decir criollos, mestizos y mulatos, según la misma información (Fuentes y Guzmán, 2,015, tomo III, p. 266). La fecha de fundación no es exacta y no existe documento que contenga algún acta o referencia a la misma durante el siglo XVI, pero basados en los datos de los cronistas y documentos del siglo XVII, podemos afirmar que es un poblado no indígena, asentado dentro
Esta situación geográfica y étnica, facilitó a los antiguos habitantes de San Marcos desarrollar fuentes de comercio, pues se hallaban dentro del Camino Real a la Provincia del Soconusco, dentro de Chiapas, que era parte de la Capitanía General de Guatemala. Los lazos de comunicación comercial se abrieron, los sistemas de producción y labranza de tierras se formaron muy pronto y los esfuerzos del conglomerado humano de habitantes de San Marcos, hizo que, en 1,754 solicitaran a la Real Audiencia de Guatemala la creación de un Ayuntamiento de Españoles, el cual inició a funcionar el año siguiente.
Derivado de este sistema de gobierno inició la producción de documentos municipales, que hoy conforman el Archivo Histórico Municipal de San Marcos, pero previo a esas fechas el antiguo Barrio de San Marcos se regía por un Teniente de Alcalde, el cual era electo de forma directa por la población, el teniente de alcalde fungía como autoridad municipal y era una forma de gobierno aceptada en el mundo hispánico antiguo, el teniente de alcalde, revestido de su autoridad, participaba en la elección de las cofradías y hermandades, su asistencia queda consignada en los libros de las mismas, algunos de los cuales son anteriores al período de creación del Ayuntamiento y por lo cual clara referencia a la vida social, cultural, religiosa y hasta la bonanza o debacle económico que pudieran gozar o sufrir los habitantes de San Marcos, siendo esa información de primer orden y de fuentes directas, para desarrollar una investigación que gira en torno a varios ejes (jurídico, político, demográfico, económico, religioso, artístico, etcétera).
La comprensión perfecta y fluida del idioma castellano, permitió una fácil comunicación de los habitantes de San Marcos con las autoridades civiles y religiosas de la época. El establecimiento del Ayuntamiento propició la mejor organización política y legal de la sociedad y su crecimiento demográfico, tuvo como consecuencia que a finales del siglo XVIII se expandiera la población ladina a otras áreas del actual departamento de San Marcos, incluso a habitar pueblos originalmente indíge
Las diferencias étnicas con los vecinos de San Pedro Sacatepéquez y los reiterados y antiguos esfuerzos de los habitantes de San Marcos por tener independencia absoluta en lo tocante al curato, se evidenciaron ante Fray Ramón Cassaus y Torres, Arzobispo de Guatemala, creando el Curato de San Marcos, independiente del de San Pedro en 1816 (Calderón Cruz, Silvia Josefina. 1,994. p. 78). Aunque ya poseían una independencia relativa al menos de un siglo y medio anterior, pues sus libros de cofradías y sacramentales, tanto de San Marcos como de los parajes o pueblos de ladinos, se resguardaban en la Iglesia Parroquial de San Marcos y no en la sede del curato que era el pueblo de San Pedro Sacatepéquez, lo que permitió la creación y existencia del Archivo Histórico de la Catedral de San Marcos, cuyo tema interesa ahora.
Con la independencia de la Capitanía General de Guatemala del Reino de España, en 1,821, San Marcos pasó a ser cabecera de circuito y con posibilidad de elegir diputados que representaran su región ante la Asamblea Nacional y posteriormente Asamblea Nacional Constituyente de la República Federal de Centroamérica, en 1824.
