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Martes, 26 de noviembre de 2024

Studia Limensia: Anexo I El Niño-Dios del Cuzco y sus diferentes atributos pictóricos en el contexto de la Cardiomorfosis

De Enciclopedia Católica

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<<La Justicia y la Verdad son el cenidor de sus lomos>>
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El Niño-Dios del Cuzco y sus diferentes atributos pictóricos, forman parte del contexto de la Cardiomorfosis.Dijimos en el Capítulo III [ ], que la pedagogía iconográfica de los Arcángeles Arcabuceros fue objeto de falsificación, y materia de especulaciones esotéricas, que condujeron forzosamente a conclusiones absurdas, insostenible, e indefendibles. Las representaciones peruanas de Dios Niño, fueron –igualmente- víctima de las mismas modas intelectuales.

Los defensores, y vulgarizadores de estas interpretaciones, en los hechos, demuestran su absoluta ignorancia de la alegoría y la anagogía patrística, de los libros de Apologética Católica Tridentina, de la Oratoria Sacra, y de la Música de Capilla del mismo período. Los escritores contemporáneos que tratan – o más bien maltratan – la iconografía de Cristo-Infante, están desautorizados por las plumas doctorales barrocas. Se equivoca quien postule que las representaciones de Cristo, con atavíos de Inca, son corrupciones debidas a una silente resistencia, contra la extirpación de idolatrías. Tampoco es “aporte”que mezcla telurismo y piedad. No hay “apropiación”, ni “reelaboración”. Sin embargo, son atendibles y razonables las perspectivas de orden político, que desarrollan dichos autores.

La iconografía de Dios-Niño, en todas sus variantes peruanas, explica en solo discurso, el mensaje soteriológico, y la pedagogía eucarística. Además de inequívocas cargas semánticas referidas al Buen Gobierno Pastoral y al Buen Gobierno Político.

¿Es atípico alegorizar o representar a Cristo como rey de la Gentilidad?

Realmente no es atípico. Es típico, frecuente y conveniente. El Niño-Inca, es un eslabón más, en la larga cadena iconográfica de catequesis. Tal como hay un Infante divino con hábitos andinos, hay imágenes del Niño de Nazaret, vestido como rey sajón, rey bohemio, príncipe japónico, imperante sínico, cesar latino, júpiter tonante, o Alejandro apolíneo. Lo que se pone en relieve, es todo aquello que simbolice divinidad, inmortalidad, omnipotencia, piedad, religiosidad, heroísmo, triunfo, apoteosis, despotismo, orden, justicia, beneficencia, magnanimidad, providencia, nobleza, jerarquía, autoridad, majestad, indulgencia, benevolencia y soberanía. Sin olvidar el poder de sanación medicinal y sacramental.

Veamos algunos ejemplos tomados del Clarín Evangélico [1]:

Alejandro Magno: “Para conciliar a sí a los del Asia, se vistió de su traje. (Cfr. Con el Narcisco). Su imagen apreciaban mucho aquellos Antiguos, y supersticiosamente se persuadían que con ella no les sucedería ningún infortunio”. Jamás estaba ocioso. Llevaba una campana delante de su ejército para avisar al enemigo. Díjole un Filósofo (buscador de la verdad), que parecía inmortal pues con tanta ansia buscaba la gloria de este mundo. Cuantas riquezas conseguía las daba contentándose con la esperanza de que las había de obtener”.

Augusto César: “Levantó un Altar en reverencia del Hijo de Dios, que había de nacer hombre”.

Calígula: ”Doró todos los manjares en un convite”.

Falaris: “Con ser hombre tirano sintió mucho que tuviesen por hombre poco pío, y liberal con huérfanos, pobres y viudas”.

Julio César: De lo que más se gloriaba era de perdonar injurias y agradecer finezas. Jamás estaba ocioso. Dióle un soldado una queja justificada y quedó sonrosado”. Filipo, Rey de Macedonia: Fue sediento a Conquistar la Ciudad de Macedonia, después de haberla visto dibujada>> (cfr. Con el Narciso divino)

Padres de la República: Es decir, “Delas condiciones que deben tener, como se han de portar, y cómo deben proceder”.

