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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Anticristo

De Enciclopedia Católica

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Por composición anti tiene diferentes significados:


antibasileus significa un rey que ocupa un interreino;


antistrategos, un propretor;


anthoupatos, un procónsul;

En Homero antitheos informal significa uno que semeja un dios en poder y belleza, mientras en otras palabras representa un dios hostil. Siguiendo una simple analogía se podría interpretar anticristo como señalar a uno semejarse a Cristo en apariencia y poder; pero es mas cierto definir la palabra de acuerdo a su tratamiento bíblico y eclesiástico.


I. SIGNIFICADO BÍBLICO DE LA PALABRA


La palabra Anticristo sucede sólo en las Epístolas de San Juan; pero existen paralelismos así llamados a éstos acontecimientos en el Apocalipsis, en las Epístolas de San Pablo, y menos inequívoco las de los Evangelios y en el Libro de Daniel.


A. En las Epístolas de San Juan


San Juan pone por caso en sus Epístolas que los primeros Cristianos están enterados de la enseñanza respecto a la venida del Anticristo. "Habéis oído que iba a venir un Anticristo" (1Jn. 2:18); "Ese es el del Anticristo, el cual habéis oído que iba a venir"(1 Jn 4:3). Aún cuando el Apóstol habla de varios Anticristos, él distingue entre los demás y el único agente principal: "Venida del Anticristo, aún ahora llegado a ser muchos Anticristos" (1Jn. 2:18). Una vez mas, el escritor describe el carácter y labor del Anticristo: "Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros" (1Jn. 2:19); "¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? ése es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo" (1Jn. 2:22); "Y todo Espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; ése es el del Anticristo" (1Jn. 4:3) "Muchos seductores han salido al mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Ese es el Seductor y el Anticristo" (2Jn. 7). También a la vez, el Apóstol ubica la venida del Anticristo en "Es la última hora"(1Jn. 2:18); Nuevamente él mantiene que "Pues bien , ya está en el mundo"(1Jn. 4:3).


B. En el Apocalipsis


Cerca de todos los comentadores encuentran el Anticristo mencionado en el Apocalipsis, pero no están de acuerdo en el capítulo particular del Libro en el que sucede. Alguien indica a la "bestia" en el (11:7), otros a el "Dragón rojo" en el (12:3), otros de nuevo a la bestia "Una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas" (13:1 y sigs.), mientras muchos humanistas identifican el Anticristo con la bestia que tenía "dos cuernos , como de cordero, pero hablaba como una serpiente" (13:11y sigs.), o con la bestia de color escarlata "la bestia tenía siete cabezas y diez cuernos" (17:3), o finalmente, con Satanás "será Satanás soltado de su prisión y saldrá a seducir a las naciones" (20:7 y sigs.). Una discusión detallada de las razones por y cada una de éstas opiniones quedarían aquí fuera de lugar.

C. En las Epístolas de San Pablo


San Pablo da por hecho que la doctrina respecto a la venida del Anticristo es ya conocida por sus lectores; muchos comentadores creen que había llegado a ser conocido en la Iglesia a través de sus escritos. San Pablo presentó argumentos contra los herejes de su tiempo que aquellos que negaban el misterio de la Encarnación eran imágenes débiles del futuro gran Anticristo. Lo siguiente está descrito mas completamente en II Tes. 2:3, y sigs., 7- 10. En la Iglesia de Tesalónica habían sucedido disturbios a consecuencia de la creencia que la segunda venida de Cristo era inminente. Esta señal era perteneciente parcialmente a unos malos entendidos de la 1ª. de Tesalonisenses (4:15 y sigs.), parcialmente a la maquinaciones de los impostores. Fue como una forma de remediar éstos desórdenes que San Pablo escribió su segunda Epístola a los Tesalonisenses, introduciendo especialmente (2:3-10). La doctrina paulina es ésta: "El día del Señor" será precedida por "una Sublevación", y la revelación de el "hombre de pecado". Lo siguiente será reunido en el encuentro de Dios, mostrándose el mismo como si fuera Dios; él preparará señales y mentiras sorprendentes por el poder de Satanás; él seducirá a aquellos quienes no recibieron el amor de la verdad, que podrían se salvados; pero el Señor Jesús lo destruirá con el Espíritu de su boca, y así también con el resplandor de Su venida. Así como a la vez, " "El misterio de iniquidad ya preparado; sólo eso el quien ahora justiciero, hacer justicia, hasta el que sea llevado fuera del camino". Brevemente, el "día del Señor" será precedido por el "hombre del pecado" conocido en las Epístolas de San Juan como Anticristo; el "hombre del pecado" es precedido por una "sublevación", o una gran apostasía; esta apostasía es el suceso de el "misterio de iniquidad" el que ya "preparado", y el cual, de acuerdo a San Juan, muestra por si mismo aquí y allá en signos débiles de Anticristo. El Apóstol da tres etapas en la evolución del maligno: el fermento de iniquidad, la gran apostasía, y el hombre de pecado. Pero él agrega una cláusula calculada para determinar mas precisamente el tiempo del principal evento; él describe primero algo como una cosa (to datechon), luego como una persona (ho katechon), previniendo la semejanza del principal evento: "Sólo él quien ahora justiciero, hacer justicia, hasta el que sea llevado fuera del camino". Podemos aquí solamente enumerar las opiniones principales además el significado de ésta cláusula sin discutir su valor:

. El impedimento del principal evento es "el hombre del pecado"; el principal evento es la segunda venida de el Señor (Grimm, Simar).


. El impedimento es el Imperio Romano; el principal evento impedido en el "hombre del pecado" (el mayor número de autores latinos y subsecuentes traductores)


. El Apóstol se refirió a personas y eventos de su propio tiempo; el katechon y el "hombre del pecado" son variamente identificados con los Emperadores Calígula, Tito, Nerón, Claudio, etc. (Teólogos protestantes que vivieron después del siglo XVII).


. El Apóstol se refiere inmediatamente a hombres y eventos contemporáneos, que son, sin embargo, tipos de los katechon escatológicos, "hombre de pecado", y día de el Señor; la destrucción de Jerusalén, es decir, es el signo de la segunda venida de el Señor, etc. (Döllinger).


Antes de dejar la doctrina del Anticristo Paulina, debemos preguntarnos a nosotros mismos, ¿De donde saca ésta enseñanza el Apóstol? De nuevo aquí nos encontramos con varias respuestas:


. San Pablo expresa solamente su propio criterio basado en la tradición Judía y la imaginación de los Profetas Daniel y Ezequiel. Este criterio ha sido defendido por varios escritores Protestantes.


. El Apóstol expresa la impresión producida en la primera Iglesia por la enseñanza escatológica de Jesucristo. Esta opinión es expresada por Döllinger.


. San Pablo dedujo su doctrina relacionada al Anticristo de las palabras de Cristo, la Profecía de Daniel y de los eventos contemporáneos. Esta opinión, también es expresada por Döllinger.


. El Apóstol reveló una profecía recibida a través de la inspiración del Espíritu Santo. Traductores Católicos generalmente se han adherido a ésta opinión.


D. De los Evangelistas y Daniel


Después de estudiar la figura del Anticristo en la Epístola de San Pablo a los Tesalonisenses, uno reconoce fácilmente el "hombre del pecado" en Daniel 7:8, 11, 20, 21., donde el Profeta describe el "pequeño cuerno". Un signo de Anticristo es encontrado en Daniel 8:8 y sigs., 23, y sigs., 11: 21-45, en la persona de Epifanio de Antioquia. Muchos comentadores han encontrado alusiones mas o menos claras al Anticristo en la venida de los falsos Cristos y falsos profetas (Mt.24:24; Mc.13:6,22; Lc. 21:8), en la "maldad de aflicción", y en aquel que "vendrá en su propio nombre" (Jn. 5:43).


II. ANTICRISTO EN EL LENGUAJE ECLESIASTICO


Bousset cree que había entre los Judíos una leyenda completa desarrollada del Anticristo, que fue aceptada y amplificada por Cristianos; y que ésta leyenda difiere de y contradice en puntos importantes los conceptos encontrados en el Apocalipsis. No creemos que Bousset haya comprobado ésta opinión; su criterio como el desarrollo Cristiano de el concepto de Anticristo no excede los méritos de una teoría hábil. Necesitamos no entrar aquí en una investigación del trabajo de Gunkel, en el cual demuestra que la idea de Anticristo al dragón primitivo de astuto; ésta escena merece no mas atención que el resto de las ideas mitológicas del autor.