Por decreto número 63 de la Asamblea Nacional Constituyente del Estado de Guatemala, el pueblo de San Marcos es elevado a categoría de Villa, el 12 de noviembre de 1,825 (González R. Mario Gilberto, 1,978 p. 17), pues ya era la cabecera del distrito del mismo nombre. Durante el Gobierno del Doctor Mariano Gálvez, hijo ilegítimo de Fray Mariano José López Rayón, provincial de la Orden de la Merced y primer párroco de San Marcos como curato independiente de San Pedro, de ideología liberal, se trasladó la Cabecera Departamental de Los Altos a la Villa de San Marcos, adquiriendo el título de Ciudad, y aunque años después la cabecera de Los Altos retornara a la Cuidad de Quetzaltenango, quedó siempre San Marcos como cabecera del distrito del mismo nombre, es hasta el 08 de mayo de 1,866 que por decreto del supremo gobierno el distrito de San Marcos es elevado a categoría de departamento de la República de Guatemala y su cabecera la ciudad de San Marcos por solicitud de la municipalidad del mismo lugar.
El estallido de la Revolución Liberal, en 1871 y la participación directa e ideológica de Justo Rufino Barrios Auyón, quien según su respectivo registro de bautismo nació en la ciudad de San Marcos, el 19 de julio de 1835, día de las santas Justa y Rufina, su familia entera, incluyendo su señor padre don José Ygnacio Barrios y su hermano don Mariano Barrios Auyón, así como un número considerable de varones jóvenes de la ciudad de San Marcos, permitió que durante el régimen de los gobiernos liberales, muchos marquenses tuvieran no solo la bonanza económica por la que sus familias habían trabajado en los siglos anteriores, sino una muy privilegiada posición política, llegando tres marquenses al solio presidencial durante el mismo período.
Es pues, en resumen, una importante relación sobre la importancia e incidencia social del conglomerado humano que habitó San Marcos desde sus orígenes hasta el período liberal tan determinante en muchos aspectos políticos y sociales que hoy en día siguen marcando la historia de Guatemala.
3 La Parroquia de San Marcos, su formación y proceso Como fue apuntado, el sistema político, económico y cultural del período de dominación hispánica en la actual República de Guatemala, dentro del antiguo imperio español y sus respectivas provincias y audiencias reales, otorgaba a la Iglesia Católica un poder preponderante en la vida política y social de sus habitantes, rectora del sistema de creencias espirituales y costumbres, conocimientos académicos y formación de ideas, control social sobre el orden moral y doctrinal, que generaban unidad no solo idiomática o legislativa a un enorme territorio geográfico, sino también unidad ideológica y paz social. El caso del antiguo Barrio de San Marcos, es como muchos pueblos y ciudades hispanoamericanos, es que se construyó su Iglesia Parroquial, se establecieron sus curas vicarios, a cargo de la Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced, Redención de Cautivos, se fundaran sus cofradías y se estableciera sobre la población el sistema de ideas, creencias, legislación y moral católica e hispánica mucho antes del establecimiento de su Ayuntamiento o autoridad civil competente, siempre sujeto a la corona española y a la Iglesia Católica.
Sobre la primera construcción de su templo parroquial, no tenemos aún noticias exactas, Fuentes y Guzmán apunta que a pesar de estar construida con materiales antisísmicos como el bajareque, estaba decente y adornada, sin lo escaso ni lo superfluo (Fuentes y Guzmán, 2,015, tomo III, p. 267).
La misma información se halla vertida en el informe de primero de Diciembre de 1,688 al Obispo Fray Andrés de las Navas y Quevedo de Fray Francisco de la Reyna, apuntando ser el Barrio de San Marcos poblado de gente ladina y con una cofradía ya fundada (Universidad Autónoma de México, 2002. Tomo 3. p. 452), la que según información de los propios libros de cofradía es la de San Marcos, fundada en 1,683 bajo la aprobación del mismo Obispo Fray Andrés de las Navas y Quevedo, ya que las siguientes se fundan en 1,689 Hermandad de Nuestro Padre Jesús, 1692 Cofradía del Corpus Christi y 1695 Cofradía de Nuestro Padre San Ramón.
