Acomodación Bíblica
De Enciclopedia Católica
Consideraremos: 1. Lo que se quiere decir por acomodación bíblica; 2. Su uso en las Sagradas Escrituras; 3. Las reglas que deben regular su uso.
1. ¿Qué es Acomodación Bíblica?
Se entiende por acomodación la adaptación de palabras o frases de las Sagradas Escrituras para indicar ideas diferentes a aquellas expresadas por el autor sagrado. Así, si un pecador justifica su falta diciendo, “la serpiente me engañó”, él utiliza las palabras de Eva en las escrituras (Gn. 3, 13) para expresar una idea que la frase no transmite en la Biblia. Similarmente, una persona invidente podría utilizar las palabras de Tb. 5, 12, “¿Qué alegría puedo disfrutar ya? Estoy ciego y no puedo ver la luz del cielo” Aquí, nuevamente, las palabras tendrían un significado que no llevarían en las Sagradas Escrituras. Esta acomodación es llamada algunas veces incorrectamente el sentido acomodado o acomodador de las Escrituras. De acuerdo con la definición, es claro que no es, en lo absoluto, un sentido de las Escrituras. La posibilidad de tal acomodación puede surgir, primero, de alguna similitud entres las ideas en el texto sagrado y el sujeto al cual el pasaje es acomodado; segundo, del hecho de que las palabras de las escrituras puedan ser entendidas en dos sentidos diferentes. La primera es llamada acomodación extensiva. Ejemplos de ella pueden encontrarse en los oficios de la Iglesia, tanto en el Breviario como en el Misal, donde las alabanzas concedidas por el Espíritu Santo sobre Noé, Isaac y Moisés son aplicadas a otros santos. Así, las palabras de Ecclus., xxxii, 1, 5: “¿Te han hecho rey? ... No impidas la música” son algunas veces aplicadas a presidentes del Colegio asumiendo la responsabilidad de su oficio; no necesitamos decir que las palabras de las Sagradas Escrituras tienen muchos significados diferentes.
La segunda clase de acomodación, llamada alusiva, es a menudo un mero juego de palabras y a veces parece debida a una mala interpretación del significado original. El texto de la Vulgata, Mirabilis Deus in sanctis suis (Sal. 67, 36) significa en boca del Salmista que Dios es maravilloso en Su santuario (sancta, -orum), y en este sentido son empleadas en el Misal. Las palabras del latín también pueden ser traducidas “Dios es maravilloso en sus santos” (sancti, -orum). Como esta segunda significación no fue la intención del escritor inspirado, la traducción al Inglés del texto en la versión Douay es una mala traducción.
2. El Uso de Acomodación en la Biblia.
Es generalmente considerado por los autores Católicos que ciertos pasajes del Antiguo Testamento han sido usados nuevamente en el Nuevo Testamento con un cambio de significado. En la Epístola a los Hebreos (13, 5) las palabras dichas a Josué, “No te abandonaré ni te abandonaré” (Jos. 1, 5) son aplicadas a todos los Cristianos. Otros ejemplos de acomodación son el uso del Ex. 16, 18 en 2 Co. 8, 15; Za. 4, 14 en Ap. 11, 4; Sal. 6, 9 en Mt. 7, 2 – 3; Mi. 7, 6 en Mt. 10, 36. Evidentemente el nuevo significado adjunto a las palabras es también inspirado. Escritores racionalistas han sostenido que acomodaciones similares se han de encontrar en cada caso donde los Evangelistas citan las profecías del Antiguo Testamento. Algunos pocos escritores Católicos han querido conceder esta explicación para unos pocos pasajes, pero las palabras en que los Evangelistas afirman que eventos de la vida de Nuestro Señor tomaron lugar “para que” las Escrituras pudieran tener cumplimiento son incompatibles con la teoría de que ellos querían indicar sólo una semejanza entre el evento y las palabras del profeta. Es probable que ninguna profecía es usada en el Evangelio solamente por acomodación.
3. Reglas para Acomodación.
El uso de acomodación en la Liturgia y por los Padres de la Iglesia es suficiente para mostrar que es legítima. De ahí que textos hayan sido, y son frecuentemente, acomodados por predicadores y autores ascéticos. Muchos de los sermones de San Bernardo son mosaicos frases de las Escrituras y deben mucho de su unción peculiar al feliz uso de palabras sagradas. Los escritores y predicadores latinos no han sido tan reverentes y cuidadosos en su acomodación, y este fue uno de los usos condenados por el Concilio de Trento cuando prohibió violentar las Escrituras para usos profanos (uses (Sess. IV, Decret. "De editione et usu Sacrorum Librorum "). Los intérpretes están acostumbrados a dar las siguientes reglas como guías para la acomodación de la Escrituras:
Los textos acomodados no deben ser usados nunca como argumentos tomados de la revelación; ya que las palabras no son empleadas en el sentido, ni literal, ni típico, queridas por el Espíritu Santo. Las violaciones a esta regla no son raras, ni en sermones, ni literatura piadosa
La acomodación no deber ser inverosímil. Las acomodaciones alusivas en muchos casos no son sino una mera distorsión del texto sagrado.
Las acomodaciones deben ser reverentes Las palabras Santas deben ser empleadas para propósitos de edificación, no para despertar risas, muchos menos para encubrir errores.
Cornely, Introductio Generalis,, nn. 206-208; Patrizi, De Interpretatione Bibliorum (Rome, 1862), 273 sq.; Vasquez in S. Thom., I, Q. i, a. 7, dist. 14; Serarius, Prolegomena Biblica, 21, 14; Acosta, De vera Scripturas tractandi ratione, III, v-viii; Vigouroux, Manuel biblique, I; Longhaye, La predication (Paris, 1888), 295-301; Bainvel, Les contresens biblioques; Mangenot in Vig. Dict. de la Bible, s.v. Accommodation; cf. works on biblical hermeneutics, and also many of the introductions to Sacred Scripture.
JOHN CORBETT Transcribed by Nicolette Ormsbee
Traducido al Castellano por Adolfo León Ruiz Hernández