¿Cuándo es entonces el verdadero concepto eclesiástico del Anticristo?, Suarez mantiene que es de fé que Anticristo sea una persona individual, una señal enemiga de Cristo. Esto excluye al argumento de aquellos quienes explican Anticristo ya sea como la colección completa de aquellos quienes se oponen a Jesucristo, como al Pontificado. Los herejes Valdense y Albigense, así como los seguidores de Wicleff y Hus, llamaron al Papa por el nombre de Anticristo; pero le expresión fue sólo una metáfora en su caso de ellos. Fue solamente después del tiempo de la Reforma que el nombre fue aplicado al Papa en su propio sentido. Entonces pasó prácticamente dentro de la creencia de los Luteranos, y ha sido seriamente defendido por ellos tan posterior como 1861 en "Zeitschrift für lutherische Theologie". El cambio de la verdadera Iglesia dentro del reino del Anticristo se ha dicho haber tomado lugar entre el 19 de Febrero y 10 de Noviembre, A.D. del 607, cuando el Papa Bonifacio III obtuvo del emperador Griego Newton, el título de "Cabeza de todas las Iglesias" para la Iglesia Romana. Una apelación fue hecha en Apocalipsis 13:8, para confirmación de ésta fecha, y fue calculada de Apocalipsis 11:3,que el final del mundo podría ser esperado en 1866 A.D.. El Cardenal Bellarmino impugnó este error ambos desde un punto de vista histórico y exegético en "De Rom. Pont.", III.


La persona individual de Anticristo no será un demonio, como algunos de los escritores antiguos creían; tampoco será la persona del Diablo encarnado en la naturaleza humana de Anticristo. Él será una persona humana, tal vez de extracción Judía, si la explicación de Génesis 49:17, junto con aquella de la omisión de Daniel en el catálogo de las tribus, como se encontró en el Apocalipsis, sea correcto. Debe ser mantenido en mente que la tradición extra bíblica no proporciona suplemento revelado en la información bíblica relacionada al Anticristo. Mientras que aquellas más posteriores sean suficiente para hacer que el creyente reconozca al "hombre del pecado" en el tiempo de su venida, la falta de cualquier revelación confiable adicional nos pondría sobre custodia contra las ilusiones de los Irvingenses, los Mormones y otros proclamadores recientes de nuevas revelaciones.


No debe estar fuera de lugar atraer la atención de los lectores hacia dos tésis por el reciente Cardenal Newman sobre el asunto del Anticristo. El primero se titula "La idea Patrística del Anticristo"; considera sucesivamente su tiempo, religión, ciudad y persecución. Formó el número ochenta y tres de "Los folletos para los Tiempos". La otra Tesis lleva el título "La Idea Protestante del Anticristo".


Para entender el significado de los ensayos del Cardenal sobre la pregunta del Anticristo, debe mantenerse en mente que una variedad de opiniones salieron a la luz a través del tiempo relacionando la naturaleza de éste oponente de la Cristiandad.


Koppe, Nitzch, Storr y Pelt sostuvieron que el Anticristo es un principio maligno, no encarnado ya sea en una persona o en una política; esta opinión es en oposición a ambos San Pablo y San Juan. Ambos Apóstoles describen al adversario como siendo concreto claramente en forma.


Una segunda visión admite que el Anticristo es una persona, pero mantiene que es una persona del pasado; Nerón, Dioclesiano, Julián, Calígula, Tito, Simón Magus, Simón el hijo de Giora, El gran Sacerdote Ananás, Vitellius, Los Judíos, Los Fariseos y los Zelotes Judíos han sido variablemente identificados con el Anticristo. Pero hay poca autoridad tradicional para ésta opinión; además parece no satisfacer totalmente las predicciones proféticas, y, en el caso de alguno de sus adherentes, está basado sobre el supuesto que los escritores inspirados pudieran no trascender los límites de sus experiencias.


Una tercera opinión admitió que el Anticristo realmente aparecer en una forma concreta, pero identificaron ésta forma concreta con el sistema de el Pontificado, Lutero, Calvino, Zwingli, Melanchton, Bucer, Beza Calixto, Bengel, Michaelis, y casi todos los escritores Protestantes del Continente son referidos como apoyando esta visión; lo mismo debe ser dicho de los teólogos Ingleses Cranmer, Latimer, Ridley, Hooper, Hutchinson, Tyndale, Sandys, Philpot, Jewell, Rogers, Fulke, Bradford, King James y Andrwes. Bramhall presentó capacidades dentro de la teoría, y después de esto su poder empezó a decaer entre los escritores Ingleses. Tampoco debe suponerse que la teoría del Anticristo Pontifical fue apoyada por todos los Protestantes en la misma manera; el Falso Profeta o segunda Bestia Apocalíptica esta identificada con Anticristo y el Pontificado por Aretius, Foxe, Napier Mede, Jurieu, Cunninghame, Faber, Woodhouse y Habershon; la primera Bestia Apocalíptica mantiene esta posición en la opinión de Marlorat, King James, Daubuz y Galloway; ambas Bestias son así identificadas por Brightman, Pareus, Vitringa, Gill, Bacmair, Fraser, Croly, Fysh y Elliott.


Después de este estudio general de las visiones Protestantes relacionadas al Anticristo, seremos capaces de apreciar algo de las críticas del Cardenal Newman observadas en el asunto.


Si cualquier parte de la Iglesia es comprobada a ser Anticristiana, toda la Iglesia es así, incluyendo la rama Protestante.


La teoría Anticristo-Pontifical fue gradualmente desarrollada por tres cuerpos históricos: los Albigenses, Los Waldenses y el Fraticelli, entre los siglos XI y XVI: ¿ son éstos los expositores de quien la Iglesia de Cristo recibe la verdadera interpretación de las ptofecías?


Los defensores de la teoría Anticristo-Pontifical han hecho varias señales de equivocación en sus argumentos; ellos refieren a San Bernardo como identificando la Bestia del Apocalipsis con el Papa, aún cuando San Bernardo habla en el pasaje de al Antipapa; ellos apelan al Abad Joachim como creyendo que Anticristo será elevado a la Sede Apostólica, mientras que el Abad realmente cree que Anticristo vencerá al Papa y usurpará su Sede; finalmente ellos apelan al Papa Gregorio el Grande como defendiendo que quienquiera que sostenga a ser Obispo Universal sea Anticristo, puesto que el gran Doctor realmente habla de el Precursor del Anticristo quien era, en el lenguaje de su día, nadie sino un distintivo de un amenazante gran maligno.


Los protestantes fueron guiados a la teoría del Anticristo -Pontifical por la necesidad de oponerse a una respuesta popular a los argumentos populares y persuasivos adelantados por la Iglesia de Roma para su Autoridad Divina.


Warburton, Newton y Hurd, los intercesores de la teoría Anticristo-Pontifical, no pueden ser igualados frente a los santos de la Iglesia de Roma.

Si el Papa es el Anticristo, aquellos a quienes recibe y lo siguen no pueden ser hombres como San Carlos Borromeo, o Fénelon, o San Bernardo, o San Francisco de Sales.


Si la Iglesia debe sufrir como Cristo, y si Cristo fue llamado Belcebú, la Iglesia verdadera debe esperar un reproche similar; Así, la teoría Anticristo-Pontifical llega a ser un argumento a favor de la Iglesia Romana.


El escarnio, "Si el Papa no es el Anticristo, él tiene la mala suerte de ser así como él", es realmente otro argumento a favor de las demandas del Papa; como el Anticristo finge a Cristo, y el Papa es una imagen de Cristo, el Anticristo debe tener alguna similitud al papa, si lo mas reciente es el verdadero Vicario de Cristo.


IRENAEUS, Adverseus Haer., IV, 26; ADSO ( PSEUDO-RABANUS MAURUS), De ortu, viíta et moribus Antichristi, P. L. CI, 1289-98; BELLARMINE, De Rom. Pont., III; NEWMAN, The Patristic Idea of Antichristi, No. 83 of Tracts for the Times, republished in Discussions and Arguments on Various Subjects (London, New York, and Bombay 1897).


J. MAAS Traducido por Ramón Terrazas Ch.