Santa Walburga
De Enciclopedia Católica
(WALTPURDE, WALPURGIS; en Perche, GAUBURGE; en otras partes de Francia, VAUBURG, FALBOURG )
Nacida en Devonshire, hacia 710; muerta en Heidenheim el 25 de Febrero de 777. Es la patrona de Eichstadt, Oudenarde, Furnes, Amberes, Groningen, Weilburg y Zutphen, y es invocada como protectora especial contra la hidrofobia y en las tormentas, así como por los marinos. Fue hija de San Ricardo, uno de los reyezuelos de los Sajones Occidentales, y de Winna, hermana de San Bonifacio, Apóstol de Alemania, y tuvo dos hermanos, San Wilibaldo y San Winibaldo. Cuando San Ricardo emprendió con sus dos hijos una peregrinación a Tierra Santa, confió a Walburga, entonces de once años de edad, a la abadesa de Wimborne. En la escuela claustral y como miembro de la comunidad pasó veintiseis años preparándose para la gran tarea que iba a llevar a cabo en Alemania. El monasterio era famoso por su santidad y austera disciplina. Había un alto nivel en Wimborne, y la niña fue educada en sólido saber y en los talentos apropiados a su rango. Gracias a esto, fue ella luego capaz de escribir la Vida de San Winibaldo y un relato en latín de los viajes de San Wilibaldo por Palestina. Así es mirada por muchos como la primera mujer escritora de Inglaterra y Alemania. Apenas un año después de su llegada, Walburga recibió noticias de la muerte de su padre en Lucca. Durante este periodo, San Bonifacio estaba poniendo los cimientos de la Iglesia en Alemania. Vio que la mayor parte de los esfuerzos dispersos serían fútiles o tendrían una influencia pasajera. Por tanto determinó someter todo el país bajo un sistema organizado. Conforme avanzaba en sus conquistas espirituales, establecía monasterios que, como fortalezas, mantendrían las regiones conquistadas y desde cuyas torres vigías la luz de la fe y de la ilustración irradiaría lejos y cerca.
Bonifacio fue el primer misionero que llamó en su ayuda a mujeres. En 748, en respuesta a su llamamiento, la abadesa Tetta envió a Alemania a Sta. Lioba y Sta. Walburga con muchas otras monjas. Zarparon con buen tiempo, pero poco después se levantó una terrible tempestad. Enseguida Walburga rezó, arrodillándose en cubierta e inmediatamente el mar se calmó. Al desembarcar, los marineros proclamaron el milagro del que habían sido testigos, de modo que Walburga fue recibida en todas partes con alegría y veneración. Hay una tradición en la Iglesia de Amberes que dice que en su camino a Alemania, Walburga se detuvo allí; y en la iglesia más antigua de esta ciudad, que ahora lleva el título de Sta. Walburga, se señala una gruta en la que acostumbraba rezar. Esta misma iglesia, antes de adoptar el Oficio Romano, acostumbraba celebrar la fiesta de Sta. Walburga cuatro veces al año. En Maguncia fue recibida por su tío, San Bonifacio, y por su hermano, San Wilibaldo. Después de vivir algún tiempo bajo el gobierno de Sta. Lioba en Bischofheim, fue nombrada abadesa de Heidenheim, y situada así cerca de su hermano favorito, San Winibaldo, quien gobernaba una abadía allí. Tras la muerte de éste, ella gobernó el monasterio masculino a la vez que el suyo propio. Su virtud, dulzura y prudencia, añadidas a los dones de la gracia y la naturaleza de que estaba dotada, además de los muchos milagros que obraba le hicieron ser querida por todos. Fue de esas monjas de las que Ozanam escribió: “El silencio y la humildad han ocultado los trabajos de las monjas a los ojos del mundo, pero la historia les ha asignado su lugar en el mismo inicio de la civilización alemana. La Providencia ha colocado mujeres al lado de cada cuna.” El 23 de Septiembre de 776 asistió al traslado del cuerpo de su hermano San Winibaldo por San Wilibaldo, cuando se encontró que el tiempo no había dejado su huella sobre los sagrados restos. Poco después cayó ebferma, y, habiendo sido asistida en sus últimos momentos por San Wilibaldo, expiró.
