Cofradía del Santo Rosario
De Enciclopedia Católica
De acuerdo con la conclusión del artículo EL ROSARIO no hay suficiente evidencia próxima a establecer la existencia de una Confraternidad del Santo Rosario antes del último cuarto del siglo quince. Existían las guías Dominicas o fraternidades, pero no podemos asumir ninguna prueba de que estaban conectadas con el Rosario. Sabemos, sin embargo, que a través de la predicación de Alan de Rupe estas sociedades empezaron a construirse un poco antes de 1475; se establecieron en Cologne en 1474 por el Padre James Sprenger quien fue especialmente famoso. Personas de todas partes del mundo deseaban inscribirse en ella. Un ejemplo casual Inglés ocurrió en Correspondencia Plumpton (Sociedad Camden, p. 50), donde un sacerdote en Londres le escribió a su benefactor en Yorkshire en 1486: “Le envío un tema de el Santo Rosario a nuestra Señora de Coleyn y yo tengo registrado su nombre con mis dos nombres queridos, como expresó en el tema, y si están acoplados como hermanos y hermanas”. Aún al tiempo de registrar el nombre de cada asociado en el registro fue indispensable la condición de miembro, y así permanece hasta nuestros días. Fue sin duda a esta y confraternidades similares, que por grados empezaron a construirse en muchos lugares bajo supervisión Dominica, que el gran auge del Santo Rosario así como la aceptación de un sistema más uniforme en la recitación del Santo Rosario fue principalmente concedido. La recitación del Santo Rosario es prescrito solamente a sus miembros -- hoy en día ellos se comprometen a recitar los quince misterios por lo menos una vez a la semana – pero aún así esto no hace de cualesquier forma obligarse bajo pecado. La organización de estas confraternidades está totalmente en manos de los Dominicos y ninguna nueva confraternidad puede ser en cualesquier parte aprobada sin la sanción de la directiva. Es a los miembros de las confraternidades del Santo Rosario que las principales indulgencias fueron otorgadas, y ahí no puede haber necesidad de poner esfuerzo entre las especiales ventajas que esta confraternidad ofrece por la unión de los ejercicios devocionales y oraciones así como la participación de méritos en esto en lo que probablemente es la organización más grande de su clase dentro de la Iglesia Católica. Además, en la “patente de construcción”, que fue otorgada a cada nueva confraternidad por la Dirección de los Dominicos, una cláusula es añadida dando a todos los miembros que se registren dentro de ella “una participación en todos los buenos trabajos que por la gracia de Dios son ejecutados a través del mundo por los hermanos y hermanas de la suscitada Orden (Dominicos)”. Una importante Constitución Apostólica en la Confraternidad del Santo Rosario, que pudo ser constituida como un nuevo capítulo corto, fue emitido por León XIII el 2 de Octubre de 1898.
El Rosario Perpetuo es una organización para asegurar la continua recitación del Santo Rosario de día y noche entre un número de asociados que llevan a cabo sus asignaturas participando en sus tiempos asignados. Este es un desarrollo de la Confraternidad del Santo Rosario, y data desde el siglo diecisiete.
El “Rosario Viviente” empezó en 1826, y es independiente de la confraternidad, consiste en un número de círculos de quince miembros quienes acuerdan recitar una sola decena cada cada día, completando de esa manera el rezo total de esta oración mariana.
HERBERT THURSTON Trascrito por Michael C. Tinkler Traducido por Alma del Rosario Guerra