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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Saba y Sabeanos

De Enciclopedia Católica

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Esta Saba (Sheba) no debe ser confundida con Saba (Seba) en Etiopía de Is., xliii, 3; xlv, 14. Esta se encuentra en Jôf de la Arabia del Sur cerca de 200 millas al noroeste de Aden. Los Sabeos son mencionados en la Biblia como un pueblo distante (Joel, iii, 8), famosos comerciantes (Ez., xxvii,22-3; xxxviii, 13; Job, vi, 19), que exportaban oro (Is., lx,6; Ps., lxxiii, 15 (R.V.); Ez., xxxviii, 13), piedras preciosas (Ez., xxvii, 22), perfumes (Jer., vi, 20), incienso (Is.,lx, 6), y quizás esclavos (Joel, ibid.), y practicaban el bandidaje. Las genealogías del Génesis los conectan ya con Dadan, como hijos de Regma (x,7; cf. I Par., i, 9) y de Jecsan (xxv, 3; cf. I Par., i, 32), ya con Asarmoth (Hadhramôt), como hijos de Jecsan (x, 26-8, cf.,I Par., i, 20-22). Estos detalles indican a dos Sabas, una en el sur contigua a Hadhramot, otra en el norte cerca de Taima (Job, i, 15; vi, 19) y El 'Ela (cf. "Comptes rendus de l'académie des Inscriptions" etc., Junio 1910); pero no puede ser aún decidido, cual fue el hogar original de los Sabeos. Hommel la ubica en el norte, cerca del Dedan Idumeo, y la identifica con Aribi-Yareb (cuyas reinas figuran en las inscripciones Asirias), con la Saba, cuya reina visitó a Salomón (III Reyes, x), la que es probablemente mencionada como tributaria a Theglathphalasar III (745-27 A.C.), y cuyo gobernante, Ithamara, pagó tributo a Sargon en el 715 A.C. Por lo tanto (de acuerdo con Glaser) los Sabeos se movieron hacia el sur en el siglo octavo o noveno y establecieron su reino sobre las ruinas del poder de Minae. Esta teoría es plausible y resuelve la dificultad de III Reyes, x; pero la identificación de Saba con Aribi-Yareb es arbitraria, y toda la presente evidencia desaprueba la existencia de reyes en Saba hasta mucho después. Sargon, que ostentaba el titulo de Rey sobre sus tributarios, se los deniega a Ithamara, la Yethamara de las inscripciones Sabeas, y estas inscripciones indican un largo período de gobierno por parte de Mukarribs (sacerdotes-reyes), diez de cuyos nombres se han preservado.

Su capital fue Çirwah. Las autoridades concuerdan en datar su gobierno hacia el comienzo del siglo décimo A.C., y en hacer el advenimiento de los reyes, contemporáneo con la destrucción del reino de Minae. Aquí el acuerdo cesa. Glaser, e.g. ubica a los reyes Sabeos desde 820, Muller desde 750, y ellos ciertamente no pueden ser ubicados con posterioridad a 500 A.C., ya que por lo menos diecisiete de ellos reinaron antes de 115 A.C. En aquella fecha una nueva era comienza. Los Himayaritas (Homeritae de la geografia clásica) derrocaron ese año al Reino de Saba, y fundaron el “Reubi de Saba y Raidân". En 25 A.C. el ejército de Aelius Gallus fracasó miserablemente ante las murallas de Marib, la capital Sabea. Alrededor del 300 A.D. los inmigrantes Abisinios, en constante incremento, derrocaron a la dinastía Himyarita e inauguraron el “Reino de Saba, Raidan, Hadhramôt, y Yemen", el que, después de ceder el lugar a un intervalo de un reino Judeo-Sabeo y a una violenta persecución religiosa (cf. Pereira, "Historia dos Martyres de Nagran", Lisboa, 1899) fue restablecido por la intervención Bizantina en 525. Tras la ruta del Virrey Abraha a la Meca en 570, los Persas aprovecharon su oportunidad, y la Arabia del Sud se convirtió en una provincia Persa hasta su incorporación al Islam.

