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Martes, 3 de diciembre de 2024

Papa Beato Inocencio XI

De Enciclopedia Católica

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(Benedetto Odescalchi)

Nació en Como el 16 de Mayo de 1611; murió en Roma el 11 de Agosto de 1689. Fue educado por los Jesuitas en Como y estudió jurisprudencia en Roma y Nápoles. Urbano VIII lo nombró sucesivamente protonotario, presidente de la Cámara Apostólica, comisario en Ancona, administrador de Macerata y Gobernador de Picena. Inocenio X lo hizo Cardenal-Diácono de Santi Cosma e Damiano el 6 de Marzo de 1645, y un poco más tarde, Cardenal-sacerdote de Cardinal-Priest Sant' Onofrio. Como cardenal fue amado por todos a causa de su profunda piedad, caridad y generosa devoción al deber. Cuando fue enviado como delegado a Ferrara para auxiliar a la gente afectada por una severa hambruna, el papa lo presentó a la gente de Ferrara como el "padre de los pobres", "Mittimus patrem pauperum". En 1650 se convirtió en Obispo de Novara, posición en la que gastó todos los ingresos de su sede para aliviar a los pobres y enfermos de su diócesis. Con permiso del papa en 1656 renunció como obispo de Novara en favor de su hermano Giulio y fue a Roma, donde participó prominentemente en las consultas de las varias congregaciones de la que era miembro.

Fue un fuerte candidato para el papado después de la muerte de Clemente IX acaecida el 9 de Diciembre de 1669, pero el Gobierno Francés lo rechazó. Después de la muerte de Clemente X, el Rey Luis XIV de Francia intentó nuevamente usar su influencia contra la elección de Odescalchi, pero viendo que los cardenales así como la gente de Roma estaban de acuerdo en su deseo de tener a Odescalchi como su papa, reticentemente instruyó a los cardenales del grupo francés a aceptar su candidatura. Después de un interinato de dos meses, Odescalchi fue unánimamente elegido papa el 21 de Septiembre de 1676 y tomó el nombre de Inocencio XI. Inmediatamente después de su asenso dedicó todos sus esfuerzos a reducir los gastos de la Curia. Aprobó estrictos reglamentos contra el nepotismo entre los cardenales. Vivió muy parsimoniosamente, exhortó a los cardenales a hacer lo mismo. De esta manera no solo eliminó el déficit anual que al tiempo de su ascenso había alcanzado la suma de 170,000 scudi, sino que también al cabo de pocos años el ingreso papal era en exceso de los gastos.

Todo el pontificado de Inocencio XI está marcado por una constante lucha contra el absolutismo del Rey Luis XIV de Francia. Ya en el año 1673, por su propio poder extendió el derecho del régale sobre las provincias de Languedoc, Guyenne, Provence, y Dauphiné, donde no había sido ejercido anteriormente, aunque el Concilio de Lyons en 1274 había prohibido, bajo pena de excomunión, extender el régale más allá de los distritos en que entonces se ejercía. Los obispos Pavillon de Alet y Caulet de Pamiers protestaron contra esta invasión real y en consecuencia fueron perseguidos por el rey. Fueron inútiles todos los esfuerzos de Inocencio XI para inducir al rey Luis a respetar los derechos de la Iglesia. En 1682, Luis XIV convocó a una Asamblea del Clero Francés en la que el 19 de Marzo adoptó los cuatro famosos artículos conocidos como "Déclaration du clergé français" (ver GALICANISMO). Inocencio XI anuló los cuatro artículos en su respuesta del 11 de Abril de 1682 y rehusó su aprobación a todos los futuros candidatos episcopales que habían participado en la asamblea. Para apaciguar al papa, Luis XIV empezó a hacerse pasar por un fanático del Catolicismo. En 1685 revocó el Edicto de Nantes e inauguró una cruel persecución de los Protestantes. Inocencio XI expresó su disgusto por estas drásticas medidas y continuó reteniendo su aprobación para los candidatos episcopales como lo había hecho hasta entonces. Irritó al rey aún más al abolir el muy abusado "derecho de asilo" en un decreto fechado 7 de Mayo de 1685. Ejerciendo este derecho los embajadores extranjeros ante Roma habían podido alojar en sus palacios e inmediata vecindad a cualquier criminal que era buscado por la corte papal de justicia. Inocencio XI notificó al nuevo embajador francés, Marquis de Lavardin, que no sería reconocido como embajador ante Roma a menos que renunciara a este derecho. Pero Luis XIV no se rindió. Encabezando una fuerza armada de aproximadamente 800 hombres Lavardin entró en Roma en Noviembre de1687, y tomó posesión de su palacio por la fuerza. Inocencio XI lo trató como excomulgado y puso en entredicho la iglesia de San Luis en Roma donde había asistido a los servicios el 24 de Diciembre de 1687.