Con la visita canóniga de Fray Andrés de las Navas y Quevedo y ante la insistencia de los habitantes de San Marcos de ser curato independiente del de San Pedro Sacatepéquez, se ordena de parte de este Obispo la creación del archivo y registro de defunciones y demás sacramentos, en 1688, por el mismo Fray Francisco de la Reyna que inicia a consignar dichos registros, según la costumbre católica de enterrar en el interior de los templos, esta modalidad duró hasta el decreto Real del 26 de abril de 1804 (Biblioteca Periódica de Ciencias y Artes, 1808. Número LV. p. 34-36).
El desarrollo del curato de San Marcos y su feligresía no estuvo aislado al desarrollo social, político, económico y crecimiento demográfico que fue apuntado en el capítulo anterior y por ende las dimensiones de su templo parroquial, para mediados del siglo XVIII consistía en cincuenta y dos varas de largo y catorce de ancho, siendo el templo más grande del curato, pues el de San Pedro Sacatepéquez constaba de cincuenta varas por once de ancho (Del Valle Rodríguez, Hugo Armando, 2016. p. 57-59).
La fundación de nuevos pueblos y parajes de ladinos y la repoblación de antiguos pueblos indígenas despoblados, como San Pablo y Santa Lucía Malacatán, durante los siglos XVIII y XIX, hicieron que el pueblo de San Marcos, aunque aún no curato independiente, conservara por sus vínculos étnicos y familiares los libros sacramentales, de fábrica (cuentas contables) y cofradías de dichos pueblos, siendo los primeros en fundarse por su antigüedad la hacienda de San Lorenzo (actual municipio de San Lorenzo) y la de Maclén o la Santísima Trinidad de Rio Blanco (actualmente municipio de Río Blanco), a lo largo del Siglo XIX, se fundan Esquipulas Palo Gordo, San Rafael Pie de la Cuesta, San José el Rodeo y los Santos Reyes del Tumbador, ya cuando el curato contaba con absoluta independencia de funciones, a partir de 1814. La bonanza económica, el ordenamiento jurídico, político y territorial de San Marcos, así como su crecimiento demográfico y expansión geográfica hacía las llamadas “tierras calientes” durante los siglos XVIII y XIX produjo el aumento de cofradías y hermandades en la Iglesia Parroquial matriz y por ende también el crecimiento de encargo de obras y producción artística en el ámbito sacro.
Un hecho que marcó profundamente la vida social, cultural y religiosa de San Marcos, fue que a causa del terremoto de 1791 se trasladara, no con poco esfuerzo la Iglesia Parroquial a los Llanos de Guadalupe, conocido como la Villa Nueva, actualmente el Cantón Guadalupe, este traslado cambió la geografía y requirió el trazo de nuevos sitios para habitar alrededor del nuevo templo parroquial, a finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX, no sin antes pasar un proceso de rebeldía y pobreza para la construcción de parte de sus habitantes.
Con todo y sus aspectos dilatorios y negativos el nuevo templo se inauguró el 25 de abril de 1849, permitiendo posteriormente el traslado de la casa parroquial y archivo parroquial al nuevo asentamiento, dejando el antiguo, en el centro del poblado. Durante la época liberal y la consecuente persecución a la Iglesia Católica la Parroquia de San Marcos no fue ajena a dichos cambios y acoso político y ha quedado evidencia dentro de su archivo parroquial.
El terremoto de 1,902 destruyó el templo parroquial antiguo, más no se perdió el archivo. Se construyó un templo sencillo y provisional inaugurado en 1,906 y dañado nuevamente por el terremoto del 06 de agosto de 1942, que afortunadamente no sufrió daño su archivo parroquial. En 1951 el Papa Pío XII erige la Diócesis de San Marcos-Huehuetenango y en 1,956 se inician los trabajos de la actual Catedral, ampliada y reconstruida en un trabajo permanente desde la época. Cabe anotar acá que la Diócesis de Huehuetenango se deslindó de San Marcos en 1970.