Modernos descubrimientos confirman las versiones clásicas y Bíblicas sobre la prosperidad Sabea. Cubren la tierra ruinas de fortalezas, ciudades con templos amuralladas y trabajos de irrigación. La más famosa de las inmensas represas es la de la capital, Marib, que prestó servicio, tras repetidas restauraciones, hasta el siglo sexto de nuestra era. Gracias a la irrigación, la agricultura floreció. El oro también abundaba, así como la plata y especias preciosas. El bandidaje reforzaba a los productos naturales. Pero la principal fuente de riqueza era la ruta de comercio desde India a Egipto y el norte de Siria, que pasaba por la capital Sabea (cf. Müller, "Der Islam im Morgen- und Abendland", I, 24 sqq.). Por lo tanto, cuando en el siglo primero después de Cristo, los Tolomeos cambiaron la ruta de Sud Arabia por un camino directo desde Alejandría hacia Egipto, comenzó la declinación de la prosperidad Sabea. Por lo tanto la explosión de la represa de Marib fue la consecuencia, y no la causa de la desintegración de las tribus Sabeas, como la leyenda Arábiga pretende. La organización política Sabea parece haber estado basada en un sistema feudal. Dos reyes aparecen compartiendo el poder supremo, pero la monarquía no era hereditaria, y a la muerte del rey pasaba al primer varón nacido durante el reinado entre una de la familias principales. Las cabezas de esas familias compartían con el rey el derecho exclusivo de autorizar la construcción de castillos y son llamados reyes de sus propias tribus. De los otros magistrados – e.g. los magistrados epónimos – sabemos muy poco más que sus nombres. Parece haber prevalecido entre ellos un amplio principio de igualdad individual; los extranjeros eran admitidos como clientes; los esclavos abundaban. Parece que las mujeres disfrutaban de iguales derechos que sus consortes y son llamadas a veces “señoras del castillo”. Prevalecía el concubinato, pero no la poligamia. El arte Sabeo en ciertos aspectos ha merecido una gran consideración, pero carece de originalidad, y delata en diferentes períodos la influencia de las civilizaciones circundantes. Las monedas, con la cabeza del rey con un búho en el reverso, son a veces de fina confección (cf. Schlumberger, "Le trésor de San'a Daris", 1880). La primera data del siglo quinto A.C. Muchos escritores recientes atribuyen a loa Sabeos el invento del alfabeto semítico.

El dios supremo de Saba era Il-Mukah, al cual se le unía en una capacidad inferior de esposa o hija, la diosa del sol Shamsh. Otras deidades eran Athatr, la estrella de la mañana o el atardecer, Ta'lab, "Patron de Riyâm", Haubas, Rammâm, y otros nombres que pueden ser meramente epítetos del dios de la luna. La íntima afinidad y la sumisión hacia la deidad es la característica de la religión Sabea. Las inscripciones conmemoran gratitud para éxitos en las armas, “muertes premeditadas”, salud, preservación, retornos a salvo, botines, y ricas cosechas. Los devotos hacían ofrendas a los dioses mismos y a sus hijos, registraban sus promesas, y atestiguaban su cumplimiento. Las ofrendas votivas consistían en imágenes doradas del objeto, y un rey llegó a dedicar hasta treinta estatuas doradas en una ocasión. Podemos hacer, al pasar, una alusión a la influencia predominante atribuida por algunos especialistas a la Arabia del Sur en la formación de las instituciones Mosaicas. Se pone especial énfasis en el origen Árabe del nombre Divino y de muchos términos religiosos, en el escrúpulo de los Árabes acerca del uso el nombre Divino, su designación de los pastores como Levitas, sus leyes de pureza ceremonial, su adoración sin imágenes, sus ofrendas por los pecados, etc., especialmente cuando son miradas a la luz de los antepasados de Abraham, y con la íntima conexión de Moisés con los Midianos. Sin embargo, aparte de que la cuestión pertenece más al problema Mineano que al Sabeo, el material disponible en el presente no garantiza ninguna solución probable a la cuestión.

Geógrafos Clásicos: GLASER, Skizze der Geschichte u. Geographic Arabiens (Berlin, 1890). Geógrafos Arábigos: ver especialmente Müller, Die Burgen u. Schölsser Südarabiens nach dem Iklîl des Hamdani (Vienna, 1879). Inscripciones Sabeanas: Corpus inscr. Semit., IV (Paris, 1889--); HOMMEL, Südarabische Chrestomathie (Munich, 1892); MULLER and MORDTMAN, Sabäische Denkmäler (Vienna, 1883); MULLER, Sudarabische Alterthumer im Kunsthistorische Hofmuseum (Vienna, 1889). General Reference: HOMMEL, Aufsätze u. Abhandlungen (Munich, 1892); WEBER, Arabien vor dem Islam (Leipzig, 1901); Idem, Studien zur Sudarab. Altertumskunde, I-III (Berlin, 1901-7); GRIMME, Mohammed (Munster, 1895); KÖNIG, Fünf neue Landschaftenamen im a. Test. (Berlin, 1902); HARTMANN, Der islamische Orient, II (Leipzig, 1909); HASTINGS, Dict. of the Bible. Para Aspectos Bíblicos: HOMMEL, Ancient Hebrew Tradition (New York and London, 1897); IDEM in HILPRECHT, Explorations in Bible Lands (Edinburg, 1903), 741-52; LANDSDORFER, Die Bibel u. die s¨darab. Altertumsforschung (Munster, 1910); GRIMME in Zeitschrift der morgenländischen Geschichte, LXI, 3S sqq. Religión Sabaeana: NIELSEN, Die altarab. Mondreligion (Strasburg, 1904); IDEM, Der Sabäische Gott Il-Mukah (Leipzig, 1910). Exploraciones Modernas: HOMMEL in Hilprecht, op.cit., 697-726; WEBER, Forschungsreisen in Südarabien bis zum Auftreten Glasers (Leipzig,1906); IDEM, E. Glasers Forschungsreisen in Südarabien (Leipzig, 1908).


J.A. HARTINGER

Transcripto por Marie Jutras

Traducido por Luis Alberto Alvarez Bianchi