San Wilibaldo la enterró junto a San Winibaldo y muchos prodigios se obraban en ambas tumbas. San Wilibaldo la sobrevivió hasta 786, y después de su muerte la devoción a Sta. Walburga declinó gradualmente y su tumba fue descuidada. Hacia 870, Otkar, entonces obispo de Eichstadt, determinó restaurar la iglesia y monasterio de Heidenheim que estaban cayendo en ruinas. Habiendo los obreros profanado la tumba de Sta. Walburga, ella se apareció una noche al obispo, reprochándoselo y amenazándolo. Esto condujo al solemne traslado de los restos a Eichstadt el 21 de Septiembre del mismo año. Fueron colocados en la Iglesia de la Santa Cruz, ahora llamada de Sta. Walburga. En 893, el obispo Erchanbold, sucesor de Otkar, abrió el relicario para sacar una parte de las reliquias para Liubula, abadesa de Monheim, y fue entonces cuando se descubrió por primera vez que el cuerpo estaba inmerso en un óleo precioso o rocío que desde ese día hasta hoy (salvo durante un periodo en el que Eichstadt estuvo bajo interdicto, y cuando se derramó sangre en la iglesia por ladrones que hirieron gravemente al campanero) ha continuado fluyendo de los sagrados restos, especialmente del pecho. Esto ha originado que Sta Walburga sea contada entre los Eleaphori o santos productores de óleo (ver ÓLEO DE LOS SANTOS). Parte de las reliquias de Sta. Walburga han sido llevadas a Colonia, Amberes, Furnes y otros lugares mientras que su óleo ha sido llevado a todas las partes del globo.
Los varios traslados de las reliquias de Sta Walburga han conducido a una diversidad de fiestas en su honor. En el Martirologio Romano es conmemorada el 1 de Mayo, uniéndose su nombre al de San Asaf en cuyo día se celebra su fiesta principal en Bélgica y Baviera. En el Breviario Benedictino su fiesta se señala el 25 (el 26 los años bisiestos) de Febrero. Se la representa con hábito benedictino, con una pequeña ampolla o botella; como una abadesa con báculo, una corona a sus pies significando su nacimiento real; a veces se la representa en grupo con San Felipe, Santiago el Menor y San Segismundo, rey de Borgoña, porque se dice que fue canonizada por el Papa Adriano II el 1 de Mayo, fiesta de esos santos. Si, como algunos mantienen, fue canonizada durante el episcopado de Erchanbold, y no en el de Otkar, entonces no lo habría sido en el pontificado de Adriano II. La comunidad benedictina de Eichstadt está floreciente y las monjas cuidan del relicario de la santa; la de Heidenheim fue cruelmente expulsada en 1538, pero la iglesia está ahora en manos católicas.
GERTRUDE CASANOVA
Transcrito por Tim Drake
Traducido por Francisco Vázquez
Nota del traductor: Entre las varias dudas que el texto ofrecía, señalo aquellas que he traducido con cierta aprensión, por no sujetarse muy exactamente al original. Así he traducido “underking” por “reyezuelo”, consciente del sentido despectivo que tal palabra tiene en castellano y no en el original, pero no encuentro otra mejor que evite un largo circunloquio. He traducido la expresión “bring the whole country” por “someter todo el país” forzando un poco el sentido, pero apoyado por el contexto que emplea, en sentido figurado, la terminología militar: “Conquistar”, “fortalezas” etc... En fin, mi mayor dificultad ha sido encontrar una traducción adecuada a la expresión “oil-yielding saints” ya que “santos productores de aceite” me parecía prosaica y confusa. Confieso que no he encontrado más solución que sustituir “aceite” por “óleo” que, siendo idéntica semánticamente, tiene más resonancia religiosa y menos profana que “aceite”. Pero no me siento satisfecho con ella.