Ante toda esa constelación de acontecimientos históricos, el Archivo Histórico de la Catedral de San Marcos, lejos de mermar o perderse se ha robustecido, dejando constancia documental del pensamiento, legislación, usos y costumbres de todas las épocas que contiene, desde el último cuarto del siglo XVII hasta nuestros días.
Contenido del Archivo Histórico de la Catedral de San Marcos y valoración del mismo
La ordenanza de crear archivos parroquiales y catedralicios viene las disposiciones de los Reyes Católicos y posteriormente se universalizó a toda la Iglesia Católica, por el Concilio de Trento, celebrado en el siglo XVI, entre 1545 y 1563, en que se instauró la obligación de archivar toda la documentación eclesiástica en archivos (López de Ayala, Ygnacio. 1,787. p. 278).
La creación del Archivo Parroquial de San Marcos, se debe a la ordenanza que recibió fray Francisco de la Reyna, mercedario, en 1,688 de llevar los registros de defunciones y guardar en el templo parroquial de San Marcos, en la casa del religioso mercedario, contigua al recinto de culto. La ordenanza fue emitida por Fray Andrés de las Navas y Quevedo, ante la insistencia de los habitantes del antiguo Barrio de San Marcos Sacatepéquez que dada su condición de ladinos deseaban tener parroquia formal, distinta del curato de Sacatepéquez de los Mames, con sede en el pueblo de San Pedro Sacatepéquez.
Las ordenanzas del Concilio de Trento eran constantemente supervisadas y ante la reorganización de la Iglesia Católica en Guatemala, dicha ordenanza no pasó por alto y fue consignada por el arzobispo Ricardo Casanova y Estrada en su Ritual del Arzobispado, edición de 1893 (Casanova y Estrada, Ricardo. 1,893. p. 470-477).
Ante los hechos enunciados en los párrafos anteriores el archivo histórico de la Catedral de San Marcos registró el nacimiento y muerte, tradiciones y costumbres, patrimonio y arte de los marquenses desde aquellas lejanas épocas, sin que a la fecha lo haya dejado de hacer. A continuación un listado de libros que contiene.
Libros sacramentales
Bautismos
El primer sacramento de la iniciación cristiana, sus asentamientos servían antes de la creación de los registros civiles como constancias de nacimiento, existen más de 112 libros de la cabecera departamental de San Marcos, iniciando el primero en 20 de mayo de 1768 y el último a esta fecha sigue vigente.
Además hay de los pueblos anexos al curato de San Marcos. Estos libros contienen información muy importante para el rastreo de personajes de la historia y para la genealogía familiar de cada habitante originario del municipio de San Marcos o con ascendentes en el mismo. También está la polémica invención de las publicaciones de los tiempos liberales en las cuales se afirma que el General Justo Rufino Barrios Auyón nació en San Lorenzo (Rubio, Casimiro D. 1,935. p. 15-16), incluso hay quien se haya adjudicado alguna paleografía de dicha partida de bautismo indicando que al margen se lee que nació en San Lorenzo, cosa que no es exacta ni real. Al mismo personaje también se le ha atribuido el que en la edad ya adulta haya mutado su nombre de “José Rufino”, por el de “Justo Rufino”, también inexactitud histórica ya que como se lee en la partida de Bautismo su nacimiento se dio en San Marcos, a 19 de julio de 1835, día de las Santas Justa y Rufina, hermanas mártires, patronas de Sevilla, España. Igualmente los nombres de los otros dos marquenses que llegaron al solio presidencial e hicieron historia en Guatemala como lo fueron el General don José María de Jesús Reina Barrios y el Licenciado don José María de los Santos Reina Andrade, nacidos el 24 de diciembre y el 01 de noviembre, por ello el uso católico de sus nombres según el calendario litúrgico.