He aquí el quid de la cuestión. Además del sentido soteriológico de la imagen, existe una pedagogía de la Providencia de Dios que gobierna el mundo. En este caso, el recién ganado imperio de los Incas, ganado para Cristo, será gobernado por regentes cristianos, que deben ser más justos, más sabios, más magnánimos, más mansos que los incas de la gentilidad, porque los incas terrestres, son reflejo el Rey celeste. Planteado así, podemos engarzar sencillamente este concepto con aquellos postulados en el Ideal del Príncipe Christiano

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Zapa Inca Intipchuri

Como acabamos de ver, no debe repugnarnos ver una imagen de Cristo Infante con atavíos de Inca. Ante todo, el Nacimiento del Niño es la Buena. Es Rey de Reyes, y Señor de Señores. El reinado de su Sagrado Corazón, no tendrá fin. Cristo Vence, Cristo Reina y Cristo Impera.Si ponemos juntas las imágenes, en las que aparece el Inca en la pintura cuzqueña, se entenderá que Cristo es “Victor” y el Inca “Victus”. El Inca deja de rendir vasallaje al sol material, para ofrecerlo a Cristo Sol de Justicia, Luminoso y Glorioso. Vimos cómo Alejandro, y otros grandes personajes de la Antigüedad, son figura de Cristo, y Le sirven de alegoría. Los atributos y virtudes que se pueden predicar de ellos, se pueden predicar, en grado sumo y perfectísimo, de Nuestro Señor Jesucristo. Hay dictados encomiásticos y gloriosos propios del Zapa Inca Intipchuri Huachacuchay. Es hijo del Sol. Es sacerdote. Es Legislador. Tiene por trono una sede de piedra. Es un rey guerrero. Es un pachacútec, que da nuevo ser al mundo. Como rey, impone sanciones, impera con la sola mención de su nombre. El inca es un rey distante, que cuando quiere hacerse presente empuña un arma. Exhibe como señal de realeza el llauto imperial, la borla encarnada y las plumas de corequenque, porque es un príncipe guerrero, rapaz y sanguinario: Es rey tiránico. Concede la paz luego de haber tundido a sus enemigos, y haberlos desangrado y o haberlos condenado a muerte. Incendia pueblos, y borra de la memoria, la existencia de las naciones que se le han opuesto.

Cristo Rey

Jesús es El Cristo, el Deseado de las Naciones. Es Sumo y Eterno Sacerdote. Es Hijo de Dios, Omnipotente y Eterno. Es el Legislador del Amor, que promulga la Ley Nueva. Tiene por trono un madero, por divisa un INRI infamante, y reina desde la Cruz.

Es el Príncipe de Paz anunciado por las Escrituras. Es el Nuevo Adán que genera la Nueva Creación. Es Rey de Perdón y Misericordia, ante cuyo Nombre se inca toda rodillas en el Cielo, en la Tierra y en los Infiernos. Este Rey, es un Rey cercano, que se deleita al estar en medio de su pueblo. Si el inca iracundo arrojaba al barranco sus hermanos, Cristo manso perdona siete veces siete a quien le ofende, porque es un abismo de Misericordia. Su señal de realeza es la Corona de Espinas, tinta en sangre rubicunda. La corona espinada es indicativa de haber tenido en sus pensamientos a la Humanidad toda, en su Oración Sacerdotal. Humanidad a la que enviaría el Espíritu Santo, que se alegoriza en blanca paloma Este Infante Glorioso concede Mercedes, como Rey Poderoso. Rey Victorioso, reconocido como tal por los niños hebreos que le alaban diciendo “¡Hosanna, Bendito el que viene en Nombre del Señor!”. Este Rey, convierte sus Santas Llagas, en Asilo seguro para quien se hace su Aliado. Y hace de su Madre, la dispensadora de todas las gracias. Es Rey Filantrópico que viene a perdonar y no a fustigar a su Heredad. Rey que exige como único tributo (a diferencia del César Monetario) que se pague el Amor, con amor (“Dad a Dios lo que es de Dios”): “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento”. [++] Cristo, es Redentor que se vende a precio de esclavo, se convierte en Moneda de Harina. Se hace Pan de perro y Alfalfa espiritual. Así rescata a su pueblo esclavizado, para darle para darle pan al hambriento de Dios, y pastura espiritual a su Rebaño. Cristo es Sacerdote. Es Altar y ofrenda; es Oferente y Ofrecido; Verbo y Víctima de Reconciliación.

La alegoría del Sol

No hay que confundir el sol de los incas prehispánicos, con el Sol del Niño, y el sol de los “Incas españoles”. Porque los incas hispánicos amaban con todo el Corazón la Justicia. Es decir, a Cristo, Sol de Justica. Que es la Verdad. La Verdad es Filia Dei. En cambio, el Inca prehispánico amaba de corazón al sol material, al sol idolátrico. No amaba al Creador, sino a la creatura.

El emblema solar en las imágenes religiosas

En el pecho de Cristo, indica que Él es la Verdad, y Maestro de la Verdad. Da entender que ha venido a incendiar el mundo con el fuego de la Verdad y de su amor. En el Caso de San José, Dios lo ha constituido Custodio de ese Tesoro.

