Abadía de Reading
De Enciclopedia Católica
La abadía de Reading, en Surrey, fundada en 1121 por Enrique I, que la construyó, como escribe William de Malmesbury, "entre los ríos Kennet y Támesis en un lugar pensado para recibir a todos los que tuvieran la ocasión de viajar a las más populosas ciudades de Inglaterra y a la que trajo monjes cluniacenses que son hasta el día de hoy una noble muestra de santidad y un ejemplo de despreocupada y agradable hospitalidad”.
La carta fundacional declara que el nuevo monasterio toma el lugar de otros tres, Reading, Cholsey y Leominster; lo dedica a la Virgen María y a S. Juan Evangelista, le concede todos los privilegios civiles concedidos a los monasterios reales y da instrucciones al abad para que emplee las limosnas de las que disponga para “ayudar a los pobres, a los peregrinos y a los huéspedes”.
El primer abad fue Ilugues de Boves, prior de S. Pancracio, Lewes, y después arzobispo de Ruan. Desde el principio fue una abadía inglesa independiente, que mantuvo la observancia cluniacense, pero elegía a sus propios abades, no pagaba impuestos a la casa matriz, estaba exenta de las visitas canónicas de Cluny y nunca reconoció la jurisdicción del capítulo general o del abad de Cluny. Por ello, aunque en antiguos documentos consta como un establecimiento cluniacense, como en los documento papales hasta fechas tan tardías como 1309, nunca fue “una casas extraña” y Cluny puede reclamar el mérito de haberla puesto en marcha con sus monjes y costumbres monacales.
La extensión de abadía tenía alrededor de doce hectáreas (treinta acres) y estaba rodeada por tres de sus lados por un gran muro con puertas reforzadas, una de las cuales, la occidental o puerta del contador, servía de prisión. Se entraba por un portillo interior (que existe, restaurado por Sir G Scott en 1861)y dentro celebraba el abad los juicios señoriales. La iglesia, consagrada por Tomás Becket en 1164, tenía 137 metros de larga por 29 de ancha, con transeptos de 61 metros, una capilla de Nuestra Señora de 23 por 15 metros, construida en 1314, y una torre central cuadrada rematada por un chapitel. Los edificios monásticos mantenían la misma escala, y la sala capitular, una sala absidial con cúpula, de 24 por trece metros se usaba frecuentemente como sala conciliar nacional, en la que se sentaba el Parlamento y se celebraron muchos sínodos y concilios. Había una leprosería, cerrada en 1413 por falta de enfermos.
El Hospitium, tenía una sala para los huéspedes de 37 metros, un dormitorio de 61 metros y provisión para 26 pensionistas pobres. Parte del edificio ( el dormitorio) aún existe y se usó durante muchos años como escuela real de gramática del rey Enrique VII. El abad era mitrado (1288), barón feudal, tenía un asiento en el parlamento, acuñaba su propia moneda, tenía el rectorado de las tres parroquias de Redding y las rentas de algunas iglesias y granjas. Su principal centro en el campo era Bere Court, Pangbourne. Tenía unos cuarenta sirvientes y funcionarios, en tiempos que se habían reducido por razones económicas. Tres prioratos bajo su jurisdicción: Leominster (Herefordshire) en Inglaterra, Rindelgros y May en Escocia (mas tarde entregados al obispo de Aberdeen).
Cuando la abadía fue disuelta los ingresos estaban valorados en 2116 libras. El último abad fue el beato Hugh Cook, alias Faringdon. Sirvió como palacio real durante algunos reinados. Después fue vaciado y sus piedras empleadas para reparar otros edificios, iglesias, puentes etc. Y apenas quedaron partes de los muros, grandes bultos de argamasas de silex para conservar la memoria de la gran abadía que Enrique I quiso que fuera el monumento de su piedad y lugar elegido para su tumba y la de su hijo. Los principales tesoros de la abadía fueron la manos de Santiago Apóstol (ahora en la sacristía de S. Pedro, Marlow-on-Thames), donada por Enrique I y la calavera de S. Felipe, entregada por el rey Juan.
J. C. ALMOND.
Traducido por Pedro Royo
- Published by Encyclopedia Press, 1913.