Confirmaciones
El Sacramento que se recibe durante la adolescencia, se hallan registros antiguos y recientes de las personas. El primero de 1,768, seguramente bajo la visita del Arzobispo Pedro Cortés y Larraz.
Matrimonios e informaciones matrimoniales
Una gran cantidad de registros de matrimonios se hallan en el archivo histórico de la Catedral de San Marcos, desde la época colonial, hasta nuestros días, reflejando las uniones matrimoniales y la crisis provocada por el régimen liberal al habilitar el matrimonio civil, pero al no existir en muchos poblados y aldeas en la época escribano público o notario y al permanecer la población fiel a sus creencias católicas, se registraban bajo la autorización del ministro de culto católico, incluso el Código Civil vigente en Guatemala aún autoriza a los ministros de culto la celebración de matrimonios civiles, dentro de la ceremonia religiosa, para ello debían llevar un cuaderno o registro debidamente autorizado por la Jefatura Política Departamental, posteriormente conocida como Gobernación Departamental para su protocolización e inscripción ante la municipalidad local y su respectivo registro civil.
Los libros, cuadernos y expedientes de informaciones matrimoniales que son abundantes en el archivo parroquial de la Catedral de San Marcos, constan los requisitos mínimos para contraer matrimonio, entrevistas a los contrayentes y testigos de propuestos por los mismos, son distintos de los libros de matrimonios, pues en estos últimos solo se asienta el hecho nupcial, el celebrante y la fecha, mientras que las informaciones matrimoniales constan de muchas otras cuestiones para dilucidar los orígenes de los contrayentes, la ley canónica actualmente también exige esas entrevistas previas por lo cual dichas informaciones matrimoniales siguen actualizándose a lo largo del tiempo.
Defunciones
El hecho de la defunción de una persona, no constituye sacramento en sí, pero estos libros servían para apuntar si el difunto había recibido los sacramentos finales de la vida humana y en la época más antigua el sitio de la Iglesia donde había escogido para su sepultura, tanto el difunto por medio de su testamento o su familia, el primero de ellos inicia en el año de 1688 y es el que libro que inicia la catalogación y formación del archivo parroquial, pues aunque existen documentos sueltos antes de esta fecha, que no constituyen en sí archivo parroquial en sí, pues de no haber sido cocidos a los respectivos libros se hubiesen perdido. Con el establecimiento del Registro Civil y la Ley de Cementerios, la Iglesia Católica dejó de tener incidencia en los Cementerios y por ende las personas dejaron de registrar a sus difuntos en 1892, siendo la última partida la del Licenciado don Eustorgio Maldonado, diputado al Congreso Nacional e hijo del maestro de escultura y pintura don Mariano Maldonado. Sin embargo, las defunciones en San Marcos no se han dejado de registrar, ya que aunque los libros en su etapa antigua dejaron de funcionar en 1892, han quedado consignadas las defunciones por medio del pago de ofrendas por misas de cuerpo presente, nueve días, cuarenta días, cumpleaños del fallecido y aniversarios de defunción. Recientemente se ha habilitado un nuevo libro de defunciones para el registro de los fieles difuntos como antaño.
Fábrica
La fábrica de la Iglesia, constituye la contabilidad de egresos y egresos de la Parroquia, antiguamente por disposición del cura párroco se establecía un mayordomo de fábrica, quien era la persona encargada del manejo de fondos y contabilidad de la parroquia, siempre debía estar bajo el beneplácito municipal, a mediados del siglo XIX hubo un conflicto entre el alcalde municipal y el cura párroco, pues el primero quería atribuirse la mayordomía de fábrica, cosa que no se le permitía por derecho canónico. Actualmente la contabilidad de la parroquia se lleva en libros corrientes y comerciales, pero sigue en vigencia el registro de los mismos, que en un futuro promoverán estudios e investigaciones. En la Catedral de San Marcos se conservan los libros de fábrica del siglo XIX también de las iglesias de los pueblos anexos a la parroquia, lo cual constituyen también una fuente primaria de información.