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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Túnica

De Enciclopedia Católica

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En general se entiende por túnica una vestimenta en forma de saco, la cual tiene en la parte superior cerrada solo una ranura para meter la cabeza, y, a ambos lados, ya sea mangas o meras rendijas a través de las cuales pasar los brazos. Las expresiones túnica interior o exterior se utilizan de acuerdo a si la túnica es utilizada como una vestimenta exterior o debajo de otra. Una túnica que llega a los pies es conocida como túnica talar (tunica talaris, Gr. ekomis); una túnica sin mangas o con mangas cortas es conocida como colobium; una que deja el hombro derecho libre, exomis (ekomis). En el lenguaje litúrgico túnica (tunicella) denota la vestimenta sacerdotal de afuera del subdiácono que corresponde a la dalmática del diácono. De acuerdo con el uso actual (1912), la dalmática y la túnica son iguales tanto en lo que respecta a la forma como a la ornamentación. También concuerdan en la forma de su uso así como en el hecho de que la túnica, como la dalmática, es una de las vestimentas esenciales que usa el obispo en la Misa pontifical. No es necesario entrar aquí en los detalles, pero, en cuanto a la forma, ornamentación y uso, será suficiente referirse a lo que se dice en el artículo DALMÁTICA. En cuanto a la forma, y de acuerdo con las instrucciones del “Caeremoniale Episcoporum”, la túnica debe distinguirse de la dalmática por tener mangas más estrechas, pero esto es escasamente observable aún en la túnica pontifical, que se usa debajo de la dalmática. El obispo mismo quien coloca la túnica en el recién ordenado subdiácono con las palabras: “Que el Señor te vista con la túnica de la alegría y la ropa del regocijo. En el nombre”, etc.

HISTORIA

De acuerdo con una carta del Papa San Gregorio al Gran Obispo Juan de Siracusa, la túnica de subdiáconos fue, durante un tiempo, una costumbre en Roma desde inicios del Siglo VI. Gregorio, sin embargo, la suprimió y retornó la utilización de vestimentas de la manera anterior. Por tanto, a partir de este tiempo, el subdiácono utilizó la “chasulla” como vestimenta exterior, hasta que en el Siglo IX, la túnica de nuevo fue usada como ropaje externo. A inicios del Siglo VI, la túnica fue utilizada en España, lo cual, de acuerdo con el noveno canon del Sínodo de Braga, fue escasamente distinguible de la túnica de diácono, la llamada “alba”.

No se tiene información de que las túnicas fueran utilizadas por los subdiáconos antes de la era carolingia en Gaul. No obstante, muchas de estas vestimentas fueron utilizadas en Francia y España. Hay ciertas pruebas que atestiguarían de su uso en el reino francés a principios del Siglo IX. Esas pruebas se derivan tanto del testimonio de Amalar de Metz, y de varios inventarios.

Aproximadamente a fines del primer milenio, la túnica fue usada universalmente por subdiáconos como una vestimenta en la parte superior del cuerpo, la cual fue llamada vestido subdiaconal. Luego la túnica es encontrada como parte de las vestimentas pontificales con el nombre de dalmática menor o dalmática línea.

Los diáconos romanos también la usaron debajo de la dalmática. Solamente la túnica y no la dalmática, fue utilizada por los cardenales-sacerdotes romanos y los obispos. Fuera de Roma la vestimenta incluyó por lo general sólo la túnica, y no la túnica y la dalmática de manera conjunta, o, como fue el caso común, la dalmática sin la túnica. No fue sino hasta el Siglo XII que se hizo costumbre generalizada en lo obispos, el usar ambas vestimentas al mismo tiempo, tanto túnica como dalmática.

Raramente se menciona que los abades tuvieron el privilegio de utilizar la túnica y la dalmática, y esas menciones se tienen hasta la segunda parte del Siglo XII. Antes de estos tiempos, los abades no tenían más privilegio que usar sólo la dalmática. Los acólitos de Roma usaron la túnica desde inicios del Siglo IX, en el reino francés, fue común en algunos lugares en el Siglo X, usar la túnica.

A fines de la Edad Media, el uso de la túnica por los acólitos fue una costumbre generalizada. En el período medieval la túnica fue reconocida mediante varios nombres. Además de túnica se le reconoció con el nombre de tuniquela, dalmática menor, dalmática de línea, o simplemente línea, túnica estricta, o estricta, subdiaconal, roca, alba, y especialmente en Alemania, subcubierta.

Como una forma original de vestido, la túnica tuvo la forma de una toga con mangas estrechas y sin ornamentos verticales. El material del cual estuvo hecha era normalmente de lino, cuando se trataba de uso para ocasiones ordinarias. A principios del Siglo IX, se mencionan inventarios de túnicas de seda. El desarrollo que esta prenda ha tenido desde la era carolingia al presente ha sido paralela a las características que han acompañado a la dalmática. Durante ese desarrollo, la diferenciación entre túnica y dalmática ha ido disminuyendo.

De manera gradual, la seda fue el material del cual se fueron confeccionando las túnicas. Estas prendas se fueron haciendo más cortas y las aperturas laterales fueron teniendo, ya para fines de la Edad Media, la longitud de las mangas. Finalmente, en Italia, las mangas fueron adquiriendo las formas de la dalmática en la finalización del medioevo. Ya para ese entonces era difícil distinguir entre ambas prendas, especialmente cuando se reconoce que los ornamentos se iban haciendo similares entre ambas. Cuando en el curso del Siglo XII un canon fue establecido en función de los colores litúrgicos, esta normativa fue naturalmente estricta respecto a los colores de la túnica, la chasulla y la dalmática.

No es necesario adentrarse aquí en la discusión sobre el uso de la túnica o la dalmática en las misas de la Edad Media. La ceremonia en la cual el obispo, luego de la ordenación coloca la túnica en el recién ordenado diácono, tiene su origen en el Siglo XII, pero aún en el Siglo XIII esta costumbre es observada sólo en casos aislados.

No fue sino hasta los Siglos XIV y XV, que su uso se universalizó en los ritos de ordenación de subdiáconos. El original de las túnicas de los subdiáconos fue indudablemente derivado de la dalmática, en la cual se omitió el entresacado vertical dalmático y las mangas se confeccionaron de manera más estrecha.

La túnica (“esticafión”) utilizada por los subdiáconos en los ritos orientales, no corresponde con la túnica de subdiácono de Europa Occidental. Esta última, desde los inicios, tuvo el carácter de ser una túnica exterior, pero parecida al alba, aún cuando en la forma más contemporánea, no es exclusivamente blanca sino que puede tener colores.

BOCK, Gesch. Der liturg. Gewänder, II (Bonn, 1866); ROHAULT DE FLEURY, La messe, VII (Paris, 1888); BRAUN, Die liturgische Gewandung im Occident und Orient (Freiburg, 1907).

JOSEPH BRAUN Transcripción de W. Stuart French, Jr. Traducción al castellano de Giovanni E. Reyes Dedicado a la Sra. Judy Fradl