San Gregorio III

(Reinó, 731-741.) El papa Gregorio III era el hijo de un sirio llamado Juan, No se conoce la fecha de su nacimiento. Su reputación de virtud y sabiduría eran tan grandes que los romanos le eligieron papa por aclamación cuando iba acompañando a la procesión funeral de su antecesor, el 11 de febrero de 731. Puesto que no fue consagrado hasta un mes después de4 su elección se de presumir que esperó a la confirmación de su elección por el exarca de Rávena.

En el asunto de la Iconoclastia siguió la política de su predecesor. Envió legados y cartas para protestar ante el emperador perseguidor, león III y celebró dos sínodos en Roma (731) en los que la herejía destructora de imágenes fue condenada. Como protesta práctica contra las acciones del emperador puso mucho interés en honrar especialmente las imágenes y reliquias, sobre todo lo referente a S. Pedro. Hay fragmentos de inscripciones que pueden verse en las criptas de la basílica vaticana que atestiguan que allí se construyó un oratorio y que se ordenó que se recitaran preces especiales. La única contestación de León a los argumentos y defensas del culto a las imágenes que le llegaban de oriente y occidente, era la fuerza. Se apoderó de las propiedades papales de Calabria y Sicilia y en todos los lugares de Italia en los que tenía poder.

Además transfirió al patriarca de Constantinopla la jurisdicción eclesiástica que los papas habían ejercido tanto allí como en la antigua Prefectura del Ilírico. Gregorio III confirmó la decisión de sus predecesores respecto a los derechos de los Patriarcas de Aquileia y Grado y envió el pallium a Antonino de Grado. Al concederlo también a Egbert de York no hacía otra cosa que seguir las directrices de S. Gregorio I que había establecido que York tendría los derechos metropolitanos en el norte de Inglaterra, como Canterbury en el sur.

Tanto Tatwine como Nothelm de Canterbury recibieron el pallium sucesivamente de Gregorio III (731 y 736). Atendiendo a su petición Gregorio III extendió a S. Bonifacio el mismo apoyo que Gregorio II le había dado a él. “Muy fortalecido por el afecto de la Sede Apostólica”, el santo continuó alegremente su glorioso trabajo en pro de la conversión de Alemania. Alrededor de 737 Bonifacio llegó a Roma por tercera vez para informar de sus trabajos y para disfrutar de la “conversación que da vida”. Por orden del papa el monje y gran viajero S. Willibald fue a ayudar a su primo S. Bonifacio en sus labores.

El fin del reinado de Gregorio fue alterado por los Lombardos. Sabiendo de la ambición de Luitprando, Gregorio completó la restauración de las murallas de Roma que habían comenzado sus predecesores. Recompró a Transamundo, duque de Espoleto, el fuerte de Gallese, en la vía Flaminia, que mantenía abiertas las comunicaciones entre Roma y Rávena.

En 739, Luitprando se levantó en armas; sus tropas expoliaron el exarcado y él mismo marchó hacia el sur para someter a vasallos los duques de Espoleto y Benevento y el ducado de Roma. Transamundo huyó a Roma y Gregorio implore la ayuda del gran jefe de los francos Carlos Martel. Los embajadores del virrey (subregulus) de los francos aparecieron en Roma en 739. Su llegada en el calor del verano trajo una paz momentánea. Pero al año siguiente Liutprando de nuevo salió al campo. Esta vez los romanos salieron de sus murallas y le ayudaron a recobrar espoleto. Sin embargo una vez recuperado su ducado, no quiso o no pudo cumplir el deseo de Gregorio y trató de recobrar para el papa “las cuatro ciudades del ducado romano que se habían perdido por su causa”.

En medio de todas estas guerras y rumores, murió Gregorio en 741, no se sabe si en noviembre o diciembre, y fue enterrado en el oratorio de nuestra Señora que él mismo mandó construir en S. Pedro. Fue puesto en el martirologio romano en el 28 de noviembre.

Bibliografía

Codex Carolinus in JAFFE, Monumenta Carolina (Berlin, 1867), or in Mon. Germ. Hist.; Epp., III (Berlin, 1892). See also bibliography of article GREGORY II.

Horace K. Mann.

Transcrito por Janet van Heyst.

Traducido por Pedro Royo.

The Catholic Encyclopedia, Volume VI. Published 1909. New York: Robert Appleton Company. Nihil Obstat, September 1, 1909. Remy Lafort, Censor. Imprimatur. +John M. Farley, Archbishop of New York