Papa San Dionisio
De Enciclopedia Católica
La fecha de su nacimiento nos es desconocida. Murió el 26 o 27 de diciembre del año 268. Durante el pontificado del papa Esteban (254-57) Dionisio aparece como presbítero de la Iglesia de Roma, y como tal tomó parte en la controversia entorno a la validez del bautismo administrado por los herejes (ver BAUTISMO, bajo el subtítulo Reiteración del Bautismo). Esto llevó al obispo de Alejandría, Dionisio, a escribirle una carta sobre el bautismo, en la cual el papa Dionisio es descrito como un hombre muy distinguido y de gran erudición (Eusebio, Hist. eccl. VII, vii). Más tarde, en los tiempos del papa Sixto II (257-58), el mismo obispo de Alejandría le escribió otra carta concerniente un tal Luciano (ibíd., VII, ix), cuya identidad desconocemos. Después del martirio de Sixto II (6 de Agosto de 258) la Sede Romana quedó vacante por casi un año: la violencia de la persecución hacía imposible elegir una nueva cabeza. Sólo cuando la persecución amainó Dionisio fue elegido (22 de Julio de 259) para el oficio de Obispo de Roma. Algunos meses más tarde el emperador Gallienus emitió su edicto de tolerancia, con el cual se dio fin a la persecución y a la Iglesia se le concedió una existencia legal (Eusebio, Hist. eccl. VII, xiii). De este modo la Iglesia de Roma reobtuvo sus derechos sobre los edificios de culto, sus cementerios y otras propiedades, y Dionisio pudo una vez más poner en orden su administración. Alrededor del 260 el Obispo Dionisio de Alejandría escribió su carta a Ammonius y Euphranor contra el sabelianismo, en la cual él se expresaba con inexactitud en lo que toca al Logos y su relación con el Padre (ver DIONISIO DE ALEJANDRIA). Por este motivo fue presentada al papa Dionisio una acusación contra el obispo de Alejandría; el papa convocó un sínodo en Roma entorno al año 260 para solucionar la cuestión. En nombre propio y en el del sínodo, el Obispo de Roma escribió una importante carta de contenido doctrinal en la cual, en primer lugar, la doctrina errónea de Sabelio era nuevamente condenada y, además, se condenaban falsas opiniones, como las de los marcionistas, que separaban la monarquía divina en tres hipóstasis totalmente distintas, o bien que representaban al Hijo de Dios como una criatura, siendo que las Santas Escrituras declaran que Él ha sido engendrado; pasajes bíblicos como Deut., xxxii, 6 o Prov., viii, 22 no pueden citarse a favor de falsas doctrinas como éstas. Junto con su carta doctrinal el papa Dionisio envió un carta al obispo de Alejandría en la cual se le llamaba a explicar sus opiniones. Dionisio de Alejandría así lo hizo en su “Apología” (Athanasius, De sententia Dionysii, V, xiii, De decretis Nicaenae synody, xxvi). Según la antigua práctica de la Iglesia romana, le papa Dionisio extendió su preocupación por los fieles de tierras lejanas. Cuando los cristianos de Capadocia estaban pasando por una no pequeña angustia debido al pillaje de las incursiones de los Godos, el papa envió una carta de consuelo a la Iglesia de Cesaréa juntamente con una gran suma de dinero, mediante mensajeros, con el fin de redimir a cristianos que habían sido tomados como esclavos (Basilius, Epist. lxx, ed. Garnier). El gran sínodo de Antioquía que depuso a Pablo de Samosata envió una carta encíclica al papa Dionisio y al Obispo Máximo de Alejandría informándoles sobre la actuación del sínodo (Eusebius, Hist. eccl., VII, xxx). Después de su muerte el cuerpo de Dionisio fue enterrado en la cripta papal de la catacumba de Calixto.
J.P. KIRCH Transcrito por Joseph P. Thomas Traducido por Pbro. Juan Carlos Sack, VE