En Santo Tomás de Aquino, colgado de una cadena, indica que la Verdad ha sido concedida como don, y que se le ha confiado la misión de ser Doctor, Guarda, Maestro y Pedagogo. Lo mismo se puede decir de san Agustín, porque viéndolos juntos, recordamos la Teología Eucarística y Teología del Corazón, temas que enhebran todo el arte religioso del Virreinato.

Queda claro, que las insignias imperiales, la túnica, los gestos y atributos son un medio puesto al servicio de la predicación. Herramienta usual de enculturación, que mediante categorías locales, facilita el entendimiento de los catecúmenos.

La pretendida reivindicación andina: Las flores

Moneda devaluada y feble, pero de uso frecuente, es decir que las fisonomías coloreadas, las flores y los paisajes, subliman o disfrazan atavismos idolátricos, e insertan elementos de la “cosmovisión andina”.

Desde el medioevo, los atributos de la Pasión, se han representado de dos maneras: Por medio de la Cruz de los Improperios, y por y un conjunto de flores muy preciso, en el que cada flor predica un dolor, un tormento, una injusticia padecida por Cristo. Y a la vez, un gozo, un deleite, una justificación y una victoria obtenida por Cristo.

Volvamos, nuevamente al <<Clarín Evangélico>> [++]: Son símbolo de Esperanza. La Flor Gigantea o Girasol sigue al sol en su curso, a quien mira. La Flor Dulipantes vive de mirar al sol y muere en su ausencia. Hay una flor llamada, Flor del Campo, que tiene cinco hojas rubicundas (o sea las cinco llagas).

Las flores son alegóricas de la Pasión de Cristo y su recuerdo: La Pasiflora, la Rosa, la Corona de espinas, el clavel disciplinado, la violeta, la campañilla, el diente de perro, la Amarilis, el Narciso Trompetero, la margarita, los Pensamientos, la Siempre viva etc. Las flores pasionarias "brotaron de las lágrimas y sudores de Cristo en el Monte de los Olivos".[+++]

El lenguaje religioso y pasionista de las flores, es fácilmente perceptible si se las junta: Proclaman la liberación del pecado, el fin del poder del diablo, el fin de la pena del pecado. Anuncian la Reconciliación con Dios, la Apertura de las puertas del Cielo, y por sobre todas las cosas, son Exaltación del propio Cristo. No son, pues, una validación o reivindicación del hombre andino, por medio de un "arte de dominación”. Dicho sencillamente, las flores son las virtudes de Cristo (es decir, sus fortalezas). Cada virtud corresponde a un improperio, a una injusticia, a un vejamen, a un dolor, a una angustia, a una llaga o una lágrima.

La Devotio Moderna ponía énfasis en la Humanidad de Cristo, en sus trabajos y fatigas. De ahí surgen las imágenes de la vida doméstica de la Sagrada Familia.

Infante (niño de teta) o en adultez mosaica (12 años), implica tres cosas:

1) Toda la vida de Cristo fue Crux perpetua. [++]

2) A los 12 años, [Edad que atribuimos al Niño pictórico] en Templo dice ¿por qué me buscabais, no saben que tengo que hacer lo que conviene a la voluntad de mi Padre? [+++]

3) Ya asume su rol Redentor, aunque incruento, porque su momento no ha llegado. Pero sabe que llegará: por eso se reviste de los Improperios de su Pasión Futura. Su Pasión será "Regia Via Crucis" [++]

Todas las calidades del buen Príncipe se hallan en grado heroico en Cristo. Es Dios y Hombre Verdadero. La potestad soberana tiene muchas carencias. Cristo-Príncipe, en su vida terrestre, todo lo sabía, y nada ignoraba. Siempre estuvo vestido de justicia. Concurren en Cristo, los epítetos que Moisés cantó en los Salmos: Fue laborioso como abeja artificiosa. Cristo se escondió tras una pared de humanidad. Este Príncipe, empezó a legislar, y a dar reglas de Buen Gobierno, desde la Cátedra de Nazaret. Cristo Monarca Magno del Universo, fundó con su nacimiento la quinta Monarquía del mundo . Su túnica inconsútil fue de lana y no de seda, como las togas pretextas romanas que generaron los odios entre los Ciudadanos Romanos


José Gálvez Krüger

Sociedad peruana de Historia


Notas Y fuentes

ADVERTENCIA EN PROCESO DE ELABORACIÓN

Dedicatoria y agradecimientos

Dedico estos apuntamientos, como reconocimiento a las constantes colaboraciones de:


  • León de Martín
  • Augusto Jimémez (Augusto Jim)
  • Moisés Delgadillo Campos (Modec Decamp)
  • David Sellerier
  • Jousé Quintero
  • Eduardo Vásquez
  • Tacho Juárez Herrera
  • Alejandro Hernández