La tensión entre el papa y el rey fue aumentada aún más por el procedimiento seguido por el papa para llenar la sede arzobispal vacante de Colonia. Los dos candidatos para la sede eran el Cardenal Guillermo Fürstenberg, entonces obispo de Estrasburgo y José Clement, un hermano de Max Emanuel, Elector de Bavaria. El primero estaba a disposición de Luis XIV, y su nombramiento como Arzobispo y Elector de Colonia habría implicado preponderancia francesa en el noroeste de Alemania. José Clement no solo era el candidato del emperador Leopoldo I de Austria sino de todos los soberanos europeos, excepto el rey de Francia y su servil seguidor el rey Jacobo II de Inglaterra. En la elección que tuvo lugar en Julio 19 de 1688, ninguno de los candidatos recibió el número de votos requerido. Por tanto, la decisión recaía en el papa, quien designó a José Clement como Arzobispo y Elector de Colonia. Luis XIV tomó revancha posesionándose del territorio papal de Avignon, apresando al nuncio papal y apelando a un concilio general. Tampoco ocultó su intención de separar enteramente la Iglesia Francesa de Roma. Pero el papa permaneció firme. La subsecuente caída de Jacobo II de Inglaterra destruyó la preponderancia Francesa en Europa y poco después de la muerte de Inocencio la lucha entre Luis XIV y el papado fue decidida a favor de la Iglesia. Inocencio XI no aprobó la imprudente manera en que Jacobo II intentó restaurar el catolicismo en Inglaterra. Repetidas veces, también, expresó su desacuerdo por el apoyo que Jacobo II dió al autocrático rey Luis XIV en sus hostiles medidas hacia la Iglesia. No sorprende entonces que Inocencio XI halla tenido poca simpatía por el Rey Católico de Inglaterra, y que no lo haya auxiliado en sus horas difíciles. Sin embargo no hay bases para la acusación de que Inocencio XI estaba informado de lo que urdía Guillermo de Orange para Inglaterra, mucho menos que lo apoyaba en la destitución de Jacobo II. Fue debido a los exhortos serios e incesantes de Inocencio que en 1683 los Estados Alemanes y el rey Juan Sobieski de Polonia se apresuraron a ayudar a Viena que estaba siendo sitiada por los turcos. Después que se levantó el sitio, nuevamente Inocencio no escatimó esfuerzos para inducir a los príncipes Cristianos a auxiliar en la expulsión de los turcos de Hungría. Contribuyó millones de scudi al fondo de guerra turco en Austria y Hungría y tuvo la satisfacción de sobrevivir la captura de Belgrado el 6 de Septiembre de 1688.

Inocencio XI no estaba menos resuelto en preservar la fe y moral entre los clérigos y los fieles. Insistió en una completa educación y una vida ejemplar para los clérigos y los monasterios reformados de Roma, aprobó estrictas reglas concernientes a la modestia en el vestido entre las damas Romanas, puso fin a la siempre creciente pasión por el juego suprimiendo las casas de juego en Roma y por un decreto del 12 de Febrero de 1679, promovió la Comunión frecuente y hasta diaria. En su Bula "Sanctissimnus Dominus", emitida el 2 de Marzo de 1679, condenó sesenta y cinco propuestas que favorecían el laxismo en moral teológica, y en un decreto fechado el 26 de Junio de 1680, defendió la Probabiliorism de Tirso González, S.J. Este decreto (ver el texto auténtico en "Etudes religieuses", XCI, Paris, 1902, 847 sq.) dió lugar a la controversia de si Inocencio XI tuvo la intención de que fuera una condenación del Probabilismo. El Redentorista Francis Ter Haar, en su obra: "Ben. Innocentii PP. XI de probabilismo decreti historia" (Tournai, 1904), sostiene que el decreto es opuesto al Probabilismo, mientras que August Lehmkuhl, S.J., en su tratado: "Probabilismus vindicatus" (Freiburg, 1906), 78-111, defiende la opinión opuesta. En un decreto del 28 deAgosto de 1687, y en la Constitución "Cœlestis Pastor" del 19 deNoviembre de 1687, Inocencio XI condenó sesenta y ocho propuestas Quietísticas (ver QUIETISMO) de Miguel de Molinos. Inocencio XI fue tolerante hacia los Jansenistas, aunque de ninguna manera compartió sus doctrinas. El proceso de su beatificación fue introducido por Benedicto XIV y continuado por Clemente XI y Clemente XII, pero influencias francesas y la acusación de Jansenismo hicieron que se abandonara. Su "Epistolæ ad Principes" fue publicada por Berthier (2 vols., Rome, 1891-5), y sus "Epistolæ ad Pontifices", por Bonamico (Roma, 1891).

IMMICH, Papst Innocenz XI. (Berlin, 1900); MICHAUD, Louis XIV et Innocent XI (4 vols., Paris, 1882 — ) escrito desde el punto de vista Gallico; GÉRIN, Le Pape Innocent XI et la révolution anglaise de 1688 in Revue des questions historiques, XX (Paris, 1876); IDEM, Le Pape Innocent XI et la Révocation de l'Edit de Nantes, ibidem, XXIV (1878); IDEM, Le pape Innocent XI et l'Election de Cologne en 1688, ibidem, XXXIII (1883); IDEM, Le Pape Innocent XI et le siège de Vienne en 1683, ibidem, XXXIX (1886); FRAKNOI, Papst Innocenz XI. und Ungarns Befreiung von der Türkenherrschaft, traducido al alemán del húngaro por JEKEL (Freiburg im Br., 1902); GIUSSANI, Il conclave di Innocenzo XI (Como, 1901). Una biografa contemporánea por LIPPI fue recientemente editada por BERTHIER (Roma, 1889). Ver también HORVARTH en Catholic University Bulletin, XV (Washington, 1909), 42-64; cf. ibid., IX 1903, 281.

MICHAEL OTT Transcrito por Douglas J. Potter Dedicado al Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María Traducido por Javier L. Ochoa Medina