Agapetae
De Enciclopedia Católica
(del griego, agapetai, amada)
Durante el primer siglo de la era Cristiana, las Agapetas eran vírgenes consagradas a Dios mediante un voto de castidad y asociadas a un hombre laico. Al principio esta comunidad de vida espiritual y de apoyo muto, que estaba basado en la primera Epístola del Apóstol San Pablo a los Corintios (4:5), era santa y edificante. Posteriormente resulto en abusos y escándalos, de modo que concilios del Siglo IV prohibieron su práctica. El origen de esta asociación muy probablemente fue que estas vírgenes, ya que no residían en una comunidad, necesitaban de laicos para que atendieran sus necesidades materiales. Naturalmente ellas escogían a aquellos que tenían votos de castidad al igual que ellas. San Jerónimo cuestionó indignadamente (Ep., xxii, ad Eustochium) posterior a su degeneración, "Unde in ecclesias Agapetarum pestis introiit?" Una carta de San Cipriano demuestra que abusos de este tipo se habían desarrollado en África y en el Este (Ep., iv., Ed. Hartel).
El Concilio de Ancira en el 314, prohibió el que vírgenes consagradas a Dios viviesen con hombres como sus hermanas. Esto no corrigió la practica completamente, ya que San Jerónimo acusa a monjes sirios por vivir en ciudades con vírgenes cristianas. Las Agapetas son a veces confundidas con las subintroductae o mujeres que vivían con clérigos sin el matrimonio, una clase contra la cual se encaminó el tercer canon del Concilio de Niza, en el 325 AD. La palabra Agapeta fue también el nombre de una rama de los Gnósticos en el 395 AD, cuya teoría era que la relación entre los sexos era purificada de impropiedad si la mente era pura. Ellos instruían que era mejor el perjurarse que el revelar los secretos de su secta.
HEMMER en Dict. De theol. Cath. s.v.; and in GIRAUD, Bibl. Sac., I, 207-208; ACHELIS, Virgines Subintroductae (Leipzig, 1902).
Transcrito por JOHN J. A'BECKET Traducido por Anónimo